Archivo ABC
ArchivoHemeroteca
ABC MADRID 27-08-1943 página 3
ABC MADRID 27-08-1943 página 3
Ir a detalle de periódico

ABC MADRID 27-08-1943 página 3

  • EdiciónABC, MADRID
  • Página3
Más información

Descripción

AGOSTO D E 1943 NUMERO SUELTO 25 CENTS. MADRID: OJí MJES, PESETAS. PROVUNCIASs TKES MESES, I AMJEKiCA í PORTCGAJQ: TRES MESES. 20. TRES MESES. 37,50 PESETAS. REDACCIÓN X ADMINISTRACIÓN! SERKÁNO, 1. MADRID. APARTADO N. 43, ABC D 1 AR 1 O 1 LUST RADO AÑO TR 1 CES I M O S EX T O N. r n 700 EL CAUDILLO VISITA EL HISTÓRICO MONASTERIO DESAMOS, SEDE ABACIAL DE LA COMUNIDAD DE PADRES BENEDICTINOS Y LA GRAN 1 A AGROPECUARIA FINGOY, PROPIEDAD DEL ESTADO AcoJnpanabanalGcncraIisimosucsposaehjjayscquito. su Excelencia el Jefe del Estado recorrió detejnidamente todas las estancias del sagrado recinto, tras rezar en el templo. Salutación del ahad. Juzgar cuál será la alegría de veros entre nosotros, ya que sin vuestra ayuda todo lo que hemos hecho y i iio lo que tenemos se hubiera reducido a cenizas. Contestación del Caudillo. Imponente recibimiento en Lugo, en cuya Catedral se rezó una estación a Jesús Sacramentado. La visita a la granja. Regreso al Pazo de Meirás acontecer funesto, ya este lugar, geográficamente escondido y oculto, pero: históricamenTras ser saludado por las autoridades, el te famoso y notoriamente célebre, había sido injustamente por aquellos que reCaudillo continúa el viaje a Samos, donde gían el carro yolvidado tajo los arcos de triunpasa- n, fo oyendo el son de los hinrmos. Desde qué fue recibido por la multitud, que le aclamó esta clausura fue profanada, el olvido seLügó 26, 10 noche. Su Excelencia el Jele hizo abandono, hasta hoy, en que nos lleü er Estado, acompañado de su esposa e hija, namos de gozo el cogeros en est a casa en ha visitado hoy el Monasterio de ¡Samos, sede unión de vuestra esposa, ejemplo y espejo de abacial de la. Comunidad de los Padres Bene- damas cristianas y españolas. dictinos y la Granja Agropecuaria de Fingoy, Quisiéramos, señor, recibiros com. el boato en, láár inmediaciones de Lugo. En todas parlos Fr uetes éí público tributó al Generalísimo un apo- de nuestros mejores tiempos, en que consideralas, Alfonsos, Ordoños y Ramiros teósico recibimiento y entusiástica despedida. ban e- este Real Monasterio de San Julián Arias once de la mañana llegó el Caudillo de Samos como casa solariega; quisiéramos al límite- de la provincia. Le acompañaban recibiros como se salíai ¿1 encuentro del gran ¿u esposa, doña Carmen Polo de Franco; su Carlos I cuando se dirigía peregrino a Cornhija- Carmencita, el jefe de- la Casa Militar postela. En. aquellos tiempos la Historia de E. teniente general Muñoz Grandes; elEspaña se confu n- día muchas veces con la de capitán general de la Región y otras persona- nuestro Monasterio, que hacía sentir sobre lidades. A recibirle salieron los gobernado- estos reinos el influjo de sus piedras trece veres. eivil y militar, acompañados de sus res- ces seculares. Ya que no podemos ofreceros pectivos secretarios y ayudantes, y el tenien- aquel esplendor, os acogemos con el gozo te coronel jefe de la Guardia civil de la Co- con que se recibe al soldado esforzado, pormandancia de Lugo. El Caudillo fue saluda- que nosotros somos eso: soldados esforzaJo por las autoridades que acudieron a reci- dos, tortísimos cenobitas al servicio- de la Rebir! y seguidamente, acompañado de su sé- ligión y de la Patria. quito, continuó viaje con dirección a Samos, Somos, señor, la. única abadía de Galicia sede abacial de lai Comunidad de los Padres y. de las que profesan en España, la que se Benedictinos. vio en su resurgir menos ayuda- da, a pesar Allí fue recibido e n. las proximidades del de lo cual nos consideramos unos de los más Monasterio por la Comunidad benedictina pre- reciamente