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ABC MADRID 13-11-1945 página 4
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ABC MADRID 13-11-1945 página 4

  • EdiciónABC, MADRID
  • Página4
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L TN centenar de j escalones su bidos a tielitas. Un recibimiento también muy oscuro, luego un estrecho- pasillo y después una humilde habitación. El mobiliario es en extremo sencillo: dos camas, dos sillas, un- lavabo con su jarro y. sobre los tres grandes baúles mundos- que se agrupan en un rincón. hablando, c o n sus condecoraciones de grandes hoteles, r. ie mejores horas, unos traies. un viejo waíetin y un cuaderno de recortes periodísticos. Amalia Molina, con un- prendido de ilo- res en el pelo, se ha olvidado de ios días tristes que acaba de pasar. Hoy. asomada al balcón de su cuarto, que ds, a la calle de Cádiz, está tan alegre corno aquel otro día de 10,04, ers que salió a la escena del Actualidades a tocar Ion palillos, esperando la hora de u homenaje en Maravillas. -El triunfo- -me dice sonriente- -vino en seguida: llegaron muy pronto las horas buenas, y a. los cinco años de mi debut, me marché, en ¡909, a América por primera vez. Cuánta, veces estuvo Usted alia res por ahora. Volví en 1921. luego de pasar cuatro años en los Estados Unidos. Volvería usted hecha una yanqui r 1- auto como eso... Ahora que hablaba un inglés de Sevilla, que hacía furor. i En los beneficio? me mandaban siempre muchas iloreí, y yo daba las gracias con tm discursito en inglés, que el teatro se venía abajo. Hacia casi mas furor que mis bailes v mis cincuenta telones, pintados por Muriel, representando paisajes de España. Y el triunfo era inás íács! ¡iver u hoy: -El triunfo es hnv más fácil. s mas ditícil triunfar ola que en grupo. Ahora casi codas debuta en grupo: yo So hice sola, corno solas lo lucieron Carmen. Flores. Raquel Meiler. Antonia Mercé; todas las que triunfaron en mi tiempo. Ahora, corno le- digo, las más van en cuadros y no cuesta tanto triunfar. -Y del folklore, qué me dice i ¿Las estampas, quiere usted, decir? -liso es, Amalia. -Las estampa no son ninguna novedad. Yo ya las hice en 1910. en el entonces teatro del Príncipe Alfonso. Por cierto, que en el cuadro que -e llamaba Mirando a la Alhambra y tenía música del maestro Padilla v letra de GabaiDos fotografías de Amalia Molina; cuando triunfaba en Nueva York, y MI retrato ¿le hoy, en su casa de Madrid, (Fotos ai Bermejo. M- don, intervenía junto a mí la pobre Argentinita ¿Y la vida de los artistas es hoy más agradable q tt e entonces? -Acaso porque es un tiempo pasado es por lo que a mí me parece aquélla mejor. H a b í a más respeto por el artista, más camaradería entre éstos. Y eso que yo no puedo hablar en este terreno. Para mí todos han sido buenos; ahora que en especial, como una rna- dre, como una salvadora. Estrellíta Castro, ¿Muchos días malos, Amalia -Algunos, sí. Pero, al fin, ya pasaron; mi Jesús del Gran Poder me ha sacado de ellos. ¿Cuánto ganaba usted en la barraca de la verbena? -Ciento cincuenta pesetas. Ahora que había días de más de sesenta actuaciones. Era la muerte. ¿Y su sueldo mayor, cuál ha sido? -Una noche, en Nueva York, gané cinco mil ciento cincuenta dólares. A la mañana siguiente, a! cambiarlos, me entregaban ocho mil duros. También en París, cuando debuté con Goyescas en la Opera, llevada por don Ignacio Zuloaga, gané mucho dinero. Y un vestuario, cuánto costaba cuando usted debutó? -Ayer y hoy el ir con buenos trajes ha sido siempre muy caro. No recuerdo las cifras de entonces, pero no tanto como hoy; aunque no es ésa una de las cosas que más han variado. ¿Y la vida del hogar le atrae. -Siempre rodando por hoteles, casi siempre los mejores del mundo, me atrae, cada vez más. No soy cocinera, pero sí muy amante de la costura, de las labores... ¿Y de proyectos? -Seguir trabajando, seguir corriendo lugares, ir de un lado a otro, aunque i nunca en avión. Es algo a lo que le tengo f un pánico horrible. En Nueva York me quisieron hacer una fotografía en un avión, pero yo no quise ante el temor de que con lo de la foto el aparato echase a volar. De tejas arriba, amigo mío, Dios y los gatos. JUAN SAMPELAYÜ

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