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ABC MADRID 23-06-1942 página 9
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ABC MADRID 23-06-1942 página 9

  • EdiciónABC, MADRID
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A B C. M A R T E S 23 DE J U N I O DE 1942. EDICBON DE IÍA MASANA. PAG. las margaritas y pelayos en un cuento canción con ilusiones de ritmo Meno de gracia infantil, y los ejercicios de gimnasia rítmica de miles de flechas que electrizaron a todos haciendo poner en pie y rubricar con mía ovación atronadora los movimientos, vigor y disciplina y empaque. Y el dulce ritmo de los flechas y flechas azules con los aros y las masas corno infantines en juego de viinot y el atletismo viril We los cadetes 5 los ejercicios de educación- premilitar, ¡qué se yo! Porque, había w color y un tono en esta inolvidable exhibición de la admirable juventud de España que nos hizo a todos estar pendientes de sus movimientos. Arrese, en su palco presidencial, donde las bandas y los gallardetes acentuaban la decoración, miraba complacido la verdad de estas juventudes que sienten a España en lo rnejor de sus almas y se dan a ella en alrna, vida y corazón. Al filo ya de la noche terminó el acto. Un aplauso cerrado sonó. Aírese, en pie con todos los asistentes, alzó su brazo al sonar el himno y dar los gritos de ritual. Después se hiso noche física. Porque en la ¡s almas había luz amanecida en estos muchachos del Frente de Juventudes, que son ya vigor de España. -ENRIQUE D E L CORRAL, El acto El camaráda Arrese, aclamado por el público Málaga 22, 10 mañana. En el teatro Cervantes, comenzó, a las doce de la mañana del domingo, un acto nacionalsindicalista, en el que el ministro secretario del Movimiento, camaráda José Luis Arrese, habló a las jerarquías de la región andaluza. En los alrededores jel coliseo esperaba al ministro una compacta muchedumbre, que le aclamo a BU llegada. El exterior y el interior del edificio estaban severamente adornados con banderas y gallardetes. Una red de altavoces permitía al público estacionado fuera, oír al ministro. La presidencia se situó en el escenario, qus habla sido montado de igual forma que cuando habló en Málaga- José Antonio. En primer lugar, habló el jefe provincial accidental del Movimiento, camaraaa Floran Barbarán, que dio lectura, a unas: cuartillas del camaráda Lamo, de Espinosa, jefe provincial y gobernador civil de. Málaga, ausente actualmente. En las cuartillas se agradece al ministro su presencia y se comenta 3 a significación del acto, exhortando a toaos a la disciplina, -la obediencia y el sacrificio, para seguir las consignas del mando, Y. es que las revoluciones qpie marcan épocas 1 0 son nunca debidas al capricho de 1 nadie, ufsiquiera ai capricho del un hombre, extraordinario que quiere o no quiere cambiar la Historia. El hombre es ei genio que descubre y da forma a lo que simplemente está presentido, y que, sólo cuando sabe calar en la esencia revolucionaria y so pone al frente de ella, es caudillo; pero las. grandes revoluciones obedecen a gjandés vercüades incubadas durante generaciones y surgen ellas solas cuando la vida de los puebles lia llegado a un momento crítico. Biológicamente, un pueblo es un sistema de relaciones y convivencias: im ¡sistema que se sostiene, por una parte, en gei soporte de unas creencias comunes, de unos postulados fundamentales, a los que el conjunto de los que conviven otorga su adheslóii, -y son como el alm que vivifica la sociedaíl, y, por otra parte, en tinas condiciones materiales de existencia que aseguren a, sus! miembros la posibilidad de vivir como seres humanos. Cuando estos principios dejan ie ser aceptados, cuando pueblo d e j a r é servirse de ellos para resolver su vivir colectivo y las condiciones de existencia se rebajan hasta anularse, entonces la socieda üi muere, porque no Siay convivencia posible Y así sucedió en España: Tas creencias vitales a las que se agarraba el vivir español én sus mejores días fUevaJjan más de tres siglos de ahuecamiento. Iiíftbífmios venido hasta hace muy poco viviendo de lo que teníamos almacenado y. al final, el español común no creía ya en nada, ni siquiera en