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ABC MADRID 11-09-1941 página 8
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ABC MADRID 11-09-1941 página 8

  • EdiciónABC, MADRID
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A B C. JUEVES 11 DE SEPTIEMBRE DE 1041. EDICIÓN DE LA MAÑANA. PAG. 8. por pobre- -mira con indiferencia hacia el mar, hacia, las lanchas, hacia la sinfonía de colores y alegrías que le rodean. ¿T tú- -le pregunto- qué haces aquí? ¿No fuiste a ver a Franco? -Estuve ya, y me- volví, después de gritar mucho, porgue no pude desalar. ¿Que no pudiste desfilar? ¡Claro, todar Vía eres pequeño! -No, señor; no soy pequ eño, que voy a. la mar casi todos los días. Pero no desfilé porque no tuve a tiempo los pantalones de uniforme. Y bien que me pesa, porque yo quería Ver a Franco de cerca y decirle con los ojos todo lo que siente el corazón. Porque yo quiero ser soMado Js esa Marina y de ose barco donde él ha venido, y con él, hacerme a la mar y vengarme un día de los que. mataran a mi padre! ¡Pero hoy no he podido desfilar! salió a esperar al Jefe del Estado la flotilla de- embarcaciones de toda índole del litoral santanderino. engalanadas artísticamente y conduciendo a su bordo a los miembros de la C. N. S. afectos al Sindicato de Pescadores. 1 A las doce y un minuto atravesó la barra del puerto el Almirante Cervera momento en que fueren disparadas las salvas de ordenanza. El C; scar entró tres minutos antes. está, mandando la Historia con las glorias pasadas reverdecidas por el esfuerzo de nuestras juventudes. Este es nuestro Movimiento y este es el espíritu de nuestra Falange: levantar a España. Hacer la revolución que tó el paii a todos los hogares y con i justicia les lleve también el espíritu y la alegría. Nuestra obras, serán mañana nuestra ejecutoria. Para esto os emplazo, que esto es el servicio de España, el destino de la Falange, y el caniino del Imperio. ¡Arriba España! La- alocución fue interrumpida por eonsí tantea aclamaciones. En la tarde Después de la ceremonia en el Ayuntámien, to, el Caudillo marchó directamente a visitar ía catedral, que sufrió los terribles rigores del incendio. Acompañado del obispo recorrió los restos del magnífico edificio, y, mas tarde, se adentró por los solares descarnados y pasó a la zona siniestrada de la población, que recorrió también a pie acompañado de la exaltada, manifestación de la muchedumbre. Desde allí se dirigió a visitar una fábrica de curtidos, cuyos obreros le hicieron objeto de manifestaciones de alegría cuidosa, y luego, tomando de nuevo el coche, marchó con eu séquito- y autoridades, hasta e l vecino pueblo, de Renedo, don. de visitó las fábricas de Industrias lácteas. De regreso en Santander, el Generalísimo marchó a descansar brevemente a su resi dencia, de la que salió a las iccho. de la noche para encaminarse al Club Marítimb, donde le, ofrecieron una recepción y una fiesta náutica, que resultaron brillantísimas. Centenares de lanchas motoras y canoas de todos tipios y tamaños, con antorchas, teas, cohetes, bengalas y luces multicolores, prestaban a la bahía un conjunto verdaderamente fantasmagórico. El Generalísimo, vivamente impresionado, seguía el ir y venir de las lanchas, que se fuerion acercando lentamente hasta el borde del muelle de! Club Marítimo. Entonces, de algunas de las vaporas se destacaron comisiones de marineros que, portando amplios canastos llenos de pescado reluciente, subieron las escaleras y los depositaron como una ofrenda del mar a los pies del Generalísimo. Este, vivamente emocionad les dirigió unas frases de gratitud, exaltación y patriótico llamamiento a las virtudes de los hombres del mar y de la Patria, que fueron contestadas con delirantes ovaciones y viyas al Caudillo, salvadior de la Patria. Todavía so prolongó largo rato la fiesta, realmente singular y extraordinaria, hasta fl. ue, a las nueve de la noche, el Generalísimo abandonó el Club Mairí tini O, entre el calor entusiasta de las ovaciones reiteradas, y caminandiO en su coche, entre una doble e interminable fila de antorchas, desde el arranque mismo de la balaustrada del MarítimiO por todo 1 Paseo de la Reina Victoria hasta Ja finca donde reside. La jornada de hoy, brillante, sin igual como ninguna de las precedientes en las fiestas de la capital montañesa, ha sido digna de este Jefe de Estado que salvó a la Patria, y de esta ciudad castellana, acogedora y patriótica, que tiene puesta su fe, su esperanza y su orgullo en el Generalísimo