ABC MADRID 07-03-1942 página 16
- EdiciónABC, MADRID
- Página16
- Fecha de publicación07/03/1942
- ID0000363181
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Tarde de bodega en verano En las tardes de tuego del estío, ¡qué placer visitar una bodega! fodo es fresca penumbra, y de la calle ni ardor ni ruido llegan. T En las naves, severas, conventuales, de silencio y olor a vino llenas, 1 basta el Tiempo, encantado, se detiene, V oliendo, se recrea. Los toneles, panzudos y muy viejos, que, hechos vino, los siglos almacenan, orgullosos del oro que contienen, a que bebamos, tientan. De una andana ha surgido, entre las sombras, un guardián viejecito, que no cesa de volcar la venencia en nuestras copas con arte bodeguera. Se desliza ia tarde alegremente, entre cuentos y olvido de las penas, v un enorme optimismo incomparable invade el alma entera. Y seguimos bebiendo, entre ía risa que brotó por el chiste o la agudeza. Así llega la noche, y de misterio las naves se rodean. Al salir contemplamos en el cielo lagrimitas de sol. Son las estrellas, que al cerrarse el portón, miran al patio; la luna lo platea. Han cesado los ruidos; ya no hay risas. Un murmullo flotando dentro queda. Sigue el vino, muy lento, envejeciendo y la Bodega, ¡sueña! l- oto y texto: COÑAC Luis Pérez Solero