í mismo, y, por otra parte, las condiciones dé vida de millones de españoles se distinguían muy poco de las de los animales. Los españoles, por tanto, no convivían; se soportaban a la fuerza. Porque las razones que tenían para vivir en unidad y armonía se habían olvidado por completo. Y cuando esto ocurre, cuando se a perdido colectivamente de arriba a abajo todo fundamento moral y material para continuar existiendo, únicamente son posibles dos cosas: o declarar caducados todos los valores en los que se ha cimentado la vida del fpueblo y sustituirlos por otros capaces, aun en su falsedad, de encender un nuevo fervor en la sociedad; o volver a ordenar la- vida de tal manera que aquellos valores vuelvan a tener su antigua, capacidad de obrar. Jjo primero es la revolución comunista; lo segundo, es la que nosotros queremos. Este os el sino de nuestro país: o comunismo o nacionalsindicalismo; o caemos en el comunismo, que destruye todo un sistema cristiano para implantar otro, basado en el más agrjo sentido matera! o aceptamos el nacionalsindicalismo, que quiere dar de nuevo dimensión y jerarquía a los ¡valores perma nentes. IJo que no se puede mantener por más tiempo es una ingenuidad con que algunos se obstinan en creer que aún existe la solución de no enterarse, o la no menos insensata de salir al paso Ie las revoluciones batiendo palmas, pero con la ilusión picaresca de sabotearlas en lo posible: Los vacíos políticos- -decía el Caudillo- -o los llenamos con la verdad, ¡o vendrán otros y los llenarán con la mentira. Porque los Estados no, pueden vivir huecos Indefinidamente. Convénzanse los anturevolucionarios y los arrevolucionarfos, y convénzanse, también, los que querrían mejor una solución media, desviándoJa hada algo amorfo, pálido y triste, ni demasiado profundo ni demasiado sincero; los que en política siguen esa palabra sin nervio tni brillo que se llama centrismo. que, en definitiva, no es más que la fórmula para hacer compatibles todas las cosas turbias. En una época, de ¡regocijo, podríamos permitirnos el lujo de jugar a matices políticos; en los momentos de caos, sólo hay una posibilidad: la de formar clara, decidida y valientemente en uno de los dos ejércitos en lucha, porque, entre otras- cosas, si cualquiera de ellos se dividiera, sería, ciertamente, el elegido para la derrota. Y no quieran infundirse ivalor diciendo que el peligro pasót Vencer al comunismo en el campo de batalla no es el único triunfo que a nosotros nos corresponde: todo movimiento tiene dos períodos a realizar; si nosotros nos quedáramos siempre en ei período inicial, y además de ser antimarxistas, 110 aspirásemos a. crear un sistema propio, no valdría la pena de tolerarnos. IJOS anti son siempre negativos, y los pueblos sólo triunfan cuando a la idea que destruye opo nen la idea que construye. La Revolución, tarea de todos los españoles Pero esto, camaradas, no es una tarea de grupo: esto es una Inmensa tarea de reconstrucción nacional y en ella tienen que tomar parte todos los españoles. Al Partido no le corresponde echar sobre sus espaldas toda la labor, descargándola de los demás. Ai Partido le corresponde, por el contrario, hacer que todos se sientan solidarios en su función y partícipes en la responsabilidad; o corresponde dirigir y velar por que no exista en España quien se considere desligado de la preocupación nacional; y le corresponde esto, porque los partidos políticos, en primer lugar, son grupos reducidos de hombres que se obligan a imponer fana. tica. tnente una idea, nó a monopolizarla; y, en segundo lugar, porque la razón de ser de un pueblo es la comunidad en la tarea, es la unidad en el destino. Un pueblo- -ha dicho Franco- -no existe hasta que no logra su unidad y su disciplina. Por eso, camaradas, dedicamos nuestro mejor esfuerzo al lo gro de esta comunidad. España es una empresa a realizar en el mundo y en esta cnipresa tenemos que implicar absolutamente a todos los españoles: desde los que un día optaron por la solución marxista, creyendo que había llegado el momento de cancelar unos principios que aprendieron a odiar, hasta los que, virtualmente, están con nosotros, pero viven faltos de fe, porque se