ABC MADRID 10-02-1942 página 5

MADRID DÍA 10 DE FEBRERO O 1942 NUMERO SUELTO 25 CENES, jé- tf, SUSCRIPCIÓN: MADRID: CN MES. 6 PESETAS. PROVINCIAS: TRES MESES, 18. AMERICA Y PORTUGAL: TRES MESES, 20. EXTRANJERO: TRES MESES, 87,50 PESETAS. REDACCIÓN I ADMINISTRACIÓN: SERRANO, 61, MADRID. APARTADO N. 43. FECHA ENTRAÑABLE ABC DI ARI Ü ILlíSf RAD O A NO TR GES I M O 0 U 1 N TO N. 11. 220 AYER SE CONMEMORO CON GRAN S O L E M N I D A D EN TODA ESPAÑA EL DÍA DEL ESTUDIANTE CAÍDO Misa de campaña en la Ciudad Universitaria. Descubrimiento de una lápida en memoria de Matías ¡Montero. En la Sacramental de San Isidro. Acto en el Cinema Europa. A los actos asistieron el mínjstro presidente de la Junta Política, el ministro secretario general del Partida y los ministros de Educación Nacional y Agricultura. En provincias dida y clara. Una vez al darle sepultura y alabanza, pasamos el aniversario- de Matías otra en el primer aniversario de su muerte, Montero. Como el recinto, fue sin adornos Matías Montero entendida como acto último de. servició. Re- la ceremonia: unas palabras de Salazar y de Todos los años- -tal día como ayer- -flo- cordamos ahora las frases pronunciadas por Bravo, otras palabras mías y un silencio que nadie impuso, pero que tuvo, en su autentirecen las cinco rosas simbólicas del recuer- José Antonio en las dos ocasiones. cidad, mucho mejor sentido que los rituales do sobre la tumba de Matías Montero. Hay Al darle sepultura minutos de silencio. en la vida y en la, muerte de este héroe Aquí tenemos, ya encierra, uno ¡mártir un símbolo de la. juventud enfebre- tros mejores, camaradas. Nos ada lade nues- Dije a los camaradas de Salamanca y os lección ¡cida y anhelante de los primeros tiempos fa- magnífica de su silencio. Otros, cómodamen- digo ahora: El martirio de Matías Montero langistas. Esa juventud no quería hablar, ni te nos aconsejarán desde sus casas ser más no es só ¡o para nosotros una lección sobre discutir, ni aconsejar. Sólo quería cumplir animosos, más combativos, más duros en las el sentido de la muerte, sino sobre el sentido cón su deber secamente, ahincadamente, sin represalias. Es muy fácilacopsejar. Pero Ma- de la vida. ¿Recordáis- -vosotros; los dé la buscar el aplauso y el halago ajenos, en tías Montero no aconsejó ni habló: se limi- primera hora- ¡una de las cosas con que se puro acto de servicio, a España. José Anto- tó a salir a la calle a cumplir con su deber, intentaba deprimirnos? No triunfaréis; para llevar adelante ún movimiento como el vuesnio, cuando la tierra cayó sobre las tablas tro hace falta contar con gente endurecida que encerraban, aquel cuerpo muerto, que hoen grande; los españoles arriesgaron y dieron) ras antes era levadura de valor y de sacrifila vida. Y por España y por la Falange dio cio, lo expresó con una elocuencia que aun hoy Matías Montero la suya. ¡nos estremece por su profundidad y su grandeza. Buena piedra de toque es ésta para conocer la cualidad de nuestro intento. Cuando dudei Nos da -dijo- -la lección magnífica de su mos, cuando desfallezcamos, cuando nos aco silencio. meta el terror de si andaremos persiguiendo He aquí el símbolo. Hacerlo todo por la fantasmas, digamos: ¡no! esto es grande, Patria, hasta entregar la vida, calladamente, esto es verdadero, esto es fecundo; siíno, no sin más testigos que la propia conciencia y la le hubiera ofrendado la vida- -que él, como ¡mirada infinita de Dios. español, estimaba en su tremendo valor. de Ahora, en la pas y el orden de Franco, en eternidad- -Matías Montero. esta hora de laudes, los contornos de lo que ¡fue, se debilitan: y es posible que a ciertas Recuerdo de un universitario conciencias, en distracción o en dispersión inAhora, en estas mañanas de febrero; ahocreíbles, no aparezcan con su enorme fuerza ra, en estas mañanas de cielo azul y sol tievocativa aquellos hechos heroicos, silenciosabio- -así íuera la de su muerte- viene a nosotros