ABC MADRID 07-03-1946 página 3

MADRID DÍA 7 DE M A R Z O DE 1946 NÚMERO SUELTO 40 GENTS. tf mero, que tuvieron cuando Dios cosió por aquí la pelota. Me acuerSo que don Luis, él boticario, que era un guasón, enseñó a decir terribles picardías a un sobrinito de cuatro años que tenía. Recuerdo haberle oído reclaE acuerda usted, don José- -me dijo el mar con su vocecilla cristalina cuando tenía hambre: Caramba, la sopa y donde digo Séneca aquella tarde- cuando More- caramba pongan ustedes todos los suburnito de Algeciras toreó en La Corulla? Uno de la localidad disputó agriamen- bios del diccionario. Pues, créame usted: no te, en un tendido, con un paisano del matador, era el niño el que resultaba insolente; era el cuyo entusiasmo. le había llevado tras él, has- taco el que resultaba virginal. Se daba uno ta aquella plaza, soportando trenes, enlaces cuenta, de pronto, de que no había razón para y fondas. El coruñés quiso terminar la dis- que aquellas poSres letras inocentes estuviecusión con una despectiva afirmación geográ- ran crucificadas en tan feas alusiones. Se fica ¡Bah! Algeciras está muy lejoj. ponía uno del lado de la palabra y la consiPero el otro, entonces, abandonó el tono ás- deraba calumniada injustamente. En el fonpero para sustituirlo por una seriedad pun- do era consolador ver que cuatro años de nitual Usted perdone- -dijo- Algeciras está ñez vencían, en un momento, a muchos sidqnde debs de estar... Lo que está lejos es glos de perversa intención. esto. ¿Y tú crees que esa victoria es la que Per oírle, le contradije: constantemente se da en este aniñado modo- -Pero- el mundo es una esfera, Séneca, y de hablar de aquí abajo? como no tiene centro, nada está lejos ni cerca. -Y hasta en el modo de pensar... No- -Eso es filosofía- -me contestó apoyando es que yo apruebe, por ejemplo, del todo, las. en esa palabra todo su recelo de hombre exac- coplas del contrabandista valiente. Pero alto, hecho a medir pajares- porque no hay guna razón hay para que se haya podido meeso: la esfera Lo que hay es naranjas o. ter en coplas ese delito: cuando a nadie se le manzanas, que todo tiene su ombligo, por ha ocurrido componer las coplas dlel estafadonde estuvieron unidos a la rama. O pelotas, dor ilustre, del juez prevaricador o del malque lo tienen por donde la acabaron de ce- versador de fondos. La razón es el deseo rrar o coser. Lo que usted dice casi es una anarquista que, en el fondo, siente este pueherejía. Porque nada se hizo solo. Todo fue blo viejo, de un mundo con menos rayas y hecho y tiene su costura. Yo estuve una fronteras, y él trabajo que le cuesta admitir vez en Algeciras, y allí se está en Europa y- que sea malo llevar un par de- calcetines y- un en la mar océana, pero, en una hora, en un tarro de agua de colonia unos metros más vapor o úri coche, se puede estar en África o acá o más allá, en cualquier parte de esta en el Mediterráneo. Vea usted, si aquélla no vieja bola, en cuyo centro se. sienta. Yo rees la última puntada de Dios cuando cerró cuerdo aquel curita viejo de San Roque que, esta pelota del mundo. para recordar no sé qué edades de oro de la Comprendí que todo iba hacia algo más y. Cristiandad, solía decir: Cuando todo- el le urgí con la mirada. mundo hablaba latín y no estaba prohibido- -Por eso allí, y por estos sus alrededores, el contrabando Era, como los tacos virgilas palabras tienen las mismas cosas que di- nales del sobrino. del boticario, un retorno cen, pero suavizadas y sin llevarlas a la últi- a la pureza primitiva. O acaso una anticipama consecuencia. Es como el acento. Ese ción de ese mundo mejor de que tanto se acento de por aquí, que se come unas letras habla ahora. Porque, bien mirado, don José, y otras las haoe vapor, quita importancia a todos esos Congresos y Asambleas que andan las cosas y en cierto modo va absorbiendo lo queriendo arreglar un poco el mundo y disque dice. Por aquí se pueden decir sin peli- tribuir mejor los productos, las materias y gro cosas que serían irremediables, dichas los alimentos, lo que están haciendo, en deficon un cerrado acento de Valladolid. ¿Usted nitiva, es organizar bien el contrabando... se acuerda de don Hermenegildo; el notario- ¡Tiempo es ya de que los ministros de las Era tonto, pero mantuvo por mucho tiempo naciones civilizadas releven a esos pobres masu fama de hombre de talento: hasta que se tuteros de caballo y alforja en su tarea de descubrió que era simplemente un cajo de repartir mejor las cosas! buena pronunciación. Era tan implacable, que Pero todo esto no fue más que el prólogo parecía infalible. Un compadre mío decía que de otras cosas que el Séneca rne dijo aquella estaba seguro que había sido pastor protes- tarde, a propósito de este tema. Ds ellas os tante y que se había bautizado ya adulto, por- hablaré en otro artículo. La separación enque su- nomb re, Hermenegildo, no podía ha- tre ambos corresponde- al lento cigarro que berlo escogido más que