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ABC MADRID 15-09-1942 página 3
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ABC MADRID 15-09-1942 página 3

  • EdiciónABC, MADRID
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DIARIO I L U S T K A DO DE INFORMACIÓN GENERAL. 15 CÉNTIMOS g SB LOS VILANOS OY, en los minutos iniciales de mi breve jornada de trabajó, cuando la mano aún está ueda, sin mojar la pluma, y la mirada perdida en vagas lontananzas, por los espacios imaginarios, como suele decirse, me preguntaba yo: ¿De. qué escribiré un articulo? sin acertar a darme respuesta. Estando en esta perplejidad, por la ventana de mi estudio, abierto a causa del calor que todavía se deja sentir en la primera mitad de septiembre, suavemente impelida por el blando céfiro, entró- con majestuosa serenidad y se posó en mi mesa tina flor de cardo silvestre, un sutil vilano. Tomólo con dos dedos cuidando de no romper sus tenues pelillos- y ya no tengo atención sino para este inesperado y diminuto visitante que ha venido a hacerme compañía. Todo lo demás, en que pensaba se ha desvanecido como por ensalmo. Sólo pienso, en mi levísimo huésped. i Cuánto me hace recordar su presencia! Me enternece su visita: lo besaría si no temiese ajarlo con. mis labios. Parece que me dice: Escribe acerca de mí: siempre fuiste amijro de los humildes y desde niño te alegró la presencia de la voladora flore- cilla del cardo. Eij 3 efecto, con otros chicuelos como yo, ochenta años ha, bajo los gigantes almeces que sombreaban la plaza mayor de mi pueblo, veíamos pasar con lentitud, empujadas por el suave favonio, aquclla. s simpáticas pelusillas, a las cuales llamábamos indistintamente vilanos o milanos; y salmodiábamos, extendiendo él brazo hacia ellas: Milano, milano, pícame esta mano... DIARIO ILUSTRA DO DE INFORMACIÓN GENERAL. 25 CÉNTIMOS tí? tí? getales. Con el nombre vulgar genérico de cardo, pero con un segundo nombre, también vulgar, específico, hay más de veinte especies en- la flora de España, y todas ellas, excepto dos, que- pertenecen a la familia de las umbelíferas, son de la familia de las compuestas y tienen vilanos en sus aquenios, co mo enseña nuestro gran botánico Lázaro c Ibiza. A fines del estío, ya en sazón la flor del cardo para desprenderse y volar (de donde el refrán que jiiee: Cuándo vienen los vilanos es conclusión del verano y el nombre de pi ntauvas que les dan en tierras de Burgos, por- que salen volando cuando empieza a pintar la uva) lleva adjunta en su centro la semilla, que cuando se acaba de secar se desprende del vilano y cae en tierra, a veces a más ele una legua del lugar en que empezó la caminata. Es, pues, el vilano, -ejemplo y símbolo de la vida del hombre: éste nace y crece; llegado el tiempo, suele ausentarse de su tierra, y empujado como un vilano por el caprichoso viento cíe la fortuna, allá va a propagar su especie, donde a ese viento- se le antoja. A lo mejor, o a lo. peor, dos vilapos se encuentran al azar y, enredándose reciprocamente, cjuedí t enlazados y siguen volando juntos a- merced, ya de lá brisa suave, o. ya del ñero aquilón. Así la pareja humana; pero en cuanto al fin de vilanos y hombres, ¿cómo... ¿dónde... ¿cuándo... Ya lo escribió Lope de Vega cu su Gatomaquia, poema que tiene mucho más de serio que de jocoso: Tal. es del mundo la esperanza. varis poraue quJcn más? n los principios lía no sabe dónde ha ele acabar el día. A MORIR LOS CABA 1 LLEROS... las damas a rezar, cantan dos octosílabos en un viejo drama, viejo que no antiguo, de mediados del siglo xix, y no sabe ahora- mismo mi memoria, porque no soy. erudito, cuyo. fuera el autor. Pareceme que hubo de ser aquel poeta facilitón y elocuente, y por eso lejos de mi predilección, que se llamó Marcos Zapata. Digo que el drama 110 es antiguo, pero la frase sí lo es, por lo menos en su sentido heroico y católico, y sin pronunciarla sintiéronla todos los españoles, desde que España existe, y bien pudieron pensarla el Cid) el Caballero de la Triste Figura, antes de que la plasmase el autor do La Capilla de Lanvsa, si no estoy equivocado al creer que en su magín se coció y que la destiló su pluma. Pero no al. valor y a la piedad del dístico se refiere ahora mi evocación, que por, caminos más modestos, aunque no menos Jii. v clalgos, discurre mi recuerdo, y al repetir, a morir los caballeros no pienso en hazañas belicosas, sin- o en que debieran morirse sin morir, hipotética o metafóricamente, -por cansancio, de pie en... la plataforma de un tranvía. Porque, no todos los tranvías que corren por Madrid- -y lo de correr es una hipérbole- -son precisamente el mil uno ymien- tras 110 lleguen. los irolebuses- -y un día hablaré dilatadamente de esta palabreja- -he- nios de apretujarnos como sardinas en lata, en estos vehículos torios y 1 estrechos, un tiempo rojos, y los llamábamos cangrejos y ahora amarillos como yema de h, u vo, donde toda incomodidad tiene su as. ien- to y muchas mujeres a veces no tienen ningutio. Los hombres, más vigorosos y aper- cibidos, suben con más facilidad y se. sientan antes, y no siempre tienen