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ABC MADRID 18-12-1941 página 14
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ABC MADRID 18-12-1941 página 14

  • EdiciónABC, MADRID
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A B C. JUEVES 18 DE DICIEMBRE DE 1941. EDICIÓN DE LA MAÑANA. PAG. 14. EL DISCURSO DEL MINISTRO DE TRABAJO. CAMARADA GIRÓN- EN LA CONCENTRACIÓN SINDICAL DE EL FERROL DEL CAUDILLO La Falange incorpora el sentido católico, de gloriosa tradición. Para incorporar eficazmente a muchos españoles a la doctrina de la Patria, es preciso resolverles su problema de vida. Es hora ya de enterrar de una vez odios de ayer para no entorpecer labores de hoy. En la concentración sindical celebrada en? Hoy, que luchamos por la superación de El Ferrol del Caudillo, el ministro de Tra- odos los valores espirituales de la Patria, la bajo, camarada Girón, pronunció el siguiente porvida, Revolución en todos los órdenes de la que es muchas veces un retorno al discurso: espacio y al tiempo en que los dejamos más Justifican mis palabras la colocación fríos, la Falange admira en la religión al de la primera piedra de una iglesia humilde y acaso ningún momento más oportuno catolicismo hondo, practicante y heroico de para hablar de la religión en la Falange, los capitanes de Lepante Y si es cierto que muchos fríos seudocatóli el otro modo entero de entender la vida En esto, como en todo, es preciso, hablar cos pudieron vivir negando a Dios y a la Paclaro y fuerte para evitar confusionismos tria, yo he visto morir a mi lado muchos caque tantos amigos y enemigos están intere- misas azules creyentes en la batalla por la sados en imaginar. La filosofía falangista, Revolución y por la Fe. Os he hablado así, aun a sabiendas de que amaradas, es la filosofía de la acción. Repugna 1 a sutileza ineficaz del intelectual pueden no seros gratas mis palabras, porque entiendo que la primera condición para ha- puro, propensa a la heterodoxia y a la contemplación. En la concepción recia y sim- ceres comprender es no disfrazar los sentiple de la vida y de la muerte radica nuestra mientos. He querido hacer estas consideraciones fuerza, y para nosotros, la frivola complacencia de divertir el espíritu complicando para que veáis con claridad la equivocación la doctrina, es negativo y decadente. Ya José de proyectar sobre una religión cuyas máxiAntonio advirtió que ¡os grandes embalses mas, si os tomáis el trabajo de examinarlas, sólo pueden produciros admiración el odio no se hicieron para organi r rega, tas. De aquí que hayamos mirado siempre con explicable que despertarán en vosotros quierecelo tantas sabias, tantas rebuscadas pos- nes las aprovecharon como parapeto, sin turas, que, sobre todo en la religión, atri- practicarlas ni sentirlas. Y gracias a Dios que una voz valiente y buyen a la Falange comentaristas espontáneos, que en ellas se asientan, generalmente, más autorizada que la mía ha sabido recientemente desenmascarar a estas alimañas tan sobre una filigrana de razonamientos, condañinas para la religión y la Patria. clusiones exactas e infecundas. Quizá exista en este punto, como en ninAbundancia de justificaciones gún otro, una desorientación que el sectaY aquí termino con esta disgresión a que rismo de unos y el mal entendido celo de me obliga la significación de este acto. Arguotros han contribuido a mantener. mentos puramente humanos que pueden emPero es muy clara y muy abierta la po- plear los utilitarios, capaces de considerar sición del Nacionalsindicalismo en la reli- medios lo que nosotros estimamos fines, hay gión para no poder, en pocas palabras, des- en abundancia para justificar, en órdenes hacer las interpretaciones torcidas. Tal vez menos elevadas, la posición de la Falange. se tache de elemental y primitiva esta afiNo es la menor de ellas las dificultades de ción a simplificar los problemas, a disponer, los modernos forjadores de unidades naciolisa y llanamente, los puntos de vista; pero nales imposibilitados para partir de la unipara nosotros, el mayor riesgo de los