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ABC MADRID 02-12-1943 página 11
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ABC MADRID 02-12-1943 página 11

  • EdiciónABC, MADRID
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A B O JUEVES 2 DE DICIEMBRE E 1943. EDICIÓN DE LA MAÑANA. PAfí. 11. todos los que la hacen; todos abominan Cuando el iS de diciembre del pasado año de sus horrores y se eximen de respon de 194.2 puso pie en Lisboa nuestro ministro sabilidad; todos protestan de haber sido de Asuntos Exteriores, conde de Jordana, para provocados y obligados a la lucha; pero tener con el Gobierno portugués las importodos proclaman su designio de contitantes conversaciones que habían de concluir nuarla implacablemente hasta vencer o morir; y todos prometen edificar un en la constitución del Bloque Ibérico, ABC mundo mejor sobre los inmensos essaludaba al pueblo hiso con estas palabras: tragos que acumulan por todas partes. Ffirtugal no es para los españoles la nación ¡Paradoja siniestra! Los pueblos están amiga, y aun la nación hermana, que con Esdestrozándose bárbaramente para ser paña comparte un misino solar geográfico. Es, mejores. además, la portadora a través de la Historia, Una vez más el Vicario de Cristo como una antorctia que no se extingue, juntadice sú dolor ante la enormidad sin mente con España, de aquellos valores ideales precedentes de esta, guerra y por los odios que la propagan, la encarnizan que nos dan a unos y otros una singular fisoy la prolongan. El Pontífice se dirige nomía entre los pueblos Y al final de nuestro a la Cristiandad, exhortándola nuevacomentario, dos días después, a los memorables mente a la oración y a la penitencia discursos que en aquella ocasión pronunciaran para conseguir de la divina misericorOlifveira Solazar y el conde de Jordana, esdia el remedio de tantas calamidades presentes y venideras. Sólo el Evangetampábamos, a manera de motivo- guia o penlio puede renovar en las- almas la fe samiento dominante de nuestras palabras, aquey la virtud, resucitar las conciencias, llas que se leían en la oración de nuestro mihermanar a los pueblos y abrir camino nistro, y que valen por todo un tratado de Dea la paz, que todavía se niegan y se recho público, y aun responden a la aspiración estorban los hombres tenazmente. No a la paz impuesta por las armas, la fuerde dar al mundo una organización internacioza y el odio, sino a la paz cristiana que nal mejor, y que al referirse al Bloque Ibérico se funda en el derecho, en la verdad, decían así: instrumento de pacificación habrá en la justicia y en la caridad. de ser y depositario de los más altos valores El mundo vuelve sus ojos a la Santa inórales Sede y pone su esperanza en la acción Traernos a referencia estos gratos recuerperseverante de Pío XII, que sigue la dos con ocasión del nuevo discurso, de unitradición pacificadora de la I g l e s i a versal consideración, que ha pronunciado re ¿Qué otro mejor intérprete de una paz cristiana? ¿Qué otro arbitro más capa ciententente el doctor Salasar ante la Asamcitado para establecerla? 1 No hay sobre hlea Nacional de su país. Sobre admirar la tierra instituciones, poderes ni pernosotros en él la extraordinaria finura essonalidades que sumen como el Pontifi piritual del presidente portugués y su sentido cado títulos irrecusables de prestigio, realista de las cosas y de las ir emendas triautoridad, imparcialidad y santo celo en la misión de liquidar conflictos y disbulaciones del mundo conteniporáneo, advercordias. La Historia, desde los comientimos, con igual complacencia y admiración, zos de la era cristiana, registra la feliz cómo Solazar persiste, siempre igual a sí misintervención de. muchos Papas en memo, en aquella inspiración de su pieza oramorables obras de paz. León el Grande, toria del pasado año, que le llevaba a erigir mediador entre Atila y Valentiniaho, libró a Roma del ataque de aquél. Aga Portugal y a España, las naciones descuz Él- Gobierno de Franco cuida con desvelo p- ito I negoció la paz entre el Emde la conservación y festauración de los mobridoras que ha cuatro siglos trajeron a vida perador Justiniano y los ostrogodos. numentos nacionales, que forman un acervo fivil a todo un universo en tinieblas, en esJuan XVI negoció la paz entre ingleforzadas defensoras de los valores morales ses y normandos. Urbano II, en 1095, de imponente grandeza; pero era preciso- -y así lo reconoce el ministerio de Educación p que habrá de tornar el mundo, si ha de impuso la tregua de Dios a toda la Nacional- -que la juventud estudiosa tuviera recobrar la salud que perdió. Por ello, se Cristiandad. Eugenio IV hizo el tratado a su alcance cuantos planos, dibujos, estamde Arres. Alejandro VI publicó la bula advierte a Salasar tratando las arduas cuespas y proyectos, fragmentos de edificios y que puso fin a las contiendas de los tiones de Portugal en el día de hoy- -Timor, países descubridores en América. Grereproducciones se hallan diseminados fror la las Azores- no con fiereza agresiva y niegorio XIII concluyó la paz de 1580 entre nación nos con mansedumbre y conformidad, sino Rusia y Polonia. León XIII resolvió con Esos documentos de la historia del arte arcon serena visión, con alteza de alma, propias su arbitraje el enojoso disturbio de las quitectónico es- pañol servirán de instrumento Carolinas. del