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ABC MADRID 03-04-1945 página 18
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ABC MADRID 03-04-1945 página 18

  • EdiciónABC, MADRID
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A B C. S P E A B R I f i Í 3 S 1945. EDICIÓN BE iiA MALAXA. PAG. 18. E FÜTBOt EN LAS ELIMINATORIAS PARA LA COPA DEL GENERALÍSIMO, EL ATLETICO- AVJACION F U E V E N C Í D O- 2 A 1- POR EL ATLETÍCO DE BILBAO Resultados Atlétieo- Aviabión- Atlético dé Bilbao, 1- 2. Real Oviedio- D portivo Español, 1- 2. Valencia- Sevilla, 5- 1. Deportivo Castellón- Granada, 3- 0, cía antes que él pesdar a martillazos na difícil porque para dar a la trucha s requerían miles d e martillazos. Ahora biein, cuando se acertaba... Pues resulta qué sé acierta más día lo que pemsara, el díel cuento de los martillazos. Qon. lia dJferienpia dle que aquí lo quS conviene s disponer de varios reputados martilladores y... esperar, la ocasión. En esté partido, los bilbaínos pasaron el tiempo, más qué dominedos, ahogados, pero, con sus martilladores, allí delante desplazados esperando- ja oportunidad. Y o zai on dos soberbias truchas, mientras los mie- jones jugadiores, los qué dominaban, asaeteaban y émocionabaoi, pleirdíari una y mil veces los momentos que pafficían decisivos. Con. lo cual, habrá Comentario La primera. parte de los cuartos de final ha traído algunas novedades al programa de ios que prefijaron los resultados. Si bien es cierto que el Atlético bilbaíno se presentaba favorito, en la prueba de Madrid, en el Estadio Metropolitano, los augures suponían, cua- ndo memos un empate o quizá la mínim a victoria de los aviadores No ha sido así, aunque en el resultado hayan influido esos imponderables qué han mermado el número y las posibilidades del Atlétioo- Aviación, a pesar d e lo cual, el once local dominó constantemente y se batió con un denuedo merecedor de mejor foctuna. Suceso inesperado fue también el de Bu 6 navista, de donde el Real Oviedo salió vencido ipor el Deportivo Español de. Barcelona, confirman do aquella recuperación que señalábamos eii muestra impresión pasada, al referirnos al partido reeie- nte de Liga, en el que los catalanes fueron vencidos por el Aviación. Las diferencias en los campos de Mestalla y SequioL nos parecen perfectamente lógicas y normales, puesto que el Sevilla y el Granada han tenido em. la Liga actuaciones irregulares, que Jio permitían ver en ellos- -excepción hecha de partidos de fortuna- ¡ningún aspirante al título nacional. De donde se infiere que si 61 sorteo no lo dispon de otra íorma, la final de 1 Copa, del año actual, po dría reproducir la función del año pasado. Salvo en el resultado, cuyo vaticinio, por ahora, nos parece muy, aventurado, SOMBREROS DÉ LUvIO SEfiORA CAB LLEBO ünlc. smente en Avenida Je (esa. o Horlaleta) i Atlético- Aviación, 1; Atlético de Bilbao, 2 mar bel EI secreto. -Si estás líneas tienen algún Je ctor, el que leyere sé aompr, ometei- á, antes de seguir, guardar al cronista un total secreto. Ni una palabra a naidie de lo qué ésta escrito; y. sobrie todo, que nadie, absoluBaimlemte nadie, sé enteré fn Bilbao del secrieto qué voy a se ¡velair. Merc d a este descubrimiento, el Aviación puiedé fácilmente ganar la revancha quie ésta obligado a bsoeír én San Mames, y los diemás equipos qu conozcan la maravillosa, fórmula qué hesnos penetrado, se hallan én condiciones de estratégica, sencillez pam. alcanzan: él título de cámpielonés de España. Tal v z no n un plazo inmediato; peno, a buen seguro, én ese porvenir qué depende tan sólo del tiempo que ie l club que. lo deeíe farde en digerir el maravilloso secreto. Sincierianaenté, el Atlético bilbaíno IK hizo un. juego demasiado bu no el domingo. Ni articuló muchos avances de briUBirtféz deslumbrante Ni supo evitar un dominio abrumador, que él Aviación mantuvo durante la segunda parte con. inferioridad numérica... S 6 limitó él equipo de San Mames a producirse con sa tesón y ese entusiasmo proverbi aíes qué, miénitraa en cualquier otro conjunto viene a sei- 1 resultado die un alarde momentáneo, o la consecuencia de una ráfaga dé fortuna y aciertos, en Bilbao, es la tónica, constainte, él motive- sistematizado, la fórmula permanente e impetuosa de juego, que én definitiva- -en la sucesión de las temporadas, los hombres y los campeonatos- -imptoiné su suipierioridíail tierminainte. Una superioridad- -si los que lian dé guardarme el ge- cneto quieren consol- airse parcialmient -qué tal vez no se rinda a los cánones más bellos y matemáticamente perfilados, pero que, sin duda, se ha acreditado en él tiempo como el sistema más práctico. P rque es i flué sirve paira ganar. Eero... ¡chitón! que no s 6 enteren los bilbaínos... El martillo. -Mientras por las columnas de la crítica spañola siguen rodando los largos coinfusos, difusos y pjioíusos artículos, enca 1 minados a hacer ia disección de las tácticas y las técnicas, los bilbaínos, fieles a su magnífica fórmula, de juego, continúan saliendo a jugar a martilfazos. Verán