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ABC MADRID 12-01-1955 página 3
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ABC MADRID 12-01-1955 página 3

  • EdiciónABC, MADRID
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DIARIO T ÍLUS- ADO DE slKO R M AG i O N G EN ERAL R DIARIO ILUSTR A D O DE 1 F O RM A Gl G E NER A V FUNDADO EN 1903 POR DON TORCUATO LUCA DE TENA oN y E ocupo muy a menudo en m i s pobres escritcs del problema de la soberanía creciente y arrolladora de la técnica sobre la vida actual. Su poder e imperio ocupa, bien mirado, zonas enteras que tradicionalmente dependían de, la filosofía, de la moral y de otros influjos del espíritu. Pero de ningún modo quiere esto decir que sus influencias sean sistemáticamente malas o nocivas. La característica fundamental de la técnica es su neutralidad, y lo mismo puede servir al diablo que al misionero. Ün micrófono no es ni ateo ni creyente. No cabe duda que los automóviles baratos, motocicletas y otros vehículos han contribuido a la dispersión y desbandada de las familias. Pero ahora muchos pastores de almas americanos están muy esperanzados con que la televisión ha de servir, en cambio, para reagrupar los hogares. Claro qué esto hay qué entenderlo siempre, para no llevarse chascos, con moderada prudencia. La técnica, además de neutra, es autónoma e inesperada, y sus resultados que desbordan la lógica del espíritu, suelen ser imprevisibles. También creyeron los moralistas que la calefacción central iba á engendrar ese efecto de recuperación del hogar. Pero luego resultó qué esa esperanza se marchitó porque en los. clubs y en los cines pusieron también calefacción. Como ahora puede ocurrir con la moralizante esperanza de los pastores sobre- la televisión La señora se comprara un aparatito televisor esperando sustituir con él las admoniciones morales de San Pablo, de San Francisco de Sales y de la encíclica Casti Connubii Y. a lo mejor puede advertir con melancolía que el marido- falta más que nunca a la velada casera. Porque nadie evita que el marido le haya comprado otro aparatito igual á la. señora rubia que vive veinte calles más abajo. La última palabra es, pues, siempre, de la voluntad y del espíritu. Lo que ocurre es que todo nuevo aparato, al irrumpir én la vida y el comercio, vive una primerá hora arrolladora en la que, por no entorpecer su nacimiento y progreso, todo se le tolera. Si apesta, si hace ruido, todo se sufre y aun se sab. orea como si fueran los olores y los cánticos de progreso humano. La estética, la prudencia, el silencio, tardan mucho én reclamar, sus derechos y atreverse a encajar la nueva máquina en las exigencias humanas y vitales. Los automóviles fueron durante mucho tiempo feos, jorobados, sonoros y apestosos. La preocupación de la línea y el silencioso -vinieron mucho más tarde, cuando ya se estaba seguro que ño se. entorpecía por eso a la máquina, rema y señora de la época. La campaña en pro del. silencio de la calle que se decidió a multar los bocinazos y los escales libres, fuá como una especie de revolución én que. las derechos del hombre reclamaron sus prerrogativas contra el absolutismo mecánico. algo complicado -cu- yo ejercicio seleccionaba a los mejo. res El que pódia Pero no bien se había logrado el auto- poseer y montar un caballo era el caba móvil- constitucional con derrota del ab- llero A nadie se le ocurre ahora que soluto y faraónico de ayer, que decía, el hecho- de montar en, moto vaya A como Luis XIV, la calle soy yo cuan- producir una aristocracia y que el modo ha irrumpido, arrolladora, en perío- torista de hoy pueda suplir el sentido do de mimó y no me toque nuevo selectivo de el caballero de ayer. Al símbolo de un progreso al que no se revés. El vehículo sonoro, desgarbado y puede defraudar, la motocicleta, abara- a medio hacer, parece que colectiviza la tada y colectivizada en vespa tremen- vida y tira para abajo de su ocupante. da vengadora de los silencios y modera- Para nosotros, los viejog pueblos mileciones impuestas a su padre el auto- narios, complicados de jerarquías formamóvil. j listas, un cura en vespa nos parece Se había logrado ya una calle suficien- -claro, que mjustamente- rnenos cura... temente humana: ordenada y silenciosa. Y, es que el absolutismo técnico, está soPor aquí por las estrechas calles marro- lapadamente al servicio de otra técnica y quíes