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ABC MADRID 25-06-1937 página 12
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  • EdiciónABC, MADRID
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Lejos de la pesadilla En La Palisse desembarcan dos mil niños vascos Kl sereno valor de las tripulaciones ríe los mercantes ingleses que hace unas semanas rompieron el bloqueo de la flota rebelde, para llevar víveres a los no combatientes de Bilbao, ha dado, al fin, al mundo civilizado la conciencia de sus deberes y dé sus derechos. Una vez más puede protestar Franco contra la humana, y común, decisión- de Londres y Par. de salvar de los bombardeos y del hambre a los niños vascos; puede encontrar ¡también razones falsamente jurídicas para, oponerse a la intervención de los navios de guerra ingleses y franceses encargados de garantizar la seguridad de los convoyes de socorro que enarbolan el pabellón de la. Cruz Roja. pero la partida, moraj y materialmente, la ha perdido; Bilbao será aprovisionado y evacuado. La faitriosa flota rebelde lia. recibido, se- Los niños vascos, a boxdo del Habana esperando el momento de desembarcar en La Palisse. Esta nena acaba de pisar tierra de Francia. La espantosa pesadilla ha terminado. gún parece, la orden formal de oponerse al paso de los convoyes de provisiones y evacuados; pero como auténticos barcos de guerra están vigilantes, puede afirmarse que el Almirante ¡Cervera el Velasco y las demás, embarcaciones armadas que constituyen el grueso de la flota sublevada irán a buscar del lado de Santander, mejor que en el golfo de Vizcaya, objetivos de menor dificu ltad. El paquebot español Habana y e! yatch Izarra han dejado ya en Francia unos 4.000 refugiados, de ellos 2.300 niños sin ¡sus familias. El impulso está dado y nada podrá, detenerlo. He asistido en La. Palisse al desembarco de los pequeños refugiados de Bilbao. Protegido por los destructores británicos Fortuna y Royal Oak el Habana seguido por el yatch Izarra alió de Portuga lete el jueves, al amanecer. A las siete de la mañana del viernes entraba en la, rada de La Palisse. Terminada la. inspección sanitaria, subo a bordo. El paquebot, que normalmente puede transportar mil pasajeros, trae ahora, tres veee S más. En pasillos y salones se han improvisado dormitorios, y el suelo está- Heno de colchones y mantas. Las. enfermeras vascas. d. e uniforme blanco, preparan el primer grupo de quinientos niños que al mediodía, (quedarán instalados en la Maison Heureuse de Boyardille en la isla de Olerón. Ante estos rostros hundidos, con ojos brillantes de fiebre, se me oprime el corazón. Pero la moral es buena. Por todas partes suenan risas. Al azar interrogo a un chico de unos siete años: ¿Dónde están tus padres, muchacho? -Quedaron en Bilbao, pero vendrá, n en el primer- barco. ¿Estás contento de venir a Francia? Muchísimo- -y en su alegría se mezclan las lágrimas con la risa. Logro encontrar al comandante Ricardo Fernández, jefe de a (bordo. -Hábleme del viaje, comandante. -Gracias a los fieles perros guardianes que nos acompañaban, viaje casi sin historia. Los navios de guerra vascos Vizcaya y El Visear nos escoltaron hasta el límite de las aguas territoriales. Después el Fortune y el Royal Oak nos tomaron a su cargo. Sin, contratiempos, el resto. A sesenta millas apenas de Bilbao, una sorpresa- desagradable: dos cruceros rebeldes, el Almirante Cervera y el Velasco aparecen, y, cortando nuestra ruta, se lanzan a todo vapor hacia el Habana y el íza. (Continúa en Ja página anterioi Los pequeños refugiados han llegado ya al campamento de La Palisse, desde donde partirán, por grupos, hacia sus alojamientos definitivos.

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