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ABC MADRID 16-02-1946 página 3
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ABC MADRID 16-02-1946 página 3

  • EdiciónABC, MADRID
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MADRID DIA 16 DE FEBRERO DE 1946 NUMERO SUELTO 40 GENTS. jg 8 DIARIO ILUS J E ÍNT R AI G F IR M A I (S) N Q E N ER A h que hoy llamamos xix, los filólogos y los anatomistas, seducidos, como todos los hombres de su época, por las explicaciones físicas, encaniíararon resueltamente satisfactoria la hipótesis de aquel viejo Platón, tan aficionado a especular sobre la visión y los ojos del hombre. Pero los sabios son tan capaces de extrañeza y asombro, que se asombran y extrañan ante las más razonables opiniones de sus colegas; por eso puede haber una historia de la Ciencia. Hoy, cuando es más esplendente que nunca el señorío de la Física sobre la vida del hombre, otro sabio ha buscado los puntos flacos de la hipótesis de Platón. Sí yo miro mi imagen reflejada en la pupila del vecino, no veo una muñeca, sino una minúscula cabecita. De otra parte, ¿por qué el género femenino de todas esas palabras: pupila, niña, muchachita? La explicación física no sirve; en plena era atómica la Física va a ser vencida por la Mitología. Hubo un tiempo en que los hombres vieron en el Sol una divina doncella, que de cuando en cuando recibe en su cámara celeste la rendida visita de un mozo pálido y trasnochador, 3 a Luna. En los primitivos mitos de los pueblos semíticos as femenina la divinidad solar y varón el dios lunar, como en el alemán actual tiene género femenino el Sol y masculino 3 a Luna. Por otro lado, el mito y la poesía vieron siempre en el ojo del hombre un sol del rastro humano. La figura d ¡e nuestra cabeza ha sido interpretada durante muchos siglas- -hasta xvi 1 de nuestra era, cuando menos- -como una copia del universo: lo que en el firmamento es el Sol, eso es el ojo en el rostro humano. El Sol es la niña del universo el ojo es el sol de la cabeza humana, la niña de la cara Galeno tuvo la ocurrencia de llamar iris al círculo coloreado del ojo. ¿Por qué? Iris, hija de Talamante y de la oceánida Electra, es la rauda mensagera alada de la diosa Juno, que Virgilio pinta cubierta de rocío 1 y brillando con mil diversos colores bajo el Sol. Iris es también el arco coloreado que anuncia al Sol después de 3 a procela. Iris será, en consecuencia, el círculo versicolor que hace visible y bello al sol del rostro, al ojo. Sin saberlo, cuando llamamos iris ni círculo coloreado y pupila al círculo negro del ojo, recordamos la época en que el Sol era una niña rubia, cortejada a diario por un príncipe de plata. Mientras el Radar denuncia la recepción de ondas precedentes de la Luna y los astrónomos fotografían nuevas manchas en la faz del Sol, otros sabios descubren viejas inVtonas del Sol y la Luna en, las ciMrosijos mismos del idioma. Pero no se acalian y. n e: K los cuentos del Sol y la Lima. Otro día, fi queréis, os contaré por c ué llamamos hiiiátícos a Jas perturbados d- la mente. PEDRO LAIN ENTRALGO CUENTOS DEL SOL Y LA LUNA -j- os astrónomos están descubriendo giranI des enanchas en la superficie del Sol; -L- los físicos recogen ondas electromagnéticas reflejadas en el rostro de la Luna. He ahí s; mensajes que nuestros astros más familiares nos envían hoy a los curiosos habitantes de este querido y agitadoplaneta. Hablan ahora a los aparatos registradores, cenia antaño hablaron a los ojos y la imaginación. ¿Aceptaréis que un profe sor se siente- junto a su mesa profesional y os- cuente. uri historia de la. Luna y el Sol, una historia d aquellas que veían en el cielo los hombres antes de que hubiese en el mun- do- ecuatoriales y válvulas electrónicas? -Oíd. Todos- sabéis que los españoles cul- tos llaman pupila -esto es, muchachilla- -ra ese circtílito: negro situada en el centro del iris. Niña del ojo suele decir el pueblo, traduciendo al romance la palabra latina. Los griegos llamaban a- las niñas de los ojos kóirai esto es, muchachueias, pupilas, muñecas. El vocablo kanínaka significó para los antiguos indios muchachita y niña del ojo como para nosotros pupila Hay, en fin, una región alemana entre el Neckar y el Meno- -el Odenwald- -adonde- llaman a las pupilas kíndl niñitos o nimias. Cuatro paisajes bien distintos: los altas llanos de Castilla, el litoral ático, la. ribera del Indo, la selva germánica. ¿No es curioso que en todos- ellos, con tantas lenguas y tantos siglos de distancia entre tino y otro, -se nombre a lo negro del ojo con una palabra que significa. -a la vez, niña o muchachita? Bien, diréis; pero ¿qué