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ABC MADRID 08-05-1942 página 3
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ABC MADRID 08-05-1942 página 3

  • EdiciónABC, MADRID
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DO DE INFORMAJCION GENERAL. 25 CÉNTIMOS M M DO DE INFORMACIÓN GENERAL. 25 CÉNTIMOS! f BOBASTRO N la ruta del Sur hacia el mar hay un trecho- -justamente entre Gobantes y más expansiva del español, siempre disL nombre del dramaturgo noruego EnaAlora- -en que la mutación violenta del puesto a confesarse con el primer desconocinque íbsen estaba ya. casi olvidado. paisaje brinda al viajero más de un motivjó do, la da en los viajes. Quizá esto sea una Hace treinta años ejerció una gran de evocación. Desde Ornar Ben- Hafsun hasconsecuencia atávica de los antiguos viajes de influencia en el teatro universal. En nuestros diligencia. Eran entonces varios días en que escenarios vimos Casa de muñecas y Espec- ta las estampas- -de. casi hogaño- -de justi; unos desconocidos habían de hacer forzosa- tros, unas cuantas representaciones nada más. cias y ladrones, la serranía áspera y abrupta mente vida común. Se entraba en el coche ha- Gracias tal actor Tallaví, el teatro ibseniano con sus nidos de águilas y ¡sus desfiladeros ciendo una leve inclinación de cabeza, y mi- saltó al tabladillo farandulero desde las bi- impresionantes, sus tajos temibles y sus barándose unos a otros con recelo para aca- bliotecas de los intelectuales sabihondos. Es- rrancos y sus aludes, está llena de leyendas bar en un acto de solidaridad magnífico fren- pectros era un drama terriblemente humano románticas y de trozos de historia con arote a todas las inclemencias y todas las incomo- y de gran trascendencia moralizadora. El ac- ma y sabor de romance. ididades. Al principio eran los equipajes, las tor Tallaví estaba genial en la interpretación. La rebelión de Ornar contra el poder des; cestas, los codos, los pies, instrumentos hosti- Después de ver Espectros, ¿qué hombre de pótico de los Omeyas puso brillos de gloria, les que presentaba a los viajeros como enemi- conciencia honrada podría ya entregarse al gos, momentos antes de una batalla; mas era diablo del alcohol ni extraviarse alegremen- en la serranía. Las lumbraradas de la buena la propia necesidad de acomodarse y convivir te por las encrucijadas del pecado? No creo, nueva- -reto y pregón de independencia- al la que, de concesión en concesión, iba estable- sin embargo, que disminuyese notablemente el reverdecer viejas ansias raciales, dieron ran- ciendo, en aras de un interés común, una co- número de beodos y. de libertinos a pesar de go de gesta a la aventura. Y alboreó un Reirriente de cordialidad y simpatía. El más re- la labor trascendental filosófica, sociológica no. La roca gigante de Bobastro ensancho belde e inadaptado, a jas seis horas de viaje y biológfta del gran dramaturgo noruego. su influencia por tierras de Regio, Albania, había de claudicar y entregarse, en la postura La fama de Ibsen recorrió el planeta; su Elvira, Jaén, Priego, Cabra, Osuna, Estepa, más cómoda posible, a la conversación común Ecija... y llegó a apuntar, ambiciosa, hasta y al mutu o apoyo y ayuda. Esto nos enseña fotografía- -un señor viejo, con la cabellera la misma corte de los Emir s. Una cadena de e alborotada, y unas patillas de lobo de mar- -que son los inconvenientes 4 l camino, las victorias brillantes afianzó el renombre de curvas y los baches lo que mejor nos humaniza. se ¡publicó en todas las revistas. Pero el dra- Ornar Ben- Hafsun como capitán audaz y vaCada cual busca su acomodo por la fuerza de maturgo no ganaba dinero. Como hay que ser leroso. Obras de buen gobierno- -prestigiadas las circunstancias adversas, y aquellas gentes un santo para no enfurecerse ante esa paraque comenzaron el viaje pensando que no sería doja sarcástica de la gloria de bracero con por un noble afán de superación moral que posible ni la amabilidad ni la benevolencia, la pobreza, el genio noruego llegó a conver- borrara el recuerdo agrio de su mocedad borrascosa- -Je convirtieron, de hecho, en veracaban encontrando que todo es tolerable, y tirse en un gruñón insoportable. Hace unos días- -muchos años después de dadero Soberano del Mediodía. que aquel mismo señor de gesto huraño que estuvo a punto de sacarnos un ojo con un pa- su muerte- -ha aparecido una obra descono Durante casi raguas tiene cierto: ocultos resortes de sim- cida de Ibsen. Parece ser que la posteridad Bobastro- -fieras medio siglo, las crestas dé y altivas como sus defensoestima que es su obra maestra a juzgar por patía. la suma de dólares que se ha pagado por ella. res- -pregonaron a todos los vientos la exis Después de todo, la vida no es otra cosa En su juventud- -hacia la mitad del siglo tencia de un Estado fuerte y prestigioso que, que un viaje, un viaje en el que los vjajeros, por incómodos que vayan, no tienen prisa nin- pasado- Ibsen fue mancebo en una farmacia en las jornadas triunfales fijaba a los venguna por llegar a la última estación. Y este de la ciudad de Grimstad. En la rebotica con- cidos el precio de su derrota, v pochjfe- sn sentido de viaje, de trasladarse, de ir de un ciliaba sus primeros versos románticos y las las