Archivo ABC
ArchivoHemeroteca
ABC MADRID 23-05-1946 página 11
ABC MADRID 23-05-1946 página 11
Ir a detalle de periódico

ABC MADRID 23-05-1946 página 11

  • EdiciónABC, MADRID
  • Página11
Más información

Descripción

EL PALACIO DE LA CONDESA DE RIUDOMS E los edificios, aun en pie, que verdaderamente merecen el nombre de palacios, destaca el habitado por la condesa viuda de Riudomfi, una Roca de Togores, perteneciente al- ilustre linaje, caracterizado por su amor a las letras. En la calle de Don Pedro, y probablemente sobre terrenos que anteriormente formaron parte del imponente conglomerado al que se llamaba Casas de Osuna, se levanta el caserón de los Roca de Togores, que antaño estuvo unido al próximo, formando una sola morada palacial. Es enorme y moroso. En tiempos fue habitación del duque de Medinasidonia, cuyos rango y ringorrango se aposentaron allí, con grandeza y boafo de príncipe. En tiempos yá de los condes de Pinohermoso se decoró y amuebló el palacio tal cual hoy lo vemos, can sus estatuas, sus paneles y techos pintados, los magníficos Snyders, quizá superiores a los del Museo del Prado, el busto en marmol de la marquesa de Molíns, por él célebre escultor inglés Stuart, el retrato del marqués de Molíns, debido a Madrazo, y muchos cuadros netamente románticos. Aquellos típicos mueblaje y decorado fueron telón de fondo a las pequeñas conspiraciones con qué las damas alfonsinas apoyarp. n la subida al Trono del a la sazón priricipito Alfonso. Si Currita Albornoz, por ventura, tomara vida carnal y se presentase, llevada por la costumbre, en el palacio de la calle de Don Pedro, es seguro que la heroína de Pequeneces podría creerse en su propia morada. Curata subiría la gran escalera haciéndose la alocada. Se precipitaría en el despacho del conde de Pinohermoso, que hoy se conserva tal y como estaba por los días anteriores a la entrada de Alfonso XII eri Madrid. Un cónclave muy distinguido de damas alfonsinas 1 espela raría ya reunido para organizar la famosa manifestación de las mantillas, las peinas y las flores de lis, en el paseo de Coches de la fuente Castellana. A fines del siglo XIX, y principios del actual, el ambiente del palacio había acentuado tj tono literario bajo, la égida de NTRÉ; 1 en el palacio de la conde de Riudams (antiguo palacio de Wnobennoso) Otro de los salones. la condesa de Pinohermoso, luego duquesa de igual denominación. Al visitar hogaño aquella morada me parece ver a la ilustre. dama cruzar otra vez, reposadamente y con majestad, su- gran salón de baile; mostrarme el gabinete árabe, tan característico de aquel período, adentrarse por la galería, con magníficos tapices flamencos colgados en sus Jmuros, y un puff redondo como una rosquilla de raso en el centro. El ventrudo mueble acogía a las amigas de doña Enriqueta Roca de Togores, todas con mangas de jamón. Junto a ellas, de frac (el smoking prenda de segunda no había aún asesinado a aquél) conversarían, entre otros, Cánovas del Castillo, Romero Robledo y un mozalbete muy avispado, Jacinto Benavente, hijo del médico de la casa. Todo el atuendo del tiempo romántico de aquella morada ha sido felizmente conservado por el buen gusto de la. actual poseedora del viejo palacio, la blonda condesa de Riudoms, que ha heredado la belleza arrogante, célebre en la España finisecular, de su madre Angustias Pérez del Pulgar, marquesa de Alquibla, y el talento claro de los Roca de Togores. Gracias a ella, el palacio de la calle de Don Pedro; mudo al exterior, conserva dentro el espíritu diserto y refinadamente intelectual de su antigua existencia. No es un palacio muer, to. Salón de baile. MELCHOR DE ALMAGRO SAN MAÍRTIN

Te puede interesar

Copyright (c) DIARIO ABC S.L, Madrid, 2009. Queda prohibida la reproducción, distribución, puesta a disposición, comunicación pública y utilización, total o parcial, de los contenidos de esta web, en cualquier forma o modalidad, sin previa, expresa y escrita autorización, incluyendo, en particular, su mera reproducción y/o puesta a disposición como resúmenes, reseñas o revistas de prensa con fines comerciales o directa o indirectamente lucrativos, a la que se manifiesta oposición expresa, a salvo del uso de los productos que se contrate de acuerdo con las condiciones existentes.