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ABC MADRID 01-02-1955 página 30
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ABC MADRID 01-02-1955 página 30

  • EdiciónABC, MADRID
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ABC. MARTES 1 DE F E B R E R O DE 1955. EDICIÓN DE LA MAÑANA, PAG. 30 porte que practica, pero le aconsejamos busque el medio de aprovechar su superioridad atlética para llevarse el balón sin Imponer e l choque. El choque que hay que aceptar cuando es indeclinable y que con su riesgo y sn emoción, supone el título de valor reconocido, que Campanal no tiene necesidad de renovar cada semana. EL MADRID, TORBELLING Cuando en el primer minuto del encuentro, Gento, como una exhalación disparó aquel tiro que se estrelló en un palo y fue a las manos de Busto después de haberlo reexpedido de un buen cabezazo Rial, todos comprendimos que el Real Madrid salía a buscar la victoria sin tanteos ni precauciones de conferencia teórica previa. Cuando el Sevilla respondió con un galope de Araújo por la banda para que Arza. sin parar, enviara el balón afuera en un hermoso remate, advertimos que iba a haber dura y emocionante batalla campal. Y la hubo. Con dos íases. Un primer tiempo prodigioso cíeí Madrid y un segundo tiempo en que los andaluces impusieron su fondo físico ai desgaste excesivo de los jugadores blancos. El resultado fie las dos fases y de la reñida competencia, que no decayó un momento, fue el mejor partido de verdadero fútbol que hemos visto esta temporada en Chamartín y la demostración de que si algo hay que hacer es eso: preparar a los hombres para que cumplan plenamente sus misiones: el ataque y la defensa y esperar después de ellos que se entreguen ardorosamente al combate. Como lo hicieron madridistas y sevillanos, ambos por igual, aunque la victoria premiara el sabio y preciso torbellino de la fase de dojninio del Real Madrid. Si hubiera que buscar una causa para explicar este triunfo, quizá la halláramos en que Ramoní atendió poco a la defensa y Enrique pretendió cortar el juego KUBALA VOLVIÓ A SER El HOMBRE DECISIVO EN LA VICTOR! A DEL BARCELONA En una jornada de triunfos locales, sólo el Alavés conquistó un punto fuera Barcelona 30. En Las Corts, el Barcelona derrotó al Valencia, por cuatro tantos a uno. En los primeros momentos, la línea media valenciana impuso su juego, viéndose dominado el equipo local, y Segarra salvó; un gol a puerta batida, en un tiro lanzado por Buqué. Después, el equipo azulgrana reaccionó y llevó el juego por las alas, obligando al Valencia a retrasar a sus interiores. En la segunda parte, el Barcelona atacó con decisión, mientras que el equipo forastero, con una cerrada defensiva, neutralizaba los intentos. Kubala pasó al centro del ataque y entonces el Barcelona dio más sensación de peligro. El primer gol se marcó a los veintiséis minutos, rematando Bosch, de cabeza, un buen centro. Dos minutos después, Areta resolvió un barullo, logrando el segundo tanto barcelonista; pero, puesta la pelota en juego, en un avance valenciano, Fuertes consiguió el gol para su equipo. Seguidamente el juego cobró gran emoción, lanzándose a un constante ataque las dos delanteras, y a los treinta y nueve minutos, el Barcelona conseguía el tercero, al rematar Mandi una gran jugada de Kubala. A los cuarenta y uno, Kubala, en alarde de facultades, consiguió el cuarto. BARCELONA: Ramallets; Seguer, Brugué, Hanke; Bosch, Segarra; Basora, Kubala, Areta, Molí y Mandi. -VALENCIA: