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ABC MADRID 28-09-1937 página 2
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ABC MADRID 28-09-1937 página 2

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Madrid, 28 de septiembre de 1937 xa S U S C R I P C I Ó N m AÑO XXXIII. NUMERO 10.728. REDACCIÓN Y ADMINISTRACIÓN: SERRANO, 61. TELEFONO 51710. APARTADO DE CORREOS NUM. 43 Madrid: un mes, 3,50 pesetas. Provincias: tres meses, 12. América y Portugal: tres meses, 12,50. Extranjero: tres meses, 30 ptas. ÓRGANO DE UNION REPUBLICANA Número suelto, 15 céntimos La República española, agente de paz en un ambiente de guerra El ministro de Relaciones Exteriores de Francia, M. Delbos, ha lanzado desde Ginebra una especie de consigna que logró fortuna. En muy pocos días la hemos visto asomarse a las columnas de la Prensa francesa inglesa más dada a la defensa de los pose tulados pacifistas. La consigna de M. Delbos puede resumirse así: La política internacional de Europa pisa el terreno de una crisis grave. Se está desenvolviendo- -y no tiene otra opción- -en un serio ambiente de guerra, ¿Por crisis de la Sociedad de Naciones? No. Lo que está en crisis es la paz del mundo. Por que no basta con querer la paz para tenerla, si no se atiende a fijar y mantenerlas bases que la paz necesita para ser sólida y duradera. ¿Bases para una paz sólida y duradera? Imposible concebir un plan político pacifista que no atienda a esta necesidad urgente: eliminar o inmovilizar a. todo agente, sea cual fuere su categoría y su potencia, de perturbación y de guerra. Monsieur Delbos no ha llegado a esta conclusión, y por ahí falla su consona. Pero los demás sí debemos llegar a ella. Sobre todo, cuando es tan fácil determinar hoy, concretamente, quién inunda de gérmenes bélicos el ambiente de Europa. Cuando s e habla de guerra, en efecto, de realidades de guerra, de preparativos para la guerra y de presunciones de guerra, ¿hay alguien que no mire- -hasta instintivamente- -hacia Roma y Berlín? ¿Se vislumbran actualmente en- el. cuadro de Europa, en el cuadro del mundo, otros agentes de guerra, ni otros riesgos de guerra, que los engendrados por los países totalitarios, concretamente por Alemania, Italia y Japón? ¿Ha- blan de otra cosa, en orden a su política internacional, los hombres que dirigen estos países? Por que, a falta de otra virtud, tienen innegablemente asta: no ocultar sus propósitos ni sus planes inmediatos. El año 19355 se caracterizó por una tónica de guerra. La invasión de Abisinia puso en tensión a los Estados Mayores de las grandes potencias; en el Mediterráneo tuvo Inglaterra sus acorazados. ¿Por qué no se produjo entonces el gran choque? Sencillamente, porque incumpliendo sus deberes más categóricos, las potencias occidentales se plegaron ante la acometividad fascista. El año 1936 ha señalado el comienzo de la invasión de España, Una guerra totalitaria en la Península y en el mar. Otro riesgo de guerra llamando a las puertas de Europa. En 1937 China vueive a ser ensangrentada por el imperialismo japonés. Y sin salir de Europa misma, los riesgos de guerra marcan temperaturas no conocidas desde 1918. ¿Acaso no asiste Francia- -y sólo queremos señalar este hecho gravísimo- -a una ofensiva totalitaria dentro de su propio suelo, claramente- intervencionista, y que se manifiestan con incidentes de frontera, con contrabandos de armas, atentados, acciones de espionaje y asaltos a arsenales, cuya dirección está llevada por agentes del fascismo extranjero? Ahi está todo el sentido internacional de la guerra que en España se desarrolla. Un pueblo pacífico, pacifista por naturaleza y por declaración de su ley constitucional, el español, es agredido e invadido. ¿Con qué finalidad? Establecer en su territorio un nuevo Estado totalitario al servicio del imperialismo fascista; es decir, crear un nuevo agente de guerra. La, República española es la paz sincera y lealmente mantenida: un agente de paz al servicio de la paz. Una España totalitaria- -ya tiene Francia la prueba? n su zona colindante con el Bidasoa y aun tierra suya aden- l tro- -sería un instrumento de guerra, dispuesto a provocarla y aun a extenderla por toda Europa. Uno más entre los agentes que envenenan hoy el ambiente europeo y a todo el mundo llevan la intranquilidad y el riesgo. Por eso, si se quiere evitar que la guerra de España se propague; si se quiere sincera e inteligentemente, sólo puede lograrse con el triunfo de la República, base duradera y sólida. Y vea M. Delbos cómo coinciden a. fondo estos hechos ron su consigna incompleta. ¡CONTRA LA QUINTA COLUMNA UNIDAD! Ambulancia que regala el Spain- India Aid Committee al Gobierno do iu República española.

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