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ABC MADRID 13-02-1955 página 41
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ABC MADRID 13-02-1955 página 41

  • EdiciónABC, MADRID
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A B C D O M I N G O 13 DE FEBRERO DE 1955. EDICIÓN DE LA MAÑANA, PAG. 45 Crítica y glosa i REGRESO DE LAS SOMBRAS por Nicolás González Ruiz i Colección El Griíón iMMrid. 385 pá- ginas, 40 pesetas. -1 í SCAKPA, R O Q U E ESTEBAN: EL LIBRO EN LA MANO Traiciones clol joven laurel 1954. Santiago do Chile. Un yol. 135 pá- Binas. Tuvimos la suerte de conocer en persona a Roque Esteban Scarpa durante el tiempo, un tanto prolongado, pero menos de lo que nosotros hubiéramos querido. Que pasó en España, y especialmente en Madrid. Habíamos leído ya sus ensayos, sus libros y apreciábamos en él al poeta y erudito que es a la par. En efecto, el escritor y profesor se muestra como uno de los espíritus más finos que ha dado en los illtimos años el fraterno Chile. Sus divulgaciones e interpretaciones de nuestra literatura hemos de agradecérselas vivamente. Hoy nos llega saltando el mar, esta nueva obra suya, al libro en la mano que reúne el discurso de su ingreso en la Academia da su país, y otros siete ensayos profundos y de corte poético. Hace Scarpa critica constructiva y análisis que esclarecen puntos que, sin su visión, sin su inteligente, agudo discurrir, no acusarían tan vivamente sus valores como con su ayuda sucede. Nos brinda asi aspectos intelectuales de prosistas y poetas que emergen a su penetración. Se titula el discurso con el qus abra este nuevo tomo: Eljiombre perdido en el mundo, tema y raíz de la poesía contemporánea y a su trabajo podemos calificarlo de ejemplar. En cada uno de los más representativos cantores, y también examinando filósofos y prosistas, Rilke, Proust, Mauriae... va encontrando las bases de su fluido discurrir y las conclusiones que ofrece. En los otros ensayos hace comparaciones y discriminaciones oportunas, certeras, hermana nombres: Proust y Plinio; estudia lo que el otoño supone para Georg Trakl; vuelve la atención hacia el admirable Jules Renard; evoca el alma y la poética de liupert Brooke. el poeta muerte en Skyrqs; descorre el velo del pensar y el sentir de Lichtenberg; bucea en la infancia de Carossa, y para terminar recoge, como si fueran dos flores recién cortadas, fr. escas, dos mujeres creadas por dos dramaturgos, Ersilia Drei, de Pirandello, y Blanche Du Bois, de Tannesse Williams. Hay en el libro da Scarpa, para el aficionado a la literatura, una fascinante fuente de deleite. El lector complata, gracias a él, las figuras de los autores que comenta, y adquiere una mayor comprensión de los imaginados personajes. El estilo, nos complace añadir, está lleno de sencillez, de serenidad. Es un estilo- repesado y conmovedor amenté expresivo, que no tiene poca parte en el interés de la obra que suscita esta comentario. LION DEPETRE, JOSÉ: CACERÍAS 7 EN EUROPA Y AMERICA Instituto Editorial Keus. Segunda edición aumentada. Un vol. en cuarto menor con profusión de ilustraciones fotográficas. 231 páginas. Obtuvo, en su momento, un merecido éxito la primera edición de este libro: Cacerías en Europa y América de José Lion Depetre, pero ahora hemos de dedicarle una nueva reseña en consideración a que la segunda edición que coméntenos aparece notablemente aumentada. Ha casado el autor en casi todos los rincones del continente europeo y del americano, mas en su breve prólogo afirma que jamás sintió la emoción cinegética como en España, y explica el por qué. El volumen es, un verdadero tratado, de caza, y se. nos. OMO en toda novela hay siempre algo de autobiografía y enj toda vida, por vulgar que sea, existen elementos novelescos, sobre todo si el? que cuenta esa vida- -la propia o la ajena- -acierta a calar hondo en observaciones y experiencias, no nos preocupa demasiado el género o especie en que haj amos de clasificar esta narración de Nicolás González Ruiz, El regreso da las sombras Mucho menos cuando el propio autor aborda ¡a cuestión en sus Avisos preli ¡minares para resolverla con la faciiidad que es propia del conocimiento personal ie intransferible de su caso. No he podido menos de poner en ella- -en la obra- -cosas que lie visto o que me han sucedido, es decir, parte de lo que me ha ocurrido a nsií y parte de lo que sé esise ha ocurrido a otros. De combinar amibas categorías de hiseíios han sur- i giáo, además, episodios totalmente imaginados... Es decir, ni autobiografía ni novela, si aplicamos un criterio de teórica pureza. Más bien, las des cosas a la vez. Pero, en todo caso, el interés de El regreso de las sombras emana de esta otra declaración de González Ruiz: He tratado ola simbolizar en mi personaje la tragedia de una generación abandonada a sí misma. Trátase, pues, de; un relato de carácter representativo, por corresponder a circunstancias de lugar y, tiempo