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ABC MADRID 18-07-1946 página 19
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ABC MADRID 18-07-1946 página 19

  • EdiciónABC, MADRID
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LA INFLUENCIA DE DONOSO CORTES S on RE el i quebrado paisaje de nuestro siglo XIX pasó Donoso Cortés, en una; nube- -más sombría que Jrisa da- deparándole un tan alto punto da- vista, que le permitió contemplar lo que en modo alguno podían percibir los hombres apegadjos a la tierra. Donoso Cortés veía todo lo de su siglo en abierta perspectiva hacia el siguiente, la, empecatada centuria nuestra. En el siglo XX se han realizado, al extremar el marxismo todas sus! consecuencias, los males, de tipo social y político, que Donoso Cortés presentía cuando dijo en uno de sus discursos, reciente todavía el Manifiesto comunista lo siguiente: El mundo camina con pasos rapidísimos a la constitución die un despotismo, el más gigantesco y asoládor de que hay memoria en los hombres. A esto camina la civilización y a: esto camina el mundo. Para anunciar estas cosas, no necesito ser profeta. Me basta considerar el conjunto pavoroso dé los acontecimientos humanos desde su único punto de vista verdadero: desde las alturas católicas. No necesitó Donoso Cortés, en efecto, ser profeta, y sólo cabe tenerle por tai en lenguaje figurado. Le bastó con su clarividencia, y ésta fue la prenda característica de los pensadores- -o sentidores, al modo qué lo fue nuestro marqués de Valdegamas- -que, dentro o fuera de España, remaron contra la corriente de la Revolución francesa. Nada aclara tanto el proceso histórico corno la relación de causalidad y no pocas de as cosas que se abonan en la cuenta de Donoso Cortés como: vaticinador estaban ya lógicamente previstas, y así, en las páginas y párrafos más citados a ese respecto, no se trata, en ¡general, de cosas que fuesen a; ocurrir, sirio que estaban ocurriendo ya. Por ejemplo 1: el juego de la política internacional en relación con el destino de España, refejrido, por lo pronto, a lo ue ya representaban, por distintas razones en cada casó, los Estados Unidos y Ru, sía, ¿no efjtaba montado én aquellas años dgl siglo X l X de una manera que descubre su Continuidad en el XX? Decirnos esto pensando concretamente en el discurso de 4 de noviembre de 1847. Como podríamos citar el de 4 de enero de 1849 para hallar la justificación de los poderes personales- la. dictadura del sable -Don Juan Donoso Cortes, marqués de Valdegatnas, cúntra el desbordamiento de las masas revolucionarias- la dictadura del puñal peligro cierto en que se debate el mundo tar: Narváez- -escribía ai conde Rac- español, por otra parte. Caso quizá paraactual, pero! que ya sufrió la sociedad misma que había conocido en el trans- zinski- -es ¡a columna que sostiene al edi- dójico que ayuda a explicar la resonancurso de pocos años la dolencia y el re- ficio: el día que la columna caiga, el edi- cia universal de su nombre para honor de ficio entero se desplomará. Como ocu- nueftro espíritu, llamado a Ja expansión. medio el Terror y Napoleón. Donoso Cortés acertaba mirando hacia adelante, rrió, llegada el dramatismo de la prueba. Reelaborado por su auge en Europa, volEn mucha mayor escala la prueba se re- vió Donoso a España rnuy oportunamenporque sabía mirar hacia aírás. La nube pitió dos o tres generaciones después, te, por lo que hace a la cronología en en que le conducía su inflamado numen planeaha sobre la Historia, recibiendo lu- cuando sobrevino la segunda República los años inmediatamente anteriores a española. Resultaban ya muy lejos los su- nuestro Movimiento. Por la índole de sus ces de la verdad religiosa. cesos de que Donoso fuese coetáneo y ideas e inequívoco matiz, sentimental, por Donoso Cortés creía en Dios y en la juez. Pero su alto miradero no había su- la naturaleza de sus desencarnadas e inIglesia, con 1 a fe robusta y diamantina, frido desviación ni descenso. Desde la corpóreas soluciones, a fuerza de espiri costosamente adquirida, del converso, pero nube se contempla el conjunto de las tuales. Donoso Cortés ha ejercido una inrecelaba de los hombres, de las precarias cosas, las causas y los efectos, la íntima, fluencia decisiva- -más que en políticos obras humanas, dando por supuesto que relación en que estriba el secreto de la propiamente dichos y en hombres de Historia. Y a Donoso Cortés volvieron acción- -en los elementos culto. y letraen este mundo el triunfo natural corresponde alma! sobre el bien. De ahí su los ojos quienes sentían la tragedia de dos que preludiaron, invocando la buena reacción contra el progresismo, pero tam- España, no sólo nial gobernada por el doctrina, la lucha de España contra el bién el mantenerse totalmente ajeno al Frente Popular, sino sustraída a su pro- comunismo y fuerzas afine- Llegó el Dicarlismo y quedar dentro del ámbito de pio e indeclinable destino. Para esa rein- luvio presentido, y en el arca donde la la: Monarquía constitucional. Tan absolu- tegración en lo religioso y nacional, Do- Patria hubo de refugiarse para salvarse, noso Cortés suministraba fórmulas pre- bien se nota el nombre de Donoso Corto y tan categórico comió fue Donoso ciosas. tés campeando en uno de ns costados. Cortés y. sin embargo, lo. vernos cotí los Se ha hablado mucho de las fuentes ex moderados, y comprendiendo el pape! inM. FERNANDEZ ALMAGRO termedio qvAi íocí ja N arváez represen- tranjeras del pensamiento de Don. o? o. tan de hi R d í Aci (te nin ih la Jil storin.

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