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ABC MADRID 12-04-1946 página 7
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ABC MADRID 12-04-1946 página 7

  • EdiciónABC, MADRID
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De Quevedo y Montalván f TABLABAMOS el otro día de la eqm- compraban los venidos de Zaragoza, era I- -I vocación de don Miguel Herrero por no existir la edición de Alonso Pérez. X 1 tn creer que Alonso Pérez, padre Castellanos, como acostumbraba, debió de Montalván, había hecho una impre- de falsificar el documento calcándolo de sión furtiva del Buscón y refutábamos otro y sustituyendo los nombres. Era un el documento falso de Castellanos. La anticuario fértil en esta clase de superedición que el señor Herrero cree des- cherías, que sorprendió con muchas incubrir stá ya registrada en mi Catá- venciones y papeles patrañeros la buena logo d ediciones de las Obras com- fe de don Aureliano Fernández- Guerra. pletas de Quevedo. Si lo hubiera visto, No sólo en cosas d Quevedo; he habría hallado transcrita la portada exac- vuelto a encontrarme con el en asuntos tamente igual a su fotografía. Ahora, allí de Cervantes. El lector se espantará con leyera: Edición contrahecha a fines del saber que llegó a falsificar hasta la parsiglo XVII o principios del XVIII tida de rescate del autor del Quijote como asi es. Las uves por las úes! Imitando la letra de fines del siglo XVI, pero torpemente, fingió, la partida, con P ro hay más. Lo primero para hablar de libros del XVII es conocer la legis- algunas supresiones y variantes, casi en lación de entonces. Aunque el librero su integridad, para, donde dice el origiAlonso Pérez hubiera hecho en Madrid ana edición furtiva del Buscón Roberto Dupor t no habría podido perseguirle, porque el privilegio por diez años a favor de Du, port, fechado en Calatayud a ¿6 de mayo de 1626, es solamente para el Reino de Aragón y así, cualquiera podía reimprimir el Buscón en los demás Reinos de España, sin pena alguna, como lo fue, en efecto, en el propio afio 1626. en Barcelona, por Sebastián de Cormellas; en 1627, en la misma Barcelona, por Lorenzo Deu, y en Valencia, por Crisóstomo Garriz; en 1629, en Ruán, por Carlos Osrnont: en 1631, en Pamplona, por Carlos de Labayen, y en 1632, en Lisboa, por. Mathías Rodrigues. Y sí era licito reimprimirlo a nombre propio, nada más absurdo que hacerlo con marca ajena. En Madrid no se tiró ninguna edición de la gran novela picaresca en v i d a de Quevedo. Jamás, ni en el Memorial de Pacheco, ni en el Tribunal de la justa venganza ni en los índices expurgatorios, etc. se citan otras ediciones que la de Zaragoza, Barcelona y demás j ni nunca se alude a que se piratease en Madrid la zaragozana; porque no hubiera sido piratearla el reimprimirla, como digo, y quienquiera podía hacerlo. Pero bastaba con los ejemplares que venían de Zaragoza. En carta inédita, que publiqué en el iprólogo a las Obras completas fechada en Madrid en 9 de diciembre de lósKS, estante en la Biblioteca de la Real Academia de la Historia, cierto comprador dice haber adquirido un ejemplar del Buscón de 50 que acababan de llegar de Zaragoza, prueba de que también Castellanos falsea al decir que tal edición se arrebató en el momento de su publicación, que fue en el mes de julio pues se enviaban a. Madrid ejemplares en noviembre, y prueba, en fin, de que si se Dibujo d 4 Buscón por r t r en 1 fimo edición de Verdusien nat natural de alcalá de henares puner natural de la billa de madrid Con ello contribuyó a sostener tan errónea creencia. Suerte que se halla el texto auténtico Libro de la Redemipqion de captivos de Argel en el Archivo His. t 6 rico Nacional. De lo contrario, j a cuántas fantasías sobre la verdadera a, tria chica de Cervantes hubiera dado pá, bulo con su lamentable falsificación I En resumen, estudie un poco más el señor Herrero, y no se enfade, como yo no me enfado, a fin de que ni los libros ni los hombres le den gato por liebre. Las causas de la enemistad entre Quevedo y Montalván no fueron otras que las por mí expuestas, créame. Y así, yo no he suprimido precipitadamente nada de aquella ojeriza. Lo que he hecho ha sido no aceptar documento falsos, ni insistir en errores suficientemente esclarecidos, porque cuando se admiten, se daña la verdad histórica y. ert vez 4 e avanzar, retrocede la investigación. Luis ASTRANA MAíRINl ¿Ambere

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