que con el autor han vivido sus lectores más o menos coetáneos For una asociación, no t! e ideas, sino de las imágenes que suscita el título de un famoso libro, pensamos en la Confession tl im enfant du siécle ya que en El regreso de las sombras el autor se confiesa, y el punto de referencia, que no deja de marcarse en el conjunto de los recuerdos y transfiguraciones, es precisamente nuestro tiempo, sólo que la intención, a. más de literaria o artística, es humana e instructiva. Todo lo cual indica la variedad de elementos que ahí se. conciertan; novelescos, psicológicos, históricos, poéticos y inórales. Bajo esta diversidad de aspectos, se nos ofrece, en su conjunto, la vasta producción de Nicolás González Ruiz, crítico e historiador de las Letras, biógrafo, glosador de hechos e ideas en artíc alos de amplia temática, hombre de teatro... pero en ninguna de sus obras fseles. cada una a su respectivo carácter, hallamos aquellos elementos tan enriquecidos y bien combinados en unidad orgánica, como en El regreso do las sombras He ahí, por tanto, un empeño, felizmente conseguido, por el que González Ruiz ha puesto en juego sus mejores cualidades, con la sostenida atención que nos permite; comprobar, aparte el resultado, la indicación final de este libro: Madriñ 1945 Konda, 1953 Probablemente no ha sido continua la labor de González Ruiz a este respecto, sino interrumpida por sus habituales quehaceres. Pero los ocho años transcurridos desde la primera a la última cuartilla evidencian que el autor se dio a su empresa con el decidido afán de no considerarla, terminada hasta lograr su punto de sazón. La pluma de González Kuiz es facilísima, de, puro ágil y fluida. Pero no olvidemos que los escritores fáciles tienen en su propia. facilidad un terrible y emboscado enemigo. D González Ruiz ha vencido en El regreso de las sombras los riesgos a que le expone ese enemigo de la facilidad que, genéricamente, lo es, casi por defmición, de todos los periodistas. El regreso de las sombras escrito sin apremio, irteluso con fruición en la lentitud de recuerdos e introspecciones, y bajo la preocupación del estilo, no hace visible, sin embargo 1, esfuerzo alguno: el relato es vivo y cálido, como que lleva prendidos girones del espíritu de quien habla: novela autobiográfica, en ese tono íntimo y cordial que hace del lector un confidente. Desde el punto de vista fie la técnica novelística, no deja de acusarse en El regreso de las sqwiibras el proceso de su elaboración: en la primera mitad domina claramente la narración, mientras que en la segunda quiebra frecuentemente el diálogo la línea; del relato. Son contados los rasgos descriptivos, pero detalladas siempre Jas caracterizaciones de personajes, episodios y ambientes, siendo común a toda la obra la. agudeza de observación, el sentido del humor y, en cuanto a materia trabajada, la vida española. No en vano nos cuenta su vida uñ español que va con el siglo. La figura del protagonista se dibuja sobre un paisaje nacional, o extranjero, en determinados episodios, bajo la presión de humanas preocupaciones: del amor y de la muerte, al hilo del natural anecdotismo cotidiano; juegos, estudios, perplejidades, viajes, lecturas, devaneos, tentaciones, crisis de conciencia, peripecias varias. Y, puntualizando, la prueba militar en Marruecos. Y entre las gentes que van y vienen, por la ancha calle de la narración, una mujer vivaz y humana, carnal y fecunda con el; sentido cristiano del amor y del matrimonio en la masa de la sangre un obsequio de Dios para quien supiera llevársela a casa No creemos que la generación del protagonista de El regreso de las sombras -Nicolás, Pedro, Juan, Francisco, etc. -careciese de maestros, en mayor o menor grado que otra cualquiera. De todos modos, con maestros o sin ellos, el problema de su propia, vida lo sueíe resolver el hombre por su cuenta y riesgo. El resultado en estas confesiones de González Ruiz es del todo favorable. Sin tesis expresamente formulada, el lector se siente persuadido de que sólo el camino de la fe en Dios y en sí mismo nos lleva de las sombras jija Ir- 7 M. FERNANDEZ ALMAGRO de. la Real Academia Española C habla desde la de la perdis hasta la del tigre. Si para los aficionados a casar el volumen es interesante, no lo es menos para el profano, qué, cómodamente sentado en su butaca de lector y con el tomo en la mano, vive intensamente las emociones de los cazadores y se entera plenamente de sus prácticas, de los procedimientos, y fórinois seguir, én cada caso. de las características de las piezas. Así se advierte que cazar es un complejo deporte, que si a üeces requiere arrojo y decisión, a más de las previstas condiciones de buen tirador, siempre, pide un conocimiento, una sabiduría. Son variadísimas las descripciones que se brindan, como variadas son las atmósferas en las q yt quien, sigue, estas, pági-

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