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ABC MADRID 02-10-1945 página 27
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ABC MADRID 02-10-1945 página 27

  • EdiciónABC, MADRID
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E p ñ en África ACCIÓN SOCIAL EN MARRUECOS saa H ASTA el Marruecos español ha llegado la acción social, regida por nuestro Estado y llevada a feliz término jjQr quienes, con desinterés y te? ón, tienen, como único estímulo, el ansia de servir a España. La política social en tierras marroquíes, que re- olvló con tacto especial sus problemas, más de una vez ha merecido la admiración de las grandes potencias colonizadoras de África. Y, en verdad, que España njerece esa julita admiración, ya que en el corto espacio de cinco años, a raíz de la terminación de la guerra, otorgó, a costa de muchos sacrificios, una ayuda protectora a todo aquello que significase un bien para la Zona dé Marruecos. Buena prueba de ello ha sido la labor iniciada por el general Orgaz al frente de la Alta Comisaría, y continuada actualmente por el general Várela, Un programa social, parco en palabras y pródigo en hechos, se llevó a cabo con tan abierta generiosidad, que el pueblo marroquí muy pronto advirtió la sólida protección de España. Tras de un concienzudo estudio de sus necesidades, acudió con todos sus medios a las manifestaciones de la vida marroquí que, directa o indirectamente, necesitasen del beneficio social, punto de partida para la transformación positiva de un pueblo. Enumeraremos en una rápida síntesis los avances que, con todos los caracteres de una decidida acción social, se han operado en Marruecos bajo la jefatura del Generalísimo Franco. nistrar 40 millones de kilovatios, cuya utilización ha tenido como consecuencia el desarrollo de otras industrias, como las del papel, cemento y maderas, en las que se ocupan gran número de obreros musulmanes. Ya instaladas, o en vías de realización; la puesta en práctica de un extenso plan 4 e energía hidroeléctrica permitirá muy protito convertir a Marruecos en un magnífico pueblo industrial. enfermedad y vejez, En el mismo año, los jornales oscilaron entre 20 ipeíetas y ocho, aumentándose posteriormente, debido al encarecimiento de la vida. A través, de los Sindicatos, de los que el de la Construcción es el más numeroso, los inscritos han alcanzado notorias ventajas con la aplicación de jos Seguros Sociales que rigen en la Península. La ayuda prestada por Auxilio Social a la población necesitada ha sido amplia y bien Agricultura A pesar de la pobreza del suelo y malas condiciones de cultivo, se ha estimulado al indígena a encontrar un medio de vida en La enseñanza, otro motivo de constante preocupación y desvelo. (Instituto Politécnico. La industria de la construcción, estimulada y protegida por el Estado, ha aumentado considerablemente las viviendas, con el consiguiente empleo de indígenas en los oficios derivados de dicha industria. A los 3.967 edificios construidos en la Zona hay que añadir las autorizaciones de edificación concedidas, que dan un valor total a las viviendas de más de 100 millones de pesetas. Aparte de estas industrias, existen otras localizadas en loí medios rurales, como las de curtidos, cerámica, químicas y textiles, que reciben la ayuda directa ó indirecta de los españoles. organizada, repartiendo ropas y metálico. Particularmente, se ha incrementado p. or Auxilio Social la, protección al niño por medio de comedores, guarderías infantiles y Centros de Puericultura y Alimentación, en los que se asiste, anualmente y de fonjja progresiva, a más de 1.500 niños musulmanes. Asimismo, varios Centros de Orfandad han recogido y educado a los huérfanos de nuestra Cruzada. Higiene y Sanidad Dentro del plan social desarrollado en Marruecos, ocupa un puesto importantísimo la Higiene y Sanidad de la Zona, que hacen ostentar a España, entre todas las naciones colonizadoras, el primer puesto. Cerca de 70 hospitales civiles y centros médicos, urbanos ¡y rurales, asisten anualmente a más de 7.000 enfermos, de los que el 59 por 100 son musulmanes, el 36, españoles, y el resto, israelitas. Últimamente, y bajo el mandato del general Orgaz, se abrieron nuevos y moderips Centros hospitalarios, como el hospital de Tánger, y se ampliaron otros, como los de Tetuán y Villa Nador. Asimismo, fcuenta la Zona del Protectorado con varios pabellones de maternidad y reposo, además del magnífico sanatorio antituberculoso de Ben Karrich. Un competente cuadro de médicos, españoles y musulmanes, asiste con! toda solicitud a los enfermos, habiendo conseguido en los últimos años, con su loable tarea, elevar paulatinamente el estado sanitario en todo Marruecos español. Y esta ingente labor, consignada aquí á grandes rasgos, ¡ha demostrado, una vez más, la capacidad colonizadora de España, que trata y protege generosamente a quienes. se hallan bajo su mandato. Es el mejor premio para tan magnífico esfuerzo, el servicio, trabajo y lealtad de un pueblo que, bajo la bandera española, se siente confiado y protegido en el Marruecos español, prolongación de nuestra Patria. JUAN FRANCISCO PUCH Enseñanza Es indudable que para conseguir los frutos deseados con tan generosa acción social, se comience por la formación del hombre íiiusulmán, inculcando en la juventud el amor al estudio y al trabajo. Conscientes de ello, los organismos oficiales de nuestro Protectorado crearon, en su labor erizada de dificultades, medio centenar de escuelas de enseñanza primaria, en la que reciben la más rudimentaria educación 4.000 niños. Posteriormente, halagados por el éxito, se inauguraron amplios y modernos escolares, como José Antonio, de Tánger, y General Orgaz, de Ceuta. Aparte de magníficas instituciones culturales, como el Centro de Estudios Marroquíes y el Instituto Politécnico, se abren varias bibliotecas para atender a la formación intelectual del musulmán, quien demuestra, según estadísticas, tina clara predilección por las obras de Literatura, Ciencias y Perecho, estudios que pijeden seguir o perfeccionar en las Universidades de la Península. Al conocimiento, dominio y utilización del agua concedió el general Orgaz la mayor importancia. (Canal de riegos de la vega del Lau. el trabajo de la tierra. Para ello se crearon la Caja Autónoma Agrícola, la Yeguada Jalifiana de Handak Zinat y la Granja Agrícola de Chauen. Además, y por diferentes medios, se ha fomentado él cuidado de las especies arbóreas, regulándose la desmedida explotación de los bosques. Los frutos de esta labor correspondieron al esfuerzo de las autoridades españolas, ya que, por ejemplo, en uno de los cultivos, el del trigo, Ijacia el que más se orientó d- trabajo del jn dígena, se experimentó en 1942 un aumento de 154.819 quintales métricos con relación al año 1937. Este objetivo social, plenamente lograijo, Trabajo y acción social significaba una ventajosa ocupación para vaLa población asalariada de Marruecos rios centenares de hombres que antes perpuede inscribirse voluntariamente en la manecían en la más absoluta miseria. C. N. S. y beneficiarse de los diferentes SeIndustria guros puestos en práctica. Sólo en el a. ño La industria eléctrica marroquí, con las 1942 se distribuyeron 607 subsidios, por vaampliaciones llevadas a cabo, puede sumi- lor de 146.402 pesetas, en concepto de paro.

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