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ABC MADRID 15-06-1943 página 17
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ABC MADRID 15-06-1943 página 17

  • EdiciónABC, MADRID
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A B C. M A R T E S 15 DE J U N I O BE 1943, EDICIOK DE IJA MAÑANA. PAG. LOS D E P O R T ES EL APLASTANTE TRIUNFO DEL REAL MADRID SOBRE EL BARCELONA, EN CHAMART 1 N, Y EL EMPATE DEL VALENCIA Y EL ATLETICO DE BILBAO, EN MESTALLA FÚTBOL Resultados Real Madrid- Bai- tcelona C. F- 11- 1 (0- 3) Valeneia- Atlétioo- de Biaba- o. 2- 2 (0- a) COPA DE ESPAS A D E AFICIONADOS Logrones, 1- Sevilla, 2; Lañgrena. 6- Barcelona, 0. ASCENSO A SEGUNDA DIVISIÓN Aleoyano, 3. ¡Málaga, 0; Salamanca, 3- Alavés, 0. Comentario Las semifinales han concluido con uíia rotunda, con. una. voluminosa sorpresa: la eliminacióm del equipo azulgrana, favorito de la competición, qu e ha sido arirolladorament- e batido, por aquel Madrid que ocho días antes, en Las Corta, apenas si pudo da r pie con tola. j Por otra parte, el Valencia, que acertó a defenderse con tam fuerte espíritu n San ¡Mames, no ha logrado, en el propio terreno da Mesta- lla. lai mínima victoria que le hubieíra ¡servido para buscar la solución, en una pista neutra, y así. dos equipos históricos j- elAtlético bilbaíno y il Reail Madrid, resulíían designados para, jugar el decisiva enjcuentro en el aue ¡se disputará e l preciadísiVao, trofeo de S. E. el Generalísimo. realizarse. Para el público, ese tanto fue ia prueba inequívoca de que estaba contemplando uno de esos raros partidos inolvidables que de tarde. en cuando brandan los equipos históricos, Esta aparte, el juego del primer tiempo- fue de matices insuperados é insuperables por parte de Madrid; de enérgica defensa, que fue achicándose y empequeñeciéndose, a la. mis ma velocidad que el equipo d superiores calidades s. e engrajndecía. Sin que, aparte el vocerío del pública, ebrio de entusiasmo ante 1 la calidad del espectáculo; que se le está ofreciendo, surgieran otros incidentes que las propias peculiaridades del juego cada vez más brillante. Porque lo que de esta victoria tuv. oi valor rotundo fue que el resultado a. brumador, que se puede decir adscrito al primer tiempo (porque la segunda parte, agotados ios equipos, el juego fue de mucha menor calidad) sumó unoi tras otro- y al revés de los tres tantos de ocho, días amtes en Las Corts, los ocho de loa cuarenta y cinco minutos jnioiajes cayendo como otros tantos aldabonazos en la meta barcelonista, sin que el defensor, pese a sus intentos más impe túceos que afortunados pudiera hacer nada por evitarlos. La diferencia cabal del primer tiempo, fueron esos- ocho tantos, que yo no me- he de entretener en detallar, porque habría de alargar extraordinariamente esta impresión de juegO que queda completada, con la afirmación de que, frente a un Madrid de líneas íntegras, de arrestos totales y de entusia mios desconocidos, pasada la media hora de juego, nq hubo enemigo de importancia. Cuestión zanjada. -No hay por qué paliar pa vehemencia y el fragor con. que él público jde Ohamartín se. produjo arate, el Barcelona jéeinifliiáaSatsu. Si en el terreno dei Las OO rts aauel estrueindo tuvo un. eco desmoralizador en 1 Madrid, en griterío de aauí habrá d e IhaberJe tenido en e ¡l conjunto azuilgrana. La iúnicaí diferencial esencial; para ¡mí, ha- estado ¡e ¡m el criterio- estricto, -ponderado y justo con sque el arbitro logró dirigir esta contienda ¡que se presentaba evidentamenté difícil. Deducción im, Pio rtantlsima a extraer de íeste resultado es la conveniencia, o más bien la (obligación, de influir en io posible cerca de los públicos hasta traerles a la ponderada ecuanimidad aue de- be ser galla del deporte. A una exaltación del publico bareeloinés ha Correspondido: paralela exaltación, que a. ¡Chamartín ha tenido la fortuna, de ver actuar ¡un Madrid desconocido de