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ABC MADRID 26-02-1946 página 3
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ABC MADRID 26-02-1946 página 3

  • EdiciónABC, MADRID
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MADRID DÍA 26 DE FEBRER 0 DE 946 NUMERO SUELTO AQ GENTS. POESÍA, NATURALEZA Vinci, en suma, nos dice lo contrario de lo que se expresa en la sentencia citada. En tiempos de Vinci no existía la ciencia oceanógrafica. Viven en los abismos del océano seres extraños; la Naturaleza les ha dotado de un organismo resistente a las enormes presiones que aplastarían, de otro modo, a esas criaturas abismales. Las tinieblas, en esas profundidades, son densas; la Naturaleza ha proveído a tales seres de órganos lumínicos especiales para orientarse en la oscuridad. Procede con brevedad la Naturaleza o prolijamente? ¿Es sencilla la Naturaleza o complicada? El labriego cuenta sólo con algunos centenares de vocablos para expresar sus ideas: el hablista dispone de millares. El labriego no acertará a describir un amanecer; ni cuenta con palabras ni tendría arte, si contara, para la descripción. Allende de que a los labriegos no les cautiva, estéticamente, el campo. El hablista, con el vocabulario del labriego, vocabulario restringido, no podría tampoco pintar minuciosamente el nacer del día; lo describe gracias a su extenso y variado léxico. Quién es en este caso el sencillo: el labriego o el artista? A través de qué persona procede la Naturaleza con sencillez y con brevedad? D I AR I O I L U ST R A D O D E í NF O R 1 v A G 1 d N G E N E RA h amable y propiciatorio. Los japoneses, entre otras cosas extrañas, son gente mélica y meliflua: destilan lirismo y mid. A San Francisco Javier c deleitaban el alma A Engdbert Kaempfer e subyugaban por su dulzura, su industriosidad, su civilidad, su pulcritud, su elasticidad acerada de cuerpo y de alma. Son valientes. h p roicas, vengativos y deseosos de renombre decía también. Y cservados, extremosos en la circunspección, dueños de sí en el sigilo y la cautela. Pierre Loti derrochó adjetivos en desprestigio ele los japoneses, porque todo lo japonés le parecía antediluviano, momificado, minúsculo, chato, miope, amanerado, grotesto y bufón. Todo lo cual es cierto... Pero también ID anterior... Fierre Loti no pasó nunca de la superficie túrgida, fúlgida de las cosas. Los supervivientes de Nagasaki están, al parecer, más obsesionados por la zalema que hay que rendir al vencedor que por la indeleble injuria de la derrota, y sonríen, obsequian y se someten voluntariamente al Ejército ocupante. Les es ajeno el sentido de culpabilidad. En el Lejano Orieníe 110 cxiito la noción del pecado, transmitida al Occidente por el cristianismo y por los sacramentes, e l bautismo en primer lugar. Hay nodulos inexpugnables de la vida oriental adonde no penetrará nunca el europeo. En los festivales shinto (el shiniohmo acaba de ser abolido como religión oficial) existe el concierto silencioso los músicos tcoau- -hacen que tocan... -sus instrumentes de cuerda y no permiten que llegue a oídos profanos el ritmo hierático. Son composiciones esoléricas; no se sabe de nadie que las haya escuchado. Los intérpretes ele esa música sagrada reciben el secreto por vía misteriosa, de manos de unos maestros ocultes, vestales de la tribu, y no pueden profanar el legado con una ejecución efectiva y demótica. Seiscientos años antes de Jesucristo, el filósofo chino Lao- Tse enseñó al pueblo de Yamato la ética materialista de la rcjimiciación: En el contentamiento humildes y en el sometimiento a la voluntad ajena hallarás un día tu verdadera grandeza y tu fuerza para dominar. No resistas al vencedor, no te vengues de su injuria; aguarda. Antes se cansará él de mandar que tú de obedecer. El jusulstt es la expresión deportiva de todo un sistema moral concentrado en apotegmas de esta, laya: La suavidad vence a la dureza de corazón. Ju, en japonés, es suave; jutsu, arte. El arte suave del jusulsn, que sustituye, en las escuelas aristocráticas, a los ejercicios de fuerza física, consiste únicamente en obligar al rival a que luzca y despliegue profusa y vanamente todos sus recursos de vigor y destreza, induciéndole a efectuar algún movimiento que proporcione al jusuísisfa la ocasión de emplear su astucia en la definitiva derrota de un contrincante más fuerte, más sano, más poderoso y más sabio. i Y no serán la táctica del y el esoterismo tribal de los conciertos silenciosos, y la fisolofía materialista de la renunciación, IK motivos íntimos, conscieaitemente desarrollados, que promuevan en el japonés de Naga- aki ose sometimiento dúctil, total y beato, que denuncian lo; corresponsales de Prensa le Nueva York? EPASO uaa antología de poetas; lo que más. advierto es la infidelidad en la copia de la Naturaleza. Don Es- íeban Manuel Villegas, el mofador de Cervantes- -precisamente en tres versos que contienen un solecismo- -nos dice en una conocidísima poesía: Yo vi sobre un tomillo- -quejarse un pajarillo. Nadie dice sobre un tomillo, sino en un tomillo. 