el. caballeroso cuidado de mirar si alguna dama va de pie en. la plataforma, para cederle el asiente, y- algunos la ven- y siguen aríclknados, hasta donde es posible arrellenarsc. aunque la mujer no vaya sola, por- llevar un niño en. bra- í zos, o por no llevarlo en brazos precisamente- -y al buen entender más explicación no le- hace falta- Así olvidan que tal mujer, que por mujer era acreedora a nuestra galantería, por madre, que es condición suprema y san- ta, merece doble respeto, y doble cuidado y consideración. A morir los caballeros, de pie, aunque no se mueran de verdad, y de veras debieran morirse los- qué no se- levantan, y a sentarse las damas, aunque 110 recen en el tra- y yecto, pero sí se signen piadosamente cuando pasan delante de una iglesia. Y no vale decir que las damas no lo- son siempre, que las hay regañonas y haistá voci- ferantes, porque ha de tenerse en cuenta quenada exacerba tanto el carácter de la mujer como la desconsideración del hombre, y tan sensibles son a la grosería que por protestar contra ella a ratos pierden la delicadeza. Da todas suertes constituyen la excepción, que si- guen siendo el sexo débil, y su debilidad nos encanta y el respetarla nos mejora el espíritu v los modales, y- nuestras mujeres son más hembras que varonas, por ño decir marimacho; y ya pasó, gracias a Dios, la invasión de las sufragistas, con pies como, pedestales, que. 110 merecían sentarse, y la femineidad es católica, y. el feminismo, protestante, y aquí los hombi 5 esj- -s Q caballeros hasta cuando 110 na- ciprOnfifdfe- os, y así fue siempre, es y habrá de séF- JttMra España. r Y Cabalmente, escribiendo yo en 10,35 una A veces, cuando volaba a mayor altura, le nota para este pasaje, supe el triste fin de la preguntaba uno de. los niños: infortunada Astrid, joven reina de Bélgica, Vilano chiquito, muerta en un- accidente de automóvil. ícómo llevas el vuelo Cómo podía imaginar la pobre reina cómo, tan serenito? dónde y cuándo le aguardaba a muerte? Y. los demás, -a coro, completábamos la canNo parece sin, o que cuatro siglos antes Jiaclorosa fórmula cantando: bía adivinado este infeliz suceso el fraile merVilano, vilano, cenario Pedro de Oña, cuando dijo en su travente a mi mano. y tado, tan admirable como poco leído, de Las Y. a- fe que eran antiguas estas inocentes postrimerías- del ombre (1603) acudiendo 1 prácticas infantiles: vilos (de villiis latino, símil 1 del cardo ys u flor: La esperanza del pelo, vello) llamaban los. niños toledanos a mundo es como un vilanito de cardo, i Qué estas pelusitas antes de mediar el siglo xvi, y fanfarrón que es un cardo silvestre! ¡Quita las evocaban con los siguientes versillos, que allá, desviaos, 110 nazca yerba al rededor de dejó registrados en su refranero el neta y mí; yo haré espinas con que desviarme de jurisconsulto Sebastián de Horozco todos! Válame Dios, ¿qué nacerá de ahí? Vilo, vilo, Echa un tallo con unas púas que parecen vete a tu nido. lanzas con que quiere hacer guerra al ciclo Pero la agradable visita de este vilano que si no le dejare crecer. ¡Oh! qué gran cosa se ha- venido a mi mesa me trae también a la será, ésta, que aún no ha nacido, y ya tiene memoria recuerdos de otras diversas- clases, gente de guarda! Echa una alcancía como uno de ellos, no menos foklórico que el can- una bola. ¡Ea, -Veamos! Puc; no se puede ver tarcülo de- los, muchachos. En la causa que, tan presto, hasta el estío. Viene el estío, y por hechicera, siguió en 1- 537 la Inquisición sale un milano (sic) que- un niño con un sode Toledo contra Leonor de Barzana, acu- plo le hace guerra. sábase a ésta de que, encomendando un Todo esto riie ha traído a la memoria y a parto, -salió con una candela encendida los puntos de la. pluma la visita del vilanito en la mano y, mirando hacia el- cielo... que se me entró por la ventana para descandijo después que había venido un vilani- sar largo descansar... to y l e dio en- las narices, y ella se abajo ¿porde su 110 paraviaje. ¿Paradiscreto aviso? Y qué darme un A al suelo para tomalle, y dixo que había la- lo menos, para recordarme con Leopardi, en criatura nacido en- buen sino. Y, sin nada que toque en hechicería, cuando Una madre la poesía que dedicó A se stesso, lo nada que sabe de ál guna travesura hecha de- ocultis somos: e- l ihfinita vanita del tutto, por su niño, -suele decirle, viéndole asombrarseí de que su secreto se haya descubierto: Lo proclamada muchos siglos antes en el et omnia sé porque vino un vilanito y me lo ha corr- nanitas del Ecclcsiastés. eado. Y el niño, desde entonces, tiene por ¡A- li! Si Dios- no- fuera tan sabio y tan. sabio al vilano, que todo lo ve, pero también misericordioso y no hubiera dado al hombre por chismosillo, porque todo lo- cuenta. Los vilanos, como- es bien sabido, son uno un alma inmortal, ¿para qué habríamos vede los medios, maravilloso por cierto, arbitra- nido a esta deleznable vida terrena? dos por el Simio Hacedor para la propagaR- RODRÍGUEZ MARÍN- ción, a largas distancias, de varios seres ve- de ly, Keal Academia Española. i FELIPE SASSONE

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