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ABC MADRID 15-02-1942 página 11
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ABC MADRID 15-02-1942 página 11

  • EdiciónABC, MADRID
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jMAPRÍP DÍA 15 DE ¡FEBRERO DE 1942 ¡NUMERO SUELTO DIARIO ILUSTRADO. A 1 ÑTO TR 1 GESI M O Q U I N T O N; 11.225 j a J f gUSCKIPClOÍí: MADKID: ÜN MES, 6 PESETAS. PROVINCIAS: TRES MESES, 18, AMERICA X PORTUGAL: TRES MESES, 20. 3 EXTKANJEUO: TRES MESES, 37,50 PESETAS. REDACCIÓN X ADMINISTRACIÓN: SERRANO, 61, MADRID. APARTADO N. 43. LA ESTANCIA DEL CAUDILLO EN SEVILLA SU EXCELENCIA EL 1 EFE DEL ESTADO, EN LA JORNADA DE AYER, ¡RINDE ADORACIÓN A LA EXCELSA PATROÑA DE LA CIUDAD Y RECIBE EL HOMENAIE EMOCIONADO Y FERVOROSO, LLENO DE ACLAMACIONES DELIRANTES, DEL PUEBLO SEVILLANO. ANTE LOS ELEMENTOS MILITARES PRONUNCIO EL CAUDILLO UN IMPORTANTÍSIMO DISCURSO ¡Brillantísima recepción oficial. Si huhiera un momento de peligro- -dijo el Caudillo a los militares que lo escuchaban- si el camino de Berlín fuese abierto, no sería una división de voluntarios españoles los que alií fuesen, sino que serían un millón de españoles los que se ofrecerían... La Salve en Ja capilla de la Virgen délos Reyes. El Generalísimo y su esposa, hermanos de su Archicofradía. Una inmensa multitud expresa su entusiasta adhesión al Generalísimo sa. Uno de los asistentes de Su Eminencia, Reverendísima anunció al pueblo concesión extraordinaria de- indulgencias, mercedes de la Iglesia a quienes elevan preces por, que i Sevilla 14, 12 noche. (Crónica de nuestro el Señor siga iluminando al supremo rector fedactor, enviado especial. Sevilla, en un de los destinos de España, otra vez endere elegante alarde, ha sabido respetar el secre- zada hacia su secular- y universal grandeza. to de la diplomacia que la ciudad supo con- El retorno a palacio con idéntico ceremonial tenido en los muros del Alcázar, porque la e idéntico fervor de la multitud clamante torre del homenaje ostentaba sobre sus al- en la entusiasta renovación- de los vítores a- vichas el guión, sebero del Caudillo de Es- Franco. paña. Pero el vítor guardado en cada pecho ¡Lo he visto! -grita un anciano, que en sevillano había de vibrar clamoroso en la ver al Caudillo cifra quizá el último afán de ypoiianidad de la presencia en las calles de su vida. franco, aquel gran Capitán, que, desde Se- ¡Ha pasado a mi vera! -clama, con pilla, con una sola finta- de su espada, trocó un eslío rojo, de servidumbre, en una pri- ufanía, una mocita trianera. mavera imperial de la Patria recobrada. Y Y cuando el séquito ha traspasado la porha sido en la gozosa jornada del sábado. La tada del León aún resuena en las calles el más alia dignidad de la Iglesia en la sede clamor: ¡Franco! ¡Franco! ¡Franco! Y la hispalense, el Cabildo de regidores de la ciu- multitud se dispersa potf las calles de la ciudad y del Ejército en corporación acudieron dad de la gracia, tan anidada coma en la ikcdiaáa la mañana, al histórico palacio para misma mañana de la V. irgen de los Reyes, rendir- su saludo al Jefe del Estado. En este la gran mañana de Sevilla. Ciera la jornada con la visita del Jefe acto intuyó Sevilla el santo y seña que le abriría el acceso al recinto interior del Al- del Estado al cortijo de Cuarto, donde está cázar. Habló la suprema jerarquía de la na- la Granja Experimental de la Diputación seción a los munícipes con el supremo interés villana, en cuya área se alza la- ermita erigipor los problemas de este pueblo procer. Mas da- sobre el lugar donde asentó sus reales el luego, el Generalísimo de los Ejércitos de Rey Santo, ganador de Sevilla. He aquí el Tierra, Mar y Aire dictó a su grey la eon- símbolo: Franco, como aquel Monarca, ha signa de la hora. Palabras precisas, tajan- sabido ganar el corazón de los sevillanos. Y tes, da viril enjundia castrense. Y, en tanto, para conmemorar, el magno suceso, la Giral el pueblo, apiñado en torno al palacio, aguar- da aparece esta noche iluminada, refulgente daba- impaciente, pero tamíién infatigable. como un ascua. Parece antorcha que alumbra Al fin, cuándo no mediaba la tarde, los so- el camino hacia un