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ABC MADRID 23-07-1937 página 7
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ABC MADRID 23-07-1937 página 7

  • EdiciónABC, MADRID
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A B C, VIERNES 23 DE JULIO DE 1937. EDICIÓN DE L. MAÑANA. PAG. LA POLÍTICA DE NO INTERVENCIÓN PARA LOGRAR Q Rancia mantiene, de forma irreductible, su postura y no cede ante las presiones de los países fascistas NDO LA PACIENCIA NO SE AGOTA A TIEMPO. Todo el contenido de la información que transmitió ayer, desde Londres, la United Press, y según la cual el ministro de Relaciones Exteriores de la Gran Bretaña ha tenido una entrevista de bruscas maneras con el embajador de Italia, nos parece una consecuencia lógica de lo que acababa de ocurrirle a míster Edén en la Cámara de los Comunes. Y más consecuente todavía con el debate parlamentario, la notificación a Ciano advirtiéndole que el Gobierno inD lés está a punto de agotar su paciencia. ¿Por qué encontramos una relación y consecuencia lógica, entre una y otra peripecia? La más acusada voz de alarma entre cuantas se oyeron en los Comunes, durante el debate a que nos referimos, fue la de mistar Winston Churchill. Se puede asegurar, incluso, que su advertencia sobre los riesgos, claros e inmediatos ya, que la intervención germanoitaliana en España plantea a la seguridad del Imperio británico, ha tenido que impresionar no sólo a míster Edén, sino a todo el Gobierno. Por dos ra lories muy fuertes. Churchill es una ele las figuras más destacadas del partido tory hoy en el Poder, y dentro del cual ha recu. po rado su dominjo sobre una gran masa de opinión. Y, además, porque Churchill fue el ministro de Municiones, primero, y de Guerra y Aire, después, en los Gobiernos presididos por Lloyd George que llevaron la dirección de la Gran Guerra. Y, aun siendo esto mucho, otro hecho fundamental, que con míster Winston Churchill se refiere, ha tenido que impresionar hondamente al Gobierno británico. La figura y la actuación de Churchill evocan uno Cs los momentos más difíciles de la Gran Guerra por parte de los aliados y- hasta una situación que pudo haberles llevado a la derrota. Por extraña, coincidencia, idénticos el momento y la situación a los que Plantea la intervención germanoitaliana en España. Durante los meses más duros de la Gran Guerra, cuando el Estado Mayor alemán, convencido de que la- lucha sería larga y no corta, como él había creído, intentó romper el bloqueo por medio de la guerra submarina y comprobado su fracaso, volvió todas sus actividades hacia Oriente. Asfixiada, falta de suministros para alimentar su Ejército y su retaguardia y de material tan elemental para la guerra como el petróleo, preparó una gran campaña militar, cuyos objetivos eran el petróleo de Mesopotamia y el Cáucaso y los graneros de Siria, Palestina y Arabia. Advertido el Gobierno inglés de la maniobra alemana, Churchill planteo el problema en estos términos: era necesario forzar inmediatamente el paso de los Dardanelos; cortar allí el camino de Alemania hacia Oriente, y restablecer una comunicación directa con Rusia. La ofensiva tenía que ser fulminante. Toda la flota inglesa del Mediterráneo debía concentrarse inmediatamente sobre las costas de i- allípoli. Pero el plan Churchill, enérgico y tajante, fue desvirtuado por otro plan de política oportunista. Prevaleció dentro del Gobierno un criterio más moderado. Había quien propugnaba- -como hace ahora míster Edén -una negociación con Turquía. El plan anti- Churchill era el siguiente: negociar con Constantinopla; ofrecerle, la paz a cambio de determinadas concesiones; separarla de los Imperios centrales y obtener así el dominio, de los Dardanelos. Winston Churchill, inflexible en su criterio, replicaba: Una negociación con Turquía es inútil. Constantinopla no gobierna; quien manda allí es Alemania. El emperador de los turcos es un juguete en manos de Berlín. En Constantinopla está el general Liman von Sanders, con dos cuerpos de ejército alemanes, y ése es el verdadero amo. Todo el tiempo que se pierda en una negociación con quien no tiene autoridad para negociar sólo servirá para hacernos perder el tiempo; el mismo que necesita Liman von Sanders para fortificar los estrechos y batir luego a nuestros acorazados. Churchill acertó plenamente. Se hizo la negociación con quien nada representaba ni podía. Se perdió el tiempo. Y cuando los acorazados ingleses llegaron, meses más tarde, a los Dardanelos y las tropas aliadas desembarcaron en Gallípoli, los cañones alemanes eran dueños de la situación. Las tropas de Sarrail ya no pudieron pasar; los acorazados de Inglaterra, tampoco. Alemania les había ganado la partida. Afortunadamente, los alemanes