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ABC MADRID 14-12-1946 página 3
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ABC MADRID 14-12-1946 página 3

  • EdiciónABC, MADRID
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MAPRID DÍA 14 DE Di OBRE. DE 19 J 6. NUMERO SUELTO 40 C E N T S EL ACUEDUCTO Y- LA CltoÁD D Ü i 4 1 (y i L U s H T R DO ü É N F O R M A CI O N G E N ER AL r l T La del sentido de; lá -tradícióai, huyendo de Eivtan inefable prodigio concurren el inslas falsificaciones, y de Has imitaciones. La tinto de la Fe, laMntuición de- la, Unidad, los vida sigue y sé transforma, en tanto qué imperativos déla Raza, los mandamientos de el Acueducto permanece, y, el problema se- a Historia. Es como el fíat lux, en las tinieNTRE las- muchas Exposiciones de arte halla en, mantener dignamente el monumen- blas. Por... los caminos misioneros, abiertos que este otoño sí celebran ¡en- Madrid, to, sin qué lo circundante estorbe, a su con- en ía roca, del escepticismo, adelantan hará hay una de singular interés, de la que templación, a hora, día por día- -alma- y vida dte. Espa- apenas ha escrito la crítica, y quiza por esto Por cualquier jugar- que entremos en S e- ña- la Espada y la Cruz: apenas ha sido visitada por el público. Se govia, el- Acueducto surge como, 1 a. espina Antes del, Alzamiento, España mo creía en halla en el Palacio die Exposiciones clél Reti- dorsaj de la ciudad, y, es cuándo- riiás; 1109. nada ni en nadie. Xun pesaba sobre, nosotros ro, y h a y q u é Gstifesar que en unos salones acercamos a él cuando empiezan a estor- ci epitafio de Salisbury- Nacipn sin pul 1 fríos e inhóspitos. Se trata de una, Expósi- barn- Qs las edificaciones que se agrupan y so. -En io exterior, aquella servidumbre inción de arquitectura, y tila nos i. ndíca. hasta aun se apoyan- en; torno aísus. ipiedi as. -Bev í- ernacionalí. qué- nos precipitará en el Desasqué punto existen hoy en España unos ar- aquí un gigante encadenado, con más vida are. En lo interior, aquel sistema de Gobierquitectos inquietos y entusiastas, que no so- 11- Jo lejaiiio que; en loípróximo. El fAcue- nos cuya autorid d fortuiíaveludía j d pisto- s 1 s lamente resuelven problemas técnicos de rea ductb. se ha identificado: coh él paisaje, y lerismo eon la Crists toial Y sié mpre la lizacióninmediata, sino que se enfrentan con, ro- hay; lejanía seg- ovia- na que no- pénet- ei guerra de taifas en eí feudalismo parlamenproblemas, en cierto modio teóricos, sin aten- por sus arcos de- un. lado a otro. A sus pies tatío, girasol de la Sociedad de Naciones. der al provecho material, sino niás bien a las todo ncfó parece pequteño. Lo s hionlfores, lq s Durante el Alzamiento, el destino Provibofriquillos los productos: dé la tierra cii. dencial de Franco alienta el pulso. nacional exigencias de la pitra, creación. Este concurso moíiíoriés. Esta pi edra és tan- Sensible, con formidable impulso racial. s Su esp 9. da se refiere a. la. urbanización del Acueducto de Segovia, y el problema más interesante que todos los murmullos de ta plaza ss en- corta el ntidó g. ordiano de la guerra civil; Su que ofrece este propósito es el dé resolver lazan a ella con cierto rumor de martea. El ie en España restaura él Credo español; -cu- todas las contingencias transitorias frente a agua sigue circulando por arriba, mas ya; yos principios de. Unidad, Autoridad y J- ustí ja realidad permanente del monumento. En la utilidad- aparece vencida por la estética, cia proclama. el- puntíí y hora de su desig- No- h ay juego; de luz yMeisojiibra tanhiia- Hációñ páralJéfeídeÍ! Estado. el curso de los siglos, el caserío se. ha ido agrupandoen torno ai Acueducto de un modo ravill Éo, como el que haceñ- estas píiédÉas Lo? nacion liafron a lo social. bajo é! -pade día y de noch e. En cualquier lugar, del trocinio espiritual legado de la Tradieióii, árbitr ario, y sin que nadie haya sentido la mundo donde yo vea la. luna, me- acuerdo nienctr preocupación por que luzca lo más siempre del Acueducto, que- parece un, edi- sangre y ¡nervio del nuevo régimen, en, el que caben y se encuadran, todos los españ oposible el. maravilloso puente. Este cumpile ficiio construido exclusivam e. nite para- ella, el servicio de- llevar agua a la ciudad, y su para que la -Quna tenga un b llo juguete en. lés que, p 0 r igrf l, j disfrutan sus beneficias De esta suerte, todas y cada una de las insbelleza íntima procede directarricnte de su- las no- ches de España. tituciones- básicas, de Eip aña son del pura utilidad. Diríase que el Acueducto, desde su El Alcázar, construido 1 soibr é di- abismo, cepa española. La Fe, que puebla el territofuerte altura, mira con benevolencia- cuanto le circunda. Sus arcos transparentan el cielo mira- con envidia la solidez de este edificio, rio de; templos y lasconciencias de defetriy el paisaje, eli una. antología permanente de que no