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ABC MADRID 20-08-1946 página 7
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ABC MADRID 20-08-1946 página 7

  • EdiciónABC, MADRID
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DÍA 20 AGOSTO DE 1946. PIAR IO ILUST R A D O ftg y DIARIO ILUSTRADO AÑO TRICE SIMQNOVENO N. 12.628 g jg jg SUSCRIPCIÓN: MADRID: ÜN MES, 10.50 FJO 5 ETAS. TKOVlNClAS: TRES MESES, 31,50: AMKKICA S PORTUGAL: TEJES MESES, 34, EXTRANJERO: TRES MESES: 51 PESETAS. REDACCIOS X ADMINISTRACIÓN: SiSKHANO, 61. MADRID. APARTADO N. 43. EL CAUDILLO LLEGO EL DOMINGO POR LA NOCHE AL PAZO DE ME 1 RAS DESPUÉS DE HABER VISITADO LA EXPOSICIÓN DE GIJONf. Y DE UN RECIBIMIENTO LLENO DE ENTUSIASMO EN LA CORUÑA La estancia en Gijón. En el Musel fue aclamado entusiásticamente. El vecindario coruñés acogió clamorosamente la presencia del Generalísimo. Llegada de la esposa e hija de Su Excelencia Su Excelencia el capitán general de la ReGijón 18. A las doce y veinticinco de 1 Presencia de Franco ante su gión, Sr. Mújica; el gobernador civil y jefe mañana hizo su entrada en la Exposición pueblo provincial, Sr. Martín Ballesteros; el goberRegional del Noroeste de España Su Excelencia el Jefe del Estado. Aunque durante La Coruña 19, 3 tarde. (Crónica telefó- nador militar, general Ferráter; el alcalde de 3 a mañana llovió con gran. intensidad, las nica. Mucho antes de que el crucero Ga- La Coruña, Sr. Ozores; el rector de la Unicalles del itinerario, desde la carretera car- licia enderezase su proa hacia las aguas versidad de Santiago, Sn Legaz Lacambxa; bonera hasta el recinto de la Exposición, se de nuestro puerto, una verdadera muchedum- el comandante de Marina de la provincia, alencontraban llenas totalmente de público, que bre invadía materialmente los muelles, pa mirante Suanzes; el presidente de la Diputa- acogió la presencia del Caudillo con clamo- seos y jardines fronteros a la bahía. Milla- ción Provincial, Sr. Romay; el presidente de la Audiencia Territorial, Sr. Cobián; general rosas demostraciones de afecto y simpatía. Las casa s de las calles del trayecto se en- res de personas, La. Coruña en pleno, -se ha- jete del Estado Mayor de la octava Regiónbían volcado sobre estos parajes, impacientes militar, Sr. Gutiérrez; el segundo jefe de la contraban engalanadas. ante la anunciada y próxima presencia del En el pórtico de la Exposición esperaban Caudillo. No solamente eran los muelles los que Casa Militar de Su Excelencia, general Franá Su Excelencia el Jefe del Estado el mi- estaban abarrotados de gente: eran las terra- co Salgado; generales de Artillería, Sr. Itur. nistro de Obras Públicas, Sr. Fernández- La- zas, los edificios, los balcones, los postes del zaeta, y de Ingenieros, Sr. Salgado; abad dreda; e l subsecretario de Trabajo, Sr. Pini- telégrafo, los árboles, los tejados, ofreciendo el de la Colegiata. Sr. Fernández; subjefe proJla; los generales Alonso Vega, Esteban In- aspecto de verdaderos racimos Mímanos que vincial del Movimiento, Sr. Vázquez; el adía- ntes, Benavides e Hidalgo de Cisneros; go- se agitaban nerviosos esperando el momento ministrador principal de la Aduana, Sr. Debernadores civil y militar, alcalde de Gijón de juntar sus manos en aplauso unánime. El licado el presidente de la Junta de Obras del Puerto, Sr. Barrieu; fiscales provinciales de y autoridades provinciales y locales. mar aparecía también sembrado de barquichuc- ¡a Vivienda y de Tasas, señores Teijeiro, y Cuando el. Generalísimo llegó a la entrada las a motor, a remo, a vela. La ciudad está Suárez; procuradores en Cortes, señores Mos ¿el recinto que ocupa la Feria de Muestras, profusamente engalanada. Edificios públicos, quera, Fernández Cuevas y Aznar; Estado pasó revista, acompañado del ministro de Ma- casas, particulares, balcones y ventanas ofre- Mayor de la octava Región, miembros del T ¡na, que venía con Su Excelencia, a una cen el brillante aspecto de las grandes solem- Ayuntamiento y de la Diputación Provincia! compañía del regimiento de Simancas, con nidades, con colgaduras y reposteros. todas las jerarquías del Movimiento, jefes de bandera y banda, que le rindió honores. SeCuando las sirenas de los barcos surtos en Cuerpos e Institutos armados, nutridas repre. ¡guidamente, y entre las aclamaciones de la el puerto anunciaron la entrada en aguas de sentaciones militares, civiles y eclesiásticas, de muchedumbre allí congregada, pasó al inte- la bahía del Galicia aquella masa humana la Prensa y otras actividades! Mezclados enrior del recinto, donde visitó varios siands, y, tre el público se encontraban los 1.500 