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ABC MADRID 08-01-1946 página 15
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  • EdiciónABC, MADRID
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MADRID DÍA 8 DE EN E R O O 1946 NU M. Fl iIGiSl 1 ELTO 40 Cí H S. í ü! ü? (LUSTRA, 1 V 5 C R D SI M O N O V E N O N. 12 437 Á II Í DIARIO MJtUUl í JON: AldÜiUJJ: UN MES, 10,50 PESETAS. PROVINCIAS: TRES MESES, 31,50- AMKK 1 CA X V üa. -JttAKJEKQ. TIUSS JHKSES: 51 gESEEAS. KJEDAC ION Y ADMINISTRACIÓN: SERRANO e i l EL 1 EFE DEL ESTADO, AL RECIBIR EL LOS EJÉRCITOS, PRONUNCIA DISCURSO- La libertad y, la independencia; -lia dicho el Caudillo- -no son regalo a mendigar en las Cancillerías, uio algo que hemos de merecer y de mantener con nuestro esfuerzo. 5 Con motivo. de la tradicional fiesta militar, la generosidad que el exterior haya teque celebran nuestros Ejercí toa en el día de nido con nosotros. Si España ha sido claramente que no era una batalla políia Epifanía, el Caudillo y Generalísimo de respetada, lo ha sido por su peso espe- tica. la que en España se entablaba, sino que se libraba una batalla eminentemenlos Ejércitos recibió a los generales y jefes con- mando de los distintos Cuerpos de la cífico y por su propio valor; porque ha- te social, y desde entonces venimos consguarnición y nutridas Comisiones de jefes y bía tenido una Cruzada que demostró truyendo y encaminando nuestra obra que el temple de sus hombres y sus ju- de Gobierno por el camino de las granoficiales. El ministro de Marina, D. Francisco Rega- ventudes era el mismo de los mejores des realizaciones sociales; y es parado- lado, por indisposición del de Ejército, general tiempos; si no se traspasaron nuestras jico que encontrando en nuestra nación Dávila, ofreció al Caudillo en este trascenden- fronteras y se hollaron nuestros territo- el. más favorable eco las reivindicaciones te acto el testimonio de la adhesión más firme rios es porque había aquí veintisiete mi- sociales de las clases trabajadoras de los e incondicional de los Ejércitos de Tierra, llones de españoles dispuestos a hacerse otros pueblos y considerando de toda Mar y Aire, habiendo votos para que Dios respetar, y esto que p, esó ayer, pesará justicia su aspiración a disfrutar de lo guarde al Jefe de! Estado y Caudillo, que nos mañana y sucederá siempre. El derecho necesario para la vida, e! que haya casas ha llevado a la victoria. para todos, pensiones para la vejez, se- no cuenta cuando no Je acompaña alguguros en el paro y en, la enfermedad y na fortaleza. La debilidad y ei sometimiento no previsión completa para sus familias, Seguidamente, ei Jefe del. Estado con- traen jamás la paz, pues con el desho- que se condensan, en aquellas palabras testó con el. siguiente discurso: nor ya siempre la ruina y la esclavitud. de nuestro Movimiento: E l pan y la Señores ministros, señores genera- La libertad y la independencia no es un justicia para todos sean los dirigentes les, jefes y oficiales: Es para mí unaregalo que hayamos de recibir ni nadie y explotadores de los sectores trabajasatisfacción el recibiros en esta tradi- mendigar en las Canciílerrías extranje- dores los que más enconadamente nos cional Pascua Militar, en que, durante ras, sino algo qus hemos de merecer y ataquen. nuestra vid- a castrense, acostumbramos de mantener con nuestro propio es- El qus llevemos atajando desde hace a felicitar a nuestros superiores y a ofre- fuerzo. (Muy bien, muy bien. Grandes más de seis años este mal y disfrutemos cerles en. tan señalada fecha el testimo- aplausos. ganada, nia dé nuestra firme adhesión y de nues- Dé pecó nos bastarían nuestros de- interiormente de una paz bien acabado no tra disciplina. Todas estas solemnidades seos de paz, de buena voluntad y de res -paraquiere decir quo se hayanhan presy actos militares encierran uña honda peto hacia los otros, si no estuviéramos crito nosotros los deberes. No con esto