impacientan ante una revolución que tarda, o porque sostienen puntos que creen tibiamente comprendidos por nosotros. So quiere esto decir que debamos, abrir las puertas 1 dcl Partido de par en par. El Partido- -ya lo hemos dicho- -no es la idea, es el grupo de los- que voluntariamente se ponen al servicio de esta idea, y nosotros comprendemos que no todos son capaces de sentir las cosas con el fanatismo y con la intransigencia necesarios para emprender con alma nuestra labor misionera. Esto quiere decir, que lo que tenemos que hacer es imponer la idea; es decir, el Movimiento Nacional, sin ninguna clase de vetos ni de exclusiones, sin ninguna elase de prejuicios que nos lleven a acüitudes enanas; aunque también sin ninguna clase de miramientos a los que, a pesar de nuestra actitud, prefieran seguir el camino turbio de las zancadillas. El Partido quiere la colaboración üe toaos los españoles; pero, precisamente por eso, y porque sabe que. está en el único camino cierto de salvación de España, no puede tolerar la oposición de nadie. Nosotros no hemos cerrado el camino a ninguna aspiración que vaya en servicio de la Patria y de su Revolución, y, por tanto, lo que se quiera en este sentido, que se encauce dentro de nuestra disciplina, o. de lo contrario, tendremos que suponer flue no buscan la salvación, sino la ruina de España. Cuando se trata de rehacer una Patria. cuando la vAda de un pueblo se muevo enlio el ser o el no ser, las oposiciones, uunqa? O comunismo o nacionalsindicalismo El discurso La Revolución nacional A continuación, hizo uso de la palabra el ministro secretario general del Partid. o, ca mitrada. Arrese. Habló- así: Jerarquías de Andalucía, camaradas: para señora, ca y niños Toda la norma programática de la Falange se fundamenta y se sustancia en estas Sección de Lencería: Trajes de baño, dos palabras: Revolución nacional. gorros, chaquetas y blusas de playa, soEn España, pop desgracia, tenemos una lariums para bebés: pantaloneros y tilarga y dolorosa experiencia de aquella etapa en que ser revolucionario era sentir una rantes... Sección de Niños: Trajes de inclinación irresistible 9, realizar sus opinio baño, gorros, chaquetas de playa, jerseys, nes políticas apedreando tranvías. De ahí, solariums Sección de Caballeros: Traquizá, el qué todavía exista una considerajes de baño, albornoces, chaquetas y cable cantidad de españoles para los que nuesmisas de soprt tra vocación revolucionaria no supone mas que algo así como un añadido que helaos hecho a nuestro programa para darle jtnayor fuerza o mayor popularidad. Y de ahí, también, el que todos ellos, se orean autorizados a opinar sobre la conveniencia o Inconveniencia de hacer las cosas revoíucionarfaSecciones del entresuelo. mente. No: la Revolución no es un banderín inventado por nosotros para mejor atraer a la masa, o a una opinión política que se pomparte o no se comparte, y cuya conveniencia, en el mejor de los casos, debe ponerse Objetos para regalo. MIRANDA- Carmen, 7. en claro por medio de la discusión. Las revoluciones traen siempre incomodidades que tienen poco de gratos y nosotros mo la huhiéranlos aceptado nunca como postura. Nosotros la aceptamos, sencillamente, porque es un hecho que no está en nuestra mano es- Dirección General de Industria y Material. quivar; porque 01 mundo está sumido en la Se precisan dos auxiliares ingeniero, uno convulsión terrible del cambio de una Era especializado en caucho, gomas y sus aplicay a nosotros rno nos es dado parar el tiem ciones, y otro, en metalografía. po o sustraernos a nuestra propia vida; a Entrega solicitudes, hasta el 30 actual. nosotros sólo nos toca encauzar ese moviCondiciones consultas y presentación domiento o, si nos empeñamos en coiitenei lo, cumentos, de nueve a diez, en la Sección de morir arrollados por la avalancha. Las reEstudios y Experiencias. voluciones- -decía José Antonio- -o lo anegan todo o se las encauza; lo que. no se puede Madrid, 17 de junio de 1942. es ignorarlas, obrar como si no existieran. El verano y el mar Trajes de baño ballero Sederías Carretas ARAÑAS DE CRISTAL MINISTERIO DEL AIRE Oposición y traición

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