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ABC MADRID 17-08-1937 página 11
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ABC MADRID 17-08-1937 página 11

  • EdiciónABC, MADRID
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Pero antes de venir a España (ha establecido ahora su residencia en Bilbao) el c a r d e n a l Antoniutti pasa por Lausanne. En Lausanne se encuentra el rey Leopoldo de Bélgica, y pocos días después, Alfonso de Borbón va a instalarse también en Lausanne, y empieza a hablarse d sus pretensiones al trono de España, Un nuevo hecho: Gil Robles, instrumento de los representantes genuinos d e 1 vaticanísimo en España- -la Compañía de Jesús- surge de nuevo como personaje influyente en la zona leal. Entre sus viajes de última hora también hace uno a Lausanne. Muerto Mola, dividido en zonas peligrosas el alto clero español, sometidos los requetés a la influencia falangita, prisionero Franco- del gene- ral Faupel, dueños los alemanes de la fortaleza económica de la rebelión, el Vaticano ha dejado de tener confianza, por lo visto, en su influencia soEl cardenal Ilundain, del brazo de Queipo de Llano, hacia én Sevilla la política de los alemanes, con gran escándalo de Roma. bre el generalísimo especie de jefe del Estado con el que Hitler puede traer a Extranjeros, y pronuncia un discurso, en el i que; señala a Francia como agente sin- España íntegramente su política. ¿Ha cero de la paz La Prensa nazi vuelve a encontrado en Alfonso de Borbón lo que alborotar con este motivo, y Rosemberg buscaba? De momento, hay algo evidente. escribe y publica un violento artículo conEntre la baraja de pretendientes con que tra el Vaticano, calificando de bochornosas los intervencionismos juegan su partida en la, s palabras del cardenal secretario de EsEspaña, el Vaticano ya tiene el suyo, dentado. Pero llega Pacelli a Roma e inmediatro de la tupida red de intrigas que florece tamente el cardenal Antoniutti es nombraen tierras de invasión fascista. Con cree (Viene le Iu última página. do delegado apostólico, en España, con la que podría recuperar los modos comp etos declaración expresa de que no es, un embade su influencia política en el soñado nueestrechamente todos sus movimientos. Mola, jador de la Sede, sino un representante ofivo régimen español. no supo o no pudo oponerse al decreto en cioso encargado de velar, dentro de la zona que se mandaba la unidad de falangitas y ocupada, por los intereses de la Iglesia. Juan DE AGUIRRE i equetés. JSÍO se había producido realmente ningún acto importante de hostilidad contra la Iglesia, pero el Vaticano seguía aprendiendo métodos nazis en Alemania y presintiendo lo que podía pasar en España. A la muerte de Mola- -el general montaraz que contaba con Navarra y con los reqwtés- r- la situación se agravó, y ya aceleró el Vaticano sus movimientos de de. fensa. Hasta este momento, el Vaticano no había podido utilizar como peones para su juego a los obispos y arzobispos españoles. Pío Xt y el cardenal Pacelli tienen mal concepto de su discreción y de su talento político. Los diplomáticos de la curia romana habían utilizado al arzobispo Goma socamente para servicios subalternos. Le colocaron en Pamplona, desde donde debía servir de enlace con el general Mola. Mientras tanto, ej cardenal Ilundain, del brazo de Queipo de Llano, hacía Ja política de los alemanes en Andalucía, con gran escándalo de Roma; obispos como el de Mondoñedo se lanzaban a la pelea contraviniendo las órdenes superiores, y otros- -rnuy pocos- como el de Vitoria, hacían frente a la rebelión. La Revue Direetrice ha puesto en labios del cardenal Pacelli este juicio: Si los intereses de la Iglesia en España fuesen entregados en manos de los prelados españoles, no sobrevirían a esta catástrofe. Inesperadamente se producen tres hechos que no pueden sur más sintomáticos. El cardenal Pacelli hace un viaje a Francia. Pretexto: la visita al templo levantado en Lisieux en honor de una nueva santa. Pero cerca de Lisieux está Deauvillé, y en aquella estrecha zona de Normandía coinciden el cardenal y el ministro de Relaciones exteriores de Inglaterra. La Prensa nazi arma gran alboroto, anunciando que se ha celebrado una entrevista entre ambos personajes. Pacelli pasa, por París; se entrevista, con Antes de venir a España pasa por Lausanne el cardenal Antoniutti. Aquí vive ahora Alfonso de y pretendientes en la guerra... Ibón Delbós, ministro francés de Negocios Borbón y aquí mismo recibe las visitas de Gil Robles.

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