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ABC MADRID 05-01-1946 página 16
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ABC MADRID 05-01-1946 página 16

  • EdiciónABC, MADRID
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ABO. S Á B A D O 5 DE E N E R O DE 1946. EDICIÓN DE LA MAS ANA. a seis u ocho presos. Se acercaron al precipicio y pude comprobar cómo sus guardas les pegaban con la intención de arrojarles desde aquella altura. Desesperados por los golpes, los prisioneros acabaron por lanzarse al espacio desde u a altura de 30 ó 40 metros. A este, pasatiempo se le llamaba en el campo jugar a los paracaidistas El abogado de Seys Inquart pregunta al tesigo si comunicó a sus superiores algo rela; ivo a este juego de los paracaidistas El testigo responde: Esto ocurrió muchas veces, podría decir que casi millares, de modo que supongo que los jefes lo sabrían. Abogado. -Pero, ¿no lo comunicó usted? Testigo. -No. Abogado. ¿Estaba dispuesto que los presos y los guardas comunicaran tales cosas a terceras personas? Testigo. -Sí, El abogado no sigue interrogando, y con esto se da por terminada la sesión de la mañana y el Tribunal se retira. -EFE. LA ACUSACIÓN CONTRA EL ESTADO MA TOR Y EL ALTO MANDO Nuremberg 4, 9 noch, e. El coronel Taylor presentó al Tribunal su acusación contra el Estado Mayor y el Alto Mando alemanes. Declaró que estas organizaciones eran distintas a las demás que han sido tratadas hasta ahora. Son anteriores en muchas décadas al, hitlerismo Hizo un resumen de la historia del Estado Mayor alemán hasta que los soldados profesionales, los marinos y los aviadores decidieron colaborar con los nacionalsocialistas. Dijo que no era su deseo atacar a la profesión dé las armas, pero que tenía que reconocer que los crímenes cometidos lo habían sido hechos bajo uniformes militares, en muchos. Agregó que los generales alemanes estaban de acuerdo con el nazism porque querían el engrandecimiento de Alemania a costa de sus países vecinos y que los generales colaboraron en todo momento con los nazis hasta convertirse en el transcurso de la guerra en simples juguetes de Hítíer. TESTIMONIOS DE BRAUCHITSCH, BLOMBERG Y HALDER Seguidamente, el fiscal Taylor presentó como documentos de acusación varios testimonios escritos relativos a las actividades del Estado Mayor alemán, firmados por el general Franz Halder, uno de los primeros jefes del Estado Mayor alemán, nombrado y destituido por Hítler durante la guerra. También presentó varias declaraciones escritas del mariscal von Braüchitsch, ex comandante en jefe del Ejér- PAG, 16. ta política exterior alemana y también admitió que Von Papen había dicho que era absolutamente necesario revisar la política del Estado alemán con la Iglesia- y que la persecución de ésta terminase. Vuelve el testigo a hablar de los efectivos que constituían los grupos Einsatz en el Oeste y los valúa, diciendo que se utilizaron de 40 a 4 S. 000 hombres en las secciones de la Gestapo; de 15 a 20 Í 000, en la Policía Criminal, y de 2 a 3.000 oficiales de las S. D. y de las secciones de la Gestapo, en la Oficina principal de Seguridad del Eeich. SE ORDENO LA EVACUACIÓN DE LOS CAMPOS DE CONCENTRACIÓN ANTES DE QUE LLEGASEN LOS ALIADOS Preguntado por el fiscal norteamericano John Amen si Kaltenbrunner había ordenado que los campos de concentración fueran evacuados antes de que los ejércitos aliados llegasen, contraviniendo las órdenes de Himmler, Schellenberg contestó: Sí y añadió: Fue en abril de 1945. El presidente dé Suiza y su hijo me visitaron, y recibieron la seguridad de que los campos de concentración no serían evacuados mientras que avanzasen las tropas aliadas. Esta seguridad debía ser transmitida al general Eisenhower. El presidente de