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ABC MADRID 02-04-1946 página 23
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ABC MADRID 02-04-1946 página 23

  • EdiciónABC, MADRID
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ABC. MARTES 2 DE A B R I L DE ICIO. EDICIÓN DE LA MAÑANA. PAG. 23. DOA TRAVÉS DE NUESTRO SALES completamente masculino, que llevan la generaA B C EN BUENOS AIRES lidad de las mujeres. Un rumor sordo, muy semejante al que pre- D o b l e r é p l i c a al Libro Azul cede a los movimientos sísmicos, se dejó oír Londres i, 3 tarde. (Crónica telegráfica de más tarde. Los competidores se acercaban. Buenos Aires i) 4 tarde. (Crónica telegránuestro corresponsal. García Lcrca, en un Todo prometía ser interesante. Ve, r gritar a un fica de nuestro corresponsal. Trasladémonos ensayo sobre Andalucía, llamaba duende a inglés sería un espectáculo tan excepcional al 12 de febrero, en que se proclamaba en la aquella gracia misteriosa, imposible de defi- como ver a un japonés muerto de risa, y la pkza de la República la candidatura de Penir, que se desprende, o bien de algunas ma- cantidad de asistentes, el interés y la fama de rón en la histórica escena que intentaba repronifestaciones artí: sticas españolas, o bien de estas regatas parecían poder dar lugar a esta ducir en mi crónica del 13. Todavía resonanalgunas y determinadas fiestas populares. El excepción. Me acordé de las traineras vascas tes los ecos de la vibrante palabra del candiduende, según mi modesta y personal inter- en la bahía donostiarra. Los barcos de pesca, dato, a quien los periódicos hasta le escamopretación del vocablo lorquiano, es ese a lgo las piraguas, los botes y los balandros hacien- teaban, premeditada y obstinadamente, el nom 1- -polvo de siglos- mezcla de arte, picardía do casi sólido el mar. Las laderas del Urgull bre, y llamaban, en un bobo alarde de impery elegancia que en España (y no sólo en An- o Santa Clara, las barandillas de la Concha, sonal alusión, candidato imposible, coronel dalucía) se llama solera y que no tiene del Acuario del paseo Nuevo, electrizadas de retirado, ex vicepresidente de la nación, líder par en Inglaterra. Cualquier español cono- entusiasmo... Y ese último esfuerzo por alcan- del partido de nueva creación y otros subtercedor de aquel ensayo hubiera pensado lo zar el galardón de. los remeros amarillos, ro- fugios cuando aún no se había disgregado 1 tomismo al presenciar el sábado último las re- jos o azules, de Orio y San Juan, de San Pe- talmente la masa enfervorizada con casi idolágatas entre los equipos universitarios de Ox- dro o Fuenterrabía, animados por el griterío trica emoción, ya se voceaban los diarios, que ford y Cambridge. Más interesante que nro- de la multitud y la aguda estridencia de los reproducían íntegramente Azul. clamar la victoria de la primera de estas Uni- pitos y bocinas de los barcos rompiendo el juzgó un instante, sólo un el Libro el tal Se instante, doversidades, por una diferencia de tres cuer- aire... cumento, lanzado, según apuntaba en mi crópos sobre su colega y rival, o subrayar que nica, en elegido y premeditado momento como El rumor bronco aumentaba, pero no era desde 18291 Cambridge ha triunfado cuarenta y ocho veces (batiendo el record de velocidad producto de aclamaciones, gritos ni aplausos. certerísima flecha disparada contra el probleaún no superado, en 1877, con 18 minutos y Eran los motores de las avionetas, del autogi- mático talón d- e Aquiles del candida J en cues 3 segundos) y que Oxford ha sido procla- ro y de cuatro barcos de vapor que seguían tión, como epitafio de su proceso electoral, mado campeón otras cuarenta y cuatro, me a las yolas universitarias. Estas pasaron ante como irremisible golpe mortal a su campaña, i parece oportuno dar a conocer el ambiente, nosotros como blancos reptiles que se desli- de proselitismo, tan lógica y licita como la d e el color, todo lo que heriría la retina de un zaran entre las aguas rapidísimamente. Los cualquier contrincante. Pero no tardó en verespectador español que asistiera a esta prue- remeros de ambos equipos iban vestidos exac- se que el efecto resultaba contraproducente en ba deportiva tan famosa, tan tradicional y tan tamente igual. Tan sólo un distintivo, imper- virtud de la patriótica reacción. Y el Libro aburrida. A ello me limitaré, pues, en esta ceptible a distancia, marcaba, a la altura del Azul vio degradarse y difuminarse su color crónica, condenada de antemano a ser publi- pecho, el escudo de la Universidad respectiva hasta desvairse en un pálido casi desvanecido, cada con un lamentable retraso. Dada la cur- sobre las camisetas blancas. Unos niños pal- en un desvanecimiento de ineficacia. El tiro va, nue traza el Támesis, por cuya superfi- metearon; un viejo y único entusiasta, anti- por Ja culata podría llamar alguien a esta cie se deslizan las yolas en competencia, es im- guo alumno, gritó: ¡Cambridge! ¡Cambrid- figura. Las Cancillerías le dieron un correcta posible transmitir una visión total dé la sali- ge! los estudiantes siameses se mordieron carpetazo. Llegó el día 24... y ya se