ABC MADRID 22-05-1938 página 2

¡acfnc? 22 ds moyo cíe A Ñ O ZXXIV. NUMERO 30.954. REDACCIÓN Y ADM Z NI STR ACION: S 55 SANO, 61. TELEFON O 51710. APARTADO 193 B SUSCHIPCÍON Madrid: un mes, 355O pesetas. Provincias: tres meses, sa. América y Portugal: tres meses, i2; sor Extranjero: tres meses, 30 ptas. DE CORREOS NÜM. 43 ÓRGANO DE UNION REPUBLICANA nada entre las líneas de las declaraciones LAS NECESIDADES ministeriales. Buscarlos es perder en cosa LITARES -Y EL CUADRO inútil un tiempo que a ningún antifascista sobra lioy. No por C O M P L E T O D E L A i español le B ty esa icráaddelbe sobrarle, 3 jalo menos. sencilla que jnos en nuestras cuatro afirmaciones. Y no GUERRA c. tiste otra, a nuestro juicio por lo mcisos. Número sueffo, 15 céntimos Como no sea ésta jue le sirve de fundamento: l a decisión de tral- ajar, lachar y vencer, que en la aspiración primaria jnos solidariza. X natía anas lejos del secreto (pío semejante y magnífica verdad. Aunque lxa a producido sus sorpresas al otro lado de las trinelü- ras. Algún español antifascista- -verdaderamente aiítiíascisía- -nos Isa IiecJio esta pregunta: ¿Vamos -ganar- la guerra- -podemos ganarla -sin ejecutar, otro- molimiento que el (Je nuestra. sóIMa resistencia? Sabemos toCo lo que fiay fie expectación anhelante, fisintención incluso, en esa preEl último discurso pronunciado por Mussolini- -el ie G- énova- -es aliora e- je do 1 gunta qne isas de u: na rez eúaos. E? COJW la actividad diplomática europea. Forl 3li. ee el movimiento anti- Charaberlain en si nos dijeran: S u la guerra se icnce al Lnglatería. Cierra el paso a una sincera negociación francormliana. Obliga a un París y SI. Cortan, ele encauso atacáncolc, ñcrrotáiiáole, desíiu- nuevo cambio de puntos da vista entre encargado Gobierno de embajadew ai Francia en la capital inslcsa, ha aüo por sti preguntar yeailo su organización iniKtar; o lo qao es primer ministro británico si queda algo en pie de aquella parte de las conversaciolo TÍSIÍIO: marchando sóbva sus lincas, so- nes ir? ncoinsleias q- ue te referían a e s te caso concreto de la presunta aproximatoe SES coiauriir nc. Oiies, sofero el territorio ción, cníio P i d i y Roma. Acusamos, BJII embargo, un que ya se va oiuo ocupa; oblicáziáole, si es posible, a la curro de Mus- ioTmi- -el de ahora eaómeno una reímÍE itoria. haciendo viejo. Cada disha sido contra Francia, en la ciue cax italatrin. Y, rcsjjpeiiía, JIO hay ninguna participaron tanto el orador como sus oyentes- cada discurso tle Hitler, levantxn objeción i- ie opopeile a ese cuadro de -jio- tempesíades ue preocupación en las grandes potencias democráticas. Trovocan un JDÍlitarc- s Pero sí Isay una ad- despertar a la realidad mis inmediata y mis grave. Pero ya iros vamos acostumqué le interfiere: esas- necesida- brando a la tónica del interregno. Entre discurso y di cur? o, vuelve a pensarse en la posibilidad estrépito des militares no dan el cuadro completo entenderse; es de las aproximaciones. Tasa el totalitaria; deesla- s palabra? ¿Es posibleposible calmar la agresividad posible hacer más conde Ja guerra. Es uray importante que lo cesiones como p- ocio a ún supuesto apaciguamiento? T los optimistas reaparecen. observen y aprecien toaos, los antifascistas El tiempo necesario para que el d u c s o el fhürer vuelvan a tronar amenazas españoles. 3? riMiero, porgue no sólo se tles- y agresiones veibales desde la, tribuna. Eternos entrado ahora, en período e preocupaciones y de nuevas alarmas. L os H truye la organizacióu militar clel enemigo días pasados no apagaron todavía el eco de la palabras ni de los gestos de Mussolmi. atacándola, naarelianáo sotoc sas líneas. ¿Vamos a entrar de nuevo en la tierra del optimismo? Cada día se hace mi? difícil. ayanEanüo so bre el territorio que ocupa. ÍCo y r l u e haya cambiado el tono tie los dictadores, a cuya permanencia doctrinal Segundo, porque ese cuadro cooíprciiáe una hay que hacer justicia. Porque cambia, desde luego, si no Cl tono, por lo menos la íase ea las maneras de liaeer la guerra, situación política en las poLenciaa occidentales. Ahora, cuando, nada queda en pie, porque nada pudo ser aplicado, del puede decirles pero 110 toüa. la guerra. Tercero, porque rníster Cnamberlam