1 poeta, si necesitaba una sílaba más, caso de que tuviera el propósito de emplear la preposición en, pudo haber dicho: Yo he visto en un tomillo- -quejarse un pajariílo. Pero lo que importa a muestro propósito no es la impropiedad en el uso de la preposición: el tomillo es una plañía rastrera; sus tallos no son adecuados para que en ellos se poíe un pájaro; yo no he visto minea un pájaro posado en un tomillo; pero el diminutivo en illo, de pájaro, pedía un tomillo. Si el pájaro hubiera sido un pitirrojo, tendríamos un rastrojo; si una cardelina, nos encontraríamos con vina encina. El duque de Rivas, en la descripción de un íaro, el de Malta, escribe que la noche tiende el manto rico, que el céfiro amoroso desenrolla. ¿Y si no hubiera céfiro, que, tratándose Y ahora el epílogo... sencillo. Sencillez de mar, debiera ser brisa? Si no hubiera y complejidad, brevedad y prolijidad son céfiro, cosa fácil, tendríamos que quedarnos sin noche, puesto que no podría ser des- ideas enteramente humanas; son nuestras y no del mundo exterior; emanan de un conenrollado su manto. Federico Balart, tamcepto antropocéntrico del cosmos. La Nabién hablando de la noche, nos pinta el rayo de la luna reflejado en la cresta de turaleza se ignora a sí misma, ignora al homescueta duna Las dunas son montecillos bre. No es nada de lo que nosotros le atrimovibles de arena; las crestas, en el gallo, buímos. No es nada, y acaso lo sea. todo. ¿Qué sabemos lo que es la cosa en sí? No son dentelladas; en los montes son riscosas. No creo en la duna con cresta. Dice el poe- pensemos en esto. Continuemos escribiendo; ta a seguida, dirigiéndose a la noche: Ne- escribiendo sin prejuicios ni vanidades. AZORIN gra noche que dejas de monte a monte- -granizado de estrellas el horizonte. ¿Y ti no hay montes? ¿Y si nos hallamos en el Sahara, en la Pampa, o, por lo menos, en Tierra de Campos o en la Mancha de Albacete? Gustavo Adolfo Bécquer, en la pinA se ha visto que Hiroshima, primera itura de un jardín inculto, nos dice, entre ciudad bombardeada por la bomba otras cosas, hablando de unO s árboles, que atómica el y de agosto de 1945, remasu icopas se habían cubierto de céspedes nece al anuncio de la primavera. Tiene tra ¿Céspedes en las copas de los árboles? Seza de sonámbula, y el talante, adusto. Nagarían tal vez muérdagos. saki, segunda víctima de la desintegración ld átomo, fue bombardeada el 9 de agosto, ¿Había en lo antiguo más facilidad para y aunque el artefacto era más potente, no se la observación que modernamente? El sen- ha advertido en sft vida externa la patética tido de la Naturaleza es cosa moderna; pro- discontinuidad que caracteriza a Hiroshima. cede del siglo XVIII. El estudio de las cien- La razón es que Nagasaki está naturalmencias naturales ha hecho que se sienta aho- te escindida por colinas que han servido de ra el paisaje como no se sintió en la anti- valladar a la mortífera o emponzoñada digüedad. En lo antiguo el paisaje era casi fusión de esos rayos gamma, de los cuales únicamente visual; entran ahora en el pai- se dice que, inmergiendiose en el riego sansaje, además de la vista, el oído, el olfato y guíneo, producen la muerte a las veinticuadiríamos que también el tacto; aparte de ser tro o cuarenta y ocho horas de la explosión. el paisaje antiguo estático, inmoble, y ser el Los efectos 110 fueron tan desastrosos en Napaisaje moderno evolutivo, conforme a un gasaki. El puerto quedó intacto; la bomba proceso de tiempo y desenvolvimiento de las atómica ha dejado un resquemor menos cosas. ¿Y es sencilla o complicada la Natu- amargo y un rastro menos doloroso. El Ejérraleza? ¿Procede con brevedad o de un modo cito norteamericano de ocupación alterna hoy prolijo? Leonardo de Vinci escribe que las alegremente con I03 indígenas, y baila y reoperaciones de la Naturaleza se verifican toza con esas gentiles cantatrices, las geishas 11 el pin breve modo e tempo che sia possibile; (heteras como las que en Grecia se casaban del más breve modo y tiempo posibles. El con filósofos y e. tai 1i sl. is del rango de Periarte es imitación de la Naturaleza. Cuando clcs) educadas oscrupulos. nneute en las arcontemplamos la pintura da Leonardo de tes suliK- s (le la conversación, i.i danza, el can, Vinci, nos sobrecoge una sensación de com- te y el halago sinuoso. plejidad; algunas de las figuras de este pintor; como el San Juan, en el Louvre, susciNagasaki y todas las grandes ciudades del tan sentimientos contradictorios. El arte de l a w n ofrecen, al vencedor un espectáculo R NOTICIAS DE NAGASAKf Y Luis CALVC

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