españoles. Por ello, cuando alsidida por el abad mitrado. D. Mauro Gómez zasteis bandera de batalla, mis monjes acuPereira, revestido de pontifical, con mitra y dieron a alistarse a vuestros Ejércitos y subáe; ulo, ají como las autoridades, jerarquías pieron cumplir nuestros consejos y los debey pueblo, en masa. La multitud al llegar el res d su ministerio; y euitonces y después, coche en que viajaba el Jefe del Estado, pro- díai tras día. todos nosotros, cuando al altar rrumpió en g r i t o s de ¡Franco! ¡Franco! subimos diariamente para tener en nuestras ¡Franco! y vítores entusiásticos. manos 1 cuerpo vivo de Cristo, Señor Nuestro, porque- El os ilumine, os ¡bendiga y os aliente hacemos especial -recordación. Hace IÍ v En, el Monasterio catorce eños que la Providencia nos puso Rodeando a Su Excelencia y al abad en este lugar de padre y de vigía, y de de rtilÉrado marcha la Comunidad de monjes, cquel instante, confiando solo en Dios, con su gracia y su única ayuda, sentimos la apre íí cantando el aTe Deum miante necesidad de devolver ai esta abadía, M Caudillo? besó el crucifijo que le ofre- tan vieja como gloriosa, su pasado prestigio. Hemos restaurado sus claustros; de nuevo ciáfel prelado, y después, acompañado por el atojad, se dirigió al templo, donde unas mag- hicimos la biblioteca, renovamos las antiguas nííffcas tallas de Ferreiro destacan sobre el labores monásticas con nuestras industrias y ajtéar mayor, imponente y severo. Rodeando la creación de la Escuela de Agricultura en aiJ 3. B. el. Jefe d. el Estado y al abad: mitra- nuestra Granja. Iniciamos la fundación de ad marchaba la Comunidad de monjes, re- una imprenta para que en un I mañana próvertidos de cogulla, cantando el Te Deum ximo nos permita difundir nu str- aa inquieL s armonías gregoriana maravillosamente tudes literarias; y, siguiendo vuestras pala interpretadas por ios monjes, se entremezcla- bras y vuestros hechos, creamos un Sindica- ban con las voces de clamoroso entusiasmo to que facilita la vida a más de 900 familias d. 1 vecindario, que, enfervorizado de entu- campesinas. Predeciendo e infundiendo espísiasmo, no dejaba de aclamar al Caudillo d? ritu a esta reconstrucción material, procedeE paña. Ya en, la iglesia, el Caudillo y su es- mos a devolver a la vida cristiana, su pura p. (jsa ocuparon el trono preparado al lado de! y auténtico sabor litúrgico en un movimiento Evangelio. El abad recitó ¡a. oración que- el vivificador de la fe. y da la moral; procuraPfmtifical reserva para los Jefes de Ejstado mos enviar las mejores premisae de nuestros monjes los archivos, y bibliotecas extranje- y a continuación dio la bendición. ros para que aprendan lo que no podemos enseñarles Qquí, y sepan también amar mejor Discurso de! abad mitrado en la sala nuestra preclara tradición. De aquí salen tamI capitular bién, después de educarlos y formarlos, los. ¡Después, en capisayos, despojado de la monjes misioneros que, cual heraldos de la Fe capa pluvial, con el báculo y la mitra, re- y de la Patria, recobren, las Amúrjcas, Auscogió al Caudillo del presbiterio y. precedidos tralia y Filipinas. Deseamos y proyectamos iSIL maestro de ceremonias del Monasterio y hacer una. magna historia del Reino de Gaséjruidos de la Comunidad y séquito de S. E. licia y una monumental patrística porque la- penetraron en la clausura, recibiendo el Cau- bares de tal envergadura sólo son accesibles dillo en la sala- capitular el saludo de la Co- a la paciencia y estudio de una comunidad nibnida. d y la bienvenida del abad, que leyó benedictina. Deseosos de difundir la cultura ejí siguiente discurso: que contribuímos a orear, establecimos un co: Es. Ja primera vez, sector, después de. la Itgio de... Segunda Enseñanza con. el. nombre l que. mi abadía. se- hc íW 3, c jn: fie