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ABC MADRID 02-07-1937 página 2
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ABC MADRID 02-07-1937 página 2

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Madrid, 2 de julio de 1937 m S U S C R I P C I Ó N m A Ñ O XXXIII. NUMERO 10.652. REDACCIÓN Y ADMINISTRACIÓN: SERRANO, 61. TELEFON O 51710. APARTADO DE CORREOS NUM. 43 ÓRGANO DE UNION REPUBLICANA ABC Madrid: un mes, 3,50 pesetas. Provincias: tres meses, 12. América y Portugal: tres meses, 12,50. Extranjero: tres meses, 30 ptas. Número suelto, 15 céntimos EXPERIENCIA Y A C C I Ó N DE LAS INTERNACIONALES El presiden te de la Internacional Obrera Socialista, M. de Brouckére, acaba de hacer en Ginebra unas declaraciones, cuyo contenido no puede dejarnos indiferente. Por la categoría, experiencia y- elementas, de juicio de quien las formula, y por la influencia que lia de tener su- criterio sobre decisiones que tanto afectan a ¡nuestra lucha. Tres aspeotos esenciales tienen las declaraciones de M. de Brouckére. Los tres pueden resumirse así: imperiosa necesidad de devolver a la opinión- pública su capacidad para influir en las decisiones y n la política de los gobernantes; acabar con los trate jos estériles, sin alejarse de las corrientes de opinión que forínan parte del conjunto de Jas democracias; aprovechar la enseñanza de la experiencia alemana. Proyectados estos tres juicios sobre la pantalla de la actualidad española, nosotros añadiríamos otro: no olvidar la lección de la Gran Guerra. Es co mo su comlplelmento, nunca más justo que en esta hora. En julio de 1914- -y. esta es la lección de la Gran Guerra- -la Internacional Obrera se encontró frente a los preparativos de una ¡lucha inminente, que sólo interesaba a las formaciones capitalistas. Nada jugaban los pueblos. Ningún ideal ni interés suyo iba a decidirse en el choque armado. Llegaba ía ¡guerra ¡por unos caminos, con unos impulsos, y encaminada hacía fines que no eran los suyos. Sin embarga, ellos iban a ser las víctimas, detrás de unas y otras ironteras, de la gran catástrofe en incubación. ¿Qué falló en aquel momento decisivo? La influencia popular en las decisiones y en la política de los gobernantes: la acción conjunta, (precisamente. Lo único que Ipudo haber evitado la guerra, deteniendo al nacer, no al producirse en acciones decisivas, los mdvkníentos de los políticos militaristas. La máquina guerrera de Europa, en 1914, no podía paralizarse durante las horas en que llovían notas agresivas y reinaba el ultimátum. Aquella máquina debió pararse antes, bloqueando por acción conjunta si movimientos preparatorios. Se liizo un trabajo estéril, acaso por no querer alejarse a tiempo de algunas corrienites de opinión que entonces parecían formar parte del conjunto de las democracias. Na ¡dejaba de andar la Alemania de entonces en este juego, como ¡hoy parecen estarlo, con relación a la I0 ternafcíonal Obrera, algunos países de base democrática, ya señalados en ¡más de una ocasión. La nueva guerra se incuba hoy, y se incuba en España, por cuenta del fascismo internacional. Hay que pararlo aquí, y fulminantemente. Hoy puede lograrse la influencia popular sobre los gobernantes de todas las democracias de. Europa. Mañana ya 1 0 1 sería posible. Y con itratajo eficaz. Aunque haya quien discrepe. Porque en esta guerra sí que se lo juegan todo los puebles. Y el riesgo inminenite y igrave no permite, estado alguno de vacilación. Poniendo precisamente ante esa enseñanza de la experiencia ale. mana, citada por M. de Brouckére, da enseñanza de la experiencia española, ejeailplo imagnífico de lo que toa de hacer un pueblo para influir, para trabajar eficazmente y para vencer. No hemos querido, encontrar postura vacilante en las declaraciones de M. de Brouckére. Nos atenemos a su decisión, claramente expuesta durante la- entrevista de las dos Internacionales, celebrada en Anneinasse, con resultado tan positivo. Hemos que- rido solamente venir a destacar este hecho: la intervención de las Internacionales será tanto más. eficaz cuanto más rápidamente se produzca. Importa ahogar la agresión cuando nace, no cuanr do logre su pleno desarrollo contra todo y contra iodo íjetiratef LIQUIDACIÓN POR DERRIBO... O LAS ULTIMAS ORDENES AL BOTONES Los reclutas que hán de figurar en los brigadas de reserva, desfilan por la plaza de Colón. ff o Albero y Segovia.

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