que sabe que él tiene la sola verdad y eficacísimo para la enseñanza de la Arquitecla mejor conducta; que obedece al destino La conflagración actual está llena de tura y para la divulgación de los conocimienhistórico de su país y que sabe adaptarlo a complicaciones y dificultades aun para tos de nuestros estilos propios, con una contriel acuerdo entre los beligerantes de un las necesidades vigentes- y prácticas del día. bución estimable para la cultura general del mismo bando. La mera cesación de la Pero nadie coniprende los motivos de un país. Al mismo tiempo y por una consecuencia guerra puede no ser de paz, y puede alma hidalga, como el que posee igual hidalde pragmatismo inmediato, en ese Museo se ser algo tan terrible como la guerra. guía. Así, nadie como Solazar hace hoy jusreunirá toda la documentación relativa a los o más. -Si no es el Vicario de Cristo, ticia a España y a la transparencia de la ¿quién logrará una paz estable y meproblemas de la vivienda y del urbanismo, tan- dianamente satisfactoria? -C. política internacional de España. En el teleto en su aspecto histórico contó en su estado grama que el ministro lusitano ha dirigido al actual. conde, de Jordana, en respuesta a la feliciEste decreto de creación del Museo Naciotación que éste le envió, dice Salasar que cree ¡CATÓLICOS! Mañana es primer vier- nal de Arquitectura, que firma el Caudillo, haber sido justo con España En efecto, nes de mes. Haced una fervorosa comu- merece férvidos elogios. justo ha sido, en sus meditadas y ex actas paEl Arte arquitectónico de España es de labras que ha pronunciado ante la Asamblea nión, preparados por una buena confe- tal dimensión, tan extenso y tan profundo, Nacional portuguesa, con referencia a nues- sión. No olvidéis Ja gran promesa del aue el Museo, al quedar instalado en la Ciudad Universitaria de Madrid, constituirá un tro país. El venturoso hogar de paz que hoy constituyen las dos- naciones peninsula- Sagrado Cora 2 Ón de Jesús, que dijo a legítimo orgullo de los españoles. res, no es un. refugio del egoísmo nacional Santa Margarita María de Alacoque: de cada uno. Está en función posible de actualizar los valores morales supremos, sin Yo prometo, en el exceso de la miserifos cuales, individualmente, no vale la pena cordia de mi Corazón, que mi amor to de. vivir la vida, y colectivamente los pueblos dopoderoso concederá, a todos los que Terminan Jas jornadas de Acción Católica se ciegan, porque los, ojos se les han llenado de tierra. Hay algo en Oliveira Salasar que comulguen nueve primeros viernes de en El Ferrol del Caudillo descubre siempre, tras del político práctico, al mes seguidos, la gracia de la penitencia El Ferrol del Caudillo 1, 11. noche. Las Jornadas de Acción Católica, presididas por pensador y al hombre de formación espiritual L perfecta. Y éste es el mayor elogio que pue- final; no morirán en mi desgracia, y mi el obispo Mondoñedo, han terminado hoy con un solemne y piadoso acto. Han emprende íiacerse de un estadista. Corazón será su refugio seguro en aquel dido el regreso a Madrid Los propagandistas que para, intervenir en las tareas vinieron último momento. de la- capital de España. ¡CIFEÍA. UN D I S C U R S O DE RASGOS DEL DÍA ESTADISTA Y DE PENLA PAZ CRISTIANA S A DO R Nadie quiere la guerra; la maldicen LA ARQUITECTURA ESPAÑOLA El ministerio de Educación Nacional, siempre operante y eficaz, acaba de dictar un- decreto por el que se crea el Museo Nacional de Arquitectura. España es, sin duda alguna, uno de los países que posee mayor tesoro arquitectónico. En los mismos estilos que son universales imprimió su seüo y los interpretó de manera absolutamente original. El románico y el gótico, por ejemplo, tienen sobre nuestro solar algo, de gracia alada, de clara luminosidad, que no suele apreciarse en oíros lugares distintos y distantes. Pero, además, ¡qué cantidad de monumentos de ambos- estilos en nuestras ciudades y en nuestras villas, en los castillos, en los cenobios, aquí y allá, en las viejas tierras españolas! Si seguimos paso a paso la historia de nuestra arquitectura, nos encontraremos, sucesivamente, con tees- estilos autóctonos que llenan el mundo con sti fama. Nada tan elegante, tan lleno de espiritualidad, tan brillante y sugestivo, como el mudejar, que nació de nuestros contactos con los árabes. Nada tan sereno, tan profundo, tan matemático y, al mismo tiempo, ian militar, como el estilo herreriano que parece nacido para la tierra parda de Castilla y que tiene la verticalidad de un sayal franciscano. Nada tan gracioso, tan lleno de movimiento y alma, como el plateresco español, que es una interpretación absolutamente nuestra del Renacimiento. Y España llevó a América un modo arquitectónico completamente suyo, ese que llamamos de la época colonial y que tiene rasgos tan propios y tan firmes, que sólo, basta contemplar, lo a distancia para que el recuerdo de España acuda en ¡el acto a nuestra imaginación. Si la tradición de España refulge con trazos dia mantillos en las Letras, en las Ciencias y en el Arte de modo, tal que hay siglos de Oro, y así se les conoce en el mundo, ¡cómo no hemos de formular el mismo juicio sobre una arquitectura llamada española, por antonomasia y que sirvió de modelo en todas partes! A. CT 1. V 1 D A DE S DE ACCIÓN CATÓLICA

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