Franco. SPECTATOR. A la una menos cinco desembarcaba el Caudillo, que durante toda la maniobra de atraque, desde el puente, con uniforme de comandante general de Marina, de gran gala, y rodeado de los jefes y oficiales del barco y escolta, provisto de unos prismáticos, observó la parte de la zo na siniestrada, que tiene perspectivas al puerto. Al desembarcar el Generalísimo, fue recibido y cumplimentado por el ministro secretario del Pa. rtido, camarada Arrese; alcalde de Santander, D. Emilio Pino, que le dio la bienvenida en nombre de la ciudad; general López Pinto, jefe de la séptima Región militar; generales Saliquet y Borbón; gobernador civil, Sr. Romojaro; gobernador. de Madrid. Sr. Ruiz Ga, rcía, que lo fue de Santander hasta hace poco, y otras personalidades. Después de los saludos ¡de cumplimiento, Su Excelencia pasó revista a la compañía del regimiento número 53, que, con bandera y música, le rindió honores, y seguidamente, en coche, acompañado por el alcalde y seguido de las demás autoridades, jerarquías y personalidades, se dirigió a la iglesia parroquial de Santa Lucía. El trayecto se h a l l a b a acordonado por miembros de la E alange local y provincial, que desde ayer llegaron en diferentes medios de locomoción, en número de 30.000, y aclamado por más de 80.000 personas hizo el recorrido triunfalmente. A la entrada del templo, el Ca. udillo fue recibido por. el obispo de la diócesis, y a la una y cuarto, bajo palio, penetró, seguido de las autoridades y séquito, en la, iglesia. El Caudillo es cumplimentado, al desembarcar, por las autoridades y jerarquías. Más de 80.000 personas le aclaman fervoBrillantísimo desfile rosa y entusiásticamente al dirigirse al Después se efectuó un desfile que ha re templo de Santa Lucía isultado brillanitíimo, pues participanon en él falangistas de Santander y su provincia, regimiento número 53, fuerzas de la Guardia Civil de fronteras, Frente de Juventudes, centurias del S. E. Ü. (incluso las que se hallan en los albergues) centurias de Trabajo de la C. 2 T S. con sus atributos, cenS. turias, de marineros afectos a los Sindicatos de la C. N. S. oon sus remos, segunda línea de Santander y la provincia, banderas d- e la Jefatura Local; Ex Cautivos de España y, agrupaciones folklóricas de la montaña. Después del desfile, y frente a la tribuna! presidencial, las citadas agrupaciones típicas efectuaron en honor del Caudillo- danzas y cantos dé la montaña. Este festival terminó a las dos y veinte de la tarde, a cuya hora S. E. subió en automóvil con el alcalde y se dirigió al Ayuntamiento, donde fue servido el almuerzo conj que la Corporación Municipal le agasajó. til Caudillo salió al balcón del Ayunta miento para corresponder a las incesantes ovaciones de los santanderirios. Visita a la Exposición del proyecto de reconstrucción dé la ciudad Santand. er 10, 6 tarde. El Caudillo, des pues del desfile y llegado, al Ayuntamién to, hubo de salir al balcón principal para, corresponder á las ovaciones del público. Visitó la Exposición de planos y maquétas del proyecto de reconstrucción dé lá, ciudad, interesándose por las viviendas protegidas de Peñaeastillo, por el nuevo Paseo Marítimo y, en general, por todos los aspectos de la reconstrucción. Luego se celebró el almuerzo do treinta cubiertos. Solemne Te Deum El Jefe del Estado recorre a pie la zona marítima entre frenéticas ovaciones de la multitud. SeiscienSu Excelencia recorrió a pie la zona asolatas embarcaciones tocaron las sirenas Santander 10, 5 tardé. El Caudillo, inme- da por el incendio. Concentración falandiatamente de penetrar en la iglesia de Santa gista en Renedo. El vecindario le aclama Lucía, fue saludado por el Cabildo catedralicio, y acompañado por éste, pasó a un. trono constantemente levantado junto al Evangelio, en el altar mayor. El Te Deum fue oficiado por el obispo de la diócesis. Terminado el acto religioso, el Jefe del Estado se trasladó a pie hasta la zona marítima, entre grandes aclamaciones. A lo largo de dicha zona s e agolpaban miles y miles de almas contenidas por fuerzas acordonadas. En el momento de llegar a la zona marítima, alrededor de C O embarcaciones hicieron O sonar sus sirenas. El Jefe del Estado subió a la principal de las seis monumentales tribunas, adornada con solios sostenidos por lanzas. L e acompañaban el ministro secretario del Partido, el jefe de la Casa Militar, el alcalde y el- gobernador, que pronunció unas breves palabras. El Jefe del Estado se traslada de San Sebastián a Gueíaria, donde embarca para Santander San Sebastián 10. 