Jnúestrb. siempre; Venara do. padre rri 5 estro ií 4- -ifc- ta- d- or- Á- iites de ese fray Benito Jerónimo Feijóo, eximio hijo del En el límite de la provincia interior de este cenobio, donde tomó el hábito, donde se recogió en oración, donde conservamos su celda y los libros de su uso y estudio que logramos recuperar. Vuestra visita de hoy, volvemos a decíroslo, la tomemos como el premio a esta labor ingente qus hemos sostenido para llegar a este momento. Sintiendo así, juzgad, pues, cuá no será la alegría de recibiros, d. e ye- ros entre nosotros, ya que sin vuestra ayuda tod l,o que hemos hecho y todo lo que ten moa ¿a hubiera reducido a cenizas. Y no nosotros, sino todo lo que fuera vida religiosa en España hubiera sido aniquilado sin vuestra victoria. Salvando a la Patria salvasteis 13- Religión. Y legisláis con tan acendrado sentido cristiano, con. tan profundo amor a la Iglesia que hay que remontarse muy alto en la. Historia para encontrar quien pudiera llevar con igual mérito que Franco el título de Defensor de la. Fe. Por ello, como prelado, y en nombre ds mis monjes, recibir, Señor, la más emocionada gratitud y una firme e inquebrantable adhesión. Y nada más, Señor. Ved en mi bienvenida la que no pueden expresar las palapras; ved nuestra devoción y nuestra lealtad a vuestra persona y cuanto vos representáis. Y cuando volváis a los al aníK del Gobierno, pensad que nosotros pedimos por vos con. los rueiíos más encendidos; pensad que en estas benditas tierras de Galicia resurge bajo su mandato una milenaria, abadía, franco, Caudillo de España, primero entre los mejores, marcado entre los ilustres, que Dios os ayude siempre y guarde siempre esa espada gloriosa da vencedor. Palabras del Caudillo Terminada lar salutación d l aba. d. escuchada, por todos en emocionado silencio, Su Excelencia el Jefe del Estado pronunció as siguientes palabras: Excelentísimo señor abad, padres y hermanos que me escucháis: Sólo dos palabras para agradecer al señor abad esas amables frases que me ha dedicado y a sta recordación tan interesante que ha hecho a la Historia de España y a la vida de este monasterio. Es para mí una satisfacción que bajo mi mando y en los días que pesa sobre mí la responsabilidad de la marcha del Estado, pueda resurgir la fe religiosa en España, que podáis dedicaros con más ahinco que nunca al cultivo de las ciencias teológicas y, al mismo tiempo, a la labor social que ya sé que desarrolláis. También me entero por boca de vuestro abad que vais a emprender una obra social agraria junto a los muros milenarios de este monasterio y que, al mismo tiempo, esa Historia de Galicia, tan llena de glorias y tan interesante, va a salir de nuevo a la luz por vuestro esfuerzo. Xo os ofrezco, en nombre del Gobierno, toda la cooperación y colaboración para ayudaros en estas dos obras, y para que siga siendo siempre esta abadía milenaria, luz y fe de la gloria del camino de Cristo. Yo os ofrezco, en nombre del Gobierno, toda Ja cooperación y colaboración para ayudaros Visita a) Monasterio El Generalísimo almuerza en el refectorio A continuación el Generalísimo visitó el magnífico monasterio. Primeramente estuvo en la biblioteca, donde se guardan más de

Te puede interesar

Copyright (c) DIARIO ABC S.L, Madrid, 2009. Queda prohibida la reproducción, distribución, puesta a disposición, comunicación pública y utilización, total o parcial, de los contenidos de esta web, en cualquier forma o modalidad, sin previa, expresa y escrita autorización, incluyendo, en particular, su mera reproducción y/o puesta a disposición como resúmenes, reseñas o revistas de prensa con fines comerciales o directa o indirectamente lucrativos, a la que se manifiesta oposición expresa, a salvo del uso de los productos que se contrate de acuerdo con las condiciones existentes.