ABC MADRID 26-04-1946 página 7

LA OBRA FILOSÓFICA DE DON JOSÉ ORTEGA YGASSET N la plenitud creadora de su vida. el insigne! ffliósoío don. José Ortega y Gasset, gloria de la literatura española de nuestro tiempos, ha regresado de Lisboa y pasará en España un breve temporada de descanso. En Lisboa residí ahora habitualmente, y allí estudia y trabaja con una fluidez y una persistencia que su discípulos y admiradores creyeron, un día, en los años de la guerra española, perdidos, por causa de la precaria salud. Don José Ortega y Gasset, que recobró rápidamente sus bríos físicos, parece hoy, en la madurez prolífica de su inteligencia, más joven: que nunca, y e dispone a dar a la imprenta una nutrida serie de- libros fundamentales. Quizá el Paquiro, quizá Velásques... Pero Ortega y Gasset da siempre los libros que de él menos se esperan, v hace esperar a sus. lectores los libros que no da... Y son, a este propósito, de sumo interés las declaraciones que ha hecho en O Secuto, de Lisboa, al doctor Pedro de Moura e Sá aicerca de sus obras en preparación: Ortega lleva m u c h o s años ¡de silenció; sólo interrumpidosi por alguna publicaciones que él considera más bien excrecencias. Pero el aislamiento y la calma de Lisboa (lian coincidido con lo que Ortega cottsidera como la edad propia para la gran producción filosófica. Recuerda sicinpre haber oído, cuando tenía veinte años, a uno de sus maestros, el gran Hermán Cohén, que es quien de verdad redescubrió a Kant y creó el neo- kantismo, senta radicalmente la batalla n tocio el pagaquejarse de que su gran discípulo, Natorp- do filosófico, incluyendo el presente. Áfaca hubiese, un poco atropelladamente, publica- de frente al existencialismo, que, a su juicio, do un libro sobre lógica de la Matemática, es, en sus cuatro quintas partes, un retroceso que por cierto llegó a ser muy famoso ha- y una antigualla. El exorbitante papel que cia 1912. La Filosofía- -decía- -requiere ser otorga a la muerte hace de esta filosofía una guardada mucho tiempo dentro. Piensa Danza macabra extemporánea como lo eí su igualmente Ortega que la Filosofía no es idea misma de la muerte, eme revela un sensólo una ocurrencia sino que Jiay que de- timiento arcaico de ella e impropio de la aljar 1 fermentar largamente esta ocurrencia tura a que han llegado las experiencias hupara que compruebe su solidez, se depure, se manas. Cree que tenía razón Spinoza cuanconcentre y se destile a sí misma. La Filoso- do dice que sabiduría del hombre es meditafía ni puede ni debe ser obra de juventud ción de la vida y no de la muerte Los jóvecomo la Lírica, la Música, la Matemática, es nes van hoy a esta filosofía de muerte exacdecir, los formalismos del alma y la mente. tamente como iban hace sesenta años en PKBien dijo Hegel que en lósetelos históricos, riscal Cabaret de la Morí, donde se bailaba la Filosofía aparece después que ha pasado el último can- can. Este arcaísmo necrófiloes todo lo demás y, como! a lechuza de Atenas, sólo un efecto de otro arcaísmo más esencial comienza a volar al caer de la tarde. que padece el existencialiumo: la pretendida Ahora es, pues, cuando van, rápidamente restauración de la Otitología y de la idea misy en pulsación taquicárdica, a aparecer los ma del Ser ¡que de hecho está ya. en Dilthey grandes libros sistemáticos de Ortega. Den- superada, aunque el propio Dilthey no lo tro de un mes estará en, las librerías su Co- viese y no ¡supiese qué hacer Con esa superamentario al manquéis de Platón, donde pre- ción. E La idea de Ortega es que hay que ir más alia de la decrépita y anquilosada idea del Ser, y, por tanto, más alláde la Ortología, cuya galvanización ha creído el existencia lismo que era una hazaña. Y si se quiere reconocer cosa tal vez muy plausible, que Ja Ontología es consustancial a la Filosofía, entonces dígase que es preciso ir más allá de la Filosofía mutua Porgue la Filosofía no es, como cree el existencialismo ¿una ocupación constitutiva del hombre, sino una forma histórica, como todo, lo humano, que nació un día- -allá hacia 400 antes de Jesucristo- -y que acaso ahora fenece y será sustituida por otra cosa mtfjoi; Tcdo esto que está ya enunciado en un estudio de Ortega titulado Ap- imtes sobre el pensamiento: su T trgia y su Demiiiraia, de 1941, tendrá su pleno desarrollo en el libro El ofigen de la Filosofía, que aparecerá a comienzos de este verano y, sobre todo, en su obra fundamental, tituladla Epilogo... que espera sacar a luz cuando el nuevo invierno traiga sus fríos.