adversas- -tratar de igual a igual íe los punto a qtr o, que tiene la vida, hace que cual- escenas de Catilina, su primer drama, con la vencedores al sentar treguas y concertar quier acción- viajera que emprendamos tenga concienzuda, elaboración de pastillas para la alianzas. Mientras Ornar vivió, la fortaleza un ipoco de nacimiento. y de muerte. El hombre tos, de ceratqs. simples o de sales, purgantes, de Bobastro, fuév; bastión inexpugnable, y, seha ido acortando las distancias con la veloci- según acudiesen a la botica los i- catarrosos, ñero. Losmás- poderosos Ejércitos, concendad, pero el concepto íntimo que el hombre los reumáticos o los que hubiesen ingerido trados por los Emires Mohamed, Almondjr tiene del viaje es como un trasuntó de la pro- demasiados metros de salchichas de Franc- y Abdala, hubieron de retirarse desbaratadas pia vida, y así, en los viajes, hacerlo que en la fort. Una gran duquesa rusa que viajaba de y maltrechos cuantas veces intentaron vida: primero colocarse, y después, ver a tra- incógnito le encargó al aprendiz de genio y conquista. Cuando en enero del 928 los gen 5 vés de un cristal el paso de las cosas y con- de boticario unas pildoras para regular las rales de Abderramán consiguieron pisar aqiíe funciones digestivas. El poeta abandonó un versar. qué Aquellas gentes que el azar ha reunido no momento el, arte literario para t confeccionar lias cumbres, Iiacía más de dos lustrosabijas las pildpritás, según arte, farmacéutica. La Ornar Ben- Hafsun- Servando, desde que volverán a verse quiza nunca en la vida. La llegada deshace precipitadamente estas amista- gran duquesa sé tomó tres o cuatroy, vien- zara públicamente el Cristianismo, haBff yy des de viaje, y, esa prisa de morirs que do que no le servían para nada, dejó olvida- muerto. tiene el viajero, se traduce por la veloci- da; la cajitajérit. el fondo de su bolso. El reinado de Chafar- -primogénito y sA dad en la salida para llegar a encontrar un I Cuando unos años después Ibsen, se hizo cesor de Ornar Ben- Hafeun- no añadió; ¿a. taxi el primero de todos. El humo de las es- famoso, los periódicos publicaron su biogra- Bobastro ninguna gloria. Más político tjfÉ taciones disipa contra los cristales él sentido fía, y en Cristianía le erigieron una estatua guerrero, gastó tres años en probaturas, e ftr de las charlas del tren. Lo primero que adver- embutida en un ridículo gabán. La gran du- sayos y manejos totalmente estériles por e timos en esta tendencia comunicativa de un de- quesa recordó el episodio de su lejana colitis, trellarse contra el sentir de los bobastrensea. partamento es que entre nosotros el número identificado, bajo las melenas del genio, al Al hacerse públicos sus propósitos de sorüg? de arbitristas es enorme. Los más arduos, pro- -boticario pelón. blemas de la guerra y de la paz, de la industria Con la gloria flamante de Ibsen, las pildo- terse al Califa, fue muerto en su propio pígv de la agricultura, de la moral y de la socio- ras que le habían sobrado adquirieron una lacio. Su hermano Solearían, proclamado lia logía, hallan en el viaje fórmulas admirables rgfran importancia. La gran duquesa le regaló sucederle, mantuvo durante siete años, c $i dialéctica precisa y soluciones perfectas. El! una al Zar Nicolás II; otra, al Rey Gustavo gallardía y tesón admirables, la independenviajero suele ser un hombre razonable; que, de Suecia. y otra, al Rey Leopoldo de Bél- cia de Bobastro. Murió en la pelea, corno x circunstancialmente, viajji, pero que, en reali- gica, aquel viejo Monarca galante, de blancas rrespondía a su estirpe. Seis meses todavía dad, debiera estar ejerciendo un alto ministe- barbas floridas. continuó resistiendo Bobastro- -bajo el manrio en beneficio de la colectividad. i Treinta, años, más tarde... una hija rde la do de Hafs, el menor de los hijos de Ornar- fiAsombra en los viajes lo poco que sabe- el gran duquesa ha encontrado la última pildora los asaltos formidables y continuos de los español y lo bien que discurre. Es decir, que, que, quedaba de Ibsen, farmacéutico, y se la Ejércitos de Abderramán, III. Cuando, falíb en él, la dialéctica es siempre superior al co- ha: yendidpCal: íjbmerciajite sueco Peter IJden- ele víveres y i sin s esperanza: de iiecibir so. ccinocimiento. En tanto, a través de las ventani- sen, coléccionisía de curiosidades, que ha abo- rrps, se vio en el trance angusjioso y terrible llas vamos viendo el paisaje, es decir, la. rea- nado la bonita; supia de seis. mil ¡dólares. -Esta de rendir la, hasta entonces inexpugnable forlidad. Nosotros pasamos, y esa mujer con un es la obra de Íbsen que ha producido más diborriquillo cargado de leña que espera en el nero. Y es que cuando la posteridad se pone taleza, exigió las más honrosas condiciones. paso a nivel, es lo que queda. La realidad de de buen humor hasta a los difuntos más glo- Cada rincón de esta tierra de privilegio España va pasando ante nosotros entre un riosos jes suele gastar bromas. es una evocación. vaho: de palabras. JUAN AGUSTÍN MORENO EMILIO CARRERE FRANCISCO DE COSSIQ B PALABRAS ENELV 1 A 1 E LA OBRA MAESTRA DE IEN pronto se hace en el departamento 1 BSEN del tren conversación común. La nota E E

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