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ABC MADRID 12-01-1938 página 2
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ABC MADRID 12-01-1938 página 2

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Madrid, 1 de enero de T 938 2 r SUSCRIPCIÓN AÑO XXXIV. NUMERO 10.821. REDACCIÓN Y ADMINISTRACIÓN: SERRANO, 61. TELEFON O 51710. APARTADO DE CORREOS NUM. 43 ÓRGANO DE UNION REPUBLICANA Madrid: un mes, 3,50 pesetas. Provincias: tres meses, 12. América y Portugal: tres meses, 12,50. Extranjero: tres meses, 30 ptas. Número suelto, 15 céntimos LEALTAD Y TÉCNICA MILITARES No nos faltan motivos a. los españoles para tener puntos de- vista muy nuestros al juzgar sobre la personalitía- d de los- candíaos, militaros. Se comprende incluso que íengamos ca España un medida especial para valorarlos, y hasta que el pueblo espaiiol no se parezca en esto, a casi ninguno cíe los pueblos europeos. T ¿se comprende, porque la palafea pronunciamiento sólo existe en nnestro idioma. En España, resináoste, se ha fiado poco al jeío militar; es decir, no lo que entre nosotros lia venido siendo un jefe militar, sino lo que es: un técnico al servicio del Estado, leal y técnicamente al servicio (leí Estado. TJn hombre que sabe nacer la guerra, que se capacita, durante la paz, para hacerla. Y que en el momento adecuado, aquel en que la nación necesita ele sus servicios, los presta abnegada e inteligentemente. o Iiace falta buscar enseñanzas de página histórica para explicar la existencia, en el pueblo español, de aquella especial meaie Están incluso en la experiencia de las generaciones actuales. IJOS últimos cincuenta y, cinco años de Monarquía restaurada (por M pronunciamiento) fueron pródigos. en él florecimiento de jefes militares- políticos. Es decir, de generales que hacían la política de la realeza, si es que a eso se le puede llamar política. Y Ja hacían frente al pueblo y contra el pueblo. Sin que terminase aquí la influencia catastrófica de aquel vicio. Organizado el Ejército cpriío instrumento de poder político, nsó ríe él la realeza y usaron de él los partidos, que le sirvieron para barnizar su constitucionalismo. Tal abiiso- -no uso, realmente- -teína que ser contrario a la existencia misma del verdadero jefe militar. Las graduaciones en efecto, no podían ser un producto de la preparación y la inteligencia, sino consecuencia inmediata de servicios prestados a la realeza o de poder civil conseguido por mando en los partidos políticos. Hasta llegar por esa pendiente al momento en que el militar de partido vino a ser el partido mismo, con servidumbre incluso para sus propios segundones. ¿Para qué entonces la técnica, ni el estudio, ni la preparación exclusivamente militares? Los oficiaies y los jcíes que así concibieron y cumplieron sus deberes quedaron relegados a misiones subalternas, cuando no se vieron obligados a abandonar el Ejército, llevándose su técnica y su lealtad. Al llegar la hora de hacer ¡a guerra, estaban preparados los desastres militares. JJos generales de la política no servían para conducir un Ejército a la victoria. Advino la República y heredó todas las irregularidades militares de la Monarquía. Jío supo superarlas a tiempo. Ha sido necesario el 18 de julio; han sido necesarias la insurrección y la invasión para que la República diese a España verdaderos jefes militares, conjunciones do la lealtad y de la técnica puestas al servicio del Estado. Seleccionando jcíes y exaltando a las jefaturas a quienes tenían capacidad para ejercerlas, no por función política, sino por función militar. Con técnicos militares se ganan las guerras, y. en la apreciación que certeramente subraya el decreto fiel Gobierno por el cual se concede al general Rojo la placa laureada de Madrid- haciendo variar la Saz de la. gKerra, déstineión a la técnica puesta ál. servicio tte Ja Bem Siea y de España, encontramos nosotros no 1 pun 11 to despartida, pero sí la plenitud de tina enseñanza para aprenderla bien totlos los españoles y para no olvidarnos nunca de su aleccionamiento. HACER LA GUERRA Y DECLARAR LA GUERRA ¿Se decide el Japón, a declarar la guerra a China? Sería difícil imaginar lo que pensaría u n ser humano, inteligente, que desde tierra incomunicada llegase ahora a la ciudad, tantas veces mártir, -de Shanghai, o a Nankín, o a. Pekín, o a Tien- Tsin. Entre los millares y