desti- dad religiosa como eje de gravitación polinos heroicos es apartarse de la sencillez. tica. Y no se olvide que hablamos en su proDio Y ahora, camaradas, vamos a hablar un lenguaje a una generación de españoles edu- poco de lo militar. Da lo militar, en cuyo cados en la, sociedad y eni la pelea. ámbito puede situarse el trabajo, porque el La cuestión religiosa, camaradas, no cons- trabajo es la vida, y al final, la vida es mitituye excepción para nosotros. Presentes es- licia para nosotros. Hay una consigna, camatán las palabras de nuestros ausentes para radas, que hemos hecho llamar del ex comque el que quiera entender entienda. José An- batiente, escrita y rubricada en su vida por tonio nos dijo que el Imperio espa, ñol es la un falangista legionario: En la guerra, tu unidad histórica. física, espiritual y teológica; sangre; en! a paz, tu trabajo. y unidad espiritual y teológica española es el En ella se recogen sencillamente la concatolicismo. Ramiro dio a las J. O. N. S. de cepción nacionalsindicalista del trabajo, que combate su grito de ¡Arriba los valores his- es, antes que nada, servicio prestado a la pánicos y entre ellos forman, en primera Patria. Estamos dispuestos a imponer esta vanguardia, nuestro espíritu religioso y mi- escueta y terminante manera de pensar, a sionero. Onésimo escribió hasta con su pro- través de la cual, como un prisma, hemos de pia vida el destino más intransigente, y en mirar los problemas presentes. último extremo, ahí está la rotunda afirmaNo queremos entender la artificiosa filosoción del punto 25: La Falange incorpora el fía liberal que convierte las cuestiones sociasentido católico de gloriosa tradición y pre- les en un arbitraje untuoso y amable entre dominante eui España, a la reconstrucción las clases, perdido en largas y estériles teonacional. rías sobre derechos y obligaciones. Y es, camaradas, que antes que nada espiNos molesta oír hablar de armonizar el ritualista, la manera, de ser de la Falange capital con el trabajo, porque, y nos dijo José es menos acabada cuando hay ausencia o ne- Antonio que cuando se habla así, lo que se gación de la religión, que es una de las di- intenta es contribuir a Que una minoría inmensiones del espíritu. significante de privilegiados sigan viviendo grandemente a costa del trabajo de todos La religión nos atrae por educación del trabajo y del patrimonio de los obreros y temperamento España es una unidad de destino; por ella 1 Nada significa, que, admirando el misticis- es nación, y ella es el aglutinante de sus puemo contemplativo, prefiramos para nosotros la acción que, en la religión como en todo lo demás, nos atrae por educación y por temperamento. ¿Cada prueba en contrario el que arrojemos a los mercaderes del templo que encubren su mercancía con una piedad insincera, porque al combatirnos no estarnos frente a la religión, sino contra ellos, ya que el catolicismo, camaradas- -y son pa, labras de José Antonio- es la religión ¿le los humildes y de los perseguidos, capaz de negar al César su divinidad y hasta su dignidad sacerdotal. Lo que sucedió fue que en la Espa, ña sin nervio y sin coraje anterior al 18 de julio, F A B R I C A O A K T t C U I- O S D E P I E L todos los valores supremos perdieron en los hombres la firmeza de sus perfiles. De aquí aquella hipócrita y pequeña piedad sin obras, aquella quiebra íntima, no del catolicismo, sino de algunos católicos, por el enemigo que hizo explicarles, hay que decirlo todo, las esencias de la descristianizaoión en Jas SJUchedumbres españolas blos y de sus clases, y los españoles somos! un ejército de hombres, los mejores de la tierra, decididos- a dejar hoy, como ayer y come mañana, la huella de nuestra inquietud so- bre 1 mundo. Es preciso resolver el problema de la vida de muchos españoles Cada uno de nosotros tiene marcada sii actividad concreta, su labor, su servicio; por eso, para nosotros, el mejoramiento de las condiciones de vida de los camaradas peor situados, no es imperativo nacido de la complexión del temor 0 de la simpatía, sino de la necesidad