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ABC MADRID 06-05-1942 página 3
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ABC MADRID 06-05-1942 página 3

  • EdiciónABC, MADRID
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DIARIO ILUSTRADO DE INFORMACIÓN GENERAL. 25 CÉNTIMOS) Sg LA E S C A S E Z C O M- LA CONGELACIÓN DE PARTIDA LA MODA DIARIO ILUSTRADO DE INFORMACIÓN GENERAL. 25 CÉNTIMOS S P E R F I L D E UN LETRADO N barco, en circunstancias anormales, tendemos el haz lumin oso de lia de preocuparse del sostenimiento T opo id mundo, sabe en qué consiste la I. congelación, dé créditos. Usted tie. nuestro calidoscopio sobre los tiempos equitativo de su tripulación. El capitán dicta órdenes para un racionamiento. Hay J L n e un crédito de. equis pesetas en un X áureos de nuestro, gran siglo, solemos que distribuir, haciéndoles durar el mayor país détertninado y, en cuanto el ambienté in- detener los ojos complacidos en las figuras tiempo posible, los alimentos y el agua. Pero ternacional se enturbia un poco, las autoridades proceres de los héroes y los santos. El hé- conforme él tiempo va pasando la escasez va de ése país cogen su crédito y lo meten en roe es él sentido actual de la tierra. Ej santo sometiendo a todos a un hambre compartida. la, cámara frigorífica. Allí, permanece tín año, aun más; es el por qué de la tierra. Pero, ¿Cuánto se tardará en encontrar tierra fir- dos- años o todos los años, que dure el túr- y. ¿ese hombre engolado, con los gruesos mé? Tal es la incógnita. Mas en tanto Lega, bión; y cuando el ambiente sé aclara, pueden lentes de concha absorto en sus. Pandectas, este momento salvador, ¿qué hubiese sido más devolvérselo, a j, usted o pueden retenérselo, él administrador de imperio, el hombre de las conveniente, el que se salvasen unos cuantos pero esto ya es indiferente. Dado el trastorno, letras civiles? He aquí, a un muy garrido lea costa del sacrificio, de los demás, o el queen efecto, qué durante una crisis tan prolán- r trado, i) Nicolás Fernández de Castro. Y pereciese todos en virtud de la obligada dis- gada tienen que haber sufrido todos los va- le llamamos garrido, aunque ya no es mozo, tribución insuficiente? La ley de la oferta y lores, si le devuelven a usted su crédito será como cuando siis estudios en Salamanca, y Sa demanda, aplicada a. aquellos productos in- en el estado de esos pollos q. úe sometidos las ninfas del Tormes platicaban con él de eludibles para, vivir plantea este problema con más tiempo del debido a una temperatura églogas italianas, al cobijo plateado de los ¡caracteres verdaderamente terribles. -En. las extremadamente baja para evitar que, se co- álamos, también itálicos. Garrido es por la ¡sociedades primitivas era el más fuerte, en rrompan, van primero acartonándose, luego bellida barba; que concierta felizmente el oro lias sociedades de nuestro tiempo es el, máspetrificándose y, a la larga, más que pollos de con la plata; por la almidonada golilla, adoírico. La vida, lo que es esencial para la vida frigorífico parecen fósiles de glaciar. bada- con el mejor almidón azul, él que ve ¡se constituye en objeto de subasta. ¿Hay Esto es lo que pasa con la congelación de nía de Holanda; por él coleto y calzas, tobuien dé más? Y lo que se subasta es lo in- los créditos, y la congelación de las modas dos negros, y por esa cadena amarilla que eludible para vivir. Nunca el juego de la li- que acaba de decretar en los Estados Unidos circula su pecho, como un rio, a filó de luz, bre concurrencia resulta tan cruel y tan in- el Wár Praduction Board és algo muy se- en dos parte la noche, tía escrito, este señor jtos- to como en los momentos de escasez. La mejante. Se entiende p! or congelación de las de Castro los más curiosos tratados, píelecsuprema fórmula de civilización nos la da la modas o de la moda la prohibición de todo ciones y ejercitaciones sobre el derecho de Jey 1 de naufragio. Los primeros en salvarse cambio, alteración o innovación en la indu- los glosadores y demás ingeniosos opúsculos. son los más débiles, las mujeres y los niños, mentaría femenina a fin de que ninguna pren- Ha sido fiscal en Milán y delegado real para ¡Pero tales prácticas, que elevan al hombrea eii buen usó llegue, a luna categoría superior, no suelen realizarse da Ja, noche a, laí mañana quedarse anticuada entender en causas, y pretor en- Pavía y Crede y al. objeto ien la vida. de los pueblos. Se dirá que coger las mujeres puedan seguir arreglándosede quetnOna, y consultor del virrey dé Sicilia, y mien un tranvía tiene menos trascendencia qué nau- tiras dure- lavsguérra con los guardarropas de ahora, que es ya viejo, ha tornado a Milán ifragar, pero, con todo, el asalto de la platar que disponen ahora. Ya se sabe lo que ocurre corno revisor de las cuentas, bastante dudosas, fpnna de un tranvía. nOs da la más pobre im- íen tiempos woim legÁUJi día. una señora se del ducado. Por- donde quiera él va, lo ¡sigue el- iniperio, parsimonioso, de dialéctica, ¡presión de los hornbres! Eri esté caso- esíla ¡fuerza, y aun los. primeros que ganaron un lu- efeha a la, callé eñí. un ciudad cualquiera arpiado de todas las plumas. ás, gallo 1 de to ¡gar para el viaje han de sufrir la. violencia rfevándó a, guisa de isSmbrero una cacerola dos los escribanos, posibles. Y hedlg