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ABC MADRID 03-11-1942 página 15
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ABC MADRID 03-11-1942 página 15

  • EdiciónABC, MADRID
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AS C. MARTES S DE KOVIE Rl; l) É: 19 4 EPICí 6 Ñi Í E LA MAÑANA. En el Cáucaso es conquistado Alagir. En veinte días los ingleses han perdido más de 3oo aviones. 1 Roosevelt pide poderes especiales mientras dure la guerra El mensaje que Roosevelt ha dirigido al Congreso quiere decir con palabras sencillas que el régimen democrático no sirve para tiempos anormales como la guerra. La rapidez -el volumen del esfuerzo bélico son más que nunca condiciones primordiales de victoria. Con el régimen parlamentario no puede haber rapidez. Por esta razón fueron derrotadas las democracias- -países ricos- -en el terreno de la diplomacia y el rearme por los países totalitarios, aunque pobres. El parlamentarismo no causa mucho daño cuando todo anda más o menos bien, pero debe desaparecer cuando se presenta una seria crisis. Esto es lo que confiesa en su mensaje el presidente de los Estados Unidos. Exige poderes especiales para la duración de la guerra, y tiene razón, pues sin ellos es imposible que se efectúe el programa militar ni el económico. Hay que eliminar, dice, todas las restricciones de tiempo de paz que limita nuestras posibilidades de utilización más rápida y completa de los recursos fmtndiales En fin, es una confesión bastante interesante. Ya decía Hiiler que sus adversarios imitaban sus métodos y se adjudicaban gran parte de su programa. Cuando se leen los proyectos de unos y otros, el lector ingenuo no llega a comprender por qué se lucha si todos pretenden realizar los mismos proyectos nuevo orden social, eliminación de lapreponderancia parlamentaria, establecimiento de Gobiernos autoritarios y responsables, en vez de la irresponsabilidad anónima. El parlamentarismo es un obstáculo en tiempos 1 general ha tratado de evitar de guerra y de crisis. No lo decimos nosotros, por todos losTiraochenko caída de Stálingrado, medios la lo dice el mismo presidente de los Estados y ahora, cuando la plaza se halla ocupada por Unidos y jefe del partido demócrata. los alemanes casi, totalmente, apeta a los ataA B C EN BERX. IK EN EGIPTO LOS SOLDADOS DEL E E CONTIENEN AL ADVERSARIO, CONTRAATACAN Y DESTRUYEN DOS BRIGADAS BLINDADAS idea para un teatro a la guerra, considerado como secundario, vinieron a dejar planteada la terrible relación entre la misma y el tonelaje preciso para, sostenerla, y nada más elocuente que este parón dado a la ofensiva de Alexander par a ilustrar la gravedad de este problema casi insoluble de los transportes que pa, ra- Rommel no existe, o, cuando menos, solamente de una manera muy atenuada. Y la realidad es que en vez de soluClonarse, cada mes que pasa queda plantea, do el mismo en condiciones más dramáticas. No en vano, como ha dicho el jefe de Prensa, del Eeich, doctor Dietrich, en su reciente artículo sobre la batalla del tonelaje, ésta ea para los ingleses y no para nosotros la misma lucha- par la existencia Esta es, en efecto, la principal de la, s batallas que se libran de manera continuada en te. presente guerra con virtud suficiente para decidir sobre la suerte de las- operaciones llevadas a ca, bo en los más distanciados frentes. Uas observaciones hechas hoy en Berlín sobre el resultado de la lucha submarina en el mes que ahora finiquitó, no vienen más que a abonar dicha tesis. A base de los últimos datos recogidos por jos partes extraordinarios de ayer y de hoy, puede calcularse que el resultado de dicha sangría excederá, con mucho de las seiscientas mil toneladas que en estos últimos treinta días han perdido los anglosajones en todas 1 S latitudes del At lántico. La cifra es algo inferior a la de los meses precedentes, más, ¡sin embargo, muy superior a la del mes de octubre del año pasado, en ei que no pasó de las 441.000 toneladas, mes que como el correspondiente del año actual, fue de los más desfavorables para esta clase de guerra marítima. No sólo se explica por el mal estado del mar el pequeño retroceso experimentado en Ha cifra de los hundimientos, ya que en la guerra submarina, como se destaca en un artículo dedicado al tema hace días por el National Zeitung de Essen, se ha de contar siempre con ciertas pausas en los resultados de la gran batalla del ma, r que, a su vez, se justifican por la necesidad de dar tiempo a que los submarinos lleguen la las nuevas zonas abiertas a su destructora actividad. Una. de éstas se dio en las semanas que precedieron a la presencia desumergibles en el Mediterráneo, como anteriormente se había registrado otra semejante en las que antecedieron a la campaña de Noruega. Y basta pa, sar revista a los parajes en que han surgido en los últimos tiempos los submarinos alemanes para convencerse de la enorme amplitud dada a su actividad. Para, enjuiciar sobre este desplazamiento de la güera submarina hacia el Atlántico meridional no sólo nos hemos de dejar guiar por la máxima del amainante Doenitz de enviar sus unidades allí donde encuentren menos resistencia, para desarrollar su labor, ni tampoco exclusivamente por la necesidad de interrumpir la rut a emprendida por los convoyes para atender al enorme ejército imperial británico en el Oriente próximo, sino que en todo tiempo se ha de ver en ello uri feliz resultado de la perfecta armonía, de los fin- es que se han asignado en esta terrible bat alla del mar cada una