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ABC MADRID 04-01-1955 página 23
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ABC MADRID 04-01-1955 página 23

  • EdiciónABC, MADRID
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ABC. MARTES 4 DE ENERO DÉ 1955. EDICIÓN DE LA MAÑANA. PAG. 39 ¡frivola ín que la muerte del pescador era poco más que un espectáculo desagradable y grandioso que dejaba detrás una estela de miseria, de amargura, de desesperación; una siembra de rencores que sólo pudo neutralizar con su generosidad infinita la superior calidad del alma gallega. Yo ya sé lo que ensombrece un poco este acto, camaradas. Yo ya sé que no hay nada humano capaz de borrar en nuestro espíritu la huella del camarada perdido, del padre o del hermano que cayeron en la contienda brutal del trabajo a la vista de nuestros ojos angustiados. Pero ya no soplan sólo de los cuadrantes de la injusticia los vientos que empujan la vida del pescador. Ya hay algo, en el orden social, que humaniza la vida de los proletarios del mar. España, ceñida de mar casi enteramente; España, p. la que por el camino del mar se Je fue el alma entera hacia la sublime aventura de su maternidad; España, que cree aún que en su grandeza marítima descansará su futuro; España, regida por un hijo insigne de este arco glorioso de la Mariña que ha disparado hacia el infinito las mejores flechas de nuestra Historia, ha instalado en la conciencia nacional un nuevo concepto de los derechos del, trabajador, del mar. Y si no ha podido domar lo indomable, si no ha podido aplacar, la ira del abismo, ha domado el egoísmo del hombre, ha aplacado la injusticia y junto con los sistemas materiales de protección a la vida del pescador en la mar ha creado si: terr; as de protección moral del pescador en tierra. EL DRAMA DEL ALBATROS Nada es capaz de sustituir la vida de un ser humano. Nada dará sombra en el hogar si el mar arrebató al padre joven o al padre viejo o al hermano o al hijo. Pero el drama del Albatros, que nubla aún vuestros ojos y estremece vuestro ser con el fustazo siempre cruel, siempre nuevo del drama en el mar, es menos brutal, es menos desalmado por cuanto suscita en la sociedad, en vosotros, en el Estado que nos rige, todo un sistema de reacciones y de reflejos que automáticamente llevan un hábito de fraternidad, un caler cordial hasta el umbral enlutado de la casa del camarada que no volverá jamás, pero que seguirá llevando en espíritu, a través de las instituciones justas que ha creado un gobernante gallego, el jornal necesario para sobrevivir, para no mendigar, para no aumentar la hueste entristecida de los huérfanos y. las viudas y para que dentro de muy pocos años se olvide totalmente por los que os sucedan aquellas miserables situaciones de antes. Los nueve vencidos del Albatros, camarar as, yo ya sé que están en vuestro corazón de vencedores. Vayan para ellos nuestras plegarias y nuestro recuerdo. Un aire trágico azotó con los vientos del otoño esta cos a martirizada. Hace poco, siete ¿amaradas de la construcción quedaron sepultados bajo su propio trabajo. El ejemplo de unos y de otros, inmolados por España, debe servirnos a todos de estímulo como nos sirve vuestro ejemplo de vencedores. En la batalla laboral los que sobreviven avanzan porque cayeron los que cayeron, Su muerte debe enardecernos y vuestro ejemplo debe empujarnos. Vosotros, fuerte estirpe incansable e ilimitada, brava gente que no le ha puesto límites al mar, alzad vuestras frentes y dominad la tristeza, porque ese es vuestro estilo. Vosotros que lloráis ante una canción pero que lanzáis alaláe. s de guerra cuando el enemigo ataca; vosotros, que sois capaces de las mayores delicadezas del espíritu, pero que so. j también la fortaleza ciega, pétrea e imbatible; vosotros, que, como vuestas costas, o sois playa tendida y apacible sois acanjilado y rompiente p NO V O L V E R Á N LOS VICIOS QUE ARRUINARON A ESPAÑA Hemos visto en nuestro editorial precedente algunos puntos del importante mensaje que el Caudillo dirigió a los españoles al terminar el año 1954: su elogio al hogar español- -célula de nuestra vida espiritual- el considerable avance social que supone la reciente ley de in- ATOCHA, 33- MADRID Ofrece a usted su magnífica colección de abrigos de piel. Modelos exclusivos. Calidades selectas. Precios ventajosos. Presentamos un surtido extraordinario en los colores de moda, propios para el FORRADO DE MUEBLES, CINES, TEATROS, CAFES, etc. etc. Ancho 135 cms. al precio interesante de 115 ptas. m. Enviamos muestras. 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No hay que cargar sobre las espaldas del Estado todos los deberes nacionales, ya que gravitan sobre la comunidad entera, y es preciso, por tanto, que cada cual lleve a cabo los que le competen, seguros te dos de que un día se nos pedirá cuenta de lo que hicimos, de lo que pudimos hacer y de lo que no quisimos realizar por razones egoístas. No puede negarse que en estos últimos años- -tan difíciles paia nuestra Patria- hemos alcanzado un cierto nivel con la creación de nuevas fuentes de riqueza y un aumento de la renta nacional, con su consiguiente reflejo en la demanda de brazos. Mas no podemos sentirnos satisfechos. Hace falta más. La batalla cotidiana por la grandeza futura de la Patria exige un quehacer constante, y en ese quehacer han de participar- -lo harán, sin duda, con alegría y entusiasmo- -1 las generaciones que no vivieron la angustia de los tiempos anteriores al 18 de julio de 1936. Una cosa es la superación del pasado en la unidad y reconciliación entre los españoles de buena voluntad, y otra que pueda olvidarse lo que nos costó esa redención deciVtambién Franco en el mensaje que comentamos. Se ha construido un Estado católico, social y representativo, con sus magistraturas y puestos de mando abiertos a todos, y en ellos es posible la cooperación de todos los españoles para el mejor tratamiento y gestión de los asuntos nacionales. Y, si, por otra parte, fiel a su historia y su idiosincrasia, España recogió de su tradición, la forma de Reino, esto no quiere decir- -añadía- -que esta forma de Gobierno pueda en modo alguno resucitar los vicios y defectos que ocasionaron su ruina. Es más, los qué sueñan qn z las aguas puedan volver a los viejos cauces, se equivocan. Hace años que lo político vienecediendo el paso a lo social, y son las realidades de este orden las que acaban imponiéndose y dominando sobre el tinglado artificioso del viejo liberalismo, ya superado, afortunadamente. En política no se puede vivir de recuerdos; es preciso mirar y construir para el futuro. En este sentido de la política real que interesa a España, son piezas fundaméntales la unidad de les españoles y la custodia celosa de nuestra libertad y nuestra soberanía, principio inquebrantable de la política nacional. España- -como a rma Franco- -no está en un paréntesis ni en ninguna etapa de interinidad; España está en marcha y no precisa tutelas, que no quiere, ni soportaría. Examinó también el Caudillo el panorama del mundo, preñado de inquietudes. España ocupa un puesto que la enfrenta con responsabilidades ineludibles, no soslayadas jamás, que las encaró siempre sil vacilación alguna. Este convencimiento y, esta actitud justifican plenamente nues tra política exterior, que llevó a cabo los acuerdes establecidos para nuestra defensa con los Estados Unidos de América. En el conjunto, de errores universales que

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