los fines. de nuestra Crutrascendencia: la ás renovar la lealtad, todos dispuestos como un solo hombre el mandato de lá adhesión y la disciplina de las Corpo- a defender nuestra libertad, nuestra in- zada; imperativo, y sinuestros muertos sigue ha raciones hacia sus jetes y demostrar la dependencia y nuestra soberanía. Vos- batalla clara, la brillante yterminado la lucida; unión indestructible del Ejército, que, otros sabréis comprender la gran lección de- hay gloria y lauros que- recoger, donpor encima de todo, vive y perdura la de esos pueblos desgraciados que, porha quedado, sin embargo, la batalla nos áo unión, la disciplina y la lealtad mutua haber entregado a oíros la defensa de su cada día, el esfuerzo oscuro de cada entre nosotros. independencia y querido aminorar el jora, el completar y afianzar esa justiNo existe solamente la lealtad y la mal, acumularon sobre sus patrias las cia social que solidarice a todos los esdisciplina de abajo arriba, sino también mayores desdichas. La realidad de su pañoles en el servicio tíe la Patria y asela lealtad y la correspondencia de arriba tragedia supera a todo cuanto la con- gurar el amparo ante los peligros y aseabajo. No es solamente el inferior el que ciencia humana pudiera imaginar; ante chanzas que el inundo sufre, a las madebe obediencia y lealtad a sus superio- Iós infinitos horrores que padecen, la dres, a las viudas y a los hijos de nuesres, sino que ésta engendra un corres- pérdida de la vida constituye una ver- tros muertos y a todos aquellos que lupondiente deber, que es el de ofrecer dadera liberación; pero, no obstante es- charon én nuestra Cruzada por una Estas durísimas lecciones de los sufrimien- paña mejor o nos han asistido en todas lealtad y confianza a los inferiores. Esta comunión espiritual, que estos. tos que Europa padece, hay todavía las horas de estos nusve años. actos encarnan, si importancia y tras- quienes ¿n el extranjero artificialmente Se podía, antes de nuestra gloriosa cendencia tiene durante la paz, la tiene especulan con el problema político de mayor cuando todayía no disfruta el España, cuando, en España no existen Cruzada, dudar cuúl era el mejor camimundo de la tranquilidad ansiada y problemas políticos, y aun si existieran no para la Patria. Después de ella no queda más que uno: el del honor, el ¡del cuando las tempestades son todavía tan- sería cosa exclusiva de los españoles. tas que encarecen más la necesidad de Por mucho que los hombres políticos servicio a nuestra conciencia; el de la nuestra unión, tíe nuestra lealtad y de quieran ocultarlo, los problemas de este lealtad más firme a nuestros muertos. nuestra disciplina, bases imprescindibles orden que en el mundo existen han de- Y todo ello se defiende con- una cosa tan de nuestra fortaleza. jado de ser exclusivamente políticos sencilla como es la unión, la confianza Hemos de pensar que si ha podido para convertirse en eminentemente so- en nosotros mismos; la unión estrecha transcurrir la guerra más asoldáora que ciales. Nosotros, hace nueve años, vimos de nuestro pueblo, dentro de la rnuralla formada por los ejercites cb tierra, mar ha tenido el mundo sin que haya alcany aire, seguros de sus virtudes, convenzado a España, no ha sido por la exclucidos de su disciplina y practicando esa siva virtud á? nuestro marido, los efec- ¡PATEÓNOS! ¡EMPRESARIOS! No- tos Ü 2 nuestra pericia y la feliz habili- consignar en las tüeeíar aeiones mensuales qne correspondencia de lealtades en que a la 1 dad con qus hayamos podido sortear los presentéis en ías Delegaciones del Instituto Na- vuestra responde la mía más sincera. (Muchos aplausos acogieron las últipeligros y conllevar las relaciones inter- cional de Previsión entre los trabafaciores snbnacionales, ni mucho menos se debe a sitíiaícs aqÜ Í ¡os que lo sean a domicilio. nas palabras del Caudillo. Discurso del Caudillo

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