millares de hombres muertos; entre los edificios destruidos e incendiados; entre las fuerzas japonesas de ocupación, le dirían: Está reunido e Conn sejo imperial japonés. Él personal de la Embajada japonesa en China y el e la EmJ bajada china en Tokio están preparados para partir. El Imperio del Sol Naciente va. a declarar la guerra a los chinos. Y ese ser humano, inteligente y desconocedor de los sucesos desarrollados durante los últimos meses, pediría su ingreso en una casa de salud. No la ha pedido, sin embargó, ninguno de los políticos europeos que durante el mismo tiempo ha basado sus actividades diplomáticas sobre esta apoyatura de paranoicos: Entre la China y el Japón no existe estado de guerra. ¿Qué se propone el Japón con esté anunciado cambio de nombre en su penetración por tierra china? El propósito no escapará a, la atención de nadie. Un caricaturista francés presentaba días pasados, con dramático humor, la. realidad de la guerra en Extremo Oriente, en esta forma, tan sencilla ¡como certera. Un diplomático nipón se presenta ante un jefe militar, y le- dice: Mi general; nos hemos equivocado lamentablemente. Enviamos ya nuestras excusas al Gobierno inglés, y es barco que está fondeado en el río no tenemos que hundirlo hasta mañana. Porque no habiendo declaración de guerra no puede decretarse el bloqueo, y nadie tiene derecho a interrumpir el co- mercio extranjero en China... como no sea hundiendo, con excusa, los barcos fondeados en el río, sea en Shanghai, en Nankín o en Tien- Tsin. Declarada la guerra, el Gobierno japonés puede prohibirlo todo. Es decir, no puede- prohibir el tráfico en la concesión internacional de Shanghai, (que por algo es concesión internacional) a menos que acuerde incautarse de ella. T la concesión internacional de Shanghai es el eje de todos los intereses europeos y americanos, en China, valorados en millones y millones de libras esterlinas. ¿Se comprende la expectación y hasta el escándalo, reflejados ayer en la Prensa inglesa, ante semejante eventualidad? Imperta conocer ahora la reacción oficial de Londres y de Washington. Aunque el suceso parezca lejano, merece la atención vigilante de Jos españoles. -Juan BE AGTJIIÍRE. LONDRES 11. La ansiedad con que la Prensa inglesa sigue los acontecimientos de China ha aumentado con la convocatoria de la Conferencia Imperial. Se espera saber hoy s i una declaración oficial de guerra acá- LA CARICATURA DEL DÍA poca vergüenza. aue esperta. rreará el bloqueo indirecto de puertos neutrales. Los diarios, en grandes titulares, dicen cosas como fista: El comercio priiánico en Hong- Kong está en peligro. Daily Herald se haoe eco de rumores según los cuales los japoneses piensan ocupar militarmente toda la concesión internaciorial, si el Consejo municipal no atiende, -sus peticiones. The Times hace el resumen de los seis meses de guerra, y dice que Japón ha perdido más de lo que ha ganado. Además, destruye en China sus mercados, al mismo tiempo que dilapida su Tesoro. TOKIO 11. La Conferencia Imperial lia celebrado su reunión, con asistencia del emperador, el jefe del Estado Mayor Imperial y varios jcfns militaros y navales. Es la primera celebrada en el reinado del actual emperador, y la cuarta desde hace muchos años. La primera se celebró en 1894, durante la guerra ehinojaponesa; la segunda en 1904, antes de la guerra con Rusia, y la tercera en 1914, para decidir la entrada d- el Japón en la Gran Guerra, al lado de los aliados. Se asegura que se han confirmado las decisiones del Gobierno para suprimir cí régimen, antijaponés en China, y. se han aprobado todas las m- edidas políticas y militares para la realización del programa nipón en China. -Comunican de Tsin- Tao que todas la s hilaturas japonesas d e algodón instaladas en. los arrabales han sido destruidas por les tropas chinas, al abandonar esta ciudad. PARÍS 11. El embajador de Francia en Tokio ha sido encargado de protestar enérgicamente contra el bombardeo, por aviones japoneses, de los servicios de la misión católica de Nan- Ming, del que resultaren un religioso muerto y otro herido. -Fabr: ¡3 íi un antifascista sin contribuir en c semana a la gigantesca obra de solida: UÍ... 1 de la Campaña de Invierno! Entrega tu donativo en Gurtubay, número 6. Otro que se rinde... ante la triste evidencia.

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