venturoso porvenir de la mes solemnes del Himno nacional anuncia- Patria, bajo el signo excelso de Frqtico, Caudillo. -ANTONIO OLfoñ la presencia del Caudillo. El primer acto nuestro invicto. externo de su trascendente estancia en la ciu- M E D O dad hispalense componía perfecta rima con Sel titulo Mariano de que Sevilla se ufana. Iba el Jefe del Estado con su ilustre es- J posa, seguido de brillante séquito, a la- Salve Ique la ciudad, autorizada por la Iglesia, ha- pía organizado ante la Patrona de- Sevilla, Una enorme masa de público pre la venerada Virgen de los Reyes. El multi- senció el desfile de autoridades tudinario clamor repetía el nombre de ¡Frany personalidades có! los vítores al salvador de España, entremezclados con las vibrantes notas del Sevilla 14. Ante Su Excelencia el Je, fe del Himno nacional, restallaban incesantes, y, en Estado han desfilado, a las doce de esta ma tanto, un bosque de brazos tensos saludaban ñana, en el- Alcázar, en recepción oficial, las al Caudillo, que llegó con majestad a la Puer- autoridades sevillanas y elementos represen ta del Príncipe de lá Basílica- metropolita- tativos. La recepción resultó brillantísima. El na, donde, entrara bajo palio, como cumple Caudillo, acompañado de los jefes de sus Ca a la suprema jerarquía del Estado que osten- sas Militar y Civil, recibió a las autorida ia. Ofició la Salve el venerable purpurado de des de Sevilla y- altas representaciones. en la fa Silla hispalense, doctor Segura, quien ben- antecámara de los Tapices, severamente exor. dijo e impuso la medalla de congregante a e nada. Desde dos horas, antes de comenzar- la fejfigen de los Reyes al Caudillo y. su espo- solemne ceremonia, en la explanada de la puerta del León se había, estacionado una Una jornada de emoción y de triunfo enorme masa de. público que presenció- el- desfile de autoridades y personalidades. E n el Patio de i a Montería, fuerzas: de Infantería, vestidas degala, rindieron! los rhonores con bandera y música Qtras fuerzas de Infantería cubrían la carrera, desde la. plaza del Triunfo hasta la citada, puerta de León. El cardenal arzobispo de Sevilla cumplimenta al Caudillo A A las once llegó el cardenal Segura, arzobispo de Sevillaj que pasó, seguidamente, a cumplimentar al Caudillo. La entrevista fu ¿breve y afectuosa: S. E. el Jefe del Estado recibe a los elementos militares Poco después el cardenal Segura (abandórki el Alcázar, e inmediatamente comenzó la. recepción por el elementó militar. En primer término fueron recibidos por Su Excelencia el Jefe del Estado, el capitán general d e la Región, teniente general Ponte y Manso. de ZiJñiga, a quien acompañaba su Estado Mayor; comisiones de todos los Cuerpos y Atfmas de la guarnición, que vestían traje de gala y lucían todas sus condecoraciones, Discurso del capitán general El capitán general, en nombre propio y en el de 1 a guarnición de su fnando, pronunció el siguiente discurso: Al tener el honor de saludar a- Yúestra Excelencia, en nombre y representación del Cuerpo de Ejército de Andalucía, rae complazco en reiterar nuestra más profunda adhesión al Caudillo que nos condujo a la victoria venciendo las innumerables dificultadesque existían y que, en la actualidad, sobrelleva con el mismo acierto el gobierno de la nación en la difícil situación internacional poique atravesamos. Todo ello nos da fe ciega para comprender que si algún día tuviésemos queM, r: a la guerra, 4o haríamos futldidos en altos intereses nacionales y con la esperanza cierta dé que saldríamos de ella ensanchando la obra de España y la ruta de su Imperio. Contad, Señor, que en ese momento acudiríamos todos con la misma fe y entusiasmo en la victoria cpn que lo hicimos en, -la guerra de liberación, como lo hacen los combatientes que en estos momentos, se ¡hallan en las heladas estepa s de Rusia defendiendo la civilización amenazada y la Religión perseguida. Me refiero a nuestra gloriosa División de Voluntarios que en estos, momentos continúa las gloriosas tradiciones de nuestros conquistadores de Indias y de íos viejos Tercios de Brillantísima recepción oficial en el Alcázar

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