Timor; Quincoces, Monzó, Sócrates; Pasieguito, Puchades; Maño, Fuertes, Badenes, Buqué y Masroig. Alicante 30. Con empate a dos tantos terminó el encuentro Hércules- Alavés. La tónica del partido, en todo momento, fue de una emoción grande, sobre todo en los últimos minutos, en que iba por delante el Alavés. El Hércules jugó su peor partido. A los veintisiete minutos, Rodríguez marcó el primer gol local. En el segundo tiempo, a poco de empezar, se cuela Wilson y establece el empate. Tres minutos después, Echeandía, con toda tranquilidad, se apuntaba el segundo alavesista; pero a los cuarenta, Ernesto estrelló el balón ante la barrera defensiva visitante, y uno de los jugadores, al tocarle, lo llevó a su meta. ALAVÉS: Berasaluce; Sanz, Erezuma, Gorospe; Kaiku, Ibarra; Primi, Echeandía, Wilson, Echániz y Erdozia. -HERCULES: Pazos; Llevaría, Santos, Seoane; Alvarín, Ernesto; Almagro, Xiráui Mekerle, Rodríguez y Mascaró. LAS PALMAS, APLASTA- Bilbao 30. En San Mames, el Atlético venció a Las DO EN SAN M A M E S Palmas, por nueve tantos a dos. Se jugó con rapidez, realizando los canarios en los primeros momentos buenas y ligadas combinaciones, pero el Atlético marcó a los nueve minutos, por mediación de Marcaida, con ocasión de un córner A los veinte, empató Ricardo, de buen tiro, y con ello se animaron los visitantes, mostrándose inseguro Carmelo, si bien muy pronto los vascos volvieron a imponerse y Bilbao marcó el segundo gol a los veintiocho minutos. Gaínza lanzó alto un penalty En la segunda parte, Arieta, a los tres minutos, logró el tercero, y cinco minutos después, el mismo jugador, el cuarto. Pasado un minuto. Uribe colocó el quinto, y a los diecisiete, el propio Uribe subió al marcador el sexto. Seguidamente, Las Palmas, en un lío, se apuntaron su segundo gol, por medio de Sanz, pero a los veinticinco minutos, Arieta consiguió el séptimo, seguido del octavo, obra del mismo Arieta, y el noveno, ya en el último minuto, por Gaínza. ATLÉTICO DE BILBAO: Carmelo; Orúe, Etura, Canito; Mauri, Maguregui; Bilbao, Marcaida, Arieta, Uribe y Gaínza. -LAS PALMAS: Pepín; Verde, Beltrán, Beneyto; Torres, Naranjo; Sanz, Vázquez, Gallardo, Ricardo y Macario. M Í N I M A VICTORIA DE San Sebastián 30. En Atocha, la Real Sociedad venLA R E A L S O B R E EL ció al Español, por un tanto a cero. Los donostiarras ESPAÑOL iniciaron el partido con excelente fútbol, y a los nueve minutos se apuntaron el único tanto de la tarde. Un centro de Zubillaga lo falló Parra, y Paz, con la pelota en los pies, a la media vuelta, la introdujo en el marco. Después decreció la calidad de juego, viéndose avances españolistas, sin peligro por falta de profundidad. Después del descanso, el juego fue de peor calidad, y oyeron palmas de tango ambos conjuntos. Echeveste salvó un tanto en la misma línea y Bagur hizo magnífica parada a un chut de Cruellas, que repitió después, a una infiltración de Arcas. Hasta el final, el Español creó más situaciones peligrosas que su adversario. ESPAÑOL: Domingo; Argües, Parra, Cata; Gamiz, Faura; Arcas. Marcet, Cruellas, Bolea y Piquín. -REAL SOCIEDAD: Bagur; Gordejuela, Suárez, Echeveste; Ontoria, Pérez; Zubillaga, Epi, Paz, Laguardia e Iriondo. DERROTA DEL C E L T A Valladolid 30. En el campo de Zorrilla, el Valladolid EN VALLADOLID venció al Celta de Vigo, por dos tantos a uno, después de un partido igualado en el primer tiempo y de intenso dominio local en la continuación. A los cuarenta minutos de juego, olmedo, a la media vuelta, marcó el tanto gallego, y al minuto, a la