relación tiene todo esto con la Luna y el Sol? Alguna, hay, aunque no lo parezca. Hay una rara- especie de hombres, los sabios, que no se divierten. si no descubren entre las cosas relaciones ocultas a los demás mortales. Para lo cual, conviene decirlo, empiezan por. algo que está al alcance de todas las almas sencillas: primero se asombran ante lo que ven y luego se proponen como problema eso que les asombra. Nada más inocente, en principio, aunque luego salga de ahí la bomba atómica o la doctrina de Marx. Platón fue, según parece, el primer sabio asombrado ante el hecho trivial de que los griegos ¡llamasen kóre muchachita, al círculo negro del ojo. El asombro de Platón se le convierte pronto en problema, un problema que requiere solución. ¿Por qué esc Hombre? Su respuesta sale de la boca de Sócrates y llega a los atentas oídos de Alcibiad- es: Si alguien mi. -a de cerca un ojo, ve en él su rostro como i un espejo, y así a! -o que llamamos -kórc (pupila, niña) es a la minúscula imagr- n fiel observador. La pupila habría sido bautizada a- í porque los hombres se ven en ella como diminutas muñecas. í La idea de Platón tuvo fortuna. Plutarco 2 a recogió. Muchos siglos más tardó, en el LA UNIVERSALIDAD DE LA IGLESIA NOS y otros yerran, tanto los que creen que la minoría italiana en el Sacro Colegio es un peligro para la Iglesia como aquellos que baten palmas con alborozo prometiéndoselas muy felices ante la mayoría de cardenales extranjeros en la Sedo romana. El actual Consistorio ofrece para los comentaristas del mundo entero un amplio campo de temas, evidentemente sugestivos por 1 hecho escueto de que Pío X I I- -Papa colosal que mantiene viva y eterna la misión divina y humana del Pontificado en medio de la confusión y la ofuscación de una postguerra sin paz- -afirma la rotunda y casta universalidad da la Sede Apostólica. Eugenio Pacelli, dos veces romano por haber nacido en la Urbe y por Vicario del Cristo, en cuva piedra romana edificó su Iglesia, sabe perfectamente lo que Roma significa como cabeza y esencia del Universo. El error es creer, como tratan algunos ensayistas italianos, que Roma en cuanto a la Catolicidad es Italia. Nadie puede negar- -y éste es otro aspecto- -los indiscutibles valores de! Clero italiano, ni lo que el genio y el ingenio de este pueblo ha supuesto en la historia vaticana, ni lo que en el orden de la jerarquía eclesiástica existe de entrañable y aun de ventajoso para la Iglesia en el hecho de la itaüanidad. Como tampoco se podría objetar un pero a la realidad de que dos Papas de naturaleza italiana lian conducido en estos últimos treinta años con pericia, a través de dos guerras sin precedentes, la nave de Cristo a seguro puerto, acreciendo el prestigio del Pontificado en el mundo, con destellos de tal claridad, que lo iluminan plenamente de uno a otro polo. La gloria de los apellidos italianos en las genealogías vaticanas exalta justamente la decisión de Pío XII, al término de la más grande guerra conocida, confirmando el universalismo pontificio, que siempre existió porque era romano el Sacro Colegio que asiste al Pupa en el Gobierno de la Iglesia. Los problemas y el espectáculo del mundo le han aconsejado iniciar una urgente reconstrucción de la vida cristiana, hacie; v do partícipes activos de ella a los más eminentes jerarcas eclesiásticos de todos los continentes. La base católica se ha dilatado) ya tanto, y sabré todo por la constante labor misional de hace una veintena de años, que alcanza a las más lejanas familias humanas de Asia, África y América. La fuerza, el prestigio y la vitalidad de la Iglesia, en su misión universal, necesita llamar a sus hijos más distantes y más ilustres a colaborar cu las responsabilidades de la política religiosa. A Pío XII le urgen, en estos momentos en que se pretende reconstruir un mundo en rui- lias, mayores auxilios, más vastos concursos directivos y hacer afluir hacia el manantial perenne de la piedra de Pedro los veneros espirituales de todas las zonas de la tierra. Aíientras las tres bombas del comunismo, del ateísmo y del atomismo amenazan disolver el planeta que Dios creó para recrearse en el amor de su criatura, la Iglesia universal lo defiende de todas las asechanzas apocalipticas y le ofrece el único camino de salvación. Hoy, desde el Sacro Colegio, xmiversarplenameirte en su misión y en su composición, Pío XII dirá que ha completado su obra, y que la Sede Apostólica, por romana, es caluüca, y por Católica, es romana, y siempre, por los siglos de los siglos, cabeza y corazón del Orbe. JULIÁN CORTES CAVANILLAS U

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