ABC MADRID 27-10-1946 página 17

LA VIRGEN DE LAS ANGUSTIAS Y GRANADA C ASI todas las? ciudades 1 cristianas elidieron como Patronos a santos que tuvieran urtai relación histórica, mística o ipor otra razón especialmente unida, al espíritu del pueblo que se acogió a ellos. Así Granada, cuya belleza se caracteriza por un. sentido de dolor y Melancolía dramática, que se refleja en sus crepúsculos cárdenos, ungidos de oro y púrpura, Jbabía de escoger como Patrona. a Nuestra Señora de Jais Angustias, que todo hijo de la ciudad ama ootno a una madres dolorida Díñese que en una antigua raiita, situada junto! al actual Humilladero, sei veneraba una tabla con la imagen de las Angustias de Nuestra Señora, donación de la Reina- Católica y probablemente la misma firmada por Francisco Chacón, pintor de doña Isabel I, que se conserva hoy en el Coligió de Escolapios. El arzobispo de Granada, don Pedro Vaca de Castro, mandó construir en terrenos ofrecidos por Felipe II un pequ- ño hospital para la Hermandad y a su lado un templo de gran envergadura y lujo, el actual, que se terminó en 1671. Cuantas personas discurren Carrera abajo, al cobijo de lo; s inmensos árboles que flanquean este 1 paseo, encontrarán a su diestra el magnífico templo de la Patrona, orinado con dos altas torres, (rematadas- en el siglo xvín por chapiteles, hoy cubiertos de tejas vidriarlas, y una portada corintia en, piedra de Sierra Elvira con columnas salomónicas. En el segundo cuerpo de la iglesia, coronada por ujn escudo real, ait cual acompañan otros, sostenidos por ángeles, hay upa hornacina que contiene la imagen de la Virgen sosteniendo en su falda al cuerpo muerto de Jesús, todo- en magnífica cantería, obra hecha por Bernardo Francisco de Mora y su hijo José, a fines del siglo XVII. El retablo mayor, comenzado m 1728, es una maravilla barroca de ritos mármoles, la mayoría traídos de Sierra Nevada, que muestran admirables incrustaciones, así como prodigios de tajla y escultura. Es curioso qu mientras la imagen presente de lu Virgen parezca ser la, misma exactamente que se guarda, como hemos dicho, en las Escuelas Pías, cuente la tradición que la actual estatua fuera encargada a Toledo, en el segundo tercio del siglo xvi, por 1 H susodicha Hermandad, y que fue traída a Granada misteriosa e inesperadamente por unoi? ancianos desconocidos; cuya circuins- dre puede ser sometida. Íes incitó, sin du da, a las transformaciones que en la primitiva Dolor osa fueron introduciendo hasta devenir la actúa! Virgen de las- Angustias. Primero, se le. aífregó la figura mortuoria del Cristo, colocado sobre un lecho etitrí ios brazos de la Virgen; desjpuéjs, -SIÉ le añadió la cruz, al fondo, como del cruento martirio; luego, as la cubrió con el manto neííjo borda do de oro, símbolo ds majestad divina, y se la- vistió ua aiba al colocarle sobre el p cha cierto pectoral sober bio de piedras preciosas, regalo del rzo bispQ Ríos y en, cuyo mom. 11 to hubo necesidad de reformar escultóricamente la actitud de la Virgen, ¡separándola del cuerpeí brazos, v manos, tarr: a que realizó diestramente el escultor Duque Co r. nejo en ¡el año de gracia de 1718. Quiere ckdrse qu la idea de una Virgen Betablo y escultura de Nuestra Señora áe las Angustias. de las Angustias, desgar. radoramente trágitancia motivó que se ¡séñala, ra sin venida ca, con stl Hijo muerto sobre las rodillas, como Ja poseímos hoy, no había de. complecomo milagrosa. t Poro lo más Interesante de todo ello es tarse hasta un siglo después de su advenique está imagen no era, cuando llegó a Gra- miento a Granada. Hoy, nadie, ninguno de nada, tal y como la conocemos hoy, sino unía los ¡granadinos, puede concebir que. la Paíro 1 Soledad tallada en pie, con, fós brazos pega- na no hubiera sido siempre como lo es ahora, Durante todo el año préstame a la Señodos sá cuerpo, las- titanos cruzad 3, s y extendidas sobre el pecho, llevando como vestido ra los acatamientos constantes de oraciones una túnica, también tallada, de. color azul y y promesas que cuantos pasan ain. te e 1 templo entran a depositar a los pies de u Didesprovista de manto. El concqpto de tristura y trágica, expre- vina Majestad; pero especialmente al cosión mística, que los granadinos quería, dar menzar el otoño- rézase la solemne novena, a su Patrona, tai como ellas entendían la que congrega a todo el pueblo de Gran! da encarnación del mayor doStar a que una ma- ante la sagrada imagepi y hace- sguiría luego con un entusiasmo fin limites en muchedumbre compuesta por habitantes, no ólo d. é la urbe, sino venidb- s d todos los pu- b- ecillos de la v ga y stxsj contornos! para asistir emocionadas a la procesión famoMa, que ya de nodlie cruza toctá la ciudad, e- ntre el estruendo de fuegos artificiales, el esplendor de luminarias que e- ngálansn calles y casas, las músicas los rosarios cantados por teorías de niños y niñas, cuyas preces tiemblan tn e- 1 mister, io ¡dte la noche otoña! y en el fervor de los corazones compenetrados con e inmolo de amor y amargura sobrehumana que ante ellos desfila. El catafalco o- trono que conduce Nuestra Síñora va de tal modo cuajado de luces que relumbran e; n las fastuosas ¡ihu jas de que Aquélla aparece cubierta, y es tan grande ia intensidad de las; iluminación- s, cuyos resiplandor- es envuelven a l; i procesión, que la noche se convierto ca, día, laí scinbras nocturnas. en glorioso amanecer y hasta los pájaros, engañados, rompen a cantar entre ios árboles- Bandadas da ilusionadas av- cillas, ep! su mayoría ¡ttsas canoras que cuelgan sus nidos en los próximos jardines y arboledas del Genil, se precipitan como aluvión fascinado dentro del templo en- eguimiento déla Virgen, que deslunibrante retorna tríitnL Virgen de las Angustias con el nuevo manto, en el a e figuran 537 estrellas en recuér. íal a su templo, entre aleteos, fragane as y el do de otros tantos alféreces de la Academia de Infantería de Granada caidos por Dios amor de los granadinos. y por España, recorre en triunfo apoteósico las calles de la ciudad. (Fotos Torres Molina. MELCHOR DE ALMAGRO SAN MARTIN