de lograr el mayor bienestar do todos como medio para obtener el máximo rendimiento de los cuadros en la gran masa española. Es la misma preocupación del general por sus soldados, que nada tiene da pagana ni materialista, porque, en último extremo, se basa en una exigencia de justicia, en el respeto a la espiritualidad íntima, de cada hombre. No nos engañemos; sabemos que para incorporar eficazmente a muchos españoles a la; doctrina de la Patria es preciso resolverles su problema de vida. Porque hay en España muchos hombres que no tienen tiempo para mirar arriba, absorbidos por la imperiosa necesidad de bregar duramente abajo para subsistir. Estamos, además, desde hace mucho tiempo, convencidos de la facilidad con que se, adormece la acción en el estéril juego üs las palabras. Pero creemos conveniente ver las cosas con objetividad y lanzarse de cuan- do en cuando en medio de la calle para gritar; las verdades. No nos interesa ei triunfo fácil de lo estrictamente conseguido con promesas, ni la simpatía de la masa lograda con carnaza demagógica, pero creemos necesario decir que hemos visto personalmente cuadros que no sabemos contemplar impasibles. Este tiempo de duros sacrificios hemos de llevarlo a cuestas, como una cruz, pert) entre todos, y quizá haya demasiados que hurtan el hombro a la carga y demasiados que agonizan bajo su peso. No me consuela que entre estos últimos haya muchos hombres que Se batieron frente a nosotros en la guerra, porque yo he dicho muchas veces, a todo el qu 6 me haya querido escuchar, y nunca consideraré excesiva la insistencia en la repetición de este punto de vista, que es hora ya de enterrar de una vea odios de ayer para no entorpecer labores da hoy. Que no es justo estigmatizar para siempre muchas frentes trabajadoras, cuando tantos verdaderos culpables escaparon, primero al riesgo y después al castigo. Y porque nosotros nos podemos entender mucho mejor, con- el enemigo que dio la cara, en el parapeto que co n toda esa turbia caterva de caui tos vividores, que de uno y otro lado estuvieron a. la espera de los acontecimientos para decidir sus conductas. Entre vosotros hay muchos que saben por! qué luchamos; mucjhos que estuvieron a núes, tro lado en el combate. Decid noblemente a los que están contra nosotros que mediten. Tenemos las armas dispuestas y más coraje que nadie para emplearías inexorablemente; pero tenemos también el corazón y el alma abiertos para comprender justificadas! amarguras. Acaso al final de la Revolución: nacionalsindicalista se lleve a cabo con defecciones y apoyos imprevistos, y yo es iurrt con, el pensamiento en la Patria, en la Falange y en el Caudillo, que a todos los amigos aparentes que nos venden les pesará traicionarnos, y que ningún español resuelto que ama la justicia se arrepentirá d seguirnos, Y nada más, camaradas. Roja y negra, dolorida por el recuerdo presente de tantas despedidas heroicas, la bandera de la Revolución estará con nosotros en la hora del último asalto. ¡Viva Franco! ¡Arriba España! j Palabras pronunciadas por el camarada Girón ante 12.000 obreros Camaradas: En nombre del Caudillo hago entrega de i m a u m a destinada al pago de subsidios correspondientes a lois trabajadores de esta Constructora Naval. No penséis sacar de mí, con este motivo, ni una sola palabra encaminada a hacer resaltar la importancia material del acto, el beneficio que os reporta o la preocupación, por vosotros que manifiesto. En la Falange, para hacerse comprender, se ataca sin ventajas. Querer llegar al corazón por ei cami- no del favor, cuando tantas cosas no s quedan por hacer y aun por decir, e s para nosotros una táctica despreciable y acaso ineficaz. Sólo he querido deciros que es consigna de la Falange volver a buscar la grandeza de la Patria por las puntas del mar, y dentro de los Sindicatos, vosotros debéis ser las escuadras disciplinadas y silenciosas que pongan en las manos 1 cariño más heroico, la mejor arma. ¡Viva Franco! ¡Arriba España! OISQS D Av. de Joíc Antonio 8

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