ha vistí da desde el puente de Putney, del recorrido río las uñas, y hubo un movimiento de cabezas cuál ha sido la réplica popular, insaculada ÚTÍ arriba y de la llegada junto al puente de Mort- al preguntar cada cual a su vecino quién era tachablemente de las urnas. lake, a cuatro millas y media ¿s distancia del el cuie iba delante... Cuando las yolas desapapunto inicial. En las casas más cercana ra- 1 recieron, la multitud se disolvió, camino de Empero, como es regla elemental de cortesía cimos de personas se apretaban en los balco- sus hogares, para enterarse, por la radio, de contestar un escrito, la Argentina responde; nes, las tapias y las azoteas. En algunas terra- quién había sido el campeón. A esto se redu- ahora sin prisas y también en su instante pre jas asomaban telescopios, como monstruosas jo mi visión, parcial y, por lo tanto, incom- cisó, y lo hace con una larguísima nota, que prolongaciones de las retinas de los aficiona- pleta, de las mundialmente famosas regatas. rechaza en cinco extensos capítulos las acu dos, y a pie, en bicicleta y a caballo, los sim- Interesantes lo son, sin duda, pero tan sólo saciones imputadas, afirmando una vez más 5 5 1 páticos polkemen ingleses vigilaban bajo su para comprobar, una vez más, que este desapa- posición pacifista, su deseo siempre propicio a S ionamiento que lleva el inglés en la sangre colaborar con las Naciones Unidas, su demoscasco azul marino, el perfecto orden, que no se llegó a romper. Un autogiro hizo su apa- (y que tan buenos resultados da a su polí- tración de haber cumplido todos los comprorición a muy poca altura. En él iban los fotó- tica) priva de color a sus manifestaciones ar- misos internacionales, la inoportunidad da grafos, dispuestos a plasmar sobre el papel tísticas, populares y deportivas. Las cuales ca- aquel ataque político, tan cruel como injusy sobre la cinta cinematográfica los m i s pe- recen de garbo, de picardía, de salsas fuertes y tificado y, enfin, que no puede tildarse de queños detalles. Así, recién salido de la gasa picantes. El duende de García Lorca se moriría totalitario al Gobierno que reintegra al puede un cielo levemente brumoso, sin despla- de tedio en unos espectáculos donde los asiszarse apenas en él aire, moviendo aparatosa- tentes no toman parte en la representación. -blo su soberanía ¿Reacción pública ante esta refutación limente su hélice invertida, el autogiro parecía TORCÜATO LUCA DE TENA. bre a la que no se le ha dado color determiuna araña gigantesca descolgándose de su tela de niebla y dispuesta a hacer presa en el hornado? Dígase que la de una clara y estática miguero humano que desfilaba a tino y otro pasividad, muy semejante a la que produciría lado del río. Más tarde aparecieron también un alegato para demostrar a mediodía que; el dos avionetas que cruzaron en dirección a Putsol se halla en el cénit. -MANUEL DE GONney Bridgg, y un altavoz que no pude localiGORA. zar dio la señal de partida. A dos millas de nosotros, -las yolas universitarias rompían en e, se instante, como dos cuchillos, las aguas parduzcas del Támesis. Los telescopios giraLa próxima llegada de Churchill ron e. n aquella dirección; el autogiro se desLisboa 1, 11 noche. (Crónica telefónica le plazó en busca de los rivales, y el público no nuestro corresponsal. Por fin ha salido a Ja dio ninguna muestra de impaciencia. Tan sólo superficie, sin ambages, la noticia que desde unos estudiantes siameses, pertenecientes, sin P E Q U E Ñ O S S U I Z O S principios del mes pasado venía barrenando duda, a alguna de las Universidades, se frotaban nerviosamente las manos y oteaban el Sevilla, 8. J. Antonio, 15. Fernando Vi, 17 como rumor los medios políticos de Lisboa: Churchill viene a Portugal. Ño es que tul horizonte fluvial. Los espectadores eran de novedad se haya hecho pública con la sanción todos los grupos y clases sociales, y pude hacer del Gobierno; es, simplemente, que en los c a í entre ellos alguna observación. No se veía URGE VENDER gente nial vestida. Los más humildes se di- 1 Cuadros óleo antiguos, modernos. ALCALÁ, 145, tros oficiales dejó de ser desmentida la noticia como todavía lo era hace echo días. ferenciaban de los gentlemen en la ausencia. principal centro. Teléfono 52012. Cuando el lunes pasado se celebró en el teade sombreros, mientras que entre las mujeres tro San Carlo s la gran función de gala en eran los pantalones largos los que mejor mar- 1 honor de los marinos británicos, ningún micaban la diferencia social. Las ladics visten nistro, ningún jefe de protocolo, ningún gegeneralmente con falda y cuando van cen pantalones, éstos son más bien una prenda cir- Gran novedad en tresillos de piel para neral, ningún alto funcionario sabía nada de la venida de Churchill. Hoy todos admiten cunstancial para el campo o el deporte, y no que tal vez venga a descansar durante la Se eso cotidiano elemento de vestir, de corte despacho. Talleres: Espronceda, 4, Temana Santa con carácter particular, aunque el léfono 0712, A B C EN LONDRES Las regatas de Oxford Cambridge A B C EN LISBOA CARRERAS

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