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ABC MADRID 22-08-1942 página 9
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ABC MADRID 22-08-1942 página 9

  • EdiciónABC, MADRID
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ABC. SÁBADO 22 DE AGOSTO DE 1942. EDIOTOJÍ DE ¿A MAÑANA. EAG. MAS DE DOS MIL PRISIONEROS HAN DEJADO LOS BRITÁNICOS EN DIEPPE Bombas rusas sobre Varsovia. Grandes incendios en Portsmouth. Willkie, representante de Roosevdt en Rusia y Oriente cercano. Fracaso norteamericano en las islas Gilbert Según un diario turco, el segundo frente será establecido en el Oriente Medio, y que a ello obedece la sustitución de Auchinleck por Alexander. Realmente, el segundo frente ya existe: es el del desierto libio. Aunque el nuevo comandante jefe consiguiese tomar la ofensiva y volver a la región de Bengasi, ello no representaría un alivio para el frente ruso. Hay que pensar, por cotisigmente, en algo diferente, en algún plan más ambicioso, como sería por ejemplo, la repetición del frente de Salónica en la otra guerra o un ataque contra Italia quizá menos poderosamente fortificada que la costa del Atlántico. Algo tienen que hacer los aliados de la U. R. S. S. pero sus reveses navales en el Mediterráneo son demasiado recientes para que se decidan a lanzar sus barcos de guerra a una probable destrucción. Por consiguiente, más probable parece que por ahora se contenten con el llamado segundo frente aéreo o vertical. La acción de las fortalezas volantes es cada día, fiiás activa y desde hace poco aviones rusos bombardean Polonia y las dos Prusias, la oriental y la occidental. Es menester contrabalancear de algún modo los terribles efectos que producen los aranaes triunfos de Alemania y sus aliados en el frente del Este. Se comprende, sin embargo, que los bombardeos, por violentos que sean, sobre los dos extremos del Reich, no podrán en absoluto influir en el resultado final de la lucha. Algún día sí que tendrán Que decidirse los aliados a combatir a Alemania por tierra. Pero la posibilida de ese día Í, por ahora, teórica, y en todo caso, muy lejana. A B C ENJ 3 ERXJJÍ de tener ocasión de ver confirmadas por ia práctica las citadas opiniones, con la única diferencia de (haberse abreviado muy considerablemente el ¡plazo que para la conclusión de la operación señalara el oficial que sobre el caso nos instruyera. Porgue la acción de ayer representa, sin duda, el intento más minucio. samente preparado que hoy se puede hacer para Uevar a: cabo una. invasión en el Continente, y de acuerdo con esta realidad es como se ha de juzgar la calidad de los medios de que Alemania dispone en el litoral occidental para hacer frustrar toda acción da esta naturaleza. A juicio de los críticos militares alemanes, la primera división desembarcada tenía por finalidad hacerse con la ciudad y el puerto de Dieppe para, en la noche postenor, proceder a llevar a tierra dos o tres divisiones más. esto es, en total un verdadero Ejército en posesión: de un magnífico material, con el que se habría de pasar a establecer el tan discutido segundo frente. Los contingentes que el Ejército alemán tiene destacados en la misma costa han podido casi exclusivamente hacer fracasar este plan. A las siete de la mañana, es decir, una hora después del desembarco, ya los tanques- -algunos de los cuales se habían ido a pique al desembarcarlos- -se hallaban incapacitados de intentar ninguna clase de movimientos, quedando pocos momentos después paralizados muy cerca de la playa. Y a las dos y media, de la tarde podía ya darse como fracasado el intento de invasión, después de que, alrededor de la una, gran parte de las fuerzas expedicionarias habían rendido sus armas. Los ingleses han luchado con una gran tenacidad, llegando en algún momento al cuerpo a cuerpo, como, por ejemplo, en el dramático episodio del ataque a una batería de Artillería, que, pese a la inferioridad de tropas que la defendía, no pudo ser tomada por los asaltantes. Entre los detalles curiosos que se citan destaquemos el color verde con que los canadienses se habían pintado las caras para mejor, enmascararse, al decir del citado cronista arriba citado, y algún pequeño tanque unipersonal, cargado de explosivos para hacer volar alguna de las grandes obras defensivas de que está cuajada la costa. En Berlín se juzga que la acción de ayer constituye una gran victoria política y militar de Alemania, y que el intento de invasión constituye, militarmente, un desatino en la forma en que se ha intentado llevarlo a la realidad. Solamente ¡se explica por ver en ello la ejecución en el terreno de la guerra de un acuerdo de carácter exclusivamente político, como es el acceder a los requerimientos, incluso conminatorios, hechos, a partir del 22 del pasado, por Stalin para