Suiza y su hijo regresaron entonces a su país, y pocos días des- pues este último volvió a visitarme en Büchenwald p ra recoger a una familia judía qua yo personalmente habla liberado. Nos encontró evacuando el campo apresuradamente y me in- sultó y acusó de no cumplir mi promesa. Entonces yo llamé al secretario de Himmler, ante el cual protestó de la evacuación. Se me dijo que Himmler no había dado la orden de evacuación y que deseaba que ésta se paralizase inmediatamente. Me enteré después que fue Kaltenbrunner quien dio la orden, diciendo que el Führer deseaba que todos los internados de importancia fueran conducidos a la región sur del Reich. MATANZA DE CINCUENTA PRISIONEROS BRITÁNICOS Y NORTEAMERICANOS A continuación, el fiscal británico, sir David Maxwell Fyfe, pregunta al testigo si sabía algo de cierta conversación sostenida entre Kalten brunner y dos Grüppen Führers en la prima vera de 1941 y en el 102 de la Wilhelmstrasse de Berlín. Sehellenberg admite que había oído parte de la conversación que, dijo, se refería a 50 prisioneros británicos y norteamericanos que fueron muertos. Había habido una petición de la Cruz Eoja Internacional para que fie le informara acerca de dichos prisioneros. Con este motivo, entre el fiscal y el testigo se entabla el siguiente diálogo: Fyfe. ¿Era en forma de protesta contra la matanza de los prisioneros de guerra? Testigo. -Yo creo que era en forma de protesta, según los fragmentos de conversación que escuché. Fyfe. ¿Hubo alguna explicación pata cubrir las apariencias de la matanza de prisioneros? Testigo. -Si. Kaltenbrunner mismo hizo una sugerencia acerca de ello, diciendo que se habían efectuado los disparos sobre los prisioneros, al intentar éstos escapar Fyfe. ¿Recuerda usted el número de prisioneros a quien se trataba de aplicar esta justifl cación de asesinato? Testigo. -Solamente recuerdo, que la cifra cincuenta fue mencionada varías veces. Recordaba que todos tenían rango de oficia! pero qu no podía precisar si pertenecían al Ejército o a la Aviación. Otro de los testigos que han comparecido se llama Alois Hoellriegel, de treinta y seis años de edad, austríaco, natural de Graz, y tiene el aspecto de ser un típico nazi, con aire de matón como hasta ahora no se ha visto desfilar por el lugar reservado a los testigos. Fue guarda durante cuatro años del campo de concentración de Mauthausen y, cuando se le interrogó acerca de si vio gasear y matar a los internados, respondió cínicamente: Jawohl (Sí) Fiscal. ¿Vio usted cómo se empujaba a los internados en zanjas para matarles? Testigo. Jawohl Yo estaba allí. Les llamábamos paracaidistas El testigo dijo que habla visto a Kaltenbrunner en el campo de concentración e Identificó a Schirach como a otro de los individuos que habla vi 6 to por allí. EL PASATIEMPO DE JUGAR A LOS! PARACAIDISTAS Interrogado el testigo por qué usaban la expresión de paracaidistas dice: Recuerdo que, haciendo guardia en una torre que daba a una cantera, vi a dos individuos de las S. S. cito alemán y del mariscal von Blomberg, que ocupó el mismo cargo hasta enero de 1938. Antes de 1938- 39, los generales alemanes no se oponían a Hítler. No había motivo para oponerse, ya que Hítler daba los resultados que ellos deseaban. Pasado este tiempo, algu nos generales empezaron a condenar sus métodos y perdieron confianza en éL Sin embaí go, nunca tomaron una actitud concreta frente a él; los pocos que lo intentaron tuvieron que pagarlo con su vida o el cargo. Subraya también que poco antes de abandonar eu cargo de jefe del Estado Mayor Hítler le ladlcó que le citara el nombre de su sucesor. Propuse a Goering- -manifesté que tenía alta graduación, pero Hítler se opuso por la falta de paciencia y diligencia del aludido. PROYECTABAN