entusiasmo, de caloidad y de resistencia. La cuestión está zanjada, porque, po ¡r unos u otros motivos, el fútbol realizado, en suma, por los madridisitas superó eno- rm emente al de los bá- reielloneses. Y por eso nada, más, el Barcelona resultai eliminado. Impresión de juego. -Podría, presumirse, por el abrumador tanteo- und SsfiOndaimle; nlto inmediato del Barcelona; y no. tubo tal cosat. Todo el partido fue de 1 clásicas y rotundas actitudes, Contra las enfermeque- hemos dado e n llamar coperas esas que parecíala n ¡0 ser típicas del Real Madrid y dades de la piel y que, al presente, surgen de: sus líneas atpretadae. decididas, intrépidas. Pero la primera cuero cabelludo, ecmedia hora fue. además, dé mutuo- esfuerzo brioso, enérgico, desmelenadlo- Los catalanes, zemas, erupciones y 1 no contentos con defenderse, empleáronse a veces en rachas de. ataques profundos llevagranos. Suprime el dos por Martin con la impetuosidad proverbial peligrosísima. Los del Madrid, empujados picor. por su línea de ¡medios, ¡pero secundados íntegramente per los delantero en- esta o- casión, Censura Sanitaria n. 1122 magnífica. línea da juego, plena. de eficiencia. Probablemente, el partido, la suerte decisiva- día la pelea, que se decide en gestos que a las veces parecen increíbles o desdibujados, estuvo en dos fases rapidísimas: en una pudo ganar el Barcelona; y pendió; n otra, acertó el Madrid con el camino de la red para sureparación. perarse em un deslumbramiento de entusias- transformadores, compra, venta, 40 SAAVEDRA- HUERTAS, mos. Aquel instante fue. apenas comenzado 1 juego, cuando la rapidísima escapada de Martín llegó cerca de la meta de Macrzá. y sólo p: or casualidad no marcó el tanto que, a buen seguro, hubiera hundido las ilusiónete maidridistasi; éste fue, pasados unos instantes Desinsectación y desratización garantide la media hora, cuando el equipo catalán zada. Aplicaciones Cianhídricas. se defendía en un esfuerzo magnífico, el segunda tajr. ito rematado por Barinaga. La Teléfono 23282, jugada maestra: -escapatoria de ALsúa paara centrar al ofcro- extremo, internada de Bote. 11 a a toda carrera- y pase- retrasado. del extre mo izquierda para aue Barinaga pudiera emhpaimar sin deten l- se el c bús imparable- ¡resultó, aparte de espectáculo técnicamente (irreprochable, superación de juego capaz de electricista o mecánico habituado a trabajar en hundir loe arrestos mis esforzados: Para mí, allí se hundió el Barcelona que hasta enton- fábricas o talleres. irrdíqtiense actividades an; ees había jugado tal y come debía hacerlo. teriores, íedad, situación, escribiendo: 1.133. Paira- el Madrid, aquella juz n. (la ftré la enm ¡proíiación dé aue todo, podía; úiíentarsl y i, Al, AS ALCALAi S 3. Real Madrid, J. I; Barcelona, i La segunda parte, 3 pn ta, l diferencia en el marcador, que ajiuJaba toda ¡posibilidad de reacción del equipo aKUlgrana, fue senillamente el pretexto para epilogar dignamente un buen TDartido. Recompuesto el equipo catalán, pasando Escola a la defensa- -por la expulsión de Benito- apenas si los esfuerzos del grupo forastero, se 1 limitaron, a otra cosa; que a algunas tentativas Se escapatorias, llevadas por Martín y sus dos extremos. Frente a ellos, la segura, la inquebrantable solidez de la línea de medjos local, acentuó todavía, su firmeza y empujó a los prc- pios delanteros a nuevos ataques que consiguieron tres taratos más; y en. las postrimerías, una buena combinación de los delanteros catalanes, dio a Marí -n la oportunidad para marcar ese único tanto que- consiguió el Barcelona. Concluyo esta impresión de juego con dos rasgos, que no quiero que queden en el tintero: la perfecta disciplina del Barcelona, que en el campo supo aceptar la severa derrota con gestos en algunos de sus jugadores de. felicitación para los delanteros madridistas, cuanda realizaron las más bellas jugadas; y fuera del campo, la cálida, la cordial ale gria