ABC MADRID 01-01-1946 página 25

eí doctor Elóseguí, que nuestro Estado le proteja especialmente, favoreciendo ademán la difusión del plasma para casos de urgejicia, y que, por último, nos facilite los medios para evitar que en algunas transfusiones se presenten los efectos nocivos al factor r í í pues conviene advertir que en un 50 por 100 de los dadores iiniverísales de sangre (grjtpo O. se ha encontrado este aglutinógeno, responsable dé muchas reacciones a las transfusiones (Plaut y colaboradores, septiembj- e 1945) En cambio, las transfusiones de sangre de nó, portadores del factor rH. son prácticamente inocuas. Otra nueva posibilidad terapéutica que e desprende de! estudio biológico de estas forttias elementales vde vida que son los virus, reside en el bien conocido fenómeno de la interferencia entre los virus ya utilizado experimentalmente para inactivar el de Li gripe por los Henle (razas de wn virus patógeno tratadas, por ejemplo, por luz ultravioleta, impiden el desarrollo de otras de la misma enfermedad no tratadas y, por tanto, virulentas) y sobre todo en la demostración por Jungeblut y colaboradores, de que la mayor parte dé los virus neurótropos atJ Can difícilmente a los anímales no afect de deficiencia del complejo vitamínico B. de otras vitaminas, y en cambio prenden f. tcilmente en los anímales deficientes. Por otra parte, los virus pueden sery t para curar algunas enfermedades, como n se sabe por el ejemplo del bacteriófago (que es una forma de virus parásito de las bacterias) y que cura brillantemente, entre otra la disentería bacilar. Pero los ejemplos de implantación de rasas de coli sanas en enfermos intestinales y de otra índole, obligan a pensar en la simbiosis de los elementos integrantes de la flora intestinal con ultra i, rus, aminoácidos o vitaminas para conseguir la normalidad de la flora intestinal. Antes de terminar, no queremos dejar de mencionar, entre los hallazgos terapéutico de esta última época, la aplicación de los estrójjenos (hormonas femeninas) al tratamiento del cáncer de la próstata en e! hombre, ni el empleo del tioitr. qfila en el hipertiroidísmo. La utilidad de esta sustancia ha sido comprobada desde los trabajos de Ast ood (1943) y otros autores (bien revigados recientemente por Arias Vailejo, 1945) en diversas formas clínicas de la enfermedad tiroidea, pero sobre todo como preparación a la operación de los hipertiroidismos gj ves y en las formas de hipertiroidismo primario (según Grainger y colaboradores, sería eficaz en 10 de 21 formas primarias en que lo han usado) Perca también se ha visto N año más! La gente canta y ríe, acaso para no pensar que. es un año menos. La que es eficaz en la insuficiencia cardiaca por gente se embriaga un poco- -algunas veces demasiado- -porque, bajo el pórtico del fibrilación auricular de origen tirotóxico, y año, asoma el Destino su faz enigmática. ¿Qué es lo que nos espera tras la blanca en las diabetes con hipertiroidismo, puesto ceíosía del almanaque, donde bailan su zarabanda todas las cifras del año? ¿Qué es lo que que el tratamiento con tiouracilp disminuye cantan las doce campanadas de la medianoche? Estamos, como siempre, ante el misterio. la cantidad de insulina necesaria para e! tra ¿Cuál de estos blancos papelitos del calendario tendrá escrita la cifra del amor, de la tamiento. Finalmente, Tos estudios realizafortuna? ¿Qué campanada hundirá en e pozo de la eternidad nuestro propio misterio de dos sobre la formación y destrucción de la fantasmas de un sueño de sombras en un espejo? sangre han permitido descubrir estos últi, La gente canta para no pensar. Es la canción de los condenados, que no saben el alba mos años sustancias tales como las mielór lívida de la partida. Y se juntan en las casas, y se esparcen por las calles, y gritan, y se genas f y linfógenas de Miller y Turner embriagan porque se encuentran ante el misterio de un nuevo año. Dicen que están ale (1943- 44) las cuales, en colaboración con gres porque han vivido un año más, y procuran hundirse en un aura de olvido porque de las hormonas adrenales, revelan que la helo que están más seguros es que es un año menos. matopoyesis normal depende de las secrecioEn la noche de San Silvestre hacemos la recapitulación dgí año. Esta noche es la connes internas más de lo. que sospechábamos, ciencia del año que huyó. Hay que ser demasiado joven para tío sentir algún pequeño relo cual no sólo nos permite comprender la mordimiento y demasiado inconsciente para no sentir el calpfría de la guadaña del tiempo heirlatólogía de algunos síndromes clínicos, en nuestra garganta. En la noche enigmática se oye con más claridad que las otras noches sino que abre nuevos horizontes al tratamienel crujido de las tijeras incansables. to de algunas enfermedades de la sangre en, Cae! a bola de ex Gobernación; la muchedumbre exhala un grito de triunfo porque las que el conocimiento de las vitaminas y está enterrando al año viejo. El racimo dionisíaco de las doce uvas se desgrana en sus otros factores de la hematopoyesis exísterimanos. Es un rito mágico con el que queremos sobornar al amor, al pro, a la alegría. Los tes en la dieta ya había mejorado el pronósojos, alttcinados por las constelaciones nigrománticas de esta noche, miran al cielo, desde tico durante estos últimos años. Asimismo, donde cae alguna perla de las que adornan ía silla pjpalde San Silvestre. Y alzan el racilos estudios sobre la coagulación de la sanmo de oro sobre sus cabezas. en una ofrenda a los astros para conjurar su influencia- -el gre, iniciados hace poco. por Link- y Ror rayo rojo de Marte, el rayo morado de Saturno- con temblor supersticioso en eí alma, Quick. han permitido en estos últimos años con el deseo angustioso de volver a, ver las uvas futuras y oír las doce campanadas de descubrir un nuevo anticoagu ante (el di- réquiem del año que lia nacido hace unas horas. cumaroT) rival de la hepar ina, el cual está Y todos ven sus doce uvas de oro. Y nadie vé la uva negra que se agazapa en todos loa, dotado de una enorme actividad. racimos. E, OLÍ VER EMILIO C A R R E R É LA UVA NEGRA U