de: las potencias del Pacto Tripartito. Y si la guerra submarina viene la explicar no pocos do ios episodios que presenta la que se lleva a ca. bo en el Norte de África, no es menos cierto que por otro lado adquiere un nuevo relieve relacionándola con la brillantísima actuación de la Flota japonesa, n el Pacífico. Porque en fin de cuentas e la convención militar firmada en Berlín ei 1 S de diciembre de 1 41 por las potencias tripartidas no es ningún papel sin importancia, sino que, por el contrario, las operaciones ele los submarinos se han de relacionar directamente con las victorias de los japoneses en el Pacífico, complementándose ambas del modo más feliz como dice 1 Deutsche Allgemeine Zeitung para añadir que la debilitación y fijación de la Flota, británica como consecuencia de la gue -ra vnarítima germano- italiana al atacar la navegación enemiga, que tiene que ser protegida fuertemente por buques de guerra, no deja de influir e la táctica naval adoptada por los japoneses Pocas semanas podrían dar mejor que ésta que ayer terminó la, prueba de la trabazón estratégica y ¡láctica entre los tres hechos principales que la misma nos presenta, a saber: la interrupción de la ofensiva británica en Egipto, el mantenimiento de una cifra, de hundimientos que, a la larga, tiene que ser fatal para los anglosajones, y la estupenda victoria naval japonesa en el Pacífico, en Berlín 1, 8 noche. (Crónica de nuestro redactor- corresponsal, recibida con retraso. A los siete días de haber comenzado ios ingleses su ofensiva en el Alamen, que- hambría de llevarles a la reconquista ie todo el Norte de África para desde el mismo y valiéndose ce! trampolín de Sicilia levantar por fin el segundo frente en Europa, puede hoy el parte oficia, l comunicar la remisión en el ritmo con que se venía dando la batalla para sólo acusar un ataque de carácter local ái qus aquí no se le asigna, importancia. En Berlín ÍT- O se canta victoria definitiva ante esta cesura, registrada en el desarrollo de un encuentro iniciado con tan extraordinario lujo de toda clase de medios, pero sí se declara que al poder darse por terminada la primera fase de la ofensiva británica, cabe proclamar a. Romrnel vencedor en el primer round para va. lerse de la terminología deportiva tan del uso tratándose de las operaciones en el Norte africano. Las espadas quedan en alto, y claro es que si los ingleses pasan a. re- agrupar sus fuerzas aprovechando esta fase estacionaria con que- eufemísticamente tratan de definir la situación actual, nunca podrán negar a Rommel el aprovecharse de la misma ventaja para cuando llegue el momento de reanudar la contienda. La táctica ha demostrado su eficacia al imponer a sus adversarios la batalla, de desgaste que, según algunos 6 rga. nos de la Prensa inglesa, a que Se refieren los comentarios de la alemana, era el sólo y único objetivo perseguido por el oct avo Ejército al ponerse en marcha, el día 24. No cabe duda que 3 a prudencial medida adoptada por el general Alexander obedece, no sólo a las enormes dificultades que presenta Ja, empresa de perforar una línea como la que el Eje ha levantado en el Alamen, sino a, las cuantiosas pérdidas registradas en la primera seman a de lucha, ya que la, realidad s que la guerra actual, y muy especialmente la que se ventila en éste teatro de operaciones, ha sido y sigue siendo, ante todo, una guerra de transp. orets y de reavituallamiento. El Palacio Fueron los ingleses los primeros que al verse obligados a defender sus posiciones en el de las Norte de África con el envío de- una masa operativa de que hasta entonces no se tenía LAZA El gran problema de los transportes para Inglaterra ques de flanco sobre la poderosa cuña que se ha clavado en la margen derecha del Volga. Observe el lector el croquis. Las tropas del Keich ocupan una faja ancha de cuarenta kilómetros, que se extiende desde el Sur de Jersovka hasta el Norte de Beketoskaya. Esa faja soporta agresiones constantes a sus dos costados; reacciones en el interior, hacia el sector de Orlovka, a cargo de los núcleos soviéticos que aun se defienden en algunas manzanas de casas de la ciudad, e intentos de asalto desde la otra orilla del río. Los ataques procedentes del Norte parecen los más peligrosos puesto que pueden ser sostenidos por una retaguardia sin soluciones de continuidad y en la cual los transportes se desarrollan con relativa normalidad sin otro obstáculo que la acción de la Luftwaffe. Los ataques procedentes, del Sur y, sobre todo, aquellos otros que han de atravesar el Volga para alcanzar las líneas alemanas, son menos importantes o representan menos riesgo, pues las zonas donde se mueven las reservas y los servicios que los alimentan se hallan sometidas no sólo a los bombardeos aéreos sino también al tiro de la artillería que impide la circulación durante el día. La situación de la Wehrmacht en Stálingrado es firme, no cabe discutirlo. si Timochenko no cesa, a pesar de todo, en sus ataques lo hace más con la mira de distraer fuerzas, Aviación sobre todo, al objeto de que no sean transportadas al Cáucaso, que de reconquistar una zona que sabe tiene definitivamente perdida. í En los sectores de Tnapsé y del, Terek, la progresión de las unidades aliadas es ininterrumpida. No han de pasar muchos días sin que esas tropas ofrezcan el fruto de las laboriosas jornadas actuales, duras, y de lento desarrollo como corresponde a las operaciones en montana. -V. CAMAS DEV A N G E L, 6

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