ABC MADRID 13-11-1938 página 1

oJrícl 13 de noviembre de 193 B S U S fHHiip I O N i ANO XXXIV, NUMERO 11.087. REDACCIÓN Y ADMINISTRACIÓN; SERRANO, -61. TELEFONO- 51710. APARTADO DE CORREOS NUM. 43 DIARIO AL SERVICIO DE LA DEMOCRACIA Madrid: un 50 pesetas PrcDvincias: rica y PortugiSíJs WüpQeseSj 12,5 a Exttranjerb: i r e m es, 30 ptas. Numero subi M céniimos IS P A C I F I C LA PAZ E S R ES Y Cuando se liabla de paz, del deseo d e paz Una fórmula bien simiple puede servirnos p a r a eespresar las posicioíies respectivas q u e todos podamos sentir, incluso de ver el t é r m i n o rápido de la guerra, no sieiHpi c de los Gobiernos de P a r í s y Londres en relación con la política de pactos billaites e está en l a linca de ío razonaMe o de lo rales preconizada por míster Chaimberlain, como cconsecaencia üe los Acueiidos de conveniente. líi íse esíá siempre, Munich. Entre esto s dos extiemos s- e encierra: el intento y el deseo de las buena tampoco, en la líaea del dc- o coaipaíilile relaciones. Al día siguiente de Munich, en efecioo, el Gobierno inglés di 6 nuevocon el interés español. IJO dccíiBos, a p r o- aliento a su negociación con R o m a y se ha esfoirzado por no pierder contacto con pósito d e los pocos tí voceadores Berlín. No ha sido culpa suya, n a t u r a l m e n t e si la forma, u n t a n t o brusca, en que q u e suelen lialiarse por aiií, especuladores Hitler empezó a h a b l a r l e a míster Neville Hondierson del pro- blema eoloniál h a cíe la p z, y eii cayos labios la p a l a b r a no hecho que los ing leses t o m a s e n con un poco de ccalma la euforia negociante juie tiene eaiiíiílad iiins íiiia, iil IJÍSCBÍI míster Chamberlam trajo de Munich. Y hasta aquní, el intento de las buenas relaa i el propósito d e liacei- ía p a s a r jior l a m o- ciones. Pero ¿cuál es la conducta que en el Gobierrno francés se observa? r a l do Muesti- a relagiiardia con su lef ítliiio H a s t a ahora, desde la ú l t i m a sesión p a r l a m e n t t a r i a liasta el Cong? reso radicalsentido. Todos 5 eremos I si paz. Todos qiie- socialista de Marsella, hallamos una sola m a n e r a de sentir la política ingleisa de 41 emos Tey el final rápido de IÍÍ. gaerríj. IJOS los pactos bilaterales. Francia dijo- -M. Daladier en la Cámara- diesea m a n t e n e r antifascistas españoles, -í or lo IMCIIOR, la Que- buenas relaciones con sus vecinos. F r a n c i a- -h a repetido en Marsella, y M B o n ffemos t a n t o que uo qiaisimos la giioi- ra iimic a T asplraraos a Tcrla tc iHluada deóñe que net le acompañó en la aspiración- desea llegar a Í a c u e r d o s que nor ma licen sus r e empezó. Eji eamMo, no csíniííos segu- lacionts con Alemania e Italia. T el deseo es, desede luego, algo así corno la a n t e r o s de que los apósíolcs de la p a s que sala de los hechos. Sólo que quien hace antesala- -y la hace l a r g a- -e s t á siemipre alioi. a suelen ajidari por aíií, piiedaii decir a merced de que el visitado reciba o no al v i s i t a m t e Y h a s t a ahora, ni en B erlo mlsiiio. Más- do uno- -la boca Mena de paz lín ni en Roma han hallado eco los deseos francesess. A la cuenta de Munich es n e cesario cargar el desaire. ioy- -a Ijiien segnro que rr- ilco la awertfa Podemos recordar hoy, conviene recordarlo siemnpre, desipués de puntualizar esta cnancío los Insíii- reéí- os pi epfiralíaii su alzam i e n t o contra el C 3- oÍ 3i erno le: ftlmo de E s- fórmula tan simple corno expresiva, dos sutarayadoos que, a su tiempo, le pusinaos p a ñ a Y es esto lo iiic vjgllai niiiy al Congreso radlcalsocialisLa de Marsslia. Uno, al i discurso de M. Daladier. Otro, al de M, Bonnet. El jefe del Gobierno francés dijejo, poco m á s o menos, que cond e cerca. servaba una esperanza- -la de que E u r o p a volvieje a la razón- pero es indudabl H a c e poco declaraba el jefe del Goljienio; -según añadió- -que está, por ahora, entregada al 1 pleno dominio de la fuei za. El Q u i e n h a b l e de coiiiponejídas y iiicdiacio- ministro de Relaciones Exteriores, por su pai te, b a a b l ó do España. Y no p a r a cosa iies es im t r a i d o r a ia p a í í í a y, a salíiendas para decirnos que r a c i a no o no, nji agente del y el íigor ta- nueva, sino ésta so lo tendría fin F al nalejarse podía cadesentenderse de n u e s t r a lucha, por cuanto de ella todos los intei- vencionismos exj a n t e e incxoraMe de la Jiisilc a alcanzará gea, p a r a impeílir qtie la í iii ia des- tranjeros, dejándonos solos y frente a frente a losjs españoles. ¿Cómo poner de acuerdo unas palabras con las s otras y con los hechos que s- ela i r a del pueblo t o m e ía vensyajiya d e su cuenta. So juegan Jos destinos de la ñaladd quedan al principio? No vamos a