11 mañana. A las nueve de la mañana. Su Excelencia el Jefe dei Estado, acompañado de los jefes de las Casas Civil y Militar, Sr. Muñoz Aguilar y general Moscardó, abandonó el palacio de Ayete. residencia oficial, trasladándose en coche al vecino pueblo de Guetaria. El Ca. udillo vestía uniforme de capitán general de la Armada. En el puerto de Guetaria embarcó en una gasolinera para trasladarse a bordo del crucero Almirante Cervera a, cuyo bordo fue recibido con los honores de ordenanza. Minutos después, el crucero zarpó con rumbo a Santander. -ÍMHNCHETA. Apoteósico recibimiento en Santander. Embarcaciones diversas, en gran número, salieron al encuentro del Almirante Cervera Santander 10, 3 tarde. Santander y su provincia han dispensado un apoteósico recibimiento a Su ISxcelencia, el Jefe del Estado. El Caudillo embarcó en Guetaria a las nueve de la mañana, y a bordo del crucero Almirante Cervera salió con rumbo a nuestra capita. 1. Escoltaban al crucero los destructores Almirante A- atequera Gravina y J o r g e Juan y el Ciscar abría marcha, Hasta el límite do las SUJS ivov nciale A Jas cuatro y media de la tarde ei Jefa del Estado marchó a pie, en compañía del alcalde y otras autoridades, a la zona asolada por el incendio. Por la Rúa Mayor llegó a. las ruinas dé la catedral, desde las que se domina ampliamente la zona siniestrada. Fue recibido! por el obispo y el vicario y en su compañía visitó las naves del templo, en reconstrucción, a cargo del Servicio Nacional del Tesoro Artístico. En la calle de Atarazanas tomó el coche, trasladándose a la zona alta para visitar la, industria de curtidos allí existente, y e n lal que mañana se inaugurarán los eomediorea para obreros. A continuación estuvo en 1 pueblo dej Renedo visitando la fábrica transformadora! de productos lácteos de los Sindicatos Agrícolas Montañeses, integrados en la C. N. S En dicho pueblo tuvo lugar concenEl discurso del Caudillo y Jefe nacional tración parcial falangista de una zona de la de Falange Torrelavega, siendo el Caudillo aclamad. 01 El Jefe del Estado pronunció el siguiente entusiásticamente. discurso: El acto de la ofrenda del mar en el Club Es. páñoles todos: Sólo unas palabras para que los sentimientos de mi corazón vayan Marítimo, a donde llegó el Jefe del Estahacia los vuestros y de todos los aquí condo entre delirantes ovaciones gregados hacia la Patria, representada en Santander 10, 7 tarde. A través de unaC nuestros muertos. muchedumbre que se apiñaba en la Somos poco amigos de palabras, como tam- densa de Molnedo, plaza el Caudillo poco fueron los caídos en nuestros campos por la avénida d e la R atravesóVictoria hasta por eina él levantarla; por eso, las palabras no pueden Club Marítimo, donde había de celebrarse ser nuestro instrumento. Hemos de obrar con el acto de la Ofrenda del Mar. acompañado hechos. por el ministro secretario, del Partido, señor Esta, masa aquí congregada representa la Arrese; generales López Pinto, Saliquet y, unidad de log pueblos y cié las tierras de Borbón y gobernador civil de Santander. Espafia, la fe en nuestro resurgimiento. Fe y El instante de aparecer el Generalísimo trabajo, qué es la norma cle mi Gobierno y el en la toldilla del Club fue señalado por el espíritu que nos anima. Tened la seguridad estampido simultáneo de todas las sirenas de que si no hubiera sido por la guerra que de los b a r c o s y a los gritos de ¡Franco, enfrenta al mundo, España ya habría resur- Franco, Franco! en qufi prorrumpieron migido; estaría levantada, y. no habría proble- les de marineros. ¡mas para los pueblos ni para los españoles que no hubieran sido resueltos con mano flr- Ofrenda de varias canastas de pescados En nombre de todos los Pósitos de Pes me y paso seguro. Este entusiasmo vuestro, este calor, esta cadores de la provincia, el jefe del Sindiea. unión de espíritu, son el reflejo del sentir de to de Pesca, D. Juan Cuesta, representando España. Ivo mismo que vuestra alegría se alwi a lá gent de mar, presidió un grupo de masobre los dolores y desgracias pasadas y te- rineros q u e llevaban varias canastas con néis el optimismo ie la io y la confianza en pescado del Cantábrico, ofrenda fluo, los mavuestros puertos, así lia de levantarse Espa- rineros de la montaña presentaban a Su Ex ña itera, porque liara eso liemos guerreado. colencia. hemos, tiailo la saagre de los mejores y nos El camarada Cuesta i. yó unas cuartilla

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