salida de un córner Murillo, de cabeza, estableció el empate. Después del descanso, a los veintitrés minutos, una doble falta a Murillo dentro del área se castigó con golpe indirecto, y Tini, de potente tiro, marcó el segundo tanto local. Se distinguió Adauto, por su buena actuación. VALLADOLID: Saso; Matito, Lesmes, Losco; José Luis, Lolo; Cerda Carlos Murillo, Tini y Domingo. -CELTA: Adauto; Quinocho, Lolín, Elíseo; Artime, Villar; Cerdán, Olmedo, Mauro, Azpeitia y Torres. EL SANTANDER B A T I Ó Santander 30. Por dos tantos a uno, el Real SanAL MALAGA tander venció al Málaga en el encuentro disputado en el Sardinero. El juego, en general, no pasó de mediano por parte de ambos equipos. Destacaron en el local, Barrenechea y Maristany. De los malagueños, fáciles de desbordar, destacaron Vera y los medios, muy batalladores, pero sin clase. El primer gol lo consiguió Arsuaga, a los treinta y cinco minutos, a servicio de Bermúdez. Después del descanso, Sobrado, desde fuera del área, lanzó un tiro muy bueno, que se convirtió en el segundo tanto cuando iban dos minutos. A los treinta y uno, Borredá marcó el gol del Málaga, al recoger un despeje de Santín. Después se introdujeron cambios en la delantera local, sin resultado práctico. MALAGA; Vera: Alonso, Méndez, Soto; Solé, Borredá; Martínez, Perellá, Pahuet Lasa y Romero. -SANTANDER: Ortega; Gómez, Barrenechea, Santín; Bermúdez, Maristany, Magritas, Moro, Sobrado, Alsúa y Arsuaga, Resumen de Mencbeta. HAZAÑA DEL ALAVÉS EN LA VIÑA de la delantera blanca interponiéndose en la trayectoria Ae la pelota. Los medios y los defensas sevillanos se obstinaron en un mareaje de zona, y el Madrid aprovechó ese error para enhebrar desde muy atrás sus avances y llevar la pelota rasa hacia Busto, frecuentemente en largas jugadas, en las que ningún sevillano podía tocar el cuero. Grande y eficaz estilo completado por la capacidad de finta de Molowny, que más de una vez, sin jugar la pelota, produjo la abertura por la que poner el balón a los pies de sus compañeros. Y así surgieron los tres goles del Real Madrid. El primero a los diecisiete minutos, cuando Molowny, tras un regate ceñidísimo, cruzó la pelota a media altura hacia la derecha, filtrándola entre Campanal, Guillamón y Enrique, y Rial de un medido testarazo la coló por bajo en la casilla andaluza. El segundo, veinte minutos después, al tomar Rial la pelota, rebotada en Molowny, y avanzar incontenible, pegado el balón a la bota, para tirar, todavía lejos, con la derecha, tan medido, que hizo inútil el oportuno salto de Busto. Y el tercero, a los seis minutos de la segunda parte- -todavía dominaba el Madrid e i un córner bien sacado por Y Molowny que Rial de cabezazo entre cuatro adversarios, llevó a la red. Allí se acababa el tornado blanco y saltaba el vendaval andaluz. EL VENDAVAL SEVILLANO Al fallar Di Stéfano, por muy poco, el penalty con que el Sr. Iturrioz había castigado justamente la entrada de represalias de Campanal a Gento, se alzó sobre el césped madrileño el rápido vendaval sevillano. Se creció Ramoní, arrastrado por él se adelantaron Enrique y Campanal, y el Sevilla, vibrante, hizo replegarse al Madrid, que daba notables muestras de cansancio. El viejo Araujo galopaba ansioso de goles, buscando por el ala derecha camino expedito, pues Les mes fallaba, resentido por un golpe que había recibido, y todo el dispositivo sevillano cargó el juego por la derecha donde Arza volvía a ser el interior ade-

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