no llegaren hasta los graneros y el petróleo de Oriente, cuya captura pudo ser decisiva en la guerra, porque un inglés genial, el coronel Lawrence, había sublevado contra Turquía a las tribus fronterizas. Durante la guerra, y más a. ún después ¿le su fin, toda la Gran Bretaña vinculó aquel episodio en la persona de Churchill. ¿Se comprende la impresión, que, necesariamente, han tenido que producir ahora sus palabras, al señalar los riesgos que para la seguridad del Imperio representa la intervención germanoitaliana en Ecpaña? Churchill ha vuelto a hablar de cañones alemanes, de un Gibraltar amenazado y de la impracticabilidad de las comunicaciones por el Mediterráneo. En el caso de los Dardanelos se practicó el sistema de la paciencia y de las. negociaciones con quien no tenía autoridad para negociar; como ahora. En Turquía estaba Liman von Sanders, con dos cuerpos de ejército alemanes. En la España rebelde está el general Faupel, con varios millares de voluntarios En los Dardanelos se perdió el tiempo; ahora, también. Cuando se quiso pasar, ya no se pudo. La paciencia no se agotó a tiempo. Y ésta es la lógica relación que tiene ahora la brusquedad del suave míster Edén con lo que acaba de ocurrirle en la Cámara de los Comunes. La voz de Churchill ha tenido que resonar d e nuevo, hondamente, en la conciencia del pueblo inglés. ÜKSii EE AGUIRRE ción existente entre la posición italiana y la entusiasta adhesión Je Italia cuando se publicó el. plan iiigiéss ¡que se calificó en Boma e victoria italoalcmana. Igualmente se muestran asombrados áe que Portugal, opuesta ai control en la frontera hispanoportuguasa, Iiaya apoyado la demanda- de Grantli pidiendo el restablecimiento inmediato flel control terrestre. Respecto a la petición italiana del abandono del control naval ea las costas de los rebeldes, se hace resaltar que no es el inocieato- par abrir taecíia en las ya proílu- ciSas en el Comité 3 Londres, que hacen e pensar en la definitiva destrucción del control, y se entiende que las p traSías n vales no deben desaparecer en tanto no sean substituidas por oijse vaaores neutrales en los puertos españoles, Tanto el Gobierno íraoeés, cojno el inClés, considerara que el reconocimiento del cSsrecsio de ftelsgci- ancia constituye m- acto ¿arídico de noníisaliíiad, sólo eonccTbiMc si f. e apoya- sobre la neutralidad aseguraba por el control iaícrnacloiiHl y la rcíis íida de voltsiitaríos Po estas rabones, Jurártela pide que so aclare proWema antes de entran? a examinar la cuestión cíe la beligerancia. -Fabra. El Gobierno francés destílente una información nazista París 22, 3 tarde. El Gobierno lia desmentido categóricamente la información de un periódico alemán anunciando que S Ü O soldados cíe la Legión Extranjera francesa hablan sido llevados- de Marruecos a Marsella para luego trasladarlos a España. -Cabra. Las aesíaciones tipo que los alemanes han instalado en puertos españoles París 22, 3 tarde. I Oeuvre dice: Los ingenieros alemanes que trabajan por cuenta Cs Franco han instalado en Ceuta, 3I elilla, Alhucemas, Larachc, líni, Río de Oro y Canarias estaciones tipo tan ingeniosas corno inquietantes. Han sido construidas en dichos puertos bases para submarinos, deposites ae gasolina, instalaciones electrolíticas, puestos de radio- aeródroy mos, y en algunos se lian emplazado baterías antiaéreas o cañones do Marina. Todo esto ha cido objeto de Informes oficiales a Londres y París cc- n el apoyo de fotografías. Seguramente es lo que lia decidido a Chamberlain a no salir de Inglaterra durante las vacaciones. -rCutea. Por el establecimiento de las relaciones comerciales francoespafiolas París 22, 3 tarde. El periódico L Humanité refiriéndose a la actitud C J Italia V en el Comité de ijondres, se dirige al jo. Ie del Gobierno y a los ministros de la. Guerra y Negocios Extranjeros y las diee que para salvar la paz y la seguridad francesas hay aún un raedi. o pacíüco y eüeaz: Establecer la libertad do Las relaciones comerciales francoespañoias. -Faííi- a. La firme posición de Francia discuta primero el control; segundo, la reParís 3 tewie. Ija- posición fiel Jobierno francés can respecto al pían inglés continúa siendo la misnia. lia do que se Círculos autorizados subrayan 1 contracUé- tirada ele voluntarlos y, Csjalmeíiíe, el reconocimiento cíe beligerancia, a ambas partes. Se sánala- ia rssijoasa- jr. e h i bria üe achacarse a. Roma ante cualQuíee. giro gs ave que tomasen las cosas, y los La imprenta del Estado ita- iano confecciona pasaportes españoles París 22, 3 tarde. El diario IVOeuvre dice que la Imprenta del Estado, de Roma, está confeccionando actualmente pasaportes españoles falsos, que utilizan los italia-

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