que, sin dilación, se pasase. a dar vida al ansiado segundo frente. El catastrófico final de la acción de Dieppe- -dice el Deutsche Allgemeine Zeitung- -constituye una drástica, lección para aquellos ingleses, empezando por el primer ministro, que defienden la opinión de que por razones políticas se ha de emprender incluso una aventura, aunque no sea patrocinada por los especialistas militares. El que, con todo, se haya intentado llevar a la práctica esta operación de gran estilo demuestra elocuentemente lo desesperada que tiene que ser la situación militar de Rusia, incapaz de detener la marcha de las divisiones alemanas, cuyas vanguardias creemos que se encuentran ya a menos de la docena de kilómetros al Sur del Elbrus, la majestuosa cumbre de 5.630 metros, que corona la cordillera caucásica. -ERNESTO DEL CAMPO. -x, (Prohibida, la, reproducción. Yval ixhf Ir k ni KoV KoM Relato de un testigo del desembarco en Dieppe Berlín 21, 10 mañana. (Crónica de nuestro redactor- corresponsal. A partir de las mueve y media de anoche, y, sobre todo, después de las amplias informaciones de carácter complementario, dadas por el Alto Mando, y de conocer algunos reportajes de algún miembro de las Compañías de propaganda que, como Kurt Deber, ha sido testigo de ¡a acción de Dieppe, ha ido ganando el público conciencia de la gran victoria que ayer han logrado las fuerzas alemanas en el Canal. El desarrollo de los acontecimientos- -pese a la riqueza de medios combativos de que se ha hecho alarde- -se ha verificado de la manera que nos habíamos imaginado los que todavía hace muy pocos días hemos tenido ocasión de examinar sobre el terreno la fortaleza del sistema defensivo alemán en ¡a costa de Francia. Ha habido en este intento de invasión el factor sorpresa, en el sentido de que, bajo la 1 protección de nubes, artificiales, han podido llegar a tierra numerosos botes, realizando incluso la difícil operación del desembarco de los tanques en una cantidad que aquí se hace oscilar entre los cincuenta y sesenta, con los que se intentaba un asalto a la base aérea más próxima para que inmediatamente pudiera ponerse al servicio de la R. A. F. Dicha sorpresa siempre ha sido aceptada por los alemanes. Pese a la interminable cadena de Bunkers que cubre toda la costa, es indudable, como en nuestra visita hemos oído, que durante la noche o en las primeras horas de la madrugada alguna pequeña embarcación puede alcanzar la costa, por más que en todo el litoral las baterías puedan cruzar sus fuegos. Pero los preparativos son tantos, se tuvo el cuidado de añadir, que 00 pasaría día y medio sin que se pudiese dar por fracasado el intento. No en yano, como saben nuestros lectores, a lo La penetración en la zona montañosa del Cáucaso se confirma, y el avance de las tropas alemanas continúa, hacia el Sur y Sureste, metódicamente. En esas regiones de tan complicada geografía se marcha más despacio que en terreno llano. Además, los soviets, aconchados contra la cordillera o la costa oriental del mar Negro, se baten con energía para garantizar al grueso de sus fuerzas el acceso a la vertiente meridional del Cáucaso o el embarque en Novorosisk y Tuapsé, operación esta última que viene siendo obstaculizada día y noche por la Luftwaffe. El comunicado oficial del Gran Cuartel General del Führer no habla de la batalla que se desarrolla en torno a Staüngrado. Es norma de Berlín no dar noticias de las operaciones cuando éstas se hallan en su fase aguda. Moscú, en cambio, y con Moscú, Londres dejan oír al través de sus emisoras que la situación en el sector Sur de aquella ciudad se ha agravado. Esto quiere decir que las tropas del Reich han puesto pie en parte de las fortificaciones establecidas sobre las colinas que se extienden entre Kotelnikovo- Sazy y el canal Don- Volga. La lucha es muy dura. Los ataques y contraataques se suceden sin interrupción y los efectivos en presencia son importantísimos. Del lado ruso las reservas se vuelcan materialmente sobre la batalla. Del lado alemán se concentra al Sur de Stalingrado la formidable Artillería de sitio, con morteros hasta de 60 centímetros, que ya actuó sobre Sebastopol. No es extraño que los esfuerzos de uno y otro contendiente se multipliquen, dada la alta significación militar de la región que para los soviets es, ni más ni menos, la garantía estratégica del sector central de su frente. -V. largo de toda la costa se extiende una muy amplia zona fortificada en una profundidad que pasa con mucho del centenar de kilómetros, provista de toda clase de material bélico y de reservas para acudir al instante a cualquier punto en que se hubiese realizado un desembarcó. No podíamos sospechar, cuando oíamos estas explicaciones, que tan pronto habríamos

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