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ABC MADRID 28-10-1945 página 31
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MADRID DÍA 28 DE OCTUBRE DE 1945 NUMERO SUELTO 60 CENTS. DIARIO ILUSTRA D O AÑO T Rl G ESIMOG T A V O N. 12.377 Tu- EN DOS DISCURSOS PRONUNCIADOS EN EL MISMO DÍA, EL PRESIDENTE TRUMAN EXÁLTALA IMPORTANCIA DEL PODER MARÍTIMO Y EXPONE LAS BASES DE LA POLÍTICA EXTERIOR DE SU PAÍS La Prensa rusa ataca a la inglesa. Alemania está al borde de la inflación. Stalin descansa en un balneario deLGáucaso ¡Cuánta rasan tiene el presidente Truman, ensalzando los méritos de su gran predecesor, así como la importancia decisiva del poderío marítimo! Roosevelt ganó las batallas del océano- -dice- Con esta, victoria las Naciones Unidas fueron enlazadas en un todo combatiente y las potencias del Eje quedaron condenadas a la derrota en todas partes. Esta misma fue la tesis de ABC desde el primer momento: para conseguir la victoria final, y no sólo vistosos triunfos terrestres, había que derrotar las flotas unidas de las grandes potencias anglosajonas. Pero, planteado el problema de este modo, se comprendía en seguida que Alemania no podía vencer. El que no dispone de los mares se mueve en Europa com, o en una arena gigantesca, hostigado desde los tendidos. Sólo es cuestión de saber cuánto tiempo podrá resistir. Lo mismo Alemania que el Japón se movían necesariamente en un cerco más o menos amplio. A pesar de las apariencias, su lucha era defensiva, a consecuencia de. su debilidad por mar. Si los aliados hubiesen estado fuertes por tierra y aire, el problema no se hubiera planteado ni un solo momento: no hubiera habido lucha. Pero su falta de preparación había despertado en sus enemigos unas ilusiones, condenadas desde luego o esfumarse. Se trataba de un plazo, necesario para completar el rearme, y resistir mientras tanto. La resistencia estaba encomendada a la Gran Bretaña y el rearme, a los Estados Unidos. Entre los dos son los artífices de la victoria final, que se preveía fácilmente y con certidumbre matemática para 1945. Inglaterra fue salvada por los treinta y ocfio kilómetros que separan a Calais de Dover, y puesto que el Ejército alemán no podía cruzar el Estrecho, todos sus triunfos en Europa y África estaban condenados inexorablemente a resultar estériles. Truman exalta el papel que el mar ha desempeñado en la guerra mundial a favor de los aliados, El mecanismo de la victoria ha sido sencillo, como lo son todas las grandes verdades. recíprocos y por las constantes apelaciones al arbitraje internacional en vez de a la fuerza, trabajó valientemente por la causa de la paz. Por su constante lucha a favor de los hombres olvidados, trató de eliminar las desigualdades económicas, que con tanta frecuencia han estado en la raíz de los conflictos. Y cuando vio las nubes de la agresión acumulándose al otro lado del mar, por el Este y el Oeste, dio aviso tras aviso que, si hubiesen sido atendidos a tiempo, podrían haber evitado este trágico conflicto. VICTORIA Pero, a través de todo ello, nunca vaciló en su labor para crear una Armada americana, porque comprendió, como pocos hombres, la importancia que el dominio del mar tiene para la supervivencia de este país. Los poderes del Eje también lo comprendieron. Por so Alemania trató de expulsarnos del océano, por medio de sus submarinos. Por eso el Japón trató de destruir nuestra Marina. Sabían que si tenían éxito, podrían conquistar todas las naciones de la tierra, una por una, mientras que los aliados quedarían incapaces de ayudarse unos a otros a través de los, océanos mundiales. Roosevelt ganó las batallas de océanos. Con esta victoria las Naciones Unidas fueron enlazadas en un todo combatiente, y las potencias, del Eje quedaron condenadas a la derrota en todas partes. Aquella victoria se la debemos a los hombres y mujeres de los astilleros nacionales que, en los cinco arios y medio últimos, construyeron portaviones como- éste, y más de cien mil barcos. Se 2. a debemos a los obreros de nuestras íábricas, que construyeron 85.000 aviones, como los que pronto ocuparán sitio en la cubierta de este barco. Se la debernos a los combatientes, que llevaron estos barcos a través de los mares, hasta las mismas costas enemigas metropolitanas. A los hombres que volaron en esos niismos aviones contra el enemigo y lanzaron la destrucción sobre su Flota, su Aviación y sus industrias de guerra. Se: ia debemos también a este gran jefe, cuyo nombre lleva este potente portaviones, que comprendió la importancia del aplastante poderío naval y que se remangó las mangas y lo consiguió, La construcción de esta Armada fue solamente parte de un programa de producción de guerra, con el cual los obreros y las industrias de esta nación asombraron a todo el mundo, tanto a amigos como a enemigos. Se demostró la abundante riqueza de nuestra nación en recursos naturales; pero también se demostró la energía, el poder y la devoción de nuestro libre pueblo norteamericano. NUESTRO PODER NAVAL, AHORA