decir nososotros que sobre F r a n c i a puedan p a t r i a y n o se p u e d e estar dispuestos, por recaer todas las culpas dei ixitervencionismo itaiogDgermánico en España. B l p r o deWlidadeH o complaeenciay, a permltiP que blema es mucho más complejo. Pero no olvidamob) s el nacimiento de la. No inter, e ¡t e m p l e d e m i e s í í a Fcíagcardfít se deslia- vención. Y ¿quiere saber M. I aJ adier por qué está I hoy E u r o p a entregada a l pleno b a por la complic ílad de pnrtlcndominio de ia fuerza? P u e s piense en el no interve encionismo, en el practicado por larfsmos, partidismos o iiei scníslisiiios. TenFrancia, y siga la línea que va desde la proposiciónm de Blum h a s t a la capitulación de gamos presente osie la mejor m a n e r a de Munich. Piense también en quiénes son los praciica? antes de la fuerza, y verá cómo acoz íai l a s n e r r a es prepr. ini -e p a r a una los halla precisamente en el mismo lugar hacia e ciue van a h o r a sus deseos de gnerra larga. tauíonas relaciones j u s t a m e n t e no correspondidos. MMendigar se le llama a eso, en ¿Qué antifasciiita sinceio no sn- jCriblFá castellano. Y esto es lo que no podemos comprendíier, por lo nienos desde España, estas p a l a b r a s pictóricas d- e fií iiiczíi, serias donde opinarnos lo mismo que se opinó en Marselella; pero no tendemos la mano y dignas, en IsíMos de nn p, clje i ií. inte dis- en demanda de ninguna caridad m á s o menos p ü b b l i c a -J n a n D E AGIJlKliB. puesto siempre a no relinJr sn calidad de Jefe de un Go ici no que lo es de todos los españoles y puníiializó o p o r t a n a n í e n í e c los tTece fines de gaerva l; i doetrlna de ituldad y convÍTcncia pa a iodos ios españoles laniiíién? P u e s i m p o r í a aplicarías a los falsos apóstoles de la paz, a los que quieren- -seden g r a n n importancia a la cuestión, sobi -Tei el ü n a l rápido de la s a e r r a Política francobrjtánica todo en v v í s p e r a s de las elecciones generales. ancínclan. Fei. í sin que liaya en CHAMBERIiAIN NQ P E D I K A A F R A N Ij Ordidre dice que Edén se revela como 511 S palalíras, y IÍHICIÍO nicaos en sii pensaaqiicll? íincera ne aeoni- CIA QUE CEBA A HITI EK, ELi CAME- el jefe dele la próxima coalición, que reunirá los el lenientos m á s jóvenes del partido cle -e d pazj de Justicia y de legiRUM, SINO MABAGASCAR cipíiiicla y perniíiiiciite. liOiidres 12. Se desmiente oficialmente conservad dor con los liberales y socialistas. au, 7 f) s? ie se impoKe no yii so- que Oliamttei lain y lord IJalií a: i se p r o p o n- FalM a. de niiCTo ciiíio, siao aim gan plantear en P a r í s el problema do la ...Y SU C ÓRGANO EN UA P R E N S A P 1 J 1 S opias roaceifaies frente a devolución del Togo y del Camernm a AleI y slií niflcaii. Dotjle Tigi- mania, diciendo qne solamente se plantea- QUE SE Z A M P L Í E UA BASE DBU GOlo yj BIERNO onnj 3o pción de ia paz ne Liondrifes 12. El Yorkshire P o s f d e Iiaya üv desde faera y es el m á s r á la ciiesíión de Madagascar y otras eoloclara que e si la Gran Bretaña quiere realiengañoso ari, ¡i. to que pudiera imaginarse; nias francesas. -Agencia España. H u e s t r a paz- TMeu. ij do la Iiaya- -naccvá en- E D É N Q U I E R E P R O M O V E R UN MOYI- zar el esfiífuerzo necesario p a r a m a n t e n e r su estatuto, c de gran potencia tiene que a m t r e nosotros, 01: f l ipaíía, Jíaflie tiene a- atopliar la b, base del Gobierno o por lo menos rldad- -ni ccnSr. rrii awc nosotros le conce: A S O C I A I I Y DEMOCR. A. que éste f adopte una política que t e n g a la danjos- -paia í i- u mo ia, ni m u c b o menos aprobacióión de la mayoría nacional m á s l ai a imponérno I t a g a e i r a la liaccamos nosotros, V lií remos ia paz. í cn disPai is 12. Los periódicos comentan hoy- rende pcposible. -Fata a. tintos los de iei es q r e íiicrn. ti -F. -iíiíTta Isi n idea del señor Edén do promover un moia HACÍA t E I J PARTIDO D E t l N l O N NAo e e i u n p r i s e I n u; l CÍ Í LVÍ; iia Ílegi- Jo viniic ito de, unión nacional alrededor del CIÓN Al J sitintí ióii, c Vt LA Í I pi íspia c. a ae paR conscrvcdor con un pi ograma si uT áüi la injnslicía pilones al final de esta cillo pero lleno do dinamismo: rearme, p r c t o n d r e s e s 12. Continúan los comentarios í 5o ntienda aím no Isayan satoido cnniplirlos. g- reso social, refuerzo de los lazos con los en t o m o fe al discurso de místei Edeisi y lo fS es Ijasífinte lo dieiio jjara los paclficado- Dominios, Estados Uñidos y Francia. Aña- i tinioj es 1 relativos a l a formación del p a r ves j SH c a m p a ñ a den que los círculos conservadores conce- tido de UjUnión Nacional. iOS consei vadores LOS INTENTOS DE INGILATERRA Y LOS DESEOS DE FRANCIA OPEO