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ABC MADRID 14-11-1942 página 3
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ABC MADRID 14-11-1942 página 3

  • EdiciónABC, MADRID
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DIARIO ILUSTRADO DE INFORMACIÓN GENERAL. 25 CÉNTIMOS) B NO SON TODOS RUISEÑORES... DIARIO ILUSTRADO DE INFORMACIÓN GENERAL. 25 CÉNTIMOS M S? te) miraba al director con los ojillos picaros medio entornadas, como pensando: ¡Este TERMINOLOGÍA DEL hombre es tonto! Y ¡claro es que no volvió CINE ARA españolizar los términos y las noA cuenta de los lectores que concurren a parecer por allí! 6. Otros piden un libro cualquiera, no menclaturas relacionados con ana esa las bibliotecas públicas se hace, y no pecífica actividad, ¿qué es hay otro mejor medio; por las papele- para leer, sino para averiguar si su hijo, es- niente? ¿Se sabe consagrar lo más conveextranjero, tudiante, va por allí, como prometió, o si, estas dé pedido de los libros que se entregaron; tando en la sala se ocupa de leer novelas, y 110 dándole carta de naturaleza y acepción defipero i son lectores, talmente lectores, cuantos en estudiar los textos escolares. nitiva, o por el centrario, es mejor sistema los pidieron, o, por el contrario, será justo el de buscar los sinónimos auténticamente Los aparentes lectores de estas seis clases nuestros e imponerlos? Toda nueva industria deducir de la suma Tin diez o acaso un quince no perjudican el libro. Dan algún trabajo a o quehacer lleva consigo, inseparablemente por ciento de lectores sólo nominales? los empleados, y nada más. No así los de aparejada, una terminología. El cinematógraExaminemos por sus clases, aunque haya de otras especies, que son polilla roedora, y aun fo, que es cada vez más ampiia acotación, ser a la ligera, los propósitos de todo en todo cosa peor de las bibliotecas públicas. Y con no podía escapar a ese hecho. ajenos al estudio, y aun al honesto solaz de estos tales, que no tienen semejanza alguna Se dice filmar, i Por qué? El film tiecie, la lectura, con que muchos frecuentan las bi- con el de Mileto, quizá será poco todo el cui- en nosotros, una denominación clara, terbliotecas. Por mi cuenta (y algo se me quedará dado que se tenga, porque, según el refrán, el minante, expresiva. Se llama película, por en el tintero) son once estas clases de seudo que de pegarla tiene gana, si no la pega hoy, la esencial razón del material básico que lectores: dos menos de la tradicional docena la pegará mañana. Recuerdo cinco variedades sirve para recoger las imágenes y las actuade esos visitantes dañinos; conviene a saber: ciones artísticas. De la palabra película es del fraile. difícil y sería demasiado forzado hacer un Al enumerar las especies de lectores que no l. Los que, teniendo enconada enemistad verbo. Pero ahí está el de producir, el de lo son efectivos, empezaré por aquellos que con algún escritor y careciendo de hombría crear, el de fotografiar. No hace falta que no perjudican a la integridad ni a la conserva- para liquidar cara a cara su agravio, o lo consagremos y demos aceptación a ese térmitión de los libros, para acabar en los que losque fuere, piden en la biblioteca un libro no absurdo de filmar, que no tiene parensuyo, y acá y allá ensucian sus márgenes con tesco con nuestro idioma. El plato- -lo escri estropean, mutilan o anochecen. i. En primer lugar, nótese que muchos apostillas injuriosas, a pretexto de impugnar bo en su posible caistellanización- -debe sustituirse por teatro, o por escena. Tememos van a las bibliotecas con el solo fin de sus- sus afirmaciones. Otros, por mero alarde de estos dos vocablos, netos, expresivos, que rió su saber, apostillan a diestro y siniestro imtraerse al molesto frío de la calle, especialmen- presos y manuscritos, con aciertos o dispa- tienen nada que envidiar a los de procete si en ellas hay acogedora calefacción. A los rates propios, que firman muy ufanos, para dencia extranjera. ¿Por. qué no emplearlos? más de éstos les importa un bledo cuanto se que los lectores presentes y futuros sepan Se dice frecuentemente cameramen. No hay ha escrito en el mundo y cuanto queda que es- quién fue Calleja. Aquéllos cometen vileza; tampoco razón para ello. Operador es poco apropiado. Todo el que opera- -el que reacribir. No leen. éstos profesan pedantería, y unos y otros liza obra o trabajo- ¡lo es. Muchos son los a 2. No faltan, y aun sobran de todo punto son aborrecibles. aspectos dentro de la actividad cinematográlos que entran a pedir un libro, y apenas obte 2. Los que, andando a la caza de ex li- fica. Muchos, en su concreto menester cada nido, lo dejan al cuidado del celador para tras- oris, no vacilan en arrancarlos de los liBros uno, son operadores. Fotógrafo sería más ladarse al retrete, único objeto, en realidad, ajenos, buscando