aquí, de ÍQs últimos. Diríase que la vida moderna de aluminio y, si esta innovación tiene éxi- ahora. Sobre el paramento dé la pare- íttpen ¡se níueve en un régimen de apreturas. Y, sin to- -lo que no sería nada de extrañar dada den en ancha tapia las armas de España, el ¡embargo, hay reglas humanas para los casos su pjOjpia. incongruencia- -al día siguiente no bufete es de vellosí del más fino; sobre el ígraves de la vida. La guerra, por ejemplo, hay señora en toda la ciudad que se atreva hay un. gran tintero de Talayera, traído de ¡busca la justicia en compartir el riesgo y ésta a comparecer en público sin haberse provis- tierra ibérica al bel paese de Lombardía. El es ía única fórmula que puede justificar al to a su Véz de una cácerolita análoga. De la velón de diez hachas, derrama sombras y vahombre; el compartir el riesgo. Que no se ciudad erivCiíéstión, la moda de las cacerolas ala en claridades, en busca de, los ángulos diga que es justo que mueran veinte millones pasa luég. oia otra, de ésta salta después a de la cámara, rugosos de. terciopelo. para que vivan cuatro. Esta. fórmula sería ad- una tercera y así sucesivamente. Resultado: Y han penetrado dos hombres en. la estanmisible si los cuatro millones, que se salva- que una eñojmé cantidad de sombreros fe- cia del legado real. Son dos magníficos ejemsen- fuesen, como en los naufragios, los másmeninos, en puya adquisición se habrán in- plares, que... en Castilla andarían, con despedébiles, pero la. realidad nos dice que los quevertido sumas fabulosas, quedan práeticamén- llejado jubón, ya en el azoguejo de Segovia, se salvan. son los que pueden por sus medios- te anulados- con gran trastorno, tanto, de la ya contratando gentualla, á la puerta de la hacer frente a la carestía. Compartir la es- economía doméstica en numerosos- hogares, casa de la Contratación de Sevilla. Aquí, casez, he, aquí la única fórmula posible par como de la economía general efi toda la na- donde miente máscaras doradas él mismo so! que el sacrificio sea realmente humano. Y de ción, y que él ajuminio, metal tan necesario son el uno intendente de k real Hacienda; este hecho se deduce, que el comercio de lo! para la guerra se vueive: cada vez más escaso, el otro, un malaventurado que trae ajeteannecesario, dé lo imprescindible para vivir, és por eso es por lo que el War Productiontes, de sus anchas mangas, los perdones una función brutaléri: los momentos de esca- Board ha resuelto congelar la moda feme- con que Q u i s i e r a cubrir las culpas del sez. Ello equivale a negociar con el? hambre. nina cogiendo todos los modelos actuales y otro, el. intendente, demasiado. entendida su No es ttna cuestión de tener o de no tener, poniéndolos en conserva para evitar, que su- intendencia en monedas de la. tierra. jsino de vivir. No cabe mantener la tesis- in- fran la menor alteración mientras duren estas ño de Castro tiene la faz adusta. HaEl sereflemoral de que sobrevivan los más ricos. circunstancias. Blusas, y zapatos, faldas y xionado un momento y ha comprendido- que: sombreros, abrigos y vestidos, ropa, interior detrás de él las di- ez Damas de la, lucerna. nz Además, tal sistema en plazo no lejano, y ropa, exterior, todo se irá- congelando en hay encima del: bufete, están escorzando en traería también la muerte de los poderosos. los Estados Unidos poco a, poco y; la señora, vivo relieve no menos que las armas de Es Pues si los que trabajan decaen en su esfuer- que, no queriendo. vestirse de frigorífico, sal- paña. zo hasta morir, ¿qué suerte correrán los quega a la calle con alguna prenda más o menos- -Nada se nie da a mí- -dice- -de hacer- no trabajan? En buena, justicia y en buena original, tendrá que entendérselas con Wash- ahorcar a un intendente y a un mínimo hsyutilidad, los privilegiados en los momentos de ington y pagar una multa que la quitará todo ntónito, también, después de pedirle perdón ¡escasez debieran ser los que realizan mayor deseo, de volver a as andadas. por mi osadía Peí o, ahorcado del todo que- No esperen ustedes, por lo tatito, señoras dará, conio; si no. lo fuera, y esfuerzo de trabajo; es decir, los que producen más. Esto al menas podría remediar el mías, ninguna innovación vestimentaria por Las cuentas: énípiézail a aclararse. ¡Dichomal con un aumento de producción. el correo dé América, y; no hagan el menor sa horca, que és riíáestra de ¿laridades! Pero, Se impone, pues, en las circunstancias gra- esfuerzo para- adquirir los figurines que seun punto el: pensamiento del señor. de Casves por que atraviesan los pueblos, un sacri- publican allá. La moda americana, por. ra- tro ha volado, a sus días juveniles, cuando ficio en la distribución de las cosas. vitales por zones dignas de todo respeto, se ha congela- platicaba con las ninfas del Tormes. Y por parte de los ricos. -Y: ¿éstps deben hacerlo, do o ésta en vías de congelación y, en lo su- obra de la poesía del recuerdo lia mirado ei no por razones, de. índole moral, por propia cesivo. tendrán ustedes que arreglárselas sin con blandos ojos á los dos delincuentes. conveniencia. Que no llegué U día en que el e l l a n ¡Duro y piadoso, al par, domo un español! último puñado de trigo sélocofea él rey Midas. r JULIO CAMBA FRAMIS U r FRANCISCO. DE GOSSIQ: Lisboa,

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