ABC MADRID 20-01-1946 página 47

CRÓNICA DE MODAS DE BELLEZA Ninguna mujer se resigna asi comoasí a envejecer y procura por toaos los medios ahuyentar a ese fantasma, ensayando toda suerte de productos y recursos que defiendan su lozanía y juventud. Las canas y las arrugas, ¿no son los peores síntomas de la vejez? El cutis es el factor más importante cuando comienza este mal; se queda sin vida, adquiriendo un tono mate. La mirada pierde su brilló y fulgor, tornándose triste; las grasas empiezan a acumularse en sitios visibles, deformando las lineas del cuerpo y haciéndole que pierda su armonía y esbeltez; los movimientos se vuelven torpes, y lentos, haciendo perder ese encanto de la mujer, que tanto atrae. Contra todos estos males es necesario sa ber rejuvenecerse. La sustitución de un régimen alimenticio rico en grasas por otro más frugal e Igualmente nutritivo da grandes resultados. El masaje facial y en todas aquellas partes en donde se hayan acumulado las grasas contribuye- a afinar la silueta, con un poco de constancia. El comer bien y el dormir bien son las dos cosas principales para el arte de rejuvenecerse; por eso, el descanso prudente es la base principal; nada de trasnochar y distracciones no propias ya de la edad, que no conducen más que a un desgaste le energías que no se tienen. Y una vez que se haya logrado uaa mejoría, no hay que dejar, por pereza, los cuidados, sino seguirlos a diario con el mismo anheló del primer día. Apuntes sobre las colecciones de París Por ROSEMARIE MACHERET. Este es el primer articulo de la serie que Rosemarie Macheret piensa escribir periódicamente sobre el mundo de la moda Abrirá para sus lectores las puertas de los grandes modisto parisinos y describirá, los modelos que éstos dibujan en la actualidad, los cuales darán en la mujer chic la pauta de la moda en el mundo entero. Parisina de nacimiento, Rosemarie Macheret es una conocida experta en materia de modas. Durante diez años antes de la guerra trabajó en París siguiendo de cerca la industria francesa del lujo. Los dirigentes de la alta costura la tomaron bajo su confianza, comunicándole sus planes. Y ahora vuelve otra vez para comunicar a las mujeres las últimas fantasías de la moda. 1) 1 m J I f J -b. KLMfsM P. A R I S P e s a r e- 08 c u a t r o años de ocupación alemana, de la escasez de materiales de A todas clases, de las cargas e impuestos cada vez mayores y de las mil dificultades inherentes al cambio de guerra a paz, los modistos franceses han demostrado, una vez más, que no han perdido nada de su arte creador y de su prestigio. Las recientes colecciones invernales demuestran claramente, por su diversidad e ingeniosidad, que, dada la posibilidad de trabajar con alguna normalidad, París podrá continuar, como abites, lanzando a los cuatro vientos sus nuevas ideas é imponiendo la moda femenina en el mundo entero. Mientras cada creador, femenino o masculino, ha interpretado, según costumbre, la próxima moda desde su punto de vista personal, en un detalle han coincidido todos y es en adoptar la V de la Victoria en sus modelos. Este movimiento se lleva a cabo ensanchando los hombros y reduciendo la cinturas hasta convertir ésta en la clásica de avispa de nuestras bisabuelas; y también con drapeados de infinita variedad. Las caderas, por otra parte, siguen redondeándose y. en todos los modelos, a excepción de los sencillísimos de sport acentuados por ligeros drapeados. En cuanto a las faldas, hay dos tendencias distintas; la falda amplia y la estrecha en plan funda. En la primera, todo el vuelo se concentra delante y detrás, terminando definitivamente con el exageradísimo vuelo de las faldas campesinas que la mujer parisina estaba usando en el momento de la liberación, y en cuanto a la segunda, la versión 1945 y 1946 es. muy distinta a la que las mujeres inglesa y americanas han llevado, de acuerdo con el racionamiento de material. (Continúa el próximo domingo. ¡ALIMÉNTESE! Pero hágalo con el acreditado y nutritivo CACAO EN POLVO MONER Y LLACUNA, S. A. Una verdadera delicia para el paladar. Ponga en la leche de su desayuno una cucharadita de este cacao en polvo y se convencerá de su extraordinario poder alimenticip. Representante: G. Sánchez Herrero. Teléfonos: 16809- 13041. COSAS ÚTILES Si una torta o comida se está dorando demasiado en el horno, debe ponérsela un papel enmantecado. Esto impide que continúe. dorándose. Las verrugas suelen aparecer con frecuencia en el dorso de las manos, la cara y las rodillas de los niños. Está probado que son contagiosas, y es mejor- consultar al médico, a fin de que indique un tratamiento para curarlas Las hojas de té, ya empleadas en infusión, tienen otra utilidad cubriéndolas nuevamente con agua hirviendo, que se dejará reposar una hora. Este líquido se cuela y sirve para la limpieza de vidrios, espejos, maderas barnizadas y linóleos. Sirve también para renovar el aspecto de las faldas de lana negra o azules, pasando por ellas un cepillo humedecido en dicha solución. Para devolver a los tnuebles su brillo y tenerlos, además, al abrigo de la humedad, se frotan con un trapo mojado en zumo de limón, alcohol y aceite por partes iguales. El ardor de los pies producido por descamación de la piel entre los dedos se calma y desaparece con baños de pies, en cuya agua se disuelven hiposulfitos de sosa. í Se le da a la manteca un sabor exquisito y se mantiene fresca mucho tiempo fundiéndola v agregándole 60 gramos de miel por cada kilo, y uniendo bien ambas cosas. Fernando es nombre de origen alemán, y significa hombre audaz. CARNE RELLENA Poner en un tazón un kilo de carne de vaca picada y agregarle la miga de ün pan, remojada en leche y exprimida, una cebolla picada y dorada en media taza- de aceite, dos huevos, un cucharada de perejil picado, sal, pimienta, nuez moscada rallada y mezclarlo todo bien. Cocer media docena de atados de espinacas, exprimirlas un poco y picarlas fino. Derar en 50 gramos de manteca una cebolla j picada, agregarle las espinacas y saltearlas apenas, retirarlas del fuego y condimentarlas con sal, pimienta y nuez moscada; agregarle un huevo entero crudo y hacer bien la mezcla. Poner sobre la mesa medio pliego de papel impermeable, rociado con aceite, colocar la carne, aplastarla, dándole formn cuadrilonga, colocar en el centro el relleno preparado y envolverlo en la carne, cerrando bien el relleno. Ponerlo en una asadera, rociarlo con aceite y cocerlo en el horno a temperatura regular. Una vez cocido, sacarle el papal, colocarlo en una fuente y servirlo, acompañado de una salsa de tomate. Barbóle.