de toaos, pero, singularmente, la de los jugadores del Atlético- Aviación, que no dudaron en felicitar a sus compañeros por el triunfo rotundo y, sobre todo, por la exhibición maravillosa. Las figuras. -Los tres medios del Madrid salieron a dar una batalla, sin descanso, y anularon del comienzo al fin, los esfuerzos rivales. De ellos, sobre todos, el éxito, tan completo como inéapei- ad- o. Pero en el, ataque, los cinco delanteros se comportaron con esa decisión, aquel arranque y las calidades de juego peculiares, capaces de anular a cualquier gran guipo, sea de la categoría que fuere. Délos cinco, pon 1 la resistencia física como por loe. aciertos, insuperables, Barinaga lució maravillosamente, y con él Alonso y loe demás compañeros, fundieron esa línea pletórica de destellos. JE 1 trío defensivo completó, sin los alocamientos de otras- tardes, la jornada triunfal. Del Barcelona de la primera media hora al del resta del partido, media un a. bismo, -En aquel plaza, serenos, seguros y resistentes, contuvieron con la firmeza que el trance requería las codicias madridistas. El primer tanto del Madrid fue un Irresistible empuje ante el que nada cabía que hacer. Pero, a. l doblar los treinta minutos, aquella jugada rematada por Bairinaga fue el comienzo de la entrega; y luego, la expulsión de Benito, la definitiva liquidación de un equipo cuyos méritos son indiscutibles, pero que también se desmoraliza cuando el rival se eleva a las alturas que el Madrid exhibió en la jornada pasada. Flojo siempre el trío defensivo, la actuación de Miró en la primera parte- dejó mucho que des ¡e! ar frente, á esos ocho- tantos de la serie, algunos de los cuales merecían un esfuerzo, unai estirada, una vibración superior a las que este muchacho inició con ánimo de detener los balones. El trío de medios quiso jugar como en Barcelona, situando a Kosalench de tercer defensa, pero esta solución resulta inadmisible cuando un equipo se vuelca como lo hizo el vencedor. E n el ataque, otra vez Martín fue el ariete que intentó dispana- rse, sobre todo al comienzo, paira resolver con un gesto la difícil papeleta. Escola le ayudó con sus mejorss pases, pero los medios rivales se superaron en la tarea de contrarrestar la) impetuosidad. Luego, llevado a la defe nsai Esoolá, el equipo careció del más inteligente conductor. En el ambiente caldeado por el sol, como por la vehemencia, el arbitraje de Rodríguez fue ponderado, y justo La expulsión de Benito, e consecuencia de unai falta grave, no es siquiera discutible desde el momento en que el arbitro advirtió, previamente que seíría inexorable con los que se extralimitaran. Procediendo con equella energía, tuvo luego el partido siempre 0 a la mano; pero, entonces, cuando el Barcelona quedó con diez jugadores, la partida) ya estaba fallida, porque lasuperioridad del Madrid no hallaba enfrente respuesta adecuada a sus méritos extraordinarios. Epílogo. -Estas son las pruebas de fútbol que atraen centenares de miles de espectadores y hacen vibrar ie entusiasm O a los muchedumtore Canalizar las vehemencias, sujetar los fragores, inculca? la obligada serenidad, es misión de todos y funci n deportiva la primera. El Barceloina, en. este ambiente de cálida exaltación que, sin embargo, no salió jamás de sus límites ruidosos, jugó lor que pudo y. sobre todo, supo aceptar dignamente la Serr- ota; y éste ej su mejor elogio 1. El Madrid, que hizo el mejor partido ds la temporada, ganó el 1 encuentro, más trascendental del caimpeonato Pero en lai temporada, queda toda ¡vía el episodio decisivo, fundamental, único final. -Juan DEPORTISTA. Equipos. -Madrid: M- arzá; Querejeta. -Corona; Sauto, Ipiña, Moleiro; Alsúa, Alonso, Pi uden. Barinacrn. Botella. Barcelon- a: Miró: Benito. Curta; 1- laich, RoKaiench. Oilvet; Sospeclra, Escola, Martín, César, -l l l c O T O R ES VERANO SIN INSECTOS -tr:

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