ABC MADRID 18-01-1946 página 8

Ij, r t- a G v -j a v la fotografía microscópica es hoy posible fotografiar hasta las partículas de los copos de nieve. Unos sabios modernos han analizado minuciosamente millares y millares de los cristales tabulares, batolíticos y prismáticos de la nieve, comparándolos eptre si. Cada copo de nieve se compone de una cantidad extraordinaria de cristales, y diez mil de éstos pbs n no más de 10 gramos de nieves El descubrimiento más reciéntf. de estos sabios es que también se repite en la nieve la fecundidad de la Naturaleza, Es infinito el número de copos titíe caen del cielo y, sin embargo, tío sé han encontrado dos cristales exactamente iguales, aunque todos sean graciosos y simétricos. Puede decirse que hay dír ferentes familias de dibujos, qae hay semejanzas chocantes. Un sabio norteamericano, y otro alemán encontraron una vez dos ejemplares tan extremados en el parecido, que creyeron que, al fin, habían descubierto un caso de repetición en la obra creadora de la Naturaleza. Un examen más reposado les convenció de su error. La Naturaleza se había casi plagiado a sí misma, arrojando sobre los Estados Uñidos una partícula de copo que sé parecía casi exactamente a otra partícula lanzada sobre Alemania. Casi nada más. Las desemejanzas eran tan notables como las semejanzas mismas. 5 La Naturaleza no se repite nunca 1 Pero, ¿qué es la nieve? Eso: cristales. Es blanca porqué es opaca, y rechaza rápidamente los rayos deí espectro solar. Es blanca porque ei negra por dentro, podría paradójicamente) sostenerse. No Sería la única paradoja de lá nieve. Naturalmente: ni la nieve és blanca ni es blanca, tampoco la cuartilla donde se es criben estas líneas. Hay nieve roja, en lá cima de las más altas montañas, porque al contacto con el polvo gris. lo colores del arco iris penetran en los copos y devuelven a qpestift torpe retina otra sen- tcióri que no es de blancura. Htay también nieve negra. Él cplor de la nieve e tá, romo todos los colores, subordinado KÁCIAS