ustedes. La cosa es sencilla: se de- Novela muy interesante, por Maria NIETO. A PARTIR DEL JUEVES, DÍA 5: exhibirá su co- lección todos i los xdías a las 1 5 de la tarde. I Por rigurosa I invitación. Lisia, 25. TeL 59306 La señorita de marfil concluirse que lá mejor ciase puede resultar la p flor. O diefe de otro modo: qu goles son triunfes, aunque sean a golpes dS aiartill. Impresiones de juego. -Se repite tace varios partidos el gol- rélámpago. De salida un equipo acomete, profundiza, desborda, y a los treinta o cuarenta segundos, el gol mejor da la tarde, el más espectacular. En seguida nos preparamos para presenciar un. gran partidor pero- U cosa sé tuerce, los rivales igualan sus fuerzas, elp arbitro da una de cal y otra dé larenai y, al cabo, el juego no alcanza 1 brillo pre. visto. El tanto inicial fue, eñ esta ocasión, él avancé íntegro de la vanguardia local, él centro de Adr. o, ver, que cruzó hasta el ala izquierda, y el nuevo centro dé Vázquez, que. remató internándose el propio extremo dere- cha, rápido y d- ecidido, entre las aclamaciones dei público. Luego, el ímpetu bilbaíno neutralizó el juego y las arrancadas de Zarra dieron lEt tónica ai encuentro. Pero, con excelente acuerdo, Germán, no fue medio centro retrasado, sino de ataque, y todo el equipo metropolitano se empleó con vehemencia, con alegría, con. profundidad. Por desgracia, dos duros choques iban a dejar malparidos a dos jugadores locales: Riera, en su encuentro oon Albizúa, y después, Campos con Aquél sufrió un? herida en la frente, que, aun én condiciones dé inferioridad, le permitió seguir ju- indo, mientras que Campos, en estado de semi- inconsciencia, tuvo qué abandonar e- 1 terreno al final del primer tiempo p; ára n. o volver más. La decisio. it y la impetuosidad de i v bilbaínos logró su premio a los dieciocho minutos. Fué un córner lanzado por Gainza y admir Arablemente rematado con la cabeza pn Zarra, jlanzándose en busca de la pelotai a trá véí de un grupo de enemigos. Magnífico tanto y justo empate. Luego, él juego, equilibrado, con siís opuestas tónicas y procedimientos, fue a ratos brillante y casi siempre de iniciativa local, aanique- la defensa bilbaína sé empleara con seguridad, que, en el sector de Mieza fue rudeza y hasta víolénciai e too pocas ocasiones. En. el segundo tiempo, cuando por Ja inferioridad de los aviadores había que presumir un dominio constante de los bilbaínos, sucedió exactamente todo lo contrario. El Aviación se impuso merced al esfuerzo de Germán y Gaíbilondo y al buen juego de Taitavull. Oon ellos, la movilidad y la impetuosidad de Jorge pedió al ataque local unai ¡profundidad y una. peligrosidad de la que hasta aquí había carecido. En muchas ocasiones. 61 tanto pareció inevitable. Pero en el segundo preciso, la intervención heroica de Lezama salvó las ocasiones, y en otro momento- penalty de Miezai que detuvo con el antebrazo plegado sobré el pecho un buen, tiro- la indiferencia del arbitro privó a IQS del Estadio de Si ventaja que tanto sé merecían. Tan sólo en dos oportunidades llegaron los bilbaínos cerca de 14 meta de Edérra, y en una de ellas, a. los treinta y ocho minutos, el ifallo. de Aparicio facilitó lá magnífica escapatoria de Zarra. Este muchacho, pleno dé brío y con exacta intuición, burló luego a Riera, y antes- de qué la salida del portero pudiera, evitarlo, colocó la pelota en. el fondo de, lared Un tanto de varonil impetuosidad, niny dé las ¡fórmulas del Atlético bilbaíno. Lueglc, esfuerzos vehiem. emtés, dieciididois, per faOtos ya: d! e buen goibieimo, tlisl equipo JiccalU que siguió dominandol hasta el fina! frente a una resistencia. Kxc efente, amípana. da, por supuesto, e n Jéis ¡tres medios, dé los cuailles Kand: o desarrolló uffl- a graiu Dahcr. Las figuras. -La línea inedia del Aviación jugó mucho. empuj ando oon reslo (luci. ó. n a sus dielantei- oe y mejorando noitiablem ernte Cuenca, nespécto de sus joirnadas anteriores. En el ataque, Joirge volvió a ¡ser el eú eimenito imlpiulsivo taai néel teari O. pero tan. necesitado, de intei- iore! a que forjen el juego que. él hia. de realizar. En esta ocasión, Taltavull fue un interior perfectamente a tono y que Uevó la línea cbim rara habilidad. Del trío defensivo, Aparicio sería: el miejicr si lograr a esa elasticidad que le íáltáí y que rio díepe ¡n. de ya del fútbol, sin de ía gimmasdaj indiapensaibte tjara alcanzar la pttenitud de. forma. Cuia- nto a Edien aipenias imoilieeitado: fue un buen portero, que, sin embargo debió salir, en 6 1 líiegundo tiemipo, a tratar de evitar i qu 1 o parecía- -y fue- -mievitatolle. Hicieron los bill ain ig un. (partido- de Oopa. Sin. preocuparle nunca de filigranas ni de r ng o- rra gos. Bquílibraroin el primer tiempiG por mérito de. juego, y desequilibrada la segunda parte ptar la ¡avalancha. KLadriléña, g mantuvierom. a urna clefeinijiva magníflc dora la colaboración intrépida de los med osi Nta. ndo (fue magnífico, y en la meta; jLezk, iná, un. giiardadpí

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