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ABC MADRID 10-12-1950 página 3
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ABC MADRID 10-12-1950 página 3

  • EdiciónABC, MADRID
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D I A R I O IL U ST. R A D O DE IN FO R MA C I O N G E N E RA L D í A R I O I L U S T R A D O D E ÍNF O R MA C 1O N G E N E RA L í i los anuncios han fabricado una especie de comprimidos mentales, y la nieve les tapa la un criterio en pildoras, boca. En Inglaterra las conversaciones noches. La radie dice las palabras- que evita toda reflexión. Vacaciones si más interesantes están prohibidas. Es de y c o m e n t a r i o s que no tuvo con su kodak Telón de acero La quinta comal gusto hablar de muertos, de amor, de esposa. La radio sustituye a los amigos. lumna Las fuerzas del mal Por la religión. Es decir, de los tres temas más Ella, algunas noches, congrega a los hijos. libertad y la democracia etcétera, etc. importantes del Hombre. Él diálogo que- Es la nueva abuela mecánica nz en torno El escaso diálogo que aun sobrevive cada reducido al deporte y a los perros. a la chimenea, sino junto a la nevera. rece de saltos imaginativos, de sorpresas, Cuando el gran Livingstonej perdido en La radio está acabando con el diáloes una. África, es hallado, después de inmensas go de los hombres; habla per ellos. Llega de emboscadas, de agresión. Ya no floretes alegre esgrima del espíritu. Los dificultades, por el explorador americano a la cabana solitaria del pastor de los An- esían cubiertos de herrumbre. Stanley, éste, sin abrir los brazos ni dar des y le canta unas sevillanas o una canCuando nos invitan a una reunión, ya un grito, ni palmotearle en el hombro, es- ción habanera; zumba sn el motor de trecha su mano correctamente como si nuestro automóvil y como el tábano de sabemos, de antemano, lo que nos van 4 acabara de encontrarlo en el Club y le las antiguas cabalgaduras no se despega preguntar, Y lo que es más grave, lo que dice, al ver que es el único blanco entre de él, a pesar de la velocidad. Nos dicta, tenemos que responder. Podríamos llevar de gramófono que- hablase por los cientos de negros que le rodean: implacable, sus anuncios las noches de un disco mientras nos dedicábamos a pennosotros, E 1 señor Livingstoné? supongo. luna. sar en otras cosas. La costumbre anglosajona de tener que La muerte del diálogo trae consigo la Una cultura s materialista o espiritua estar presentado para poder hablarse del amor, la del rnalrimonio, la de la amishace imposible los infinites diálogos que tad. Esa maravilla de ir descubriendo un lista, según predomina en ella el ojo o el florecen en los vagones de nuestros trenes, alma, como un continente desconocido, es oído. La vista s materialista. El ver para en las antesalas de nuestros médicos y den- un placer que nos está ya vedado. es tistas, en el tendido de les toros o en los En el mundo moderno, anglosa ón, por creer de Santo Tomás de mucho más penegación Pedro. El- oída entreactos del teatro. falta del diálogo, ya se ha perdido el al- ligroso que laEscucha; es decir. tiene vida Los norteamericanos, aunque herederos muerzo, y la- misma cena está muy ame- es espiritual. interior. Porque no ve, imagina, suena. en muchos aspectos de los ingleses, son nazada. El ciego es dulce y está lleno de espírimenos lacónicos. Pero tampoco dialogan Sin chistes, sin charla, sin risotadas, sin mucho. Cada mañana reciben, con el pe- conversación, ¿para; qué los platos delica- tu. El sordo, generalmente, es malhumoriódico, la consigna de lo que deben opi- dos, las venerables recetas de cocina? rado, egoísta. A las mujeres idealistas se nar. Un año los malos serán los nazis. ¿Para qué los alegres vinos y tes azules las gana por el oído. Una mujer sin espíriOtro, los rusos angulas maiadas con tabaco cubano, o les tu nunca se enamorará de Cyrano poique Esta ausencia de espíritu crítico