él mismo, por la el Séneca liaba sonriendo dulcemente a lo crueldad refinada de aprovechar, s i n a h o- que quedaba por decir. rra rnos una, los mayores encuentros posiJOSÉ M. a P E M A N bles de consonantes. Tuvo en el Casino un (Ve la Real Academia Española. duelo porque un día reclamó un asiento di I IM ciendo: Señor: yo estaba sentado en esa mecedora. Eso, entre nosotros, hubiese producido, cuando más, una disputa. Pero. él hizo tan irremediables sus eses y ees al decirlo, que dio la sensación de que venía dispuesto UIÉN no conoce siquiera de oídas a ese a todo... Claro es, don José, que, para. ser francés graso y elocuente que responde justos, nosotros pecamos por el lado contraal nombre de Eduardo Herriot? J Quién rio. No estaba bien tampoco que mi compa- ignora q; ue la constante de esLa vida, casi dre, cuando aquí vivíamos entre huelgas y ti- octogenaria, el hilo que enhebra la aurora y ros, dijera que en el pueblo había una rñi- Ja ancianidad de Harriot, a través de una jilla de comunismo madurez rebosante, procede del telar de la Revolución jacobina? Adolescente, provecto -Ya ves el resultado que dio... -Sin embargo, ¿usted cree que da. mejor o setentón, se trata de un hombre de letras, resultada extremar las palabras y el acento? tanto o más que un hombre de partido. Del Yo creo que este sentido más aniñado y puro primero, dijo Ana de Noaillc- s que tenía ojos que por aquí tienen las palabras, es el pri- de gacela. Al otro, se- atribuyó, coa más ve- D r A R I C I L U s: T RADO D E í O R MA 6 1 O N G EN ER A h tí rosimilitud que verdad, é 1 mando de t m regimiento de. la R isia bolchevique. El biógrafo de Betthoyen y de madama Recanrier es, al propia tiempo, macero tís la tísmccraci a, parlamentaria, celador del sufragio universal, álguícil del i- brepen- saniiei ó. Nieto de aquella Francia que, habiendo aumilaclo de Rousseau el mito de la frlicidad terrenal, impuso a los pueb o; de Europa- -todos mimos Rusia- r- -la Declaración- ds- los Derechos dlel Hombre, trasoñó una, patria igna de la Enciclopedia, una patria crin iglesias que. fueran escuelas de arquacüogía, y escuelas que fueran templos de 1 la r azótl. OelC S te la clsfensa nacional, no admitió, sin embargo, otra soberanía que la que saliera da las urnas. Creyente en la igualdad y la fraternidad entre los hombres, creyó, asimismo, que, d- et haber pobres y r: c: s. Apasionado por las- Catedrales, góticas, sa opuso siempre a que la eiiíeñanea religiosa ungiera lals aulas de la República. No estuvo en la Romai de Musso- lini, pero vina al Madrid de Ázaña, dos veces Madrid. No pernoctó jamás en, la. capitel Üel Terc; r Reich, pero compartió yantares y sobremesas con el déspota georgiano en el cofflfedpr del Kremlin. Suyos fueren lia ¿nic ativa del Meque de; izquierdas eri 1925 y el visto bü- e. 410 con que el partido radical- socialista autorizó, diez a. ñcs más tárete, la alianza cutre íl comunismo revolucionario y la burguesía, masónica. Hetir- iot hubiera, quizá, querido permanecer fu el fiel de la, balanza, mas, puesto a elegir, prefirióla la amistad del Eje la conexión de los soviets y la dén gogia española, a la disciplina lusitana. Pas d cnnemi á gauche, era su lema. Sobresalió como ministro, presidente del Cornejo, jefe de partido, alcalde de Lyon, presidente át la Cámara... Si 1 radical- socialismo, armazón y columna vertebral del régimen sicaifedo por el armisticio, llena una página da la Historia de Francia, Eduardo Herriot encarna, a su vez, todo un período- -1918- 1939- -do la III República. Ha sido el nexo, 1 telón de fondo, el denominador común entré dos guerras y dos armisticios. Ha sido tamfiién, y por consiguiente, la ninfa Egeriai del laicis. mo, el antifascismo y el Pacto- franco- soviético... Eduardo Herriot: un hombre gordo, desaliñado y capilar; un impostor y un erudito, un demagogo y un- humani- sta, según León DaudeC Lo mismo improvisa; un dis- curso en latín que elabora con gramática parda una arenga electoral. Hasta que un día, la patria le puíde. Le puede hasta el punto de que, por primera vez, afirma que el enemigo no está a. su diestra, sino a su iz- quierda. N 03 hallamos n plena aventura, acaba de afirmar en Lyon, y nadie ssbe cómo vamos a salir de ella. El Parhmnito se ha convertido en un instrumento inerte, veces inútil. Nuestras finanzas y nuesa tro abastecimiento yacen. en situación deplorable. Todas las libertades, inclusive- la libertad de Prensa, lian desaparecido en un. régimen qu, e; cs, de hecho, MÍ régimen totalitario. Igual, exactamente iguil, que en la primavera española de 1936. Mas si en 1936 Eduardo Herriot llamaba fascista a la cpo r sición del Frente Popular español, hoy el fascista es él, según sus asociados de entonces. En la secta. formada por la burguesía masónica y el comunismo revolucionario, nadie que no sea Moscú puede ejercer el derecho de excomunión. MARIANO DARANAS EL SÉNECA Y LAS PALABRAS S Q EDUARDO HERRIOT, NEOFASCISTA