parece constmúdo sobre la tierra, íia. La Patria, por cuyas grandezas, la vida azules, de grisies, áe oros y de verdes, y bajo sino nacido de la tierra, tan ligero y -tan, se- pospone a la gloría; -La- Justicia, sin Cuyo, imperio Dios- se aleja del hombre y eí Hom él, cosas y personas se empequeñecen, aplas- fuerte como. un árbol- bre mancilla la Patria. s tadas por la formidable mole, tan segura en Es buen; signo qué un grup o de arquique toctos españoííss se haya- aqercadó. a él, -Ven. la P e r o esos- atributos príncipes, e tar- forman la tierra, y tan alada y transparente en el corona del régimeiri, -han- dé engarnuestro tiempo, y no para- conservarlo, que aire; l zados por la Unidad. L a Unidad, quedes e n l Así, en el curso del tiempo, se crea la pla- está sólido y se, gurQ, sino par- á quitar los Franco la segunda naturaleza. La Unidad, 1 za del Azoguiejo, con su miercado, suvs borri- estonbos- inmediatos que disminuyen su po- que le impulsa- vcadajdiajavrecorrer. ciudades quiJlos, sus montones de sandías, de pimienypueblofeícamposlyllábricasrípuertósfylmi ojos en lo lejano y lo remoto, por 110 caer, ñas, templos y escuelas, cuarteles! y arsen. itos y- de vasijas de barro, sus hornos de asar, sus posadas y sus coches de línea, qu- e pasan en la tentación de apiastar 1o próximo. 4 les, en- la diversidad- deOasjíreg. iones, con el V repasan los arcos, conmoviendo un segunmismo y único afán de hermanarlas, Como en FRANCISCO D ¡E COSSIO do la piedra con un estrépito de cristales. la estrofa 1 españolísima dé Juan de: Mena; Quizá ésta plaza del Azoguejo sisa coiino uno Árla nza, Pisuerga y aún Garrión de los lugares más represeiiíatives- de Espagozan. el nombré de ríos; empero, ña pal a contemplar, un remanso del tiempo. desjsués de juntados llamárnosle, Duero, ¿En qué año nos encontramos? Nos vuelve hacemos de. rnucüos, una relación... I un pocoa la realidad del presente la bocina de un automóvil y Ja voz desafinada de una L. discurso. -de Franco ante Madrid en Yi también engarzados los atributos prínanimadora desde el fondo de un café, que armas de Almas, ha sido una Decía- -ración de Derechos y una Pro cla- cipes por, la Autoridad, virtud, cardinal de g ica sus veladores al borde mismo de los arcos con un absoluto desprecio a la memoria njacióiT de Principios La repulsa deMJa gobernante. La Autoridad, que en Franco es tán, ingénita comofía bondad, tiene en su alto del Emperador. Teodosio. mentisa- extranjera a la hora de la Yeldad ejercicio los dones de Fortaleza y de ¡Tem Quizá este delirio moderno de edificar, española Lo -Derechos, surgidos de ¡3 á Victoria: planza- nunca la uiia sin. la otra, como dos caprichosamente en cualquier sitio, con des. alas en el vuelo o dos manos én el trabajo; contra el comunismo, no vertían retóricas precio del sentido de unidad- del conjunto, siempre en las tradiciones del Mando espa- es el que ha movido a los organizadores amañadas en la impunidad confortable. de ñol, guión de jerarcas, primas: ínter pa- de este concurso a buscar mía, fórmula de la O. N. -U. extranjera; hablaban porcia res, corno señala él propio; Juan de. Mena i urbanización que asegure en el. porvenir boca de la: herida como en 4 el Romancero e s p a ñ o l una noble perspectiva, al monumento: ¿Será Y los que 10 cercan por el- derredor, ¡ésto realizable? En. -los proyectos hay sio- noLos Principios, príncipes de la Historia, maguer, fuesen todos magníficos hombrésj clamaban imperativos de sangre y. igue. Juciones más. fáciles y más difíciles, y; qüivra, siiió hermandad universal de paz y tra- los títulos todos de sus; claros; nombres zá en lo más dif ícií encontramos- 15 única- bajo. La voz- de- Franco, altavoz de Espa- el nombre los cubre de aquel eu señor. mente aceptable, pues el acometer una, emña, no sólo es credo de nuestra independenpresa que iw concierne- a la utilidad sino a cia, sino conciencia- de nuestra unidad, las la estética, hay que optar por- lo que cuniEs dos alas de la Verdad española. ple íntegramente el fin- propuesto, aunque. grito. Antes. del Alzamiento, en el Alzamiento r sea la más cara. En ésta aspecjto, el proyecco! ayer, hoy, mañaná- en l s- -ámbitos y después del Alzamiento, los analesí del x to de Manuel Manzano Marín me parece nuevo Estado anotan, díala día, líora isp r nacionales. a mí 1 el más bello, quizá por ser el más dihora, el proceso, dé la novísima par 4 b la. La ¡mentira extranjera pretende, amedrentar a- Ja, Verdad es. pa 5 filar T f. oTMerwKr (to fen fícil. Ahora bien, en todos los proyectos. se, -Al conjuro providencial, por merced divina, o dticubie di i nrble ambicio i, que e uní icn d L ¿iio c mn 1 sil alu i i i t su sculcio los gobe- ni. ante s, es ama afteiíta j eivlos pueIjilctv ga epitafio. Franco, én- su firmeza de sisno piia la io ui aiqtntectuia ñh E 7- TRES L A TI DOS DE ísaxau. I

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