ABC MADRID 11-08-1946 página 11

TRAJES POPULARES EN ANSO RKO que si alguna noción común esth distante de su verdadera signitica ción, de su significación literal) es tt noción del traje popular i Qué es el traje popular? V. sobre iodo, ¿qué era el traje popular? He presenciado recientemente un concurso de ¡rajes populares, ansotanos, en el propio ptieblo de A usó. No se trataba de uno (je esos concursos que pudieran más bien llamarse ele- disfraces. El traje an. otano íeineniiyí aun tiene vida efectiva en aquel maravilloso pueblo, lü masculino, menos interésame, puede decirse que es aún de taso común er ¡los hombres maduros, si bien parecen i- tchazar, ie las nueva. gen raciones. Kn Sa calleja- tnsotanas, a nuestra llegada, vimos viejas mujeres vestidas al uso tradicional, que en t iílo pensaban menos en acudir a un concurso. Se trataba, pues, de tana manifestación auténtica de costumbres y modos populare. pues el ambiente, ¡a tradición viva hubieran rt; chazaíli mía ficción carnavalesca. En! t iglesia, amplia 3 diaria contó una Qaredraí. se encontraban las ansotanas que ío maban el cortejo de una fingida boda. Iban con traje de fiesta, cargadas de joya v di tes v con variantes en el color de! íraie o de alguna de sus prenda que 4 enotaban simbólicamente e! estado. 1 la vd ad. (j la ocasión. 1.0 que nadie pudría explicar- C gado y profuso el de fiesta, es un auténtico vestido cortesano. Estoy, poco versado en arqueología indumentaria, pero me pareció un modelo cortesano de las damas de! siglo xv. tal como en códices de aquel tiempo o en pintai Hv primitivas hemos visto reproducido ¡macha- veo; Unu basquina derecio paño verde, de talle niuy cii- ndf hasta el que icapularir v sin ViH. litac! Ón es q u e i jti; l! i s traje- pesados y eosto- r, difíciles df confeccionar y molestodc llevar, pudieran er populares 1 es decir producto espontáneo adaptación fervorosa de un afnéndo en. que. e busque lo cómodo. l i apto para él trabajo i lo. agradable para vi ocio. Él vestido de 1 H ánsofana, má- seni iH d e d i a r i o v más recar- Tipos dfl valle de Ansó. (De la cniccción de miniaturas regionales españolas. os ojos, entre los que pierde una borla qué cubre In nariz, y es el remate d. í singular tocado. l rcsnnií- ji: con razón- ¡os ansotanos de s ej ii vaile dt Aosñ, non el traje tínico de aí rica y n- tosa, ciivo color creo que- indica 3 a ocasión e duelo festejo con que s lle va, corta p; r delante la monotonía verde de la basquina. Una alta gorgnera enmarca Ta cabeza ¡ele la mujer, que. s ¡soltera, cubrecon. un pañuelo colocado primorosamente, sonto una toca, triangular, en la que un pico avanzara s o b r e la frente. Collares, patenas, dije- y otra pieza- de orfebrería, algunas de gran tamair; recubren el pecho casi ha ta la cintura. K 11 ocasión de luto, a! que c e o se cubren c vn un paño blanco a ¡l. íi! asc; ii o que oculta como nn tt K nto ln cafcezr. v i- s o, tro has- éste un traje señoril. A mi me parece un auténtico traie de corti- ómo pudo hacerse c. íimún entre estas gentes hasta In presunciójí de i opular? -Vo imagino- iie, en su nrigen. este traje fue una imitación del traie cortesano de las damas, qtt -Dici sólo sabe por qué caminos llegó a noiicia. de estos nmníañeses del Pirineo aragonés. Sin duda, se propagó comí! última y fcli creación de la moda, y el encariñamiento con él, su tradición de distinguido v. sobre todo, -el aislamiento. de aquel tiiedio rural, casi inaccesible e incomunicado cutí el transcurrí de las modas, hicieron que se fijara y perpetuara, y así, una moda cortesana y fugaz vino a convertirse en patrón permanente del vestir en el riñon rural de una monaña. Xo sabremos nunca qué viento empvtjó v por cuál camino ¡legó! semüta; pero, fruto aclimatado. sigue inmutable... NfnM esfuerzo el de procurar la persistencia de este vestir, como la de tantas costumbre en riesgo. Jorge Puyó, ganadero nnsr tar ¡o. de palabra admirablemente precisa e intuicióji oratoria increíble, nos decía cotí emoción, desde uno de ios balcones consistí niales, las dificultades materiales y morales con que Inclín la persistencia de esta indumentaria. -R ¿ya- -aseveraba con imagen intpre- i: -liante- -un proyecto de cadáver! cilio que sea así. y todos los esfuerzos me parecen pequeños para evitarlo. Ks runcho li. que se ¡v va en cada trate, en e. v a costumbre. n C; I H viejo que de- apar- a Acudamos p a! ct todos a no b icet erda r r ¡1 íorge l tiv. oí! -tu -i) tano, COSS!