atletas tuvo frases de elogio para las distintas mani- pareció querer precipitarse sobre las aguas. del Frente de Juventudes que participan esfestaciones del potencial económico de As- Tal era su. impaciencia y etnpción, que iba tos días en las competiciones que s e celebran turias y de las regiones representadasen este en aumento a medida que se aproximaba en el Estadio Municipal. Certamen. Entre los sta- nds visitados figura el el navio. Cuando Franco, sonriente, alegre, con Centenares de embarcaciones estaban en el de aeromodelismo del Frente de Juventudes, esa estela de simpatía y cordialidad tan caracque causó grata impresión a Su Excelencia. terísticas, del Jefe del Estado español, apare- puerto y la bahía, ocupados también por una También visitó detenidamente el stand te- te. ció sobre la torreta del Galicia sonaron los enorme multitud. En espera de la llegada del fábrica de cañones de Trubia. En las insta- aplausos y vítores que se hacían ensordecedores Caudillo, el gentío entonaba canciones pa laciones de las minas La Camocha y Duro y parecían atronar el espacio. Toda aquella in- trióticas. Felguera, fue recibido por el alto personal mensa multitud enfervorizada, era un apretaENTRA EN EL PUERTO EL CRUCERO técnico, que le cumplimentó. Termia da la do bosque que agitaba sus pañuelos y vitorea GALICIA visita, el Jefe del Estado pasó a una de las ba al salvador de la Patria. Desde aquel moA las ochó y veinte, las sirenas de todos dependencias de la Exposición, donde le fue mento los aplausos no cesaron hasta que Franservida una copa de vino español. El Caudi -co, en su coche, se dirigió hacia el Paso de los buques anclados en el puerto anunciaron la presencia del crucero Galicia, y un movi. lio conversó co n el alcalde de Gijón y las áu- Meirás. La Coruña, y con La Coruña Galicia ente- miento de patriótica emoción se reflejó enton toridades locales. ra, que dijeron su voluntad el iS de julio con- ces en los rostros de todos, que prorrumpieron EN EL MUSEL. DESPEDIDA ENTUSIASTA tra la horda invasóra, también hoyf ante la pre- en clamorosos gritos y aplausos. A continuación, el Jefe del Estado ocupó sencia de su Caudillo, exteriorizó su pensaA las ocho y ¡media el crucero Galicia su automóvil y, seguido de una. caravana de miento, sus anhelos y sus más sanos deseos ante remontaba el castillo de San Antón y penetraba coches, se dirigió hacia El Musel. Todas las el Jefe del Estado, que viene ásu tierra a en el puerto Una batería de Artillería, situada calles del trayecto- estaban ocupadas por el disfrutar de un breve y bien merecido descan- en el Parróte, ante el jardín de San Carlos, vecindario, que vitoreó y aplaudió con desbor. so. -L. CONDE DE RIVERA. disparaba las salvas de ordenanza. Al aparecer dado entusiasmo al Caudillo. Los buques que el Galicia, el entusiasmo de la multitud se hizo La Coruña 18. Para recibir al Generalí- indescriptible. Millares de pañuelos s? agita se encontraban en El Musel estaban empavesados y, en el momento de apearse de su simo se habían congregado- en el muelle si- ban al aire saludando al Caudillo, mientras ¡uc automóvil el Caudillo, todo 9 hicieron sonar tuado frente al pabellón de viajeros de la incesantes gritos de ¡Franco, Franco, Fransus sirenas, mientras las baterías del Galicia Aduana, las autoridades militares, y civiles. c o! y ¡Franso, s í comunismo, no! atro Una graii multitud cubría todo el muelle y naban el espacio. disparaban las salvas de ordenanza. A continuación, el Caudillo se despidió de lugares inmediatos, así como las ventanas, Su Excelenciael Jefe del Estado venía en 1 las autoridades provinciales y. locales y subió balcones y azoteas de los edificios cercaí? os A las siete menos cuarto de la. tarde llegó puente del Galicia, acompañado del ministro a bordo del Galicia, acompañado del ministro de Marina, almirante Regalado, y del jefe de de Marina, siendo recibido por el comandante al puerto, procedente de El Ferrol del Cau- u Casa Militar, teniente general Martin del crucero. Una gran cantidad de público, dillo, el cañonero Pizarra, a cuyo bordo ve- Alonso. estacionado en el puerto de El Musel, aclamó nían el almirante jefe de la Escuadra, señor entusiásticamente al Jefe del Estado, desde su González Aller, y el cap itán general del De- En una embarcación, los componentes- del llegada al py- arto hasta que el Galicia se per- partamento Marítimo de El Ferró del, Cau- coro coruñés Cantigas da Terra, saludaban al drúo, almirante. Morétí. Esperaban también a- Generalísmo con las notas de los aires regionadió de vista. -CIFRA.

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