ocasiones favorables para justo, más pertinente. ¿No lo estimas tú así, Julio Casares? Me gustaría que dijeras algo efectuarlo. de su visita a la biblioteca. sobre este tema. 0 3. Los que, poseyendo faltos de hojas 3. Algunos (niños, hombres y doncellitas) Son muchos los términos inadecuados. Alvan a ella con el único intento de pasar el rato algunos libros más o menos raros, los piden viendo láminas, y no más, de libros y revis- en las bibliotecas y fingen leer, hasta que. gunos, tan monstruosos, que la pluma se resiste recogerlos. Y con las patas. Y estos curiosos, como no hacen otra descuidados los celadores, arrancan las tales labrasa que ios llegan no ya sólo acompañande fuera, hojas, desnudando al santo ajeno para vescosa que pasar y pasar hojas, piden en una jordo, como marchamo o etiqueta, a una indusnada diez obras diversas y no son lectores de tir el propio. Mutilador de esta calaña hubo tria que, en gran parte, es género de inipor tiempo ha que inventó un modo particular de tación. También con expresiones de claro ninguna. 1 arrancar las hojas casi sin dejar huella de su 4. Tal o cual sujeto acude al necesario fechoría; procedimiento que todavía conser- origen castellano y de raíz completamente muestra se cometen esas intolerables trasexpediente de pedir un libro, no. para leer, va entre los entendidos el nombre de su au- gresiones. Por ejemplo, porque una artista sino para sentarse al lado de alguna lectorci- tor, famoso por otras mejores cualidades. va a desempeñar el papel principal en una ta guapa con quien a los pocos minutos puepelícula se llega a escribir que va a prota 4 Los que hacen análogos desaguisados gonizarla. ¿Se ha podido inventar una pada pegar la hebra y echar un buen párrafo. Esto, si no quedaron citados para verse allí. con las colecciones de periódicos y revistas, iabra más absurda y contrahecha? La deno 5.0 Alguna que otra pescadora en seco va arrancando escritos propios cuya nueva di- minación de estrella para la figura relevulgación pudiera acarrearles perjuicio, u vante tampoco es muy pertinente, ni tiene ai salón de lectura de la biblioteca a tender la otros, ajenos que contra tales sujetos se pu- un rango español. Actriz o actor, por las alevosa red de sus gracias y llevarse presos blicaron- Y asimismo los que sustraen gra- buenas. Es bastante. Y película, en lugar de en ella uno o dos estudiantinos incautos. Con bados, artículos, reglamentos, programas, et- fí w, como vemos muchas veces en los anunnoticia de que una de esas pecadoras pescado- cétera, lo uno, para aprovecharse de ellos, y cios. Y versión española en lugar de doras había empezado a hacer estrago y riza lo otro, para que no se aprovechen los demás. blaje. Y caracterización, en vez de maquinunca. Es (no ransia, que esto es italiano) entre los k c- 5. Finalmente, los que, llevando oculto y llaje. No acabaríamos traer aquí inútil que siga. No me agrada todos les torcillos barbiponientes, el director de la bi- Drenarado ad hoc un litro de poco fuste, lo- barbarisrrios y todas las infracciones de lenblioteca la hizo conducir a su despacho, don- gran por la añeja y picaril traza del cambia- guaje. El problema lo quiero plantear en de con tono de paternal protección, le dijo: zo garbear el aue pidieron, dejando en su lu- sus términos genéricos. Hay que dignificar- -Me enteran de que algunos lectores jóve- gar el sustituto, cosa que a. veces. se consi- todo el vocabulario que rodea y define a la nes e insolentes no dejan a usted leer con gue cuando la aglomeración de los lectores cinematografía. Españolizar no es acepta los términos que nos llegan y consagrarlo- tranquilidad, y aun la obligan con sus livia- devolventes tiene algo mareados a los que re- c. on la acepción de 1 j sonido. Es dar a cada nas insinuaciones a devolver el libro y aban- ciben los libros devueltos. fj un nombre típicamente nuestro, auténdonar abochornada el, salón de lectura- Esto auíente español. Estamos en t. n momento Acostúmbrense, pues, los bibliotecarios npno ha d- e seguir sucediendo: desde mañana veles y sus auxiliares a ver en cada lector? gue la tendencia- -muy plausible- -es la leerá usted sólita en esta sala inmediata, don- Oías o menos auténtico un posible infractor Nacionalizar todas las cosas. ¿Por quá de si entra alguien a trabajar, es el habilita- del reglamento de las bibliotecas. Porque, pqt? stas palabras que se relacionan con a do de la biblioteca. No tema usted nada de desgracia, no son todos ruiseñores los 4 ve) j 3 úsírj; a cinematográfica? Quede aquí la su- st i ón y qué f W recojan los- que- vedan haél; el señor Ábuín tiene setenta y cuatro andan entre ¡as flores. ctiló. años. F. RODRÍGUEZ MARÍN FKANCIS- Q CASARES La joven lectora (llamóla así piadosamen ¡Director de la lleal Academia Española. L P

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