a sus diputados y, Acuerdo angloitallano, ¿qufibritánicos? ¿Qufi sobre todo, a Jos electores Quien tiene en. España: la autoridad y la le queda por hacer a Fr- ancia en Roma, donde empezaba a entrar llevada por TesponsabilicíaS Sel mando- -el Gobierno- -mano mgiesa? Hntre París y Roma. íuC volado el puente de las aproximaciones. JL no lia dicho nunca que sólo nos correspon- voló Mussolini en Genova. Pero es que sin esta pieza, ¿queda algo de todo el meen falso por Xosotros no tenemos da, para toáo el cursó Je: lá luclia la canismo montadoministro ingles míster Chamberlam internacional en busca ninguna duda: el primer salió con su política de caza snisión fie resistir los ataques enemigos. Y mayor. Por ahora- -los largos plazos dan. al porvenir- -erró su primer? blanco. Y cada cuarto, porque no es cierto que las guerras día se hace más difícil esperar a que las palabras de los dictadores se disipen en el sólo puedan ganarse en Junción de acciones tiempo para volver al mismo camino de la inteligencia imposible. -J. DE A. snilitares desarrolladas en los urentes de combate. LA PKENSA ING- ÍESA ST 3 jfrinsnjia, de estas afirmaciones que hace- MOT PESIMISTA X HABI A DE RÍGIDEZ mos feasíaría por sí sola- -es posiMe al EXTOE BOMA Y LON KES menos que así ocurra -para justificar Londres 21. El Times dice: ChecosloBraestra: aí) SQí t certeza en jol triunfo defi- vaquia, y Espaiía continúan siendo los prinnitivo de la República. Ninguna de ellas cipales temas de inquietud al final- d una semana difícil. Si las elecciones checas se contiene aisladamente toda lá -wsrdad de celebran con tranquilidad y sin injerencias iraestra guerra. Es, Sépñmexip tan amplio, extranjeras, podrán marcai- el comienzo detan complejo y de tal proíuRdidad, que no una mejoría entre Praga y las minorías que cabe en fórmulas simplistas. Tctías ellas, viven a lo largo de la frontera alemana. La gestión del embajador inglés en Berlín r conjuntamente examinadas y aplicadas, nos demuestra con cuanta inquietud sigue e- Godan. e- i camfeio. la nieáifia. y latoasede bic- rno los acontecimientos. jQHestra certeza. El corresponsal del mismo periódico en Estas coiísiáéracioncs pueden servir ta, in- Derlírt dice: La propasanda que se hace en írien de examen de conciencia para los ca- Alemania es tan. parecida a la realizada en zadores de; secretos, más abuíiciantes de lo los días que precedieron al anschluss que hay que que alemán gue parece en riuestro, propio clima anti- abandona pensar segúnel Gobiernoproblema la tesis la cual eT fascista. Para aquellos que quieren descutoir alusiones a, métodos Os guerra ocultos y sororenáentes en las entrelineas de las declaraciones gaíberiiaíneiitales. Para los Por causas ajenas a nuestra volun ¡Que qxiíerém liaJlar facultades mesiánicas o tad, no podemos publicar hoy la uailagreras 0 óade no las hay ¿existen en acostumbrada caricatura del día, aJguní? parte? Hó liay- secretos, ni méto- del compañero Aníbal Tejada. flos de guerra sorprendentes, ni se escribe checo puede ser resuelto por otros procedimientos que la acción directa. El -Manchester Guardian publica uii estenso análisis de la situación europea, en el que no muestra el menor optimismo. El optimismo manifestado actualmente en Londres rara ocultar las realidades de la situación en la Euíopa central es tan artificioso, alie lid puede engañar a los observadoras críticos. La Wjllielmstrasse, que se apresuró a hacer protestas de sns posiciones conciliadoras, protestará también de las amenazas contra los sudetes y se verá obligada a intervenir. Al mis- no tiempo alienta íos actos hostiles contra Checoslovaquia e influye en el partido de alenlem de manera susceptible de crear incidentes sangrientos si no se manifiesta un cf mbiQ radical de política. En el territorio de los sudetes existe el terrorismo organizado. Checoslovaquia se ve mtitratada e intimidada como potencia soberana, al mismo tiempo que los checos se ven también maltratados por la población alemana, como si fuesen ellos la minoría digna, además, de ser castigada. No son I03 sud- tes los oprimidos, sino los cheeos. El periódico alude después a las negociaciones francoitalianas, y opina que Italia se esfuerza en esplotar en España la situación e