DEDICADO A LA CAUSA DE LA PAZ Habiendo hecho todo esto para la guerra, ¿podemos hacer menos para la paz? Ciertamente que debemos hacerlo. La misma iiqueza, la misma voluntad y energía del puébío norteamericano debe ahora usarse para que la nación esté mejor alimentada, vestida, alojada, para que todos puedan trabajar con buena paga, con la salud bien atendida, con hogares decentes para su familia, seguridad para su vejez y mayor abundancia de la parte grata de la vida. Cuando nos proponemos estas metas, sabemos que estamos realizando los ideales del hombre, cuyo nombre conmemora. este barco. Ningún hombre de nuestra generación ha hecho más para permitir que esta nación alcance estos objetivos. La puesta en servicio de este barco simboliza, oíra de las metas hacia las cuales FranLA ARMADA QUE SE CREO PARA LA Truman hace la exaltación de la Marina CON MOTIVO DE LA BOTADURA DEL NUEVO PORTAVIONES FRANKLIN D. EOOSEVELT Nueva York 27, 2 tarde. El presidente Truman ha pronunciado esta mañana el siguiente discurso, con motivo de la botadura del nuevo portaviones Franklin D. Roosevelt en los astilleros de Brooklyn. Uno de los deberes agradables de la vida, llena de exigencias, de un presidente es la concesión de honores a nuestros combatientes por su valor en la guerra. Al entregar al servicio este barco, el pueblo americano honra al esforzado héroe de esta guerra, que dio su vida por el país. Su nombre está grabado en es e gran portaviones como lo está en los corazones de los hombres de buena voluntad de todo el mundo, Franklin D. Roosevelt. Ya cuando Roosevelt empezó a construir nuestra Armada, comenzó también a laborar por la paz mundial. Por su realista política íie buen vecino, por los ¿cuerdos, comerciales I klin B Roosevelt puso en marcha a esta nación y a las demás del mundo: la cooperación mundial y la paz. El, que ayudó a formular la Carta del Atlántico y a organizar las Naciones Unidas; él, que señaló el camino en la cooperación entre las naciones en Casablanca, El Cairo, Quebec, Teherán, Dumbarton Oaks y Yalta, y que proyectó la Conferencia de San Francisco; él sabe, al mirar sobre nosotros hoy, que la potencia de Norteamérica, tal como ise expresa en esta formidable masa de acero, es un poder dedicado a la causa de la paz. Durante catorce años, desde que el Japón invadió por primera vez la Mancharía, los hombres y mujeres vivieron en un mundo gobernado o hasta amenazado por la fuerza destinada a la agresión y a la conquista. Hasta los episodios de El Alamen y Stalingrado, las potencias del mal fueron más fuertes que las del bien, amenazando con extender su jurisdicción a tra vés de todo el mundo. No volveremos a correr tal peligro. HAREMOS IMPOSIBLE UNA NUEVA AGRESION. PODEMOS, QUEREMOS, pEBEMOS Este barco es el símbolo de nuestro, compromiso ante la organización de las Naciones Unidas, para ir a cualquier parte del mundo a ayudar a las naciones pacíficas y a contener a cualquier bandido internacional. Cien horas después de salir, de Nueva York; este navio podría estar frente a la costa de Africá. En cinco días podría cruzar el Pacífico occidental entre Pearl Harbour y las Filipinas. Este barco por sí solo podría lanzar más de cien aviones de combate sobre un objetivo. Todos esperamos con ansia el día en que la ley y no la fuerza sea el arbitró de las relaciones internacionales. Nos esforzaremos por conseguir que ese día venga pronto. Hasta que, efectivamente venga, asegurémonos de que ningún agresor posible podra ceder a ia tentación de atacar, debido a cualquier debilidad por parte de los Estados Unidos Justas son, pues, las dos grandes tareas que nos aguardan: el realizar para nuestro propio pueblo una vida plena, que nuestros recursos hacen posible, y el ayudar a que todo el mundo viva en una era de paz. Franklin D. Roosevelt dio su vida durante el servicio de estas misiones. Ahora el pueblo norteamericano está decidido a continuar por ese sendero. El no encontró facilidad ninguna para realizar estas labores. Tampoco las encoñtnremos nosotros. Pero las acometen- DS CC- I el espíritu de Franklin D. Roosevelt cuyas palabras van inscriptas en bronce sobre este mismo barco: Podemos, queremos, debemos. EFE. ENTUSIASTA HOMENAJE A LA FLOTA Nueva York 27, 10 noche. El pueblo norteamericano ha tributado el más entusiasta homenaje a la Flota norteamericana con motivo del Día de la Marina. Unos cinco millones de personas se congregaron en las orillas del río Hudson, que desemboca en el puerto de Nueva York, para contemplar a los, 47 buques de guerra victoriosos, frente a los cuales se hallaba el Missouri El presidente Truman, después de pronunciar su discurso, pasó revi; ta a la Escuadra, que ocupaba unas siete millas con s i medio millón de toneladas. Durante la ceremonia volaron sobre el puerto de Nueva York mil doscientos aviones de guerra. -EFE. EL MAYOR PORTAVIONES DEL MUNDO Nueva York 27, 10 noche, iíl portaviones Franklin D. Roosevelt de 45.000 toneladas,

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