LA GUERRA DE AGRESIÓN Después presentó varios documentos el fiscal que indican que el Alto Manido alemán proyectaba la guerra de agresión. Dijo que no consideraba un crimen preparar operaciones militares, ya que ésa es la misión de los Estados Mayores, pero que los militares y los marinos alemanes fueron responsables de la guérra de agresión y que llevaron á cabo órdenes de tipo político con la fuerza militar. Afirmó que los jefes militares estaban informados de las maquinaciones políticas de los nazis. Subrayó que las pruebas demuestran que los 3? fes militares alemanes estaban de acuerdo con los planes de expansión de Hítler. Mostró a continuación un memorándum escrito en octubre de 1939 y que está sin firmar, pero que parece ser de Hítler. Fue distribuido entre von Braüchitsch, Raeder, Goering y K itel. Se dice en él que la guerra en el Oeste debe empezar inmediatamente no para ganar terreno, sino para destruir a los Ejércitos enemigos y asestar un golpe mortal a Inglaterra desde el aire También se afirma en él que 61 tiempo estaba a favor de los enemigos de Alemania. La profesión militar es distinguida y noble, pero los jefes militares comparten la responsabilidad con los jefe políticos del comportamiento de las naciones. El mando reclama sabiduría moral y la astucia técnica, tanto en lo militar como en lo civil. Esta es la naturaleza de los cargos contra el Alto Mando y el Estado Mayor alemanes Acto seguido se levantó la sesión. -EFE. Los aliados ante la victoria DEBEN REFORZAR Y DIGNIFICAR EL PRESTIGIO DEL GOBIERNO BAVARO Francfort del Main 4, 10 noche. El teniente general Lucían K. Truscott, jefe del tercer ejército, ha dado una orden a sus fuerzas para que colaboren con la Policía Militar y el Servicio de Seguridad en las relaciones con los funcionarios civiles alemanes, La orden añade que es esencial que los soldados norteamericanos hagan todo lo posible, individual y colectivamente, para reforzar y dignificar el prestigio del actual Gobierno alemán de Baviera. El general condenó los actos irreflexivos y las actitudes injustificadas de algunos oficiales y soldados estadounidenses con respecto a los íuncionarios alemanes. -EFE. EL REGALO PARA SIEMPRE UNA MAQUINA DE ESCEIBIK PORTÁTIL MATEO -i MARÍN HERNÁN CORTES, 18 Teléfono 17437. jj Detenidos y procesados RESIDENCIA DE SAN PABLO Para estudiantes UNIVERSITARIOS, de CARRERAS E S P E C I A L E S y OPOSITORES. Bajo- la inspección de Sacerdotes. Instalada en lo más céntrico y tranquilo de Madrid, con amplias y ventiladas habitaciones, agua corriente, caliente y fría, y calefacción en todas ellas. Magníficos cuartos de baño y ducha. Comida sana y abundante. Pida informes al Director: Arenal, 15. -MADRID, -Teléf. 26840. ONCE PETICIONES DE MUERTE Londres 4, 11 noche. En un proceso que se celebra en Leningrado contra once militares alemanes acusados de comisión de atrocidades durante la ocupación germana de la región de la antigua capital de los zares, han sido pedidas once penas de muerte por horca, comunican a la Agencia Reuter. La acusación afirma que los alemanes fusilaron o torturaron hasta llegar a producirles la muerte, a 60.000 ciudadanos soviéticos, en tanto que deportaron como trabajadores forzosos a otros 500.000. -EFE. La rendición del Japón MAC ARTHÜR ORDENA LA SUPRESIÓN DE L A S ORGANIZACIONES ULTRANACIONALISTAS Tokio 4, 11 noche. El general Mac Arthur ha dictado órdenes para que sean eupirmidas 27 organizaciones políticas ultranacionalistáS y militaristas dice la Agencia United Press. Agrega que según los círculos bien informados estas órdenes impondrán al Gobierno nipón la necesidad de una reforma y que es probable la dimisión de numerosos altos funcionarios.

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