hace burgaleses corderos jde dos madres, o los está viendo la largura de su nariz y rao. es: posible, en esos países, el funcionamiento pavos cebados con nueces, que brindan con cucha su madrigal. Nuestra civilización es óptica. El ojo es de la democracia. una copa de champán antes del sacrificio, nuestro protagonista, se le ha agrandado En nuestros pueblos latinos, en donde para dar sabor a su ¡carne? en el Ateneo se pone a votación la exisPara las gentes quk no aman conversar hacia arriba con el telescopio y hacia abatencia de Dios (quien gana por un peque- basta con entrar á una Farmacia (que es jo con el microscopio. ño margen) y adeude nuestros estrategas donde se expenden) y pedir alguna de El teatro de nuestras muchedumbres, es de café toman el terrón de azúcar que re- ssas variedades de sandwich que, para decir, el cinematógrafo, es visual, no audipresenta a Stalingrado con una cucharilla no perder 1 tiempo, están ya previamente tivo. El diálogo es lo de menos; lo que imque es el Ejército- de Vorochiloff y un! numerados. porta es la acción, el argumento. Una con; palillo dé dientes que representa a Von versación en el celuloide no resiste más de Déme el número dos. O el cinco. Paulus, Ja democracia, pura y simple, es El almuerzo dura unos minutos. Tal vez tres minutos. Los diálogos se ce tratan casi impasible. pojr eso han inventado! el chicle para su- aparte. Y se paga poco por ellos. En el reActualmente en Miami, en Palm Beach, plir ese déficit ds masticación de sus man- parto 1 dialcguista viene detrás del en toda la costa de la Florida, se ha gene- díbulas. ingeniero del sonido entre el decorador ralizado la costumbre de ir a la playa con Les slogans políticos, las consignas, y el encargado del maquillaje. Se ha llegaun pequeño aparato de radio do a lo monstruoso; a poner diáLos nadadores, las hermosas balogos españoles en bocas que se ñistas se contemplan sin casi dimueven co- m la fonética inglesa. rigirse la palabra. Un movimienSe ha desligado el diálogo del to en el dial cambia el tema gesto. Es una mercancía más; no. de una conversación pronunciadepende de la boca, de los ojos da por una invisible garganta. de la expresión. Caras eslavas veces de Castilla. El hombre común, el moderno, el hombre del futuro, lleva La Humanidad, al olvidarse dé una vida que hace imposible el hablar, dejará también de pendiálogo. Vive a las afueras de la sar perderá todo espíritu. Eso gran metrópoli- tiene que levanirá ganando el feroz Estada tarse a las cinco de la mañana, fnundial que nos amenaza para; desayunar a toda prisa, tomar su el porvenir. La propaganda; sisautomóvil y rápidamente llegar temática, dirigida por técnicos y a la estación para poder coger el psicólogos, va idiotizando msemtren qué le lleva a la ciudad. Allí, siblemente a la Humanidad. Se un taxi le conduce a la oficiestá socializando la estupidez. na. Le es preciso almorzar de pie, Pronto habrá detectares del tinos bocadillos, mal sentado en pensamiento Todos los cjsre 1 taburete de uá bar sira terbroa serán como de cristal, tránstulia y con servilletas de papel. parentes. El mayor delito será ti Cuando, realizando la complica. del Yo. El peor crimen, la perso da operación del taxi el tren nalidad. Y una férrea minoría diAFICIÓN PERTINAZ, POP Eohea, y el coche propio vuelve a su carigente gobernará, tranquila y ¡hermano mayor as incorregible. A pesar de estarle prohibido los cook- tails por los médicos que le asisten, los sa, está rendido. Entonces prentediosamente, sobre un ¡triste unisigue tomando como I tal oosa... dé la radio La radio es la verso de sordomudos. -IQué lástima! tertulia familiar, la sobremesa; -Menoa mal que ahor loe hace oto con las medicinas. Agustín P E FQ 3 ÍA las noticias del día; las buenas Conde de. Fox. 4i, L O S pueblos d e l Norte a p e n a s hablan. El frío PUEBLOS QUE HABLAN POCO i i!

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