de Cádiz, se había conseguido más: otro, absolutismo todavía superior: que la casi eliminación del vehículo mecáni- es el mercantil y económico. Un vehípuco sustituido por esa carroza- -invento de lo para coroneles, párrocos, cárpint- res los ángeles y los vientos- -que es el co- y médicos, es una novedad todavía no che de llantas de goma Caminar sobra encajada por las sensibilidades cargadas goma era: una exquisitez civilizada. Sólo de tradiciones. La desaparición de las, se oía sobre el asfalto el trotecillo del viejas categorías- -caballeros, peatones; caballo, que los más viejos y experimen- carroza, mulá o burro, etc. -para ser sus- tados saben meter en compás de tango. tituídas por la persuasión de que el Los transeúntes, al apartarse, aprueban vehículo no es sino un complemento nacómo en el cante: ole... ¡así se trota! tural del ser, humano, tardará en impoPero de pronto esa caile silenciosa. e, idí- nerse. Como que podrá llegar él día en lica ha sido colonizada por la moto que nos pidan limosna en vespa ¿Por en pleno primer período de absolutismo qué no? Cuando todos la tengan- -y ése inmoderado. Creo que entre una moto es el camino- sobre su sillín volverá a con su escape libre y una ametralladora reconstruirse la desigualdad human: no hay diferencia sensible de sonoridad. Hubo un tiempo en que seguramente no Y es peregrino qué se considere normal se concebía, un pedigüeño con zapatos. vivir rodeado del tableteo de una ciudad Hoy es lo ordinario. donde se estuviera librando una batalla Los valores humanos y vitales tendrán decisiva. Además, yo tengo la sospecha la última palabra. El nuevo aparato modé que la moto como toda máquina derará sus ufanías; -se meterá en reglas nueva, hace mucho más ruido de! nece- y discreciones; y admitirá el embellecisario. Suena estrepitosamente, creo yo, miento de los modistos de la mecánicomo lloran los niños chicos: por puras ca. El silencio de la calle volverá a reganas de fastidiar y de hacer notar su cobrar su importancia superior a la de presencia en la vida. Toda máquina nue- toda máquina. Pero, mientras tanto, la va reproduce el ciclo de la civilización y nueva criatura mecánica habrá produci- empieza por la libertad de la selva. El do, sobre la vida, esa serie imprevisible estruendo de una motocicleta encierra en de reacciones y modificaciones que toda su entraña el mismo grito matinal y sal- técnica lleva en sí. Nadie sospecha los revaje de los tambores de Fu- Man- Chu. sultados sociológicos de esa nueva expeToda máquina nueva toma posesión de riencia de la pareja humana, con sahala calle como diciendo no me pidáis si- rianas de cuero, trepidando sobre vía lencies y moderaciones: bastante, hago, sillín. Es posible que los moralistas se con existir Se anuncia y se pregona a pasen de listos si auguran peligros y resí misma... Y teda máquina nueva se écliá lajaciones. No es imposible que el hecho ala calle, a medio vestir, como quien dica, de colocar juntos una rueda pinchada sin preocuparse de estilizar y agraciar sus produzca insospechados efectos moralilíneas. La vespa da la impresión de zantes. Las aventuras mecánicas desvían una sillita que se estaba construyendo de las aventuras amorosas. Como es separa encajarla en ajgún lindo vehículo, guro que el diálogo, a voces, venciendo y que de pronto dijo: ya estoy bien el, estruendo del motor y el tartamude así... ya puedo andar y se echó a la de la trepidación, influirá sobre el- lencalle. guaje humano ya, tan avasallado por el o la al Parte de esa falta- de exigencias esté- cinematógrafo nadie radio Ya dije los principio que puede anticipar ticas y silenciosas de las nuevas sillitas giros anárquicos e imprevisibles de las locas y abundantes, precede de esa otra consecuencias de una técnica. Pero soscaracterística típica también de las nue- vas criaturas de la técnica que es su aba- pecho que para los futuros estudiosos de formas y estilos ratamiento y su entrega a la masa. Las las la vespa tendrá del amor, la escena de primitivas técnicas humanas significaban documental que ayerel trascendente valor tuvo la escena del una superación, un vencimiento, de difi cultades, eme en definitiva engendraban s o f á una selección aristocrática. Así la técniJosé M. PEMAN ca de criar, domar y montar a caballo era de la h cal Acá, mia T nxtñoia. OS V S i l

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