más viva y perfilada en contornos mente heroicos, de una juventud que irrumde su imagen, y recuerdos de su persona, la pía, en un medio espeso y nauseabundo talade aquel adelantado en tantas nobles caudrado de balas, rasgado por el odio, con la sas que fue Matías Montero, escuadrista y universitario. t muerte acechante detrás de los esquinazos de En los claustros de San Carlos- -viejas pielas calles; en un ambiente tan lleno de terror, dras y risas juveniles en sus aulas dít banque el río humano se apartaba y se escindía, cos carcomidos, en su biblioteca silenciosa, volviendo el rostro y el alma, cuando los cuerde anchos ventanales a la calle de Atocha, tjasaban la mayor parte de las horas de Mapos de los falangistas caían, ensangrentados, tías Montero, que tenía sobre su amor y sa sobre las aceras. Y hay que meditar, sobre afán por la Falange una fuerte y amorosa aquello, porque como Matías Montero cayevocación por su carrera. ron otros muchos que hicieron posible, con Era la vocación íntima y fervorosa del que se cree llamado a una tarea sublime, en la V callado sacrificio, los catninos de nuestra que entregarse 8 ella con toda clase de re Patria. nunciamientos supone el mejor premio que í Aquella sangre generosa que el día 9 de puede otorgar s. vida. Matías Montero, qvie llegó a la Facultad febrero de 1934 se derramó sobre el asfalto de de San Carlos con muy pocos años sobre sus la callt, fructificó como si empapara mi cain, Matías Montero tantas co, po de buena semilla de heroísmos y de mejor aun sabiendo que probablemente en la calle hombros, lotraía sobre su vuelta de se refiere, sas, en que al orden político ¡siembra de virtudes. un muy amplio y profundo bagaje cultural. 1 sabía El aprobar en ese pobre sentido a que Gracias por tu ejemplo le dijo José An- le aguardaba la muerte. Lo antes porque se Poco de morir tantos aspiran como medio y como tonio, al despedirlo para siempre. Que Dios lo tenían anunciado. amenazado de muerte, único fin, era para él único que sólo monsdijo: Sé que estoy algo fíe- dé su eterno descanso y a nosotros nos pero no me importa si es para bien de Espa- truosamente podía admitirse. ¡niegue el descanso hasta que sepamos ganar ña y de 1 a Causa. No pasó mucho tiempo Era el saber, el ansia de conocimiento. lo ¡para España la cosecha que siembra tu sin que una bala le diera cabalmente en el co- que le quemaba en lo más hondo de su ser. Matías Montero, aún estudiante de disciplinas ¡muerte. razón, donde se acrisolaban su amor a Espa- áridas y técnicas, buscaba en las revistas y Y la cosecha se ganó para España. ña y su amor a la Falange. ¡Camarada Matías en los libros especializados un más ancho J. LOSADA DE LA TORRE Montero Rodríguez! Gracias por tu ejemplo. campo en que asomarse a éstas. Y eran muchas- -mañanas casi todas- cuando un serQue Dios te dé su eterno descanso y a nos- vicio le la Falange no lo requería Pn otro La palabra encendida y clara de otros nos niegue el descanso hasta que sepa- lugar, las que, abandonando el so del patio- y clasíi- (asas horas ganar para José Antonio en el entierro y en mos tif muerte. España la copecha que siem- traíais, entre clasede colegiales recreos- -r, que nostalgias cobra rría al anfiteatro o a la clínica módica para el primer aniversario de Matías ver allí, sobre las mesas de operaciones o de Al año de su muerte reconocimiento, toda la entraña y la belleMontero Anoche, en Salamanca, cobijados en un za sublime de Ja Medicina. Sus escritos y sus apuntes, las anotacioEn memoria de Matías Montero, caído en recinto bajo, de techo, jpino de escaleras, pones de sus revistas y de sus libros, al unirse vanguardia de la Falange el 9 de febrero de bre de luz, entre unos camaradas de buena a esta devoción profesional, firme 934 dedicó José Antonio su palabra encea estirpe leonesa, parcos en la sonrisa y en la vocación, son motivos todos t a esta su hacen que nos 9 DE FEBRERO DE 1934