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ABC MADRID 07-09-1950 página 5
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ABC MADRID 07-09-1950 página 5

  • EdiciónABC, MADRID
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Cuando aquel excepcional jefe dé Ingenieros que fue el luegro general don Miguel García de la Herranz- -asesinado en Madrid en 1936- quiso hacer la historia, ú? 4 a operación, alguien le representó las enprmés dificultades de escribir el relato cuando sus actores vivían. Los señores Santiago, Troncosp y Quintana escribieron el libro referente a la columna Saro, y el general Goded uno más amplio, que comprende desde él desembarco hasta la total pacmcación de la zona jalifiana. De Ceuta partió la brigada del general Saro, y de Melilla la del general Fernández Pérez, constituyendo una división mandada por elglprioso general don José San ¿urjo. LQS convoyes marítimos estuvieron protegidos por la Escuadra de Instrucción, que, mandaba el almirante Yolií, y por la del Norte de África, del almirante Guerra Goyena. Con las fuerzas dé Melilla llegó la Escuadra francesa del almirante Hallier. El general Primo de- B iyera tuvo el maridó de todas las fuerzas de airé, mar y tierra a bordo del acorazado Alfonso X 1 H El coronel Franco Bahamonde, ya altí simo prestigio del Ejército, mandaba el conjunto de las fuerzas de ataque, formado por Xegión, tropas indígenas y Cazadores. Era su segundo jefe el teniente coronel Liniers. Las Banderas estaban mandadas por Bada y Verdú, y la harka, por Muñoz Grandes. Después de realizar las fuerzas de Ceuta amagos a lo largo de la costa de Gomera. y las. de Melilla a 16 largo de las del Bif, llegó la hora meridiana del 8 de septiembre. Becordamos aquel momento en qué los remolcadores ¡Gaditano y Ferrolano soltaron las estachas de remolque, lanzando sobre la costa- a las primeras barcazas. Franco llevó el primer escalón, maravillosamente, bajo la: Cobertura de la Escuadra. El despliegue fue un alarde táctico. La base quedó sólidamente establecida. Primo dé Bivera, artífice de la política Con el agua al pecho, legionarios y harkeños ¿mandados por el coronel Franco, asaltaron y estrategia dé; Alhucemas, había entrado el arenal de Ixdain, al Oeste de la Bahía de Alhucemas, aquel glorioso 8 d e septiembre; en la gran historia de España. Fue feliz d e 19 ZB. V i el día. Ángel Hernández Menor, brillante oficial de la harka, se contó entre las por- quísimas bajas que lamentamos. Estábamos en Alhucemas. Primo de Bivera había roto, gallardamente, un male- ficio. Estábamos en Alhucemas, si bastante para la opinión simplista, insuficiente para el logro estratégico. Vinieron días- muy duros. El mar. se embraveció. Fuerzas de Melilla tuvieron que acudir a Tetuán para salvar a la capital del Protectorado, No importaba. El gran pasó se había dado. En operaciones muy duras, Sanj Urjo, con Saro y Fernández Pérez, y éstos, con Franco, Muñoz Grandes, Goded y Várela, ampliaron la base hasta dominar Axdir, si bien perdimos entonces a oficíales de la talla de Cardeñosa, Zabalza y Bescansa. Al año siguiente se rompía el campo atrincherado de Iberloken, con el memorable ataque frontal de los Begulares de Cétita, mandados por el ya teniente coronel Várela. Abd- el- Krim estaba totalmente derrotado, y abatido él mito de la rebeldía rifeña. Quedaba el problema de Yebaia: el 10 de agosto de 1927, el general Sanjürjo comunicaba a España, al ocu par Yebél Tariá, jué la guerra de Marruecos había terminado, a los dieciocho años de haber comenzado, a las puertas de Melilla. fev; -Y un cuarto dé sfeioyé; desde aquel 8 de septiembre de 1925. Nuestra oración cívica y religiosa por todos los caídos, y nuestro recuerdo, henchido de gratiud y devociones, hacia el general Primo de Ei vera. La gloria de aquel día nadie se la Apenas establecido el frente, Pnmo de Rivera desembarco para mspeccionarlo, A sü izquierarrebatará. Suya fue la decisión. M. SÁNCHEZ DEL ABCO da cabaiflan los generales Sanjurjo y; Sáro- A